Cangues d`Onis, el Guernica asturiano

Mouguias

Madmaxista
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Los aviones nazis, con la bendicion de los militares españoles, arrasan la vieja capital de Pelayo. Muy simbolico. Me dicen por ahi (no lo he podido confirmar) que sobre Cangas cayeron doce veces mas bombas que sobre Guernica:

Con su infantería atascada en la toma de las montañas del Oriente de Asturias, al final del verano de 1937 el alto mando franquista comenzó a aplicar la táctica que ya había empleado en el País Vasco y que extendería a todos los frentes de guerra: el bombardeo sistemático de poblaciones tras la línea del frente. Con el dominio de los cielos garantizado por la aviación alemana e italiana, el ejército nacional combinó las ofensivas contra las líneas de defensa con los ataques aéreos de las poblaciones situadas entre Llanes y Gijón. Esta estrategia que el ejército nancy utilizaría durante toda la Segunda Guerra Mundial cumplía varios objetivos: cortar las líneas de suministro, destruir las industrias de guerra, dividir el esfuerzo de guerra de la República obligándola a defender a la población civil y aterrorizar a los ciudadanos para acelerar la caída del frente Norte.

La primera consecuencia fue que el Gobierno asturiano se vio forzado a retener a una de sus escuadrillas de aviones casi en exclusiva para la defensa de Gijón, por cuyo puerto llegaban los escasos suministros que recibía la zona republicana.
Con su infantería atascada en la toma de las montañas del Oriente de Asturias, al final del verano de 1937 el alto mando franquista comenzó a aplicar la táctica que ya había empleado en el País Vasco y que extendería a todos los frentes de guerra: el bombardeo sistemático de poblaciones tras la línea del frente. Con el dominio de los cielos garantizado por la aviación alemana e italiana, el ejército nacional combinó las ofensivas contra las líneas de defensa con los ataques aéreos de las poblaciones situadas entre Llanes y Gijón. Esta estrategia que el ejército nancy utilizaría durante toda la Segunda Guerra Mundial cumplía varios objetivos: cortar las líneas de suministro, destruir las industrias de guerra, dividir el esfuerzo de guerra de la República obligándola a defender a la población civil y aterrorizar a los ciudadanos para acelerar la caída del frente Norte.

La primera consecuencia fue que el Gobierno asturiano se vio forzado a retener a una de sus escuadrillas de aviones casi en exclusiva para la defensa de Gijón, por cuyo puerto llegaban los escasos suministros que recibía la zona republicana.
 
De las bombas que caían en Gijón y de cómo acabaron casi 400 personas en el barco "Luis Caso de los Cobos" como "garantía" de que la aviación alemana no bombardease el Musel (que lo hizo, igual, que para algo estaba el "Císcar" allí amarrado) sí que hay documentación y constancia popular

Efectivamente, el 29 de agosto de 1937, el diario socialista «Avance» daba cuenta del traslado de 500 presos a un barco en El Musel, provenientes de las cárceles de El Coto y la antigua Residencia de los Jesuitas. Unos días antes, el 26 y 27 de agosto, los aviones alemanes de la Legión Cóndor habían bombardeado los puertos de Gijón y Avilés. En El Musel habían entrado esos días todos los buques útiles que habían podido salir de Santander en la noche del 24 al 25 de agosto de 1937, incluida la escuadra republicana del Cantábrico.

El barco al que fueron trasladados los presos, 150 mujeres y 365 hombres, fue el «Luis Caso de los Cobos». La situación vivida por ese grupo tan numeroso en las bodegas del buque fue de una gran angustia, padecimiento y miedo, pues los aviones alemanes que apoyaban el avance de las fuerzas franquistas continuaron bombardeando El Musel, tras recibir la aprobación del entonces coronel Juan Vigón, que consultó la decisión con Franco. El colungués Juan Vigón, militar muy estimado por los alemanes, era jefe del Estado Mayor del Ejército del Norte franquista, y fue ascendido a general el 5 de octubre de 1937, en el curso de la ofensiva franquista sobre Asturias.

