Markkus
Madmaxista
Que sí que no se debe confundir lo que se tiene con lo que se es; que hay que intentar vivir fuera del espectáculo en su sentido situacionista (el situacionismo no existe) aunque actúes dentro; y que también es cierto que por respeto a la dignidad y valía propia no puedes constreñir tu esencia cosificándola con tal o cual mercancía. Pero no es menos cierto que las reglas de juego ya vienen escritas y o las asumes y tiras a tope con todo como un puñetero soldado espiritual de los Tercios Viejos Españoles o te vas a vivir al monte a una fruta cueva o te conviertes en un frikazo margi, muy en boga últimamente.
En la vida existen ciertos consensos y lugares comunes que te definen como un triunfador, como un puñetero TORO bravo que va con todo y los demás o abren el paso o comen palos entendido en su sentido metafórico y literal: porque nuestra esencia animal debe mantenerse impertérrita para no caer presos del amariconamiento racionalista, por eso Nietzsche y la barra en el maletero mandan.
En ese sentido conducir un BMW cabrón rugiendo como la fruta que lo parió, tener buen músculo conquistado con huevones y voluntad en el TEMPLO, poseer una personalidad verraca y pendenciera no exenta de chulería amén de tener mundo y buen cash te define socialmente como objeto de admiración/respeto/repruebo/temor en función de quién esté al otro lado. BMW es sinónimo de estatus, potencia, agresividad, sofisticación: aquello que eleva y engrandece la vida elevado a la categoría de motor bávaro L6 enfilando dirección Bayonne porque la guerra que disputamos es internacional: no entiende de fronteras, lenguas, razas, nacionalidad, hábitos. La globalización es eso: poner los huevones encima de la mesa y tirar fuerte sin cortapisas.
Obviamente eso a las mujeres les pone, te quieren tener a su lado porque emites calor, energía, protección, seguridad, buenas amada; pero ellas nunca son una meta o un destino. Son complementos que colorean y entretienen una vida de hombre centrada en la satisfacción de tus ambiciones y desarrollo como persona física, mental y espiritualmente. Son como los curos, el TEMPLO, el tatami, el discotequeo, las cuadrillas de alfas, el BMW etc: son satélites que giran en torno al campo magnético de tus huevones, instinto e inteligencia siendo así que parten con un lugar establecido en el cual se mantienen.
Los betillas id tomando buen nota a ver si espabiláis. Os pongo a leer a Reverte (saludos, sé que me lees) + jornadas en refinerías herejes trabajando como un hombre y salís con la testosterona clavada en la fruta yugular pidiendo conquistar el mundo a como dé lugar. Esa potencia, esa mala leche española es nuestra y hay que reivindicarla como paso previo a salir con el empaque y altivez de los españoles: los temibles, los osados, los temerarios, los Quijotes, los hijos sin igual de esta raza nuestra.
Ancha es Castilla puñeteros betas.
[YOUTUBE]qiFkisrbyxo[/YOUTUBE]
En la vida existen ciertos consensos y lugares comunes que te definen como un triunfador, como un puñetero TORO bravo que va con todo y los demás o abren el paso o comen palos entendido en su sentido metafórico y literal: porque nuestra esencia animal debe mantenerse impertérrita para no caer presos del amariconamiento racionalista, por eso Nietzsche y la barra en el maletero mandan.
En ese sentido conducir un BMW cabrón rugiendo como la fruta que lo parió, tener buen músculo conquistado con huevones y voluntad en el TEMPLO, poseer una personalidad verraca y pendenciera no exenta de chulería amén de tener mundo y buen cash te define socialmente como objeto de admiración/respeto/repruebo/temor en función de quién esté al otro lado. BMW es sinónimo de estatus, potencia, agresividad, sofisticación: aquello que eleva y engrandece la vida elevado a la categoría de motor bávaro L6 enfilando dirección Bayonne porque la guerra que disputamos es internacional: no entiende de fronteras, lenguas, razas, nacionalidad, hábitos. La globalización es eso: poner los huevones encima de la mesa y tirar fuerte sin cortapisas.
Obviamente eso a las mujeres les pone, te quieren tener a su lado porque emites calor, energía, protección, seguridad, buenas amada; pero ellas nunca son una meta o un destino. Son complementos que colorean y entretienen una vida de hombre centrada en la satisfacción de tus ambiciones y desarrollo como persona física, mental y espiritualmente. Son como los curos, el TEMPLO, el tatami, el discotequeo, las cuadrillas de alfas, el BMW etc: son satélites que giran en torno al campo magnético de tus huevones, instinto e inteligencia siendo así que parten con un lugar establecido en el cual se mantienen.
Los betillas id tomando buen nota a ver si espabiláis. Os pongo a leer a Reverte (saludos, sé que me lees) + jornadas en refinerías herejes trabajando como un hombre y salís con la testosterona clavada en la fruta yugular pidiendo conquistar el mundo a como dé lugar. Esa potencia, esa mala leche española es nuestra y hay que reivindicarla como paso previo a salir con el empaque y altivez de los españoles: los temibles, los osados, los temerarios, los Quijotes, los hijos sin igual de esta raza nuestra.
Ancha es Castilla puñeteros betas.
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