Entra un barco en aguas españolas sin aviso y provocando, el barco explota sin razón y, antes de comenzar ninguna investigación, el gobierno acusa a España, que no sólo no tomo una postura agresiva contra EE.UU., sino que invitó a sus oficiales a una cena de gala.
A estas alturas de la Historia ya casi nadie duda que EE.UU. estuvo detrás de aquello. Qué causualidad que un barco llevado ahí con el único fin de provocar, porque España no quería vender sus colonias, explote porque sí.