El historiador Héctor Blanco (Mieres, 1970) se encontró por casualidad, en 2002, con una de las historias más terribles de las que tuvieron lugar en Gijón a lo largo de la guerra civil. Blanco rastreaba los archivos municipales en busca de estructuras de abastecimiento de aguas para un estudio que le había encargado la Empresa Municipal de Aguas. En una carpeta apareció un glosario de refugios antiaéreos edificados en la ciudad entre 1936 y 1937. Aquello le sonó raro, así que ahondó en el asunto para destapar el atroz bombardeo a la ciudad por parte de la Legión Cóndor en las primeras estribaciones del conflicto. Un suceso que había quedado silenciado y que él, en colaboración con varios supervivientes, logró rescatar del olvido y darlo a conocer a través de una exposición fotográfica y un libro: Gijón bajo las bomba s.

¿Qué le puso en la pista del bombardeo de Gijón? Principalmente, la desproporción entre la cantidad de datos que encontré y la información de la que se disponía. No había correlación entre las referencias literarias y la existencia de tantos refugios antiaéreos. Aquello significaba que había pasado algo en la ciudad que no había sido lo suficientemente estudiado. Había bastantes detalles de los diez días de acoso del buque Cervera , pero tenía que haber algo más. Ese “algo más” que descubrí con el tiempo era el ataque indiscriminado de una potentísima maquinaria de guerra contra una sociedad civil indefensa e inexperta.

¿En qué consistieron los bombardeos a Gijón? Los bombardeos los lleva a cabo la Legión Condor , de la aviación alemana. Franco permitió a los alemanes hacer en Gijón un ensayo general de la Segunda Guerra Mundial que ya se estaba gestando.

¿Cuándo comenzó el ataque? Gijón fue una de las primeras ciudades de España en ser bombardeadas en la guerra civil. El primer ataque se produjo el 22 de julio de 1936. El último, el 20 de octubre de 1937. En total, quince meses de bombardeos, no diarios, pero sí frecuentes. La frecuencia se intensificó entre agosto y octubre de 1937. De todas formas, hay que tener en cuenta que el bombardeo no fue un caso puntual, sino que toda la Asturias republicana estuvo sometida a ataques aéreos. Ahí está el caso de Cangas de Onís, que quedó completamente destruida y que ha pasado a la historia como el Gernika asturiano, o el pueblín de Tarna, que también fue arrasado.

¿Cuántos muertos causó el bombardeo? No se puede saber. Los informes sólo indican la causa fisiológica de la fin: bien por el impacto de cascotes o metralla, bien por disparos... pero no existen fuentes o anotaciones que concreten los muertos por el efecto de las bombas. Los forenses, además, tan sólo estipulaban dos causas de fin: o por fusilamiento o por accidente, y en esa categoría se englobaba desde un bombardeo a un tiroteo. Sí sabemos, sobre todo por la prensa de la época, cuántos civiles murieron en días determinados. Por ejemplo, el 14 de agosto del 36 murieron 54 personas. También hay constancia de las víctimas del primer bombardeo, el del 22 de julio del 36. Según las informaciones de la época, murieron tres personas en La Calzada, mientras que hubo dos heridos graves. Pero, a partir de ahí, la información periodística se restringe y no existe un cómputo global de muertos por los diferentes bombardeos.

¿Por qué se elige Gijón como objetivo de los sublevados? Gijón albergaba muchos factores que lo convertían en objetivo bélico. No obstante, antes del inicio de los bombardeos se produce una sublevación dentro de la ciudad el 20 de julio de 1936, como correlato de la de Oviedo, un día antes. Los sublevados de Gijón quedan cercados en El Coto y en Ceares. Esa rebelión atemoriza a la población. Luego, comienzan los ataques por tierra y mar, principalmente porque Gijón se convierte en la capital política y administrativa de la Asturias republicana. La ciudad alberga industrias que pueden proveer a los republicanos y, sobre todo, está El Musel, objetivo de primera magnitud por ser la entrada y salida de productos.

