Paletik "Paletov" Pasha
Dios, Empresa y Concejo
Y no es culpa de nuestro señor no, es culpa de organizar una absurda cena por costumbre que ya no tiene sentido. Estas cenas tenían sentido cuando había escasez alimentaria, toda la familia se reunía alrededor del hogar para dar gracias al señor, y de paso se metían una comida decente que no podían disfrutar todos los días del año.
Pero esto desde los años 70 no tiene sentido. De hecho, la celebración de la navidad se ha quedado estancada en 1975, congelada de hecho. Todos los años se repite el mismo ritual tardofranquista, que no es si no un sinónimo del paquismo mas pleno que sorprendentemente aún se conserva en fechas tan postrimeras como los años 20 del XXI. El ritual sigue estas pautas:
-Cena en piso paco de cosa con muebles tonalidad marrón paco y alfombras persas, con la persiana de la ventana levantada dejando entreveer el sórdido ambiente del exterior, teñido todo por una luz naranja que emana de la farola autopistera paco que está en el parking del barrio, cenando con familiares a los que ves de pascuas a ramos y apenas te interesa que es de su vida, porque lleváis VIDAS distintas. Osea, no te hablas en todo el año con ellos, y por narices en nochebuena y navidad tienes que cenar y comer con ellos. ¿Hay algo mas absurdo que esto? Cuando vivían los abuelos lo entiendo, pero después? Macho que vivimos a 400 km de distancia, no me jorobes...
-Comidas paco de cosa hiperabundantes y que siempre producen sobras, herederos de esos banquetes tardofranquistas con familias numerosas, con 40 comensales, que actualmente no tiene sentido. Langostinos paco, canapés paco, aperitivos paco que te llenan innecesariamente, dulces PACO asquerosos como el mazapán...hasta que al cabo de dos horazas de espera llega el plato principal, una triste lubina al horno, o un cordero seco y pasado. No me jorobes, para comer un buen cordero me voy a un segoviano en Madrid o en La Granja, no a casa del tío Tontxu en Bilbao. ES ABSURDO.
-Conversaciones intrascendentes en la mayor parte de las ocasiones. Jovenes ninis de casi 30 años sin hijos, con langostas de 60-65 años bebiéndose unos lingotazos de Duque de Alba mientras hablan de la jubilación.
-Sobremesas ETERNAS, de quedarte hasta las nueve de la noche el día de navidad. Que me quiero ir a casa ya, shishi!
Pero esto desde los años 70 no tiene sentido. De hecho, la celebración de la navidad se ha quedado estancada en 1975, congelada de hecho. Todos los años se repite el mismo ritual tardofranquista, que no es si no un sinónimo del paquismo mas pleno que sorprendentemente aún se conserva en fechas tan postrimeras como los años 20 del XXI. El ritual sigue estas pautas:
-Cena en piso paco de cosa con muebles tonalidad marrón paco y alfombras persas, con la persiana de la ventana levantada dejando entreveer el sórdido ambiente del exterior, teñido todo por una luz naranja que emana de la farola autopistera paco que está en el parking del barrio, cenando con familiares a los que ves de pascuas a ramos y apenas te interesa que es de su vida, porque lleváis VIDAS distintas. Osea, no te hablas en todo el año con ellos, y por narices en nochebuena y navidad tienes que cenar y comer con ellos. ¿Hay algo mas absurdo que esto? Cuando vivían los abuelos lo entiendo, pero después? Macho que vivimos a 400 km de distancia, no me jorobes...
-Comidas paco de cosa hiperabundantes y que siempre producen sobras, herederos de esos banquetes tardofranquistas con familias numerosas, con 40 comensales, que actualmente no tiene sentido. Langostinos paco, canapés paco, aperitivos paco que te llenan innecesariamente, dulces PACO asquerosos como el mazapán...hasta que al cabo de dos horazas de espera llega el plato principal, una triste lubina al horno, o un cordero seco y pasado. No me jorobes, para comer un buen cordero me voy a un segoviano en Madrid o en La Granja, no a casa del tío Tontxu en Bilbao. ES ABSURDO.
-Conversaciones intrascendentes en la mayor parte de las ocasiones. Jovenes ninis de casi 30 años sin hijos, con langostas de 60-65 años bebiéndose unos lingotazos de Duque de Alba mientras hablan de la jubilación.
-Sobremesas ETERNAS, de quedarte hasta las nueve de la noche el día de navidad. Que me quiero ir a casa ya, shishi!
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