Nunca subestiméis el poder de las revistas femeninas.
Cosmopolitan logró en los 90 convencer a una generación de zagalas de que tragarse el leche era bueno con el siguiente argumento: No tiene calorías. La generación coetánea de zagales nunca podremos agradecer lo bastante a esta publicación.
Ya en pleno siglo XXI, no se quién lo puso de moda, pero miles de recatadas y escrupulosas damas no encuentran quebranto alguno en embadurnarse la cara con baba de caracol simplemente porque deja el cutis suave.
¿Por qué habría de sorprendernos que usaran champú equino si creen que les va a dejar mejor pelo que la marca blanca del Metadona?