Gijón fue sitiado por mar y aire, ¿Por qué se produjo el acoso del ‘Cervera’? Para apoyar a los sitiados en El Coto y en el cuartel de Simancas. El Cervera ataca la ciudad, pero no consigue que los sublevados rompan el cerco y se hagan con Gijón. Pero el acoso del Cervera tiene otro objetivo: aterrorizar a la población civil. Era una suerte de guerra psicológica. Franco siempre puso en práctica un juego de terror con el que intentaba tras*mitir a la población la sensación de que eran vulnerables y que no tenían un lugar donde esconderse.

¿Cuáles fueron las zonas de la ciudad que más daños sufrieron? El Coto y el entorno del actual colegio de la Inmaculada, por entonces emplazamiento del cuartel de Simancas. Además, la zona comprendida entre La Cruz de Ceares y El Bibio queda arrasada, mientras que El Musel sufre importantes daños. Puede decirse que toda la ciudad resulta dañada porque los bombardeos no tenían un objetivo fijo, sino que eran ataques indiscriminados contra la población. Así, el Instituto Jovellanos, el palacio de Revillagigedo o el ayuntamiento salieron muy perjudicados.

¿Cómo reaccionó la población civil ante el ataque? La población civil no tenía ni idea de en qué consistía un ataque aéreo, así que no sabía cómo enfrentarse a uno, y mucho menos a una ofensiva de una maquinaria de guerra tan potente como era la Legión Cóndor . Las únicas recomendaciones que recibían era que, si divisaban u oían un avión, se escondieran donde pudieran. A su comienzo, los bombardeos causaron estupefacción entre la población civil, porque los ciudadanos no esperaban que pudieran ser objetivos bélicos, ya que no eran militares. Creían que nunca resultarían atacados. La segunda fase fue la del pánico. Muchos huyeron de la ciudad y se instalan en la zona rural. Otros abandonaban Gijón durante los bombardeos, se refugiaban en las afueras, y cuando terminaban regresaban a la ciudad.

Muchos de los testimonios de supervivientes que plasma en la exposición o en el libro pertenecen a personas que eran niños en el momento de los bombardeos. Sin embargo, su recuerdo es fresquísimo.

Hubo también una exposición de "Gijón bajo las bombas" hace un par de años o así, todavía recuerdo a una familiar contándome cómo caían y lo que era ir por la calle así

Siete días más tarde, el crucero «Almirante Cervera», uno de los buques mejor dotados de la Armada, recortó su perfil gris naval en la bahía de San Lorenzo. Los sublevados acababan de hacerse con el mando de la nave en los diques de Ferrol, tras reducir a la tripulación mayoritariamente fiel a la legalidad republicana. Sus ocho cañones de 152 milímetros, capaces de disparar proyectiles de hasta 45 kilogramos de peso, se ensañarían con la ciudad día y noche, hasta el 4 de agosto de aquel primer año de Guerra Civil. Otro navío, el acorazado «España», se sumaría esporádicamente a aquellos ataques. Los gijoneses no volverían a mirar el cielo con tranquilidad en mucho tiempo, durante los quince meses que duró la contienda en el Norte, hasta la entrada de las tropas franquistas el 20 de octubre de 1937.

Quince meses de fin y destrucción. Gijón fue la ciudad del norte español más largamente bombardeada. No llegó a ser arrasada como Guernica, que se convirtió en un símbolo internacional cuando Picasso decidió hacer de aquella infamia una de las obras más tremendas de la historia de la pintura; tampoco las imágenes de sus cascotes fueron tan divulgadas como las de Oviedo, con uno de los frentes de guerra más duros; ni siquiera ha entrado en la lista de comparaciones con otras localidades asturianas, como Cangas de Onís, minuciosamente devastada por el fuego aéreo. Y, sin embargo, los gijoneses sufrieron el mismo terror, los mismos rigores, las mismas inquietudes y desazones que millones de víctimas en aquellos y posteriores años: de Madrid a Bagdad.

