Lenina
Charizard
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A ver, entendiendo que va a ser tu vivienda hasta que fallezcas:
¿Cuándo dices la misma zona, te refieres exactamente a la misma zona, con una distancia igual, o muy parecida a médicos, supermercados y servicios? ¿La misma distancia a tras*porte público y en la misma cantidad? Hoy andar un par de kilómetros parece nada, pero vais a mayores, y luego se hace un mundo. Y conducir puedes conducir bien hasta que te mueras, o no poder conducir a los sesenta. Ponte siempre en la peor situación, por si acaso.
Si el día de mañana no puedes subir escaleras, ¿pierdes, ganas o empatas quedándote con el bajo del chalet en vez de tu piso?
¿Los accesos al chalet son o pueden ser aptos para sillas de ruedas? ¿Y los de tu piso?
¿La zona en la que vives es lluviosa o secarral? Si vives en una zona lluviosa, prepárate para que la hierba crezca como si no hubiera un mañana, y tengas que estar cortando césped cada quince días. Si es secarral, prepara manguera, dinero para el agua, y en verano estar regando como mucho cada dos días, o todo lo que tengas se secará. Si te vas de vacaciones, cuando vuelvas tendrás el desierto de Atacama en tu jardín. Puedes poner riego por goteo, que también tiene su faena y mantenimiento, o si te cansas poner césped artificial y a correr. Bueno, por el césped artificial en verano correr no, que te cueces los pies.
¿Tienes dinero para que en un futuro todo el mantenimiento de la casa, y la limpieza, puedas encargarlas a un tercero? Porque llega una edad en que no vas a poder quitar las telarañas, arreglar una humedad, o una teja rota, pintar el exterior, quitar moho en la de derechasda que da al norte, desatascar el recoge aguas, etc. Ni te cuento mantener limpia una casa de tres pisos. Vas a tener mucha faena, con lo negativo y lo positivo que ello conlleva. Los jubilados de campo suele llegar a ancianos con más movilidad y vitalidad que los jubilados de piso.
Yo no viviría en un chalet sin su correspondiente alarma, tal y como están las cosas. Es verdad que si quieren entrar, entran, pero tampoco les voy a dejar las llaves debajo del felpudo.
¿Cuándo dices la misma zona, te refieres exactamente a la misma zona, con una distancia igual, o muy parecida a médicos, supermercados y servicios? ¿La misma distancia a tras*porte público y en la misma cantidad? Hoy andar un par de kilómetros parece nada, pero vais a mayores, y luego se hace un mundo. Y conducir puedes conducir bien hasta que te mueras, o no poder conducir a los sesenta. Ponte siempre en la peor situación, por si acaso.
Si el día de mañana no puedes subir escaleras, ¿pierdes, ganas o empatas quedándote con el bajo del chalet en vez de tu piso?
¿Los accesos al chalet son o pueden ser aptos para sillas de ruedas? ¿Y los de tu piso?
¿La zona en la que vives es lluviosa o secarral? Si vives en una zona lluviosa, prepárate para que la hierba crezca como si no hubiera un mañana, y tengas que estar cortando césped cada quince días. Si es secarral, prepara manguera, dinero para el agua, y en verano estar regando como mucho cada dos días, o todo lo que tengas se secará. Si te vas de vacaciones, cuando vuelvas tendrás el desierto de Atacama en tu jardín. Puedes poner riego por goteo, que también tiene su faena y mantenimiento, o si te cansas poner césped artificial y a correr. Bueno, por el césped artificial en verano correr no, que te cueces los pies.
¿Tienes dinero para que en un futuro todo el mantenimiento de la casa, y la limpieza, puedas encargarlas a un tercero? Porque llega una edad en que no vas a poder quitar las telarañas, arreglar una humedad, o una teja rota, pintar el exterior, quitar moho en la de derechasda que da al norte, desatascar el recoge aguas, etc. Ni te cuento mantener limpia una casa de tres pisos. Vas a tener mucha faena, con lo negativo y lo positivo que ello conlleva. Los jubilados de campo suele llegar a ancianos con más movilidad y vitalidad que los jubilados de piso.
Yo no viviría en un chalet sin su correspondiente alarma, tal y como están las cosas. Es verdad que si quieren entrar, entran, pero tampoco les voy a dejar las llaves debajo del felpudo.
