A mi de pequeño, me enseñaron a ser una persona honesta, honrada y trabajadora. Por el camino he ido adquiriendo otras virtudes, como el coraje, la firmeza y la determinación. Todas estas virtudes o valores que yo creía los más adecuados para pasar por este mundo están siendo defenestrados por las instituciones estatales. Lo que antes estaba bien, ahora está mal. Tú no le puedes pedir a una persona que renuncie a sus convicciones más arraigadas. Puedes intentarlo, pero no lo vas a conseguir. Lo que está bien, esta bien y lo que está mal, también.
Y no hay más, por aquí no vais a pasar.
Ni ni. 53. Carpintero y Humanista. Asturias