Un personaje como este tendria multiples peliculas y series de television de ser anglosajon, pero como era español pasa desapercibido, solo Pio Baroja le dedico atencion, como el mismo reconoce porque era pariente suyo
, eso si la vida llena de aventuras de Aviraneta le dio para 22 novelas nada menos.
Fue el prototipo de conspirador y agente secreto decimononico
Eugenio de Aviraneta e Ibargoyen Echegaray y Alzate, nació en Madrid (aunque de familia vasca y francesa) el 14 de Noviembre de 1792 su padre era abogado.
Sus padres de ideas avanzadas diseñaron para él un futuro de comerciante, por lo que tras estudiar en Madrid lo enviaron a Irún a casa e un tío suyo donde estudio teneduría de libros y francés.
A muy temprana edad en un veraneo en Bayona se hizo masón, y adquirió relaciones que le serian muy útiles en el futuro, a su vuelta a Irún fundo una sociedad secreta, lo que era una moda en la época.
En esto llego el 1808, para entonces ya nuestro héroe tenía un amigo ayudante del general Rodríguez de la Burria que debía ir a Bayona donde se decidía el futuro de España, como ninguno de los dos sabia francés llevaron a Aviraneta de traductor, asi a los 16 años ya estaba metido en medio de los líos y conspiraciones políticas de la época.
Los amigos de Aviraneta y el mismo decidieron echarse al monte, entro en contacto con el cura Merino, combino la faceta de hombre de acción participando en las emboscadas de la guerrilla y la de espía, obteniendo la información que permitían esas emboscadas, nunca acabo de congeniar con Merino, además de por las distintas ideas políticas le parecía soez y brutal.
El haber hecho la guerra con Merino le valió muchas desconfianza en el futuro por parte de los liberales, Mina por ejemplo nunca se fio de el por ese motivo.
Tras una estancia en Madrid para reponerse de una enfermedad entra en contacto con el Empecinado, en un encuentro con el hablo burlonamente de Marino y se declaro abiertamente liberal, lo que llego a oídos del cura, que en cuanto lo tuvo delante lo encarcelo para fusilarlo, se escapo de la guandoca, la primera de sus muchas fugas de prisión.
De 1814 hasta 1820 viajo por varios países de Europa y America, en 1820 volvió a España y junto a El Empecinado tramo un plan para apoderarse de Valladolid, plan que no se ejecuto porque estallo la sublevación de Riego, estableciéndose la constitución.
En esa época Aviraneta fue regidor de Aranda de Duero, muy poco popular entre la población que en toda España ya no era tan proclive a los liberales, participo en varias partidas contra los realistas, llegando a capturar al cura Merino, a quien le dijo que no le fusilaba por no tener poder para ello.
En 1822 junto con el Empecinado se ofreció al ministro Evaristo San Miguel para luchar contra los feotes (asi se llamaba a los realistas) este envió al Empecinado al frente en Aragón y Castilla y a Aviraneta a Paris, para obtener información sobre los emigrados y averiguar las intenciones del gobierno francés sobre la previsible intervención.
Aunque pensaba que los masones eran unos teatreros casi cómicos no dejo de hacerse asiduo a sus reuniones en Paris cultivando esas relaciones por lo útiles que le podían ser, pronto comprendió que no había nada serio organizado en Paris, volviendo a Madrid.
Fue enviado por el ministro Evaristo San Miguel otra vez como espía a la frontera para enterarse sobre la intendencia de la inminente intervención francesa, y ayudar a los republicanos franceses emigrados que parecía querer intentar algo.
Se entero de la fecha de la entrada de los franceses y tras comunicarlo a Madrid se alejo de la frontera, intentando organizar partidas en Logroño, con poco éxito, la gente estaba muy desalentada. A pesar de eso lucho contra los franceses siendo herido, se reunió en Valladolid con el Empecinado, pero ante la falta de tropas para defender la ciudad también tuvieron que salir a uña de caballo.
