Chichimango
Gerifalte
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Que un mejicano reniegue de España es como si un español renegara de Roma. Un disparate, pura endofobia. España es hija de Roma, Grecia, la Cruz y los pueblos originarios (sí, también en España hubo de eso), más unos cuantos siglos bien cargaditos de historia. México es hija de España (que ya llevaba incorporado todo lo anterior: Roma, Grecia etc.) más sus propios pueblos originarios y un par de siglos de historia independiente.
Y en cuanto a los pueblos originarios...
Si Sheinbaum cree que España es culpable, tiene que ser porque se identifica como heredera de los aztecas. En ese caso habría que exigirle que, en nombre de los aztecas, pidiese perdón por tantos siglos de matanzas, sacrificios humanos y sometimiento de otros pueblos tan mejicanos como ellos.
Pero no, ella lo hace solo por jorobar, por simple repruebo a España. La izquierda hispanoamericana es profundamente hispanófoba, ante la duda nos van a intentar ofender todo lo que puedan. Y como en España gobierna también la izquierda (igualmente hispanófoba y acomplejada) no vas a ver a un presidente del gobierno o un ministro de exteriores explicarle a esa fruta iluso, aunque sea con afán didáctico, todo lo anterior. Prefieren callarse, hacerse los ofendiditos (pero tampoco demasiado) y tragarse otro sapo más y otra ofensa gratuita contra la nación a la que representan.
Y en cuanto a los pueblos originarios...
Si Sheinbaum cree que España es culpable, tiene que ser porque se identifica como heredera de los aztecas. En ese caso habría que exigirle que, en nombre de los aztecas, pidiese perdón por tantos siglos de matanzas, sacrificios humanos y sometimiento de otros pueblos tan mejicanos como ellos.
Pero no, ella lo hace solo por jorobar, por simple repruebo a España. La izquierda hispanoamericana es profundamente hispanófoba, ante la duda nos van a intentar ofender todo lo que puedan. Y como en España gobierna también la izquierda (igualmente hispanófoba y acomplejada) no vas a ver a un presidente del gobierno o un ministro de exteriores explicarle a esa fruta iluso, aunque sea con afán didáctico, todo lo anterior. Prefieren callarse, hacerse los ofendiditos (pero tampoco demasiado) y tragarse otro sapo más y otra ofensa gratuita contra la nación a la que representan.
