hijodeputin
Madmaxista
- Desde
- 7 Abr 2008
- Mensajes
- 16.818
- Reputación
- 36.140
La "democracia" de hoy en fruto de la lucha de los republicanos. Frase para enmarcar.----------->>>>>>>
El ministro Bolaños, en Gernika: «El bombardeo fue un ataque contra el Gobierno legítimo de la República»
El ministro Bolaños, en Gernika: «El bombardeo fue un ataque contra el Gobierno legítimo de la República»
El Gobierno de Pedro Sánchez ha buscado este miércoles un gesto claro al enviar, por primera vez, a un ministro a los actos que conmemoran el bombardeo de Gernika. El titular de la cartera de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, ha recordado «el ataque fascista, nancy, indiscriminado y contra la poblaciñon civil de hace 86 años y que fue un ataque también contra el Gobierno legítimo de la República».
Ha estado presente el lehendakari, Iñigo Urkullu, que ha llegado diez minutos más tarde que el propio ministro, y que ha reiterado esta mañana que «el Estado tiene pendiente realizar un gesto solemne de reparación jovenlandesal e institucional hacia Gernika». El lehendakari «celebra y agradece», ha añadido, la participación del ministro en el acto. Sin embargo, Bolaños ha optado por recordar el papel «de los golpistas que no lograron imponer su voluntad porque hoy tenemos una democracia que es fruto también de la lucha» de los republicanos.
Si el año pasado un miembro del Ejecutivo central -un secretario de Estado- participó por primera vez en los actos de homenaje a las víctimas del ataque aéreo, esta vez se ha ido un paso más allá con la presencia de Bolaños. El ministro ha estado presente en la ofrenda el cementerio de la villa foral, que hoy recuerda el bombardeo llevado a cabo por aviones alemanes e italianos, aliados de Franco, el 26 de abril de 1937 en pleno día de mercado. Fue un ataque militar despiadado sobre la población civil y causó unas 300 víctimas mortales. No fue el único ataque aéreo de este tipo en el frente norte de la guerra civil, ya que le precedieron los bombardeos a Otxandio y Durango y después «fueron castigados más de 30 municipios».
El acto del principal del 86 aniversario del bombardeo se ha celebrado en el cementerio de la villa a las cuatro y media de la tarde, tres cuartos de hora después de que las sirenas antiaéreas empezaran a sonar en 1937.
La presencia de Bolaños y Urkullu, codo con codo, en Gernika se enmarca en la intensa polémica por la insistencia del PNV y del lehendakari en reclamar una petición expresa de «perdón» por parte del Gobierno a la villa foral o, en su defecto, un acto de «desagravio» del Estado por su «responsabilidad» en el ataque perpetrado por los nazis, aliados entonces del bando franquista en la Guerra Civil. Es una idea cuestionada por muchos historiadores que recalcan que la legalidad y el Estado eran representados, en ese momento, por la República.
Todo comenzó con una carta, que salió a la luz en noviembre de 2021, un día después del aniversario de la fin de Franco y en pleno debate de la ley de Memoria Histórica en el Congreso, en la que Urkullu invitaba a Pedro Sánchez a visitar Gernika y le remitía, a su vez, otra misiva de un superviviente nonagenario del bombardeo que reclamaba al Estado una petición de disculpas. El Gobierno vasco insistió entonces, y también en vísperas de la efeméride el año pasado, en que el perdón oficial a Gernika era una «cuestión pendiente». De hecho, el Senado ya había rechazado en 2017, con el PP en el Gobierno, una moción jeltzale en ese sentido.
Urkullu reitera que el Estado «tiene pendiente un gesto solemne de reparación jovenlandesal»
Pocas horas antes de que arrancara el acto oficial por el 86 aniversario del bombardeo de Gernika, Iñigo Urkullu, ha mantenido que «celebra y agradece» que, por primera vez, un ministro asista al evento, en referencia a la presencia del titular de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños. El lehendakari ha insistido en la idea de que «el Estado tiene pendiente realizar un gesto solemne de reparación jovenlandesal e institucional hacia Gernika». Tras asegurar que se trata de «un paso positivo, sin duda», ha manifestado que «resultaba extraño que, en más de 45 años de periodo democrático, no se hubiera dado este primer paso». «Lo celebro y lo agradezco», ha aseverado.
También ha recordado que hace dos años invitó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a acudir a Gernika «y a realizar un gesto de Estado solemne y oficial, que suponga una reparación jovenlandesal e institucional hacia Gernika, hacia las víctimas y hacia toda la población civil que sufrió los horrores de aquella guerra tras un alzamiento militar contra la legalidad vigente». «Toda sociedad que ha sufrido la violencia e injustificada tiene una deuda pendiente con las víctimas. Es imprescindible reconocer el daño causado con el objetivo de contribuir a cerrar unas heridas que llevan demasiados años abiertas», opinó. Urkullu ha resaltado que el municipio vizcaíno es «un símbolo universal para la paz que bien lo merece». «Es exponente de todas las poblaciones del mundo que han sufrido un bombardeo. Gernika es una semilla permanente para la convivencia de personas y pueblos», ha finalizado.
