Para ir a 300 km/h (velocidad máxima actualmente en servicio en España) la vía tiene que estar perfectamente alineada, con tolerancias muy bajas que necesitan de un mantenimiento constante. La idea sería buena si las bateadoras no tuvieran que salir con tanta frecuencia a recuperar la geometría de la vía.
Con la vía en placa no existiría este problema, pero resulta mucho más cara de construir, aunque su mantenimiento sea mucho menor.