Un miedo justificado que se acrecentó a partir del verano de 1937, cuando la temible y venenosa Legión Cóndor incluyó en su particular mapa de la destrucción española las coordenadas de Gijón, una ciudad que entonces tenía unas 60.000 personas (85.000 en todo el concejo) y que era retaguardia. Los ataques aéreos sobre la población y su puerto, El Musel, fueron casi diarios desde la toma de Santander por el ejército sublevado. Tras los acuerdos entre Franco, Hitler y Mussolini, la aviación nancy hizo de los cielos y las ciudades españoles el gran ensayo general para la estrategia de destrucción aérea que ejecutaría poco después, en la Segunda Guerra Mundial, sobre decenas de urbes europeas. Gijón fue uno de los campos de pruebas, uno de los matraces de aquel letal laboratorio. Por primera vez en la historia se firmaron órdenes sistemáticas de bombardear a la población civil. El terror de los no combatientes se convirtió en un arma de desmoralización, en una nueva y eficaz trinchera.

La exposición «Gijón bajo las bombas», que se inaugura mañana en la Biblioteca Jovellanos, rememora a través de cien fotografías -la mayoría de ellas del valiente y sutil reportero que fue Constantino Suárez- aquellos quince meses en los que Gijón fue pertinazmente bombardeada. La proyección de una película de cuatro minutos de duración permite recrear, desde la perspectiva de la población civil, un ataque aéreo.

La muestra se completa con una publicación homónima en la que el historiador Héctor Blanco, colaborador de LA NUEVA ESPAÑA, relata los extremos de aquellos días. Su investigación, que incluye los testimonios de algunos de los testigos supervivientes de aquel tiempo, permite reconstruir uno de los capítulos menos conocidos de la Guerra Civil, solapado por otros acontecimientos que han tenido mayor atención investigadora. La culminación de estos trabajos ha sido posible por el apoyo de la concejalía de Memoria Histórica y Social, de la que es responsable Jesús Montes Estrada, y del Ateneo Obrero.

Y lo de Cangas de Onís también sale en los testimonios recogidos por Todos los Nombres de la Represión Franquista o en el imaginario popular sobre la batalla del Mazucu

El ejército franquista calculó que Asturias caería en apenas siete días. Así lo hizo saber Queipo de Llano en una intervención radiofónica. Razones no le faltaban para el optimismo. La República estaba centrada en la reestructuración de su Ejército de maniobra para atacar Teruel y sus fuerzas aéreas estaban prácticamente destruidas. Para colmo, la Legión Cóndor nancy trabajaba a pleno rendimiento para abrir paso a las tropas franquistas. Sin embargo, la batalla se alargó durante 51 días. La resistencia republicana fue tal que diversos historiadores llegaron a calificar la batalla del Mazuco, enmarcada dentro de la ofensiva del ejército franquista por Asturias, como la batalla de las Termópilas.

Fiel conocedor de aquella batalla, que produjo un número de muertos imposible de reconocer, es Felipe Matarranz, alias "Lobo", quien probablemente es el último soldado superviviente de aquellas. A sus 98 años, Felipe recuerda la dureza de la batalla, el olor de la fin y el cielo, "lleno de bombarderos nazis". "Pasamos mucho rato mirando hacia arriba esperando a que dejaran de bombardear para poder salir a batallar", explica a Público Felipe Matarranz, que señala que cada día vivían "una lluvia de bombas nazis". "Llegaban tres aviones para bombardear por minuto", añade.

Los 15 días que duró la batalla en el Mazuco siguieron una misma lógica de guerra. A primera hora de la mañana llegaba un avión de la legión cóndor. Reconocía el terreno, realizaba fotografías y volvía sobre la base de Llanes. Los mandos militares franquistas, tras ver las fotografías, diseñaban la secuencia del ataque. "Primero el bombardeo de la artillería pesada. Después el bombardeo de la aviación, después los cazas alemanes que ametrallaban en posición noria, es decir, de tres en tres y mientras se producían estos bombardeos, la infantería avanzaba hasta situarse a 70 metros del objetivo. Ahí empezaba la lucha con la bomba en la mano", explica.


