Dos de las cosas que me ayudaron a recuperar la Fé que tenía perdida fueron las posesiones demoniacas y los milagros eucarísticos, pero incluso si me enterase que esas dos cosas fueran falsas (que no lo son) ya no perdería la Fé.
Vamos, que has decidido creer aunque sea mentira (según tus palabras). Bien por ti, pero no pretendas que todos aquellos que no sigan tu sendero fideísta formen parte de un peligroso culto a una entidad metafísica en la que no creen.
Los científicos son un individuo más y por ende no están exentos de sesgos cognitivos de toda índole y de poseer sus propias creencias religiosas.
Respecto a los tribunales eclesiásticos algunos les conceden veracidad indubitable, si y solo si, fallan a favor de los deseos de la grey. Es decir, la grey no confía en la resolución de Garabandal y la considera producto de un misterioso complot basado en la infiltración de elementos subversivos en el seno de la Iglesia. Sin embargo, esto no pasaría si hubieran fallado a favor de la supuesta aparición mariana.
Lo mismo acontece con el uso maniqueo que no pocos creyentes hacen de la ciencia. Si algún científico emite un juicio que agrada a la feligresía; estos no tardan en afirmar que está avalado cientifcamente, pero si otro científico (incluso un mayoritario consenso) pone en solfa los supuestos milagros, apariciones, etc, no pocos feligreses se instalan en el aserto de que estos cientificos son siervos del "maligno" en persona.
De todas formas ya has reconocido que aunque se demostrara que son mentira, seguirías creyendo. Yo pienso al contrario, si se demostrara que es verdad cambiaría de opinión sin el menor tipo problema. Eso es una actitud científica.