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Y escuchando a Kortatu.
No sé vosotros, pero yo puedo imaginarme a este tío con un pendiente.
Y escuchando a Kortatu.
Mi conversión a la ortodoxia se dio porque no puedo estar bajo una jerarquía en la que militen Setién y demás canalla.
Miren, una cosa es la resignación cristiana y otra muy distinta es tolerar que gente de la estirpe del Maligno (la Serpiente del escudo de ETA es el Diablo, recuerden el Génesis) se infiltre en la casa de Dios. Cuando esa ralea no es detectada y apartada del ejercicio eclesiástico antes de llegar a la dignidad episcopal es que toda la infrastructura está comida por un cáncer jovenlandesal. Y el tema del puñetero polaco protector de *******astas canonizado mientras Pío IX, figura a todas luces muy superior en lo jovenlandesal y teológico, apenas amerita el título de Venerable, ya es la señal inconfundible.Oyes, Kozak, ningùn católico elige bajo qué obispo le toca ser pastoreado. Si te toca uno bueno, pues a dad gracias a Dios por esa bendición , y si te toca uno malo, pues a rezarle para que se enderece.
Pero eso, en la Iglesia Católica o en la Ortodoxa de Alejandría si te place.
Oyes, Kozak, ningùn católico elige bajo qué obispo le toca ser pastoreado. Si te toca uno bueno, pues a dad gracias a Dios por esa bendición , y si te toca uno malo, pues a rezarle para que se enderece.
Pero eso, en la Iglesia Católica o en la Ortodoxa de Alejandría si te place.
Cualquiera de la época recuerda a los obisparras (obispos y etarras) como José María Setién, que sigue vivo y nunca ha sido procesado. Por no mencionar la conexión CIA-jesuitas-nacionalismo vasco. [/I]
Esta historia me ha hecho recordar aquella leyenda urbana de que ETA pretendió hacer pagar a Ruiz Mateos el impuesto revolucionario, de manera que éste concretó una reunión con ellos, se presentó con unos mercenarios jovenlandeses y les dijo a los etarras: "si a mí o a lo mío le pasa algo, estos señores se encargan de que vosotros vayáis detrás", ante lo cual los valerosos gudaris renunciaron a extorsionarlo. Alguien sabe de aquello?
Esta historia me ha hecho recordar aquella leyenda urbana de que ETA pretendió hacer pagar a Ruiz Mateos el impuesto revolucionario, de manera que éste concretó una reunión con ellos, se presentó con unos mercenarios jovenlandeses y les dijo a los etarras: "si a mí o a lo mío le pasa algo, estos señores se encargan de que vosotros vayáis detrás", ante lo cual los valerosos gudaris renunciaron a extorsionarlo. Alguien sabe de aquello?
Lieutenant Colonel Kilgore: Luis Olarra, el empresario que se enfrentó a ETAYo recuerdo lo de Olarra con la mafia marsellesa y en los mismos términos.
Ruiz Mateos sabía que con los terroristas no se negocia.Esta historia me ha hecho recordar aquella leyenda urbana de que ETA pretendió hacer pagar a Ruiz Mateos el impuesto revolucionario, de manera que éste concretó una reunión con ellos, se presentó con unos mercenarios jovenlandeses y les dijo a los etarras: "si a mí o a lo mío le pasa algo, estos señores se encargan de que vosotros vayáis detrás", ante lo cual los valerosos gudaris renunciaron a extorsionarlo. Alguien sabe de aquello?
El 25 de marzo de 1980 ETA asesinó a Enrique Aresti Urien, conde de Aresti, con un colleja. Dos fueron las razones para su «ajusticiamiento», según un comunicado de la banda asesina: tratarse de un «representante cualificado del gran capital» y «haberse negado a contribuir económicamente a modo de impuesto revolucionario».
(...)