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fotaca de Cangues tras los bombardeos

Entre el 11 y el 12 de octubre, la aviación centró sus ataques en Cangas de Onís. La población y sus inmediaciones, defendidas por las milicias republicanas, fueron arrasadas. “Este bombardeo solo es comparable con el que destruyó la villa vizcaína de Guernica”, reconoció el Ministerio de Defensa republicano en su parte oficial de la jornada. En los días sucesivos, los ataques continuaron sobre la misma población. “Cangas de Onís fue bombardeado cuatro veces por la aviación facciosa tras su evacuación, en la última de las cuales lanzó 400 bombas, algunas eran de 250 kilos y más de doscientas incendiarias, provocando con ello la destrucción casi total del pueblo”, aseguró en un comunicado el Ministerio de Defensa, molesto por las acusaciones del alto mando franquista de que había ordenado dinamitar los edificios tras la evacuación. “Este ejército se limita solamente a destruir en sus repliegues todo lo que tiene importancia militar. Es conveniente que el mundo entero sepa la verdad”, clamaba el Gobierno desde Valencia.
 
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jorobar, no tengo tiempo para mirar la fuente ahora a ver si es verdad o no, pero de serlo ¿Cómo es que nunca oí nada en el colegio,ni en la tele, ni nada?

Pues porque Guernica se convirtio en un simbolo, un hito de la propaganda republicana primero, nacionalista despues. Asturias solo nos importa a los asturianos, y muchas veces ni eso.
 
Si los muertos son vascos parece que sus muertes son doblemente lamentables. En muchísimos otros sitios murieron civiles por bombardeos de toda clase, hacer distinciones o propaganda con eso me parece carroñero y bajo.

El día en el que termine de una vez la guerra civil podremos, al fin, hablar de forma objetiva sobre ella. Mientras tanto seguiremos "peleando", a ver quien la tiene mas larga.
 
La credibilidad de Mouguias y Denyuri en estas cosas es tendente a cero porque son unos gente de izquierdas. Embusteros y parciales.

Se bombardearon muchos pueblos y ciudades porque eran objetivos militares legítimos, y Guernica lo era. Que Gijón, o más bien su puerto, recibieran bombas durante largo tiempo no quiere decir nada. A cualquiera mínimamente familiarizado con la aviación de aquel tiempo y la carga de bombas sabe que el artículo es exagerado. Gijón no fue el Blitz de Londres.

Los bombardeos de Gijón no son nada al lado de los de Oviedo, que eso se lo callan como pilinguis, y el artículo que cita Denyuri es tendencioso, cuando no miente como un bellaco, diciendo que el bombardeo de Oviedo se disculpa porque era un frente de guerra. Cuando lo que está pasando en Ucrania en el Donbass es lo mismo que pasó en Asturias.

Los gente de izquierdas se dedicaron a machacar la ciudad, los hospitales y las infraestructuras en vez de bombardear las posiciones nacionales. Claro que Oviedo fue mayormente arrasada por la artillería, pero la aviación roja también hizo lo suyo con matanzas como la del hospital de Oviedo. Los que primero empezaron con bombardeos de terror contra la población civil fueron los gente de izquierdas y no causaron más muertos no por falta de ganas si no de medios, porque la República compró pocos bombarderos y perdieron la superioridad aérea a partir de mediados de 1937.

Los bombardeos de Gijón son bien conocidos, están en todos los diarios de operaciones y las crónicas de la guerra, así que el tal Héctor Blanco, ha descubierto la pólvora y es otro oportunista, por decirlo suavemente que trata de vender un libro aprovechando que la historia se ha olvidado.

Luego es para vomitar cada vez que oye la expresión "fieles a la legalidad republicana". Y una grandísima cosa. La marinería estaba infiltrada por los gente de izquierdas que llevaban preparando la subversión revolucionaria desde hace mucho. Los nacionales simplemente se adelantaron con el Alzamiento. En el ejército y las fuerzas de seguridad no habían hecho tantos progresos pero en la armada la mayoría de los suboficiales eran gente de izquierdas. Ésto provocó que en vez de dividirse al cincuenta por ciento, en la Armada fracasara la sublevación porque se amotinaron las tripulaciones y asesinaron a los oficiales. En Galicia tuvieron éxito los sublevados porque tenían tropas de tierra para tomar los buques.

