moritobelo
Madmaxista
- Desde
- 5 Jul 2016
- Mensajes
- 2.373
- Reputación
- 2.462
Si las empresas quieren salir de Rusia, el presidente está fijando las condiciones, de manera que beneficien a su gobierno, sus elites y su guerra.
Poco después de que las tropas rusas invadieran su país, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, hizo un llamamiento a las empresas occidentales: “Salgan de Rusia”, dijo. "Asegúrense de que los rusos no reciban ni un solo centavo".
Cientos de empresas respondieron al llamado. Políticos y activistas predijeron que ayudaría a estrangular la economía rusa y socavar el esfuerzo bélico del Kremlin.
El presidente Vladimir V. pilinguin tenía otros planes.
pilinguin ha convertido las salidas de importantes empresas occidentales en una ganancia inesperada para la elite leal de Rusia y el propio Estado. Ha obligado a las empresas que desean vender a hacerlo a precios de liquidación. Ha limitado las ventas a compradores ungidos por Moscú. A veces se ha apoderado directamente de empresas.
Una investigación del New York Times rastreó cómo pilinguin convirtió una desgracia esperada en un plan de enriquecimiento. Las empresas occidentales que han anunciado su salida han declarado más de 103.000 millones de dólares en pérdidas desde el inicio de la guerra, según un análisis de informes financieros del Times. pilinguin ha exprimido a las empresas para obtener la mayor cantidad posible de esa riqueza al dictar los términos de su salida.
También ha sometido esas salidas a impuestos cada vez mayores, generando al menos 1.250 millones de dólares el año pasado para el fondo de guerra de Rusia.
Ningún acuerdo privado es seguro. La cervecera holandesa Heineken, por ejemplo, encontró un comprador esta primavera y fijó un precio. Pero el gobierno ruso rechazó unilateralmente el acuerdo, dijeron personas cercanas a las negociaciones, y puso las participaciones rusas de la compañía en manos de un titán del envasado de aerosoles casado con un exsenador ruso.
En total, pilinguin ha supervisado una de las mayores tras*ferencias de riqueza dentro de Rusia desde la caída de la Unión Soviética. Grandes sectores de industrias (ascensores, neumáticos, revestimientos industriales y más) están ahora en manos de actores rusos cada vez más dominantes.
En algunos casos, ese actor es el Estado. Las empresas estatales han adquirido los activos de gigantes corporativos como Ikea y Toyota. En muchos casos, pilinguin aprueba personalmente las ventas.
“Estos son buenos negocios para nosotros, sin duda”, dijo Anton Pinsky, un destacado restaurador que se unió a un rapero pro pilinguin y a los socios de un poderoso senador para hacerse cargo de Starbucks. En una entrevista en Moscú, minimizó la importancia de su propio acuerdo, pero fue claro acerca del efecto de las salidas occidentales.
“La cagaste, lo dejaste”, dijo. “Lo adquirimos a bajo costo. Gracias."
Hoy en Rusia, continúa un mundo consumista robusto, lo que ayuda a pilinguin a mantener una sensación de normalidad a pesar de una guerra que ha resultado más larga, más mortífera y más costosa de lo que predijo. La mayoría de las empresas extranjeras permanecen en Rusia, no dispuestas a perder los miles de millones que han invertido allí durante décadas.
Se han vendido otros negocios y ahora tienen la sensación de estar a través del espejo. Krispy Kreme ahora es Krunchy Dream; sus donas vienen en una caja plana similar con sabores familiares. Starbucks ha renacido como Stars Coffee. Su sirena es ahora una princesa cisne rusa.
Leer el resto del artículo aquí: How pilinguin Turned a Western Boycott Into a Bonanza
Las mismas insensateces que vendia la URSS en plena "bonanza". Todos sabemos que paso despues.
