Progretón
Muy Serenísima y Golísima Sociedad de la Niebla
Vamos a ver, si todo es bien sencillo.
Podemos debatir largo y tendido acerca de cuestiones como la libertad de expresión o el humor y sus límites.
Los hechos son los siguientes.
Uno es que a Javier, católico promedio, le tocan los bemoles; a Mohammed, de la religión del amor promedio, no.
El otro es que Javier no reparte palos - sin consagrar - ante semejante ofensa; a lo sumo, va al juzgado a ver si suena la flauta aun a sabiendas de que la probabilidad de que su denuncia prospere es muy baja. Mohammed, en cambio, pega duro.
Por eso Javier es objeto de burlas y Mohammed es respetado. Javier no se hace respetar y Mohammed, sí.
Podemos debatir largo y tendido acerca de cuestiones como la libertad de expresión o el humor y sus límites.
Los hechos son los siguientes.
Uno es que a Javier, católico promedio, le tocan los bemoles; a Mohammed, de la religión del amor promedio, no.
El otro es que Javier no reparte palos - sin consagrar - ante semejante ofensa; a lo sumo, va al juzgado a ver si suena la flauta aun a sabiendas de que la probabilidad de que su denuncia prospere es muy baja. Mohammed, en cambio, pega duro.
Por eso Javier es objeto de burlas y Mohammed es respetado. Javier no se hace respetar y Mohammed, sí.