Tras varias acciones en Zamora, Ciudad Rodrigo, Coria, Plasencia, jovenlandesaleja de Hoyos y finalmente Cáceres, Aviraneta fue llamado a Cádiz para entrevistarse con el gobierno, siendo apresado en el viaje, volvió a escapar de la prisión, huyendo a Gibraltar de donde paso a jovenlandia, finalmente decidió viajar a Egipto para ofrecerse como oficial al virrey, la oferta que le hicieron no le pareció buena y se fue a Grecia, donde trabo amistad con Lord Byron.
Se reunió con su tío Ibargoyen en Burdeos, era un comerciante con negocios con México, a donde lo acompaño en viaje comercial, su tío murió en México nombrándolo heredero, en el turbulento México recién independizado los comerciantes españoles no eran muy bien vistos y fueron expulsados, se traslado a Nueva Orleans.
Pronto entablo conocimiento con mas emigrados españoles y empezaron a tejer planes para intervenir en México y recuperarlo para España, se desplazo a Cuba con una comisión para explicar al capitán general Vives sus planes, el capitán general les dijo que el gobierno no apoyaba esos planes, habiendo conocido a Aviraneta en España y considerándole amigo le desaconsejo que volviese a España.
Tras mucho dudar el capitán general finalmente decidió apoyar una intentona, desde España se puso al mando al brigadier Barradas, una nulidad, la expedición fue un fracaso.
Barradas reconoció el valor e inteligencia de Aviraneta proponiéndole para el cargo de comisario ordenador de los reales ejércitos, este vivió en la Habana de escribir artículos de prensa hasta que volvió España en 1830.
Volvió por Burdeos donde coincidió con Mina, que entonces estaba metido en un plan de levantamiento en el cual es mismo no tenía mucha confianza, entro clandestinamente en España, comprobó que no se podía contar ni con la población ni con la guarnición, y que tampoco había dinero para seducir a los oficiales, volvió a Burdeos donde explico a Mina que no había nada que hacer, el intento fue un fracaso.
Al amparo de la amnistía decretada por María Cristina esta Aviraneta en Madrid en 1833, organizo una sociedad secreta llamada “La Isabelina” el ambiente político estaba muy enrarecido, la fin del rey abría muchas incógnitas y todos se aprestaban a maniobrar políticamente para no salir mal parados, Aviraneta era partidario de tomar el poder para evitar el advenimiento carlista, en ese momento era partidario de una triple regencia que incluyese a los infantes Don Francisco y Luisa Carlota, cosa que desde luego no gustaba nada a María Cristina, Aviraneta fue detenido, fue deportado a Santiago de Compostela, huyo en Valladolid y paso a la clandestinidad.
Por una delación fue detenido, junto con muchos miembros de su sociedad “la Isabelina”, fue liberado por una revuelta de la milicia urbana, la revuelta fracaso pero el pudo escapar a Zaragoza.
Poco después el ministro Ramón Gil de la Cuadra le pidió el apoyo de los miembros de su sociedad a Mendizábal estableciéndose entre ellos una correspondencia amistosa, cosa a la que accedió, proponiéndole el ministro una comisión en Barcelona, consistente en ayudar a Mina a desentrañar las múltiples conspiraciones que se tramaban en Cataluña por los carlistas, todo el mundo se acordaba de él cuando necesitaba un espía.
No fue bien recibido en Cataluña ni por Mina ni por nadie, los ánimos estaban muy exaltados en todos los bandos, logro infiltrar confidentes entre los carlistas, en esa época los masones desconfiaban de él, desconfianza que era mutua, ocurrió entonces la matanza de prisioneros carlistas, algo contra lo que se manifestó, a pesar de lo cual fue después detenido y deportado a Canarias, se evadió otra vez y en marzo de 1836 estaba en Cartagena.
Los que antes eran amigos ahora eran enemigos, Mendizábal perseguía encarnizadamente a nuestro héroe, como las revuelta le perseguían estaba en Málaga cuando estallo un motín en el que no participo, y que costó la vida al gobernador conde de Donadío, y al general Saint Just, casi al mismo tiempo la revolución de los sargentos de la Granja restableció la constitución del 12.
