A veces lo que sucede en nuestros cuerpo físico es resultado de lo que sucede en nuestras mentes y es imposible atribuirlo a efectos físicos que al menos hasta hoy, resulten mensurables, y no porque esa fuerza inmaterial sea origen mágico o espiritual, NO, simplemente porque la ciencia aún no tiene el método ni la tecnología para rastrearla e identificarla adecuadamente.
Algunos lo atribuyen a fenomenos cuanticos, como el eminente Roger Penrose, otros a la existencia de otros planos dimensionales, como propone el Op, sea lo que sea, el Cerebro no parece ser el responsable de esos procesos mentales.
Por ejemplo, los movimientos de mis dedos mientras escribo este post para el foro, es una respuesta a los interrogantes que plantea el hilo, esa motivación, es un auténtico proceso mental que me llevó a la decisión que provocó este acto de redacción frente al ordenador.
Aquí tenemos en plena acción una causalidad mental dirigida a provocar un efecto en el mundo físico.
No fue mi cerebro el que decidió escribir, él solo obedeció la orden derivada de una motivación y decisión de origen mental.
Es evidente que mi acción de escribir estas lineas tiene un propósito de naturaleza teleológica, posibilidad que como es bien sabido, es negada por aquellos que identifican la mente con el cerebro ya que niegan que cualquiera de nosotros libremente, de una forma indeterminista, pueda tomar decisiones con propósitos finalistas.
Y ahora me gustaría conocer sus opiniones.