Hola como se que el tema no tiene mucho alcance no voy a ensuciar el principal y lo dejo por aquí.
Os voy a contar una anécdota para que veáis cómo funciona la cabeza de un hombre y cómo funciona la cabeza de una mujer bajo el mismo problema.
Dejo el coche en el taller y me dan un coche de sustitución llego a casa y me llama un hombre del concesionario diciéndome de que el anterior usuario del coche de alquiler se ha dejado sus llaves de casa dentro, inmediatamente me acerco al coche las encuentro y le digo que que no se preocupe su cliente, que pase a buscarlas por mi casa le doy la dirección y le digo que le dé el número de teléfono al hombre para que me llame y quedemos.
Resulta que esa misma información también llegó a una chica del concesionario, que no sabía que me había llamado su compañero y esta al cabo de cinco minutos escasos me vuelve a llamar con el mismo problema.
Pero esta me pide que le deje las llaves en el concesionario yo le comento que para mí eso es bastante difícil, si al cliente le corre prisa sus llaves que por favor que me de el telefono del cliente, que yo ya le llamo , Y ella me comentó que por motivos de protección de datos no me podría dar su número de teléfono.. Le comento que perfecto, que entonces que ella le dé el mío a él, que yo le autorizo a que le dé mis datos a él, todo con tal de ser agil y quitarnos el problema de encima.
Y entonces ella empezó con la canción de que había que ser más empático y de que me ponga yo en la situación del cliente.
Para esta nena la mejor solución solo era pasar por el concesionario a dejar las llaves.
La jovenlandesaleja es que cuando a los hombres se nos deja hacer las cosas por nosotros mismos, vamos por faena, vamos por eficacia y somos resolutivos.
Cuando pones a una mujer por medio y empiezan a fluir las emociones y se atasca la solución.