Estaba Aviraneta escondido en Madrid cuando fue llamado por el ministro Pita Pizarro que necesitaba un agente en Bayona para obtener información de los carlistas, siendo presentado a la reina María Cristina, quien le dijo que si el dinero del gobierno no le alcanzaba que se lo dijese a ella.
En Bayona el cónsul español Gamboa fue si peor enemigo, poniéndole todas las trabas posibles, en parte por celos profesionales y en parte por ser pariente de Mendizábal.
En Bayona formo un circulo de siete agentes, en aquella época otoño de 1838 todo empezó a girar en torno a Espartero y Maroto, Maroto al frente del sector moderado de los carlistas era el momentáneo líder del ejercito carlista frente al partido carlista más radical llamados apostólicos.
Don Carlos desconfiaba de Maroto, y este tenía pocas simpatías por el pretendiente, estas diferencias fueron explotadas los Aviraneta.
En enero de 1839 fraguo un proyecto para capturar a don Carlos que estaba con muy poca escolta en Azcoitia, relativamente cerca del mar, pero la falta de ayuda de los ingleses que pondrían los barcos impidió la ejecución del plan.
Desechado el plan decidió fomentar las discordias en el bando carlista, a través de una agente, María Luisa de Taboada obtuvo valiosas informaciones de los carlistas, se entero de un plan para arrestar a Maroto, y de que corría el rumor de que Maroto ese masón, se hizo con los detalles del plan y se lo hizo llegar a Maroto.
Maroto fusilo a los implicados en el plan en Estella, entre ellos al general García al que habían robado los detalles del plan, tras esos acontecimiento quedaron los apostólicos fuera del poder totalmente.
Empezó a poner en circulación falsas proclamas de carlistas tachando a Maroto de vendido a los liberales, por un lado y por el otro difundía escritos en los que culpaba a don Carlos y la corte de ser un obstáculo para la paz.
EL ASUNTO SIMANCAS
Se llama asi a unos falso legajos que se pretendía hacer llegar a don Carlos para desacreditar a Maroto, con la finalidad de forzar a Maroto a pactar con los liberales al quedar sin apoyos entre los carlistas.
Tenía Aviraneta contactos entre marotistas y apostólicos y estaba al día de todo lo que pasaba entre los carlistas, que desconfiaban de él pero no sabían cuál era su juego y en qué bando estaba, consulto el cónsul Gamboa a Aviraneta que sería mejor hacer con los carlistas expulsados por Maroto, si pedir al gobierno francés que los alejara de la frontera o dejarlos en ella, Aviraneta le contesto que era mejor dejarlos en la frontera pues si conspiraban contra Maroto ello redundaría en su debilidad lo que siempre sería bueno para la causa liberal.
Era un fiel seguidor del “Divide et impera” siendo Maroto la única fuerza creíble del carlismo era necesario ponerlo entre la espada y la pared para forzarlo a pactar.
La herramienta eran los legajos Simancas, la dificultad era hacerlos llegar a don Carlos sin levantar sospechas de su origen. Aviraneta encontró a la persona que parecía adecuada Pablo Roquet, se invento la historia para lograr sus fines, un legitimista francés encontró los legajos en el baúl de un español huésped suyo que había desaparecido, y quería hacérselos llegara don Carlos para que se sirviera de ellos, los documentos consistían en falsas cartas en las que aparecía Maroto como Gran Oriente de la masonería, y otras donde se hablaba de una proyectada tras*acción, y unos diplomas masónicos falsificados a nombre de Maroto.
Se difundió entre los apostólicos la existencia de esa documentación, el alboroto fue mayúsculo, y como coincidía con los rumores, y lo que se quería creer fue creído sin mucha dificultad, y se acordó que debía ser comunicado a don Carlos, quien se trago el anzuelo.
Mientras eso ocurría Aviraneta se entero de que unos banqueros ofrecieron un empréstito a los carlistas de 500 millones de reales, lógicamente era necesario impedir que eso se concretara, hizo circular por sus agentes que el préstamo era una trama de Maroto, para poder tener dinero con el cual ganarse la lealtad de las tropas y asi reforzar su poder, eliminando a los carlistas puros y al pretendiente, el argumento tuvo pronto éxito ayudado por la circunstancia de que uno de los banqueros Fermín Tastet tenía antecedentes liberales y el banquero tuvo que huir extrañado del pésimo recibimiento que tuvieron.