El ministro Bolaños, en Gernika: «El bombardeo fue un ataque contra el Gobierno legítimo de la República»
El ministro Bolaños, en Gernika: «El bombardeo fue un ataque contra el Gobierno legítimo de la República»
El Gobierno de Pedro Sánchez ha buscado este miércoles un gesto claro al enviar, por primera vez, a un ministro a los actos que conmemoran el bombardeo de Gernika. El titular de la cartera de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, ha recordado «el ataque fascista, nancy, indiscriminado y contra la poblaciñon civil de hace 86 años y que fue un ataque también contra el Gobierno legítimo de la República».
Ha estado presente el lehendakari, Iñigo Urkullu, que ha llegado diez minutos más tarde que el propio ministro, y que ha reiterado esta mañana que «el Estado tiene pendiente realizar un gesto solemne de reparación jovenlandesal e institucional hacia Gernika». El lehendakari «celebra y agradece», ha añadido, la participación del ministro en el acto. Sin embargo, Bolaños ha optado por recordar el papel «de los golpistas que no lograron imponer su voluntad porque hoy tenemos una democracia que es fruto también de la lucha» de los republicanos.
Si el año pasado un miembro del Ejecutivo central -un secretario de Estado- participó por primera vez en los actos de homenaje a las víctimas del ataque aéreo, esta vez se ha ido un paso más allá con la presencia de Bolaños. El ministro ha estado presente en la ofrenda el cementerio de la villa foral, que hoy recuerda el bombardeo llevado a cabo por aviones alemanes e italianos, aliados de Franco, el 26 de abril de 1937 en pleno día de mercado. Fue un ataque militar despiadado sobre la población civil y causó unas 300 víctimas mortales. No fue el único ataque aéreo de este tipo en el frente norte de la guerra civil, ya que le precedieron los bombardeos a Otxandio y Durango y después «fueron castigados más de 30 municipios».
El acto del principal del 86 aniversario del bombardeo se ha celebrado en el cementerio de la villa a las cuatro y media de la tarde, tres cuartos de hora después de que las sirenas antiaéreas empezaran a sonar en 1937.
La presencia de Bolaños y Urkullu, codo con codo, en Gernika se enmarca en la intensa polémica por la insistencia del PNV y del lehendakari en reclamar una petición expresa de «perdón» por parte del Gobierno a la villa foral o, en su defecto, un acto de «desagravio» del Estado por su «responsabilidad» en el ataque perpetrado por los nazis, aliados entonces del bando franquista en la Guerra Civil. Es una idea cuestionada por muchos historiadores que recalcan que la legalidad y el Estado eran representados, en ese momento, por la República.
Todo comenzó con una carta, que salió a la luz en noviembre de 2021, un día después del aniversario de la fin de Franco y en pleno debate de la ley de Memoria Histórica en el Congreso, en la que Urkullu invitaba a Pedro Sánchez a visitar Gernika y le remitía, a su vez, otra misiva de un superviviente nonagenario del bombardeo que reclamaba al Estado una petición de disculpas. El Gobierno vasco insistió entonces, y también en vísperas de la efeméride el año pasado, en que el perdón oficial a Gernika era una «cuestión pendiente». De hecho, el Senado ya había rechazado en 2017, con el PP en el Gobierno, una moción jeltzale en ese sentido.
Urkullu reitera que el Estado «tiene pendiente un gesto solemne de reparación jovenlandesal»
Pocas horas antes de que arrancara el acto oficial por el 86 aniversario del bombardeo de Gernika, Iñigo Urkullu, ha mantenido que «celebra y agradece» que, por primera vez, un ministro asista al evento, en referencia a la presencia del titular de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños. El lehendakari ha insistido en la idea de que «el Estado tiene pendiente realizar un gesto solemne de reparación jovenlandesal e institucional hacia Gernika». Tras asegurar que se trata de «un paso positivo, sin duda», ha manifestado que «resultaba extraño que, en más de 45 años de periodo democrático, no se hubiera dado este primer paso». «Lo celebro y lo agradezco», ha aseverado.
También ha recordado que hace dos años invitó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a acudir a Gernika «y a realizar un gesto de Estado solemne y oficial, que suponga una reparación jovenlandesal e institucional hacia Gernika, hacia las víctimas y hacia toda la población civil que sufrió los horrores de aquella guerra tras un alzamiento militar contra la legalidad vigente». «Toda sociedad que ha sufrido la violencia e injustificada tiene una deuda pendiente con las víctimas. Es imprescindible reconocer el daño causado con el objetivo de contribuir a cerrar unas heridas que llevan demasiados años abiertas», opinó. Urkullu ha resaltado que el municipio vizcaíno es «un símbolo universal para la paz que bien lo merece». «Es exponente de todas las poblaciones del mundo que han sufrido un bombardeo. Gernika es una semilla permanente para la convivencia de personas y pueblos», ha finalizado.