Igualmente purgante es que el panfleto diga que los bombardeos navales de Gijón por el crucero Cervera fueran para "acosar" a la población civil y que hable de "ensañamiento."

¡Y una cosa!. Los sublevados resistían en los cuarteles de Simancas y Gijón, en el casco urbano, y pedían fuego de apoyo porde los cañones de los barcos sobre las posiciones y áreas de concentración de los gente de izquierdas. En cualquier libro sobre el asedio vendrá alguno de los mensajes que se cruzaron con el Cervera y los objetivos que se señalaban. Claro que se bombardeó la ciudad, pero los civiles ya habían huido o fueron desalojados de las casas cercanas a los cuarteles porque aquello era una zona de combate. Ni más ni menos.

Luego, que diga que los bombardeos eran "indiscriminados" miente o no sabe de lo que habla. Con la dispersión natural en el tiro de artillería, y más todavía en los bombardeos aéreos, pues es normal que cayeran bombazos por toda la ciudad.

También el tipo se la coge con papel de fumar, porque se calla que los barcos prisión fondeados en el puerto eran la antesala de la fin. Periódicamente sacaban a gente para fusilarla, muchas veces en venganza por los bombardeos aéreos.

Yo no voy a hablar de quiénes eran los buenos y los malos. Lo que me parece da repelúsnte es que se falsifique la historia y se trate de pintar a los gente de izquierdas como "los buenos", cuando nadie que haya tenido la suerte de nacer en los últimos cuarenta años , ni siquiera la gente de izquierdas que tanto le gusta hacerse la víctima y hablar de los malvados fascistas franquistas, querría vivir bajo "la legalidad republicana" en la España, no ya de la guerra civil, si no de 1931 a 1936.

Yo entiendo hasta cierto punto que descendientes de los gente de izquierdas perdedores como Mouguias sean unos resentidos rencorosos, pero ya es hora de pasar página, y lo que no de ninguna manera se puede aceptar es que me traten de vender la mentira de que eran unas pobrecitas víctimas, cuando fueron también verdugos tanto o más sanguinarios que sus adversarios. El haber perdido la guerra y padecido persecución no les hace mejores ni tener razón. Creo que precisamente el haber sido derrotados prueba que su causa no era la mejor.


En Asturias los gente de izquierdas no mataron a más gente porque no pudieron, y si la aviación roja hubiera tenido más bombarderos, no habrían tenido reparos en arrasar las ciudades de la retaguardia nacional en vez de mandar aviones aislados como hicieron en el verano de 1936.

Segundo, que no se puede acusar a nadie injustamente ni mentir.

Resulta sorprendente por los horrores posteriores del régimen nancy, pero los alemanes no llevaron a cabo bombardeos de terror en España ni durante el primer año de la Segunda Guerra Mundial, hasta la Batalla de Britania. La Luftwaffe era una aviación táctica y la Legión Cóndor bombardeó objetivos militares. Los que sí llevaron a cabo bombardeos de terror de la población civil fueron los gente de izquierdas primero, y los italianos luego, con bombardeos sobre Barcelona y Valencia.
 
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Yo entiendo hasta cierto punto que descendientes de los gente de izquierdas perdedores como Mouguias sean unos resentidos rencorosos

Anda, Juki, calla la fruta bocaza. Que huevones sabras tu de mi familia ni de lo que nos hicieron los gente de izquierdas.
Aqui el monopolio del sufrimiento lo tienen siempre los mismos, y pensaba yo que incluso a los fachuzos de cosa os gustaria un articulo donde se muestra como los nazis masacaron a otros pueblos, aparte del dichoso Guernica. Me equivoqué.
Los socialistas pusieron un barreno en la Camara Santa, los nazis arrasaron Cangas de Onis. Las dos cosas son verdad.

A Asturias se la trato como a territorio ocupado durante decenios y la represion fue brutal, desde el 34 hasta el 75 y despues todavia. Eso os favorece a los españuzos para quitarles razon a los nacionalistas, pero da igual.