Una vez inoculado el bichito de la desconfianza dio orden a sus agentes de hacer campaña a favor de Maroto y de la paz, enviado dinero para ganarse la voluntad de los sargentos, los jefes y oficiales de los batallones navarros estaban alarmados por los fusilamientos de Estella, se entero además de que ya había negociaciones entre Espartero y Maroto pero no pudo averiguar sobre qué bases.
Finalmente se sublevan contra Maroto los batallones de Navarra, la anarquía en el bando carlista era total, Espartero se movió rápidamente y Maroto tuvo que aceptar la paz que se le ofreció, el pretendiente huyo.
Tras el éxito en el norte Aviraneta de desplazo a Cataluña, conoció a un antiguo oficial del conde de España de quien se gano la confianza haciéndose pasar por legitimista vascofrancés, hizo llegar informes falsos sobre el conde de España a la junta de Berga, implicándolo en los acuerdos de Maroto.
Espió a don Carlos en Bourges, obteniendo información sobre las disputas en la corte carlista, fue llamado a Madrid por el ministro, que le comunico que tanto él como la reina María Cristina estaban muy satisfechos de su labor y pidiéndole que redactara una memoria explicativa de sus gestiones, enterada de la existencia de esa memoria la esposa de Espartero puso el grito en el cielo argumentando que se hacían afirmaciones vejatorias sobre su marido, lo que no era cierto, lo que le valió la enemistad perpetua de Espartero.
En realidad lo que no quería Espartero es que nadie hiciese sombra a su gloria, fue enviado nuevamente a Francia con la misma misión de siempre, sembrar discordia entre los carlistas.
Fue detenido por orden de Espartero en Zaragoza, pero finalmente liberado por orden del gobierno, se estableció en Toulouse, los carlistas seguían divididos entre obisperos o puros y moderados o marotistas, haciéndose pasar por legitimista se puso en contacto con el ministro carlista Arias Teijeiro, sembró desconfianza hacia Cabrera que dijo pretendía vengar al conde de España, al mismo tiempo que avisaba a la junta de Berga de la supuesta intención de Cabrera para que se opusieran a su llegada.
En este estado de cosas con los carlistas desconfiando unos de otros y pasándose al bando cristino los que temían por su vida era imposible hacer nada útil, y Cabrera paso a Francia, la guerra carlista había terminado.
Poco después sus agentes en Bayona y Paris le comunicaron la existencia de un complot contra la reina y el estado del que no tenían más datos, a través de una querida del conde de Parcent, apoderado de Francisco de Paula se entero del complot para que se nombrara a el infante Francisco de Paula corregente y concertar el matrimonio de Isabel II con su hijo mayor, comunicándole esos planes al ministro, y aconsejando que la reina no viajase a Barcelona, donde le tenían preparada una revolución, la trama verdaderamente estaba en Madrid y sobre todo en Londres, quienes manejaba este asunto, y las esperanzas que daban al infante eran un engaño, la reina María Cristina no hizo caso o no pudo hacer caso de los avisos y viajo a Barcelona, estallo la revolución y tuvo que exiliarse, Espartero con el apoyo ingles fue regente.
Aviraneta visito a la reina en Marsella donde lo recibió muy bien y hablaron largo y tendido de los asuntos de España, fue expulsado de Francia por indicación del gobierno español saliendo para Suiza.
En 1843 volvió a España, y paso a ser agente y confidente de María Cristina quien tenía en mucho valor las informaciones que le suministraba, tanto durante su estancia en Madrid como cuando María Cristina tuvo que salir de España a Paris, con la que mantenía una muy intensa correspondencia, es sintomático que incluso después de muerto la viuda de Aviraneta recibía una pensión de María Cristina.
Aviraneta se caso en 1852 (con 60 años) con una cantante de ópera fracasada, de 26 años, no tuvo hijos.