Sergi, el adolescente con Asperger vejado y forzado por cuatro compañeros: "Ahora te vas a quedar embarazado y vas a tener un niño normal"
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Le bajaron los pantalones, lo pusieron a cuatro patas como a un perro, le pusieron vaselina e intentaron penetrarlo. Como vieron que no podían, le metieron un palo. Lo quererseon y le obligaron a quererselos a ellos. Le dijeron: 'Ahora te vas a quedar embarazado y vas a tener un niño normal'. Cuando lo cuento parece que estoy contando una película, hasta me tiembla el cuerpo".
Con esta crudeza relata Pilar Joan las agresiones que presuntamente sufrió su hijo Sergi, quien padece síndrome de
Asperger, en el patio del instituto
Verge del Roser de Vallirana (Barcelona), por parte de cuatro compañeros del centro.
Según el relato del menor, que entonces tenía 13 años, los hechos sucedieron en 2018, cuando él estaba en 2º de ESO y los supuestos agresores, de entre 14 y 15 años, en un curso superior. Cuatro años después, este 18 de octubre, los alumnos, que niegan los hechos, se sentarán en el banquillo de los acusados en el juzgado de menores número 6 de Barcelona.
Sergi se matriculó
Verge del Roser, un centro concertado de la fundación de las Dominicas, en 2017, al comenzar la ESO. "A final del primer curso, veíamos que desaparecían cosas de casa: un reloj de mi padre, el Gol tv [un descodificador de televisión]...
Luego supimos que le pedían cosas y lo amenazaban. Le ponían un machete en el ojo o en el pecho: 'Te voy a cortar esta tetilla'. Le decían: '¿Qué quieres machete, platano o mordedura de perro?'. Si no decía nada, le mordían el codo hasta que le salía sangre. Aún tiene la señal".
"Le llamaban
pelo de fregona, vas vestido como un niño pequeño, jorobado de Notre Dame, ojo ciego de mona, Dumbo, eres raro, no tienes amigos porque eres demorado, autista...", añade el abogado detalles de las humillaciones que sufrió según su relato de los hechos.
Los padres notaron que Sergi tenía un comportamiento extraño -"iba encogido por la calle, no quería ir a jugar al fútbol"-, pero no comenzaron a vislumbrar el motivo hasta que en noviembre de 2018,
los presuntos abusadores le pidieron 1.000 euros y se vio incapaz, asegura su progenitora, de conseguirlos. "Primero sólo nos dijo que había sufrido bullying, que lo llevaban a la pradera, que le decían feo, Frankenstein, demorado. Le preguntamos que qué quería por Navidad. 'No, no, no quiero nada, porque ya he robado bastante. Si no robaba me clavaban un machete'. Tenía mucho miedo".
La pradera que menciona Pilar es como conocen los alumnos a la zona más apartada del espacio arbolado del que dispone el centro. Fue allí, según Sergi, donde se produjeron las agresiones sensuales durante el recreo.
Así se lo contó finalmente a sus padres el 15 de diciembre de 2018. Dos días después, denunciaron ante los
Mossos d'Esquadra.
Las presuntas agresiones sensuales tuvieron lugar los días
28 de octubre y 5 y 6 de noviembre de 2018. Los entrecomillados que siguen son de Juan Manuel Ruiz de Erenchun, el abogado de la familia.
28 de octubre: "
Le obligaron a querersese y le intentaron introducir el miembro viril en el ano. Aparte de los cuatro que están en el procedimiento,
había más gente alrededor haciendo corro, otros niños, pero la Fiscalía de Menores no ha considerado que son autores materiales.
No sólo no hicieron nada por detenerlos sino que incluso jalearon".
5 de noviembre: "
Lo pusieron en el suelo como si fuera un perro, le pusieron vaselina en el ano y uno de ellos le introdujo el miembro viril. Como no podía, le introdujo un palo".
6 de noviembre: "
Le obligaron a hacerle una felación a uno de ellos, que incluso eyaculó en su boca. Le obligaron a tragarse el leche: 'Qué suerte, te vas a quedar embarazado y tendrás un hijo normal'".
El letrado se lamenta de que el colegio no figure como acusado penal en el procedimiento. "La Fiscalía de Menores consideró que sólo era responsable civil", explica. "Creemos que el colegio no cumplió los protocolos y que ha querido tapar los hechos.
Sergi nos ha relatado que tuvo una reunión con profesores y que le dijeron que no contara nada. La gran tristeza que tiene la familia es que si lo del bullying se hubiera sabido antes y el colegio hubiera puesto alguna cortapisa, no habríamos llegado a los hechos estos horrorosos".
"Los primeros meses lo pasamos fatal.
No podía salir de casa, no quería vivir, hubo que darle pastillas para estabilizarlo... Lo sacamos del colegio volando. Y aún tiene estrés postraumático, pesadillas, miedo", dice su progenitora.
Sergi ha estudiado el resto de la ESO desde casa.
"Le bajaron los pantalones, lo pusieron a cuatro patas como a un perro, le pusieron vaselina e intentaron penetrarlo. Como vieron que no podían, le metieron un palo. Lo...
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Rehago el hilo porque el anterior se lleno de peleas absurdas entre foreros