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Sith qbitiano
Siempre se da por hecho que la peor época del año ante un desabastecimiento energético parcial o total, como el vivido hace poco por los altos precios de la electricidad, es el invierno, pero a mí eso no me queda claro.
Desde el punto de vista de un particular (no de una empresa), y de España (no de otro país), me parece que una situación de escasez energética en verano puede ser tan chunga como en invierno:
Invierno.
En invierno el principal problema es la calefacción para evitar morir de frío o por alguna enfermedad sufrida por el frío (resfriado, catarro, pulmonía). Pero siempre se puede combatir abrigándose mucho y aislándose a cal y canto en alguna habitación de la vivienda. Si se trata de una familia con varios individuos, el calor corporal hace que se pase menos frío.
Con una manta eléctrica que gasta poco se puede pasar cualquier noche por fría que sea con total tranquilidad, y mucha tiene que ser la restricción energética para no poder usar una manta eléctrica. Y de día hay mantitas eléctricas para ponerse encima del cuerpo que he echado un ojo como alternativa a la calefacción en caso de que se repitan los precios de la energía disparados.
Con restricción energética podría ser difícil cocinar comida, pero muy grande sería la escasez energética como para no poder cocinar. En cualquier caso, comer crudo es de hecho más sano, y también se puede comer de bote o latas.
Verano.
En verano hay 2 problemas principales:
Aunque no se va a sufrir de frío ni de las enfermedades asociadas al frío, y se gasta menos energía que en verano, no implica que la energía sea menos necesaria, pues se necesita imperiosamente que funcione el frigorífico para conservar la comida. Con comida estropeada se pueden padecer enfermedades tan chungas como las que se padecen en invierno por frío, pero como he dicho antes, muy grande tendría que ser la escasez energética para no poder usar frigorífico.
Y si el calor es excesivo, es necesario algún dispositivo de refrigeración, como un acondicionador de aire, o al menos algo más barato en coste y gasto energético, como un ventilador, para no sufrir un verano completamente perversos o incluso poder sobrevivir en una ola de calor.
Conclusión.
Una situación de restricción energética es un reto no sólo para el bienestar sino también incluso para la supervivencia dependiendo del grado de escasez.
En invierno el único problema a sufrir con escasez energética sería el frío. Si el frío produce alguna enfermedad, mal pronóstico careciendo de energía. Pero si no, se puede sobrellevar bien con estrategias tales como las mencionadas (aislarse, manta eléctrica).
En verano hay 2 problemas: La refrigeración de la comida y el alivio ante una ola de calor. De lo segundo no hay escapatoria sin electrodomésticos.
Dos de mis mejores compras de siempre son la manta eléctrica para el invierno y un superventilador para el verano.
De hecho, en invierno y verano es cuando más gente muere, por lo que España es un mal lugar para vivir por culpa del clima extremo en caso de escasez energética.
Hay más cosas a considerar, como qué fuentes de energía tiene un individuo o familia disponibles aparte de la electricidad o el gas natural, o con qué gente posiblemente vulnerable viva (bebés, ancianos), etc., pero la idea principal es que no está claro que el invierno fuera a ser peor que el verano en España en una situación de escasez energética considerando todos los criterios mencionados (riesgo de enfermedad, aivio del frío o del calor, electrodomésticos imprescindibles, cantidad de muertos estacionales).
Desde el punto de vista de un particular (no de una empresa), y de España (no de otro país), me parece que una situación de escasez energética en verano puede ser tan chunga como en invierno:
Invierno.
En invierno el principal problema es la calefacción para evitar morir de frío o por alguna enfermedad sufrida por el frío (resfriado, catarro, pulmonía). Pero siempre se puede combatir abrigándose mucho y aislándose a cal y canto en alguna habitación de la vivienda. Si se trata de una familia con varios individuos, el calor corporal hace que se pase menos frío.
Con una manta eléctrica que gasta poco se puede pasar cualquier noche por fría que sea con total tranquilidad, y mucha tiene que ser la restricción energética para no poder usar una manta eléctrica. Y de día hay mantitas eléctricas para ponerse encima del cuerpo que he echado un ojo como alternativa a la calefacción en caso de que se repitan los precios de la energía disparados.
Con restricción energética podría ser difícil cocinar comida, pero muy grande sería la escasez energética como para no poder cocinar. En cualquier caso, comer crudo es de hecho más sano, y también se puede comer de bote o latas.
Verano.
En verano hay 2 problemas principales:
Aunque no se va a sufrir de frío ni de las enfermedades asociadas al frío, y se gasta menos energía que en verano, no implica que la energía sea menos necesaria, pues se necesita imperiosamente que funcione el frigorífico para conservar la comida. Con comida estropeada se pueden padecer enfermedades tan chungas como las que se padecen en invierno por frío, pero como he dicho antes, muy grande tendría que ser la escasez energética para no poder usar frigorífico.
Y si el calor es excesivo, es necesario algún dispositivo de refrigeración, como un acondicionador de aire, o al menos algo más barato en coste y gasto energético, como un ventilador, para no sufrir un verano completamente perversos o incluso poder sobrevivir en una ola de calor.
Conclusión.
Una situación de restricción energética es un reto no sólo para el bienestar sino también incluso para la supervivencia dependiendo del grado de escasez.
En invierno el único problema a sufrir con escasez energética sería el frío. Si el frío produce alguna enfermedad, mal pronóstico careciendo de energía. Pero si no, se puede sobrellevar bien con estrategias tales como las mencionadas (aislarse, manta eléctrica).
En verano hay 2 problemas: La refrigeración de la comida y el alivio ante una ola de calor. De lo segundo no hay escapatoria sin electrodomésticos.
Dos de mis mejores compras de siempre son la manta eléctrica para el invierno y un superventilador para el verano.
De hecho, en invierno y verano es cuando más gente muere, por lo que España es un mal lugar para vivir por culpa del clima extremo en caso de escasez energética.
Hay más cosas a considerar, como qué fuentes de energía tiene un individuo o familia disponibles aparte de la electricidad o el gas natural, o con qué gente posiblemente vulnerable viva (bebés, ancianos), etc., pero la idea principal es que no está claro que el invierno fuera a ser peor que el verano en España en una situación de escasez energética considerando todos los criterios mencionados (riesgo de enfermedad, aivio del frío o del calor, electrodomésticos imprescindibles, cantidad de muertos estacionales).