CITAS HISTÓRICAS EDIFICANTES...

El obrar jovenlandesal es desinteresado, magnánimo, en la intención y en los resultados. Puede favorecer o perjudicar a quien lo efectúa, pero eso es independiente, un epifenómeno, pues lo primero no debe inducir, y lo segundo no tiene que disuadir.

En la jovenlandesalidad el interés personal es una noción impropia. La ética, o es ética del desinterés, del servicio y esfuerzo desinteresados, o es una patraña; por eso la abnegación, la magnanimidad y el desprendimiento son nociones jovenlandesales vertebradoras.

Obrar sin esperar nada a cambio, ninguna ventaja o beneficio personal, es además romper con la lógica del mercado, construir un orden económico y social superior, dejar atrás el capitalismo.

No hay ni puede haber virtud personal y colectiva donde se venera al Estado y a la riqueza. Renunciar al poder y renunciar a la abundancia material privatizada son las precondiciones para la virtud personal.


Félix Rodrigo jovenlandesa
 
Afirmar nuestra condición humana es afirmarnos como seres con necesidades espirituales, por ejemplo, la necesidad de verdad.

La verdad tiene que ser una experiencia personal y no puede delegarse; el mundo académico no tiene legitimidad y debería desaparecer.


Félix Rodrigo jovenlandesa
 

Somos más sinceros cuando estamos iracundos que cuando estamos tranquilos (Cicerón)​

 

El verdadero carácter siempre aparece en las grandes circunstancias (Napoleón Bonaparte)​

 

Daría todo lo que sé, por la mitad de lo que ignoro (René Descartes)​

 

No se desarrolla el coraje al ser feliz en tus relaciones todos los días. Se desarrolla el coraje al sobrevivir tiempos difíciles y desafiando la adversidad (Epícuro)​

 

Saber que no se sabe, eso es humildad. Pensar que uno sabe lo que no sabe, eso es enfermedad (Lao-tsé)​

 

La falla de nuestra época consiste en que sus hombres no quieren ser útiles sino importantes (Churchill)​

 

El hombre sabio no debe abstenerse de participar en el gobierno del Estado, pues es un delito renunciar a ser útil a los necesitados y una cobardía ceder el paso a los indignos (Epícteto de Frigia)​

 
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