Indignator23
Machirulo
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Realmente, acabar con el wokismo parece tarea imposible.
Viendo el nivel que hay
Viendo el nivel que hay
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Evola me encanta, pero te acabará llevando al nihilismo del que hay que escapar si no tienes un poco de perspectiva al leerlo."Revuelta contra el mundo moderno" es la leche
Ahora estoy con "Cabalgar el tigre"
Evola me encanta, pero te acabará llevando al nihilismo del que hay que escapar si no tienes un poco de perspectiva al leerlo.
Hasta ahí todo bien, has analizado bien el mensaje que intenta tras*mitir pero fallas en las consecuencias y las posibles lecturas del mensaje. Por supuesto que lo lees, te sientes un super guerrero, luchando solo contra todos y al principio eso incluso hace que la autoestima de quien lo lee suba.No, no lo veo así
Su mensaje es similar al de Nietzsche: vivimos en mundo en ruinas que nosotros tenemos que llenar de valor: belleza, arte, vida pericolosa, retos, carcajadas, grandes síes, prácticas espirituales (Evola fue por el camino del zen, además del del cinabrio) e incluso mágicas, etc
El mundo actual, del Kali Yuga, es una ola gigantesca y Evola no te dice que te abandones y te ahogues, sino que surfees
Ver archivo adjunto 1801629
Hasta ahí todo bien, has analizado bien el mensaje que intenta tras*mitir pero fallas en las consecuencias y las posibles lecturas del mensaje. Por supuesto que lo lees, te sientes un super guerrero, luchando solo contra todos y al principio eso incluso hace que la autoestima de quien lo lee suba.
Pero las consecuencias, sobre todo a largo plazo, entran dentro de la imposibilidad de normalización de vivir en estado constante de guerra permanente, por lo menos, en los términos en los que se cita.
Se cae en la monotonía y, consecuencia directa de no tener frutos ni obtener victoria alguna (es una guerra bastante abstracta con un enemigo difuso), se cae en la desidia. Eso unido a la individualidad que predica es una mezcla explosiva.
Si que se habla de fomentar lazos de comunidad, pero para ambos la lucha primordial es individual (que no digo que esté mal tampoco).
Y, reitero, Evola me gusta mucho, pero hay que coger muchas cosas de las que dice con pinzas y otras tantas con perspectiva.
Podría especificar a qué ediciones de las obras de Dickens (editorial, traductor...) se refiere? Tenemos que frenar ese cáncer y no darle ni un céntimo a las editoriales que se atrevan a mancillar los clásicos.Unos días atrás, no hace falta saber cuántos exactamente, con algo de dinero en los bolsillos y muchas ilusiones rondando mi cabeza, decidí visitar una librería de las pocas que se ven ahora en un centro comercial, con los libros en los estantes de madera y toda la parafernalia que los acompaña. Fue como retroceder en el tiempo hasta el lejano 1998 cuando tus padres te llevaban a comprar un libro como merecido y ansiado premio a tus esfuerzos estudiantiles, y cuando llegabas los ojos se te salían de las órbitas mirando a todas partes los relucientes volúmenes exhibidos, las tapas brillantes y el olor a papel impreso. Nunca sabías cuál escoger porque el que querías leer desde hace tiempo ahora competía con los títulos recién llegados, o con otros clásicos que también querías leer.
Ahora en 2023, cuál no sería mi decepción cuando con gran ilusión y dedos temblorosos de impaciencia cogí Barnaby Rudge y comencé a ojearla. El lenguaje o mejor dicho las palabras escogidas y el estilo narrativo me recordaba el de un pasquín online, como una historia de Instagram. Pocas palabras, mal elegidas y con una pésima cadencia narrativa, como un niño dejando un comentario en Facebook. Me fijé en la primera hoja informativa y pásmate: era una "nueva" edición revisada como no podía ser de otra forma, por una editora mujer.
Aterrado y con la respiración entrecortada, sintiendo los latidos de mi corazón en las orejas y en los botones de mi chaleco, me apresuré a coger un tomo diferente de la estantería. El azar escogió a Little Dorrit. Para mí desventura, más de lo mismo. Una mujer lo había destrozado y simplificado hasta hacerlo nauseabundo. Palabras simples, epítetos y expresiones modernas, descripciones sencillas sin magia ni cultura, como el resumen de estudio para niños haraganes y poco despiertos.
Con el corazón destrozado y el alma deseando volver a ese lejano 1998, cogí Historia de Dos Ciudades. El cáncer, creía ingenuamente, no podía haber llegado tan lejos. Pero me equivocaba. El wokismo democratizante que destroza las grandes obras del Hombre Blanco para hacerlas asequibles, poco intimidantes, y comprensibles para mujeres, neցros, ignorantes y demás desposeídos culturales, había logrado corromper también Oliver Twist, Un Cuento de Navidad, y otras maravillosas joyas de Dickens.
En resumen, estimado lector, la progredumbre se ha instalado también en los mejores libros y novelas que hicieron las delicias de nuestra tierna infancia y sonrojada juventud. Los han destrozado para que, cuál papilla para bebés, sea consumible para ignorantes, incultos y simplones.
Mi esperanza radica en que aún hay ferias itinerantes y mercados de pulgas donde comprar ediciones antiguas, anteriores a los años 70 y 80, o previas a la Segunda Guerra mundial a ser posible.
Me despido pues, con el corazón acongojado pero con la esperanza intacta, de que todos podáis echar mano de los libros y títulos que aún os son esquivos, en una edición aún no corrompida por la peste pogre que todo lo contamina y destruye.
No solo eso. Esta novela desmitifica la falacia de la Segunda Republica que nos llevan metiendo con calzador desde hace 40 años. Desde hace 4 decadas el mensaje es que unos señores malos malisimos destruyeron el Eden de la segunda Republica, reduciendo la realidad al absurdo de buenos contra malos.Pues claro que si, es de las mejores novelas en español, sin realismos mágicos latinoamericanos ni insensateces semejantes. Solo por eso merece la pena.