En el sesenta y tres, cuando la huelga, llegaban los mineros hasta Navia pidiendo limosna para aguantar. Y a pesar de todo lo que ocurrio durante la guerra, a pesar de la represion roja contra los catolicos de las aldeas, la gente les ayudo. ¿Quieres reconciliacion? Pues ahi la tienes. gente de izquierdas o azules, seguimos siendo asturianos.
 
¿Em? Yo ni siquiera estoy de acuerdo con la "legalidad republicana", lo que he hecho ha sido ponerle a Mouguías artículos de la prensa asturiana, en La Nueva y El Comercio, para que viese que en realidad es un tema bastante conocido y que lleva años investigándose, que ha trascendido al gran público y se organizan exposiciones y charlas. Meterse ya en otro tipo de explicaciones sobre el frente norte y las batallitas no es que sea santo de mi devoción, existen excelentes monografías sobre el tema.

Y tampoco das una por otra parte, Zhukov, tuve una familiar retenida en el Luis Caso de los Cobos y luego trasladada al Sagrado Corazón que no es que fuese muy roja que digamos... Y el ámbito de la memoria histórica lo trabajo con testimonios, datos y fuentes, no con alegaciones partidistas ni manipulaciones interesadas de la verdad ni épicas militaristas que olviden el sufrimiento de la población civil y lo justifiquen en base a estrategias, sean del bando que sean. Por eso prefiero la protohistoria a la historia contemporánea... Pero como me ha tocado entrevistar a gente por la zona de Cangas de Onís, paisan@s que con 90 años todavía seguían teniendo miedo a que la gente del pueblo supiese lo que habían hecho de aquella, en un bando o en otro...
 
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Me pasa lo mismo: colgué la noticia por fastidiar, básicamente, y también porque el asunto me sorprendió. Me sorprendió porque nunca me he preocupado de leer nada sobre la Guerra Civil, un tema que aborrezco.
Mucho mas interesante el periodo -2000 / + 900, donde va a parar.
 
En los últimos años el Archivo de Fuentes Orales e Historia Social de Asturias (AFOHSA) ha estado recopilando muchos testimonios de participantes y víctimas de la represión franquista, de todos los colores políticos. Por ejemplo el libro "70 años, 70 voces", con testimonios orales de represión y violencia política en Asturias te puede ampliar la cuestión con testimonios directos. Creo recordar que hay un largo testimonio del falangista Fermín Alonso Sábada sobre lo de Gijón. Lo de Cangues es más difícil encontrar testimonios directos, la gente siguió acojonada años después y quedaba feo hablar de cómo había quedado la patria de la monarquía astur. Nunca conseguí que mi abuela me contase si los bombardeos habían afectado a la capilla de la Santa Cruz o a su casa de aquella, aparte que buena parte de los represaliados por esa zona tuvieron que poner pies en polvorosa y sus huellas se pierden por archivos militares variopintos.
 
Gran post de Zhukov. Fue una guerra civil. Y ya está.
 
Ya lo ha dicho Zuhkov-
La ciudad mas castigada por los bombardeos de largo fue la Ciudad de Oviedo.
Pero eso al rojerio no le interesa contarlo.
 
shishi, claro, que de Oviedo no se habló en los siguientes 40 años, en cambio los bombarderos sobre ciudades en territorio republicano estaban un día sí y otro también en boca de todos.

Que jeta tenéis shishi, ni el cemento armado...
 
Como una imagen vale más que mil palabras:

Guerra Civil en Gijón:

Sede Estado Mayor Republicano:
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Consejo Republicano de Asturias y León, sigue intacto:
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Bombardeos en Gijón:
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Cuartel de la milicia
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Ahora Gijón bombardeos/destrucción Republicana. La misma saña. ¿eh?:

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Prólogo en Oviedo 1934:

La Universidad (conocimiento):
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La Catedral (Arte):
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El Teatro Campoamor (Cultura):
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La calle Uría (comercio):
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Guerra civil en Oviedo:

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