Sabía que lo iban a apiolar y no quería protección para evitar más muertes inocentes. Redactó un acta ante un notario de Bilbao que tras*cribo:
«En Bilbao a 7 de febrero de 1979, yo, notario del Ilustre Colegio de Burgos con residencia en esta Villa, por la presente, hago constar:
Que comparece ante mí, don Enrique Aresti Urien, conde de Aresti, mayor de edad, viudo, abogado, vecino de Bilbao, con domicilio en Gran Vía, número 26, tercero y con DNI número X.
El señor (…) conde de Aresti manifiesta: Que nació en Gordejuela (Vizcaya) el 7 de octubre de 1917 y declara su condición de católico, vasco y español. Como católico, apostólico y romano, pide a Dios perdón por el mal que haya podido hacer y sobre todo por el bien que haya dejado de hacer. No admite discusión en su condición de vasco y de español con cualquier advenedizo que pudiera discutir estas realidades.
Manifiesta que, habiendo sido requerido para satisfacer un impuesto revolucionario y amenazado de fin en caso de no satisfacerlo, no está dispuesto a entregar un solo céntimo en tal concepto porque el hacerlo supondría una traición a su condición antes declarada de católico, vasco y español.
Lógicamente de dicha oposición pueden derivarse dos consecuencias: a) La fin. b). La retención para obtener, bajo amenazas, lo que voluntariamente no está dispuesto a dar. En el supuesto a) que, antes o después a todos llega, no se necesitan instrucciones especiales. En el supuesto b) ordena a todos sus familiares que se atengan a su deseo expreso y terminante de no entregar cantidad ninguna por su liberación a pesar del mucho cariño que le puedan tener y precisamente en aras de ese cariño. Esta orden la hace extensiva a todos los que a través de cualquier relación económica pudieran sentirse obligados a hacerlo y manifiesta que no reconocerá como válida ninguna deuda que en su nombre ni en el de sus familiares se pudiera contraer con ninguna entidad bancaria en orden a su liberación.
Al agradecer a Dios el regalo de la Fe, le pide que le ayude, en cualquier circunstancia que surja, a cumplir con su deber. Se despide de sus hijos agradeciéndoles el cariño que siempre le han tenido y lo mucho que le han acompañado y les anima a que, con alegría, sigan el camino que haga posible que un día se vuelvan a encontrar con su progenitora bajo el amor de Dios (…)».
El 25 de marzo de 1980 lo mataron, obviamente por la espalda. Con el alma desgarrada lo velamos en casa junto con los innumerables amigos de verdad, que afortunadamente eran muchos, y a quienes desde aquí repito nuestro más profundo agradecimiento.
En aquella fecha el Consejo General Vasco tenía su sede en la Gran Vía de Bilbao, justo enfrente de nuestra casa. Su presidente era Carlos Garaicoechea (uno de los políticos oportunistas) que no consideró oportuno ni siquiera cruzar de acera para manifestar su pesar. Él sabrá los motivos. Al día siguiente, después del funeral, lo enterramos rotos de dolor en su querida tierra de Gordejuela.
Tres años más tarde, el Ayuntamiento de Bilbao presidido por el alcalde José Luis Robles (otro político oportunista) decidió cambiar el nombre de la plaza del Conde de Aresti (abuelo de mi padre y diputado general de Vizcaya entre 1898 y 1902), aumentando gratuitamente nuestro dolor e intentando borrar parte de la historia de Vizcaya.
Mi padre nos enseñó, entre otras muchas cosas, a no reprobar a nadie. Siempre nos decía: «Breve o larga, la vida sólo vale algo si en el momento de entregarla no tenemos que sonrojarnos de ella». Nosotros estamos orgullosos de tu ejemplo y eso no nos lo puede quitar nadie.
Los asesinos no encontrarán nunca la paz interior y vivirán atormentados. Muchas veces esa vida es peor que morir.
Sabía que lo iban a apiolar | Alerta Digital