Lo he visto hacer en otras ocasiones: Lo primero que harán los sindicalistas liberados que llevan años y años sin saber lo que es madrugar es a pelearse entre ellos para que el presupuesto alcance para pagar su nómina mensual que incluye todos los complementos como si fuera un contratado en activo en la empresa, normalmente pública, de procedencia.
A los que van a dejar en la calle primero será a los currantes contratados por el sindicato, los que de verdad madrugan, fichan y trabajan en jornadas normalmente partidas y a salarios de convenio. Pero no será suficiente y además su trabajo tendrán que hacerlos los liberados. Se odiaran entre ellos, convocarán decenas de reuniones, hasta dos diarias, para ejercer unos más derecho que los otros para quedarse con el presupuesto menguante. Una lucha de clases espectacular en la que mendigarán jubilaciones anticipadas para algunos, años sabáticos y cursos de formación para no hacer el ridículo cuando se incorporen.
Yo les recomendaría que se pusieran en los zapatos suelas con tela de moqueta para combatir la nostalgia.