Uritorco
The White Revolution is the only solution.
Para los burbujeros que tengan ganas de leer y aprender algo, inserto de manera reducida este texto fundamental para entender la cosmovision que tenia de la economia la ideologia "nancy" y de ahi el logico enfrentamiento contra las dos mayores estafas que hoy rigen absolutamente el modelo productivo capitalista: el Liberalismo y el Marxismo, ambos primos hermanos, con todos sus derivados e interpretaciones paralelas que se les quiera añadir:
La presente, es una de las obras editadas por el N.S.D.A.P. (1) en el curso del año 1934 por A. Hermann y A. Ritsch, destinadas a explicar, en sus líneas esenciales, la política económica del III Reich durante la primera etapa revolucionaria. Rampa de lanzamiento de la gran Revolución Nacionalsocialista, este proceso habría de culminar con la propiedad comunitaria de los medios de producción, lo cual implicaba, la extirpación definitiva del parasitismo burgués capitalista, y la consecuente desaparición del proletariado como clase económica. De esta manera, el proletario, mero asalariado, subesclavo de la empresa capitalista del régimen burgués, ascendía al rango de productor de la empresa comunitaria del Orden Social Natural (2).
Para aquellos que, por desconocimiento o por mala fe o por ambas cosas a la vez, le niegan al Nacionalsocialismo su esencia y carácter revolucionario, que una revolución no consiste simplemente en un cambio de estructuras ni en un golpe de estado. Se trata, pues, del restablecimiento del Orden Social Natural mediante la restauración del Estado en sus funciones comunitarias.
En conformidad con los principios rectores de la ciencia política, el nacionalsocialismo restauró al Estado en sus funciones específicas al convertirlo en órgano unitario de mando y de síntesis de todas las fuerzas operantes del cuerpo social, y restableció, el Orden Natural, al estructurar orgánicamente a la comunidad, conforme a sus exigencias históricas y funcionales.
En lo económico social, razones de orden táctico, también exigían proceder por etapas. En efecto, Alemania en vías de reconstrucción y ante la amenaza latente de guerra por parte de sus enemigos tradicionales y eventuales, debía mantener no sólo un alto nivel de producción, sino también, la unidad del frente interno, lo cual hubiese sido imposible de lograr, con los conflictos sociales que los cambios radicales producen. Como podemos observar, se trató de evitar los peligros de una revolución brutal en la estructura económica, en tanto las circunstancias políticas no lo permitiesen.
No obstante, el régimen: a) concretó la creación y federación de empresas comunitarias (3) b) eliminó el chantaje (4) capitalista que el patronato ejercía; c) exigió de las corporaciones constituidas por la conjunción de la asociación patronal y del sindicato obrero de una misma rama de la producción el respeto del plan económico comunitario y el mantenimiento de la paz social; d) retuvo en forma de impuestos la plusvalía, hasta entonces acaparada por los capitalistas, y la utiliza con miras al bien común, particularmente en favor de los trabajadores menos favorecidos con relación a los demás estamentos de la población. Los detentadores del capital pierden su poderío, y ven sus utilidades reducidas al legítimo interés de su dinero; e) los jefes de empresa en lugar de seguir siendo los apoderados de los dueños de los instrumentos de la producción, recuperan su autoridad natural, al mismo tiempo que su papel de productores; f) los trabajadores participan en las decisiones que les incumben y fiscalizan las condiciones de trabajo; g) la plusvalía va a la comunidad y no a los bolsillos del burgués; h) la producción es regulada en función de las necesidades reales del consumo y no del lucro, o sea, de la renta del capital. A los pocos meses de asumir el poder, la política económica Nacionalsocialista comienza a tras*formar el panorama sombrío que ofrecía Alemania, sometida por el tratado de Versalles. El número de desocupados se reduce en menos de un año, en un 54% aumenta el índice general de la producción; se eleva notoriamente el nivel de vida; se reducen las importaciones, se desarrolla la industria...
Como podemos observar, la revolución Nacionalsocialista, no fue la "reacción del capitalismo en crisis" sino la causa de la crisis del capitalismo. Esta es la razón por la que los dos tentáculos de éste, el capitalismo liberal individualista, y el capitalismo marxista, dirigidos por la Internacional Dorada, demostrando una vez más sus comunes orígenes, se coaligaron para aniquilar un régimen cuyas estructuras socioeconómicas, no permitían el ejercicio del poder político del dinero. La abolición de la esclavitud del interés, uno de los conceptos medulares de la doctrina Nacionalsocialista, se convierte en el antídoto del veneno judío. La usura, fuente de vida del capitalismo, razón de ser del hebreo, asistía a su propio funeral (5): las estructuras patológicas de la plutocracia, eran arrasadas. La onda expansiva del Nuevo Orden Revolucionario, surgido de la síntesis entre el Nacionalismo y el Socialismo, se propagaba por los pueblos de Europa, en tanto que las demoplutocracias reaccionarias veían peligrar su reinado.
N O T A S:
1. Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores.
2. Cuando el orden, armonía dinámica de un conjunto social, surge de la adecuación de las estructuras a las exigencias naturales e históricas de su afirmación, estamos entonces, ante una comunidad orgánicamente estructurada. Esto es: Orden Social Natural.
3. Es decir, la empresa considerada como una comunidad jerarquizada de Productores diversamente especializados, liberados del yugo burgués que somete a los productores, reduciéndolos a la condición de asalariados. Integrada orgánicamente dentro de la estructura económica comunitaria cumple con su específica función de servir a la comunidad y no a los intereses espurios ni de las sociedades anónimas, ni de usurpador alguno.
4. El advenimiento al poder del capitalismo liberal individualista en 1789, arrasa con el concepto de la propiedad individual y familiar sustentado en el taller artesanal sustituyéndolo por el nuevo concepto individualista de la propiedad, fundada en el chantaje capitalista, que puede expresarse de esta forma: "yo tengo la máquina por mi capacidad económica; Uds., los trabajadores, aportan su inteligencia, esfuerzo físico, conocimiento, técnica, todo lo inherente al trabajo. Sin ustedes no hay producción posible, por esto, yo les pago un salario para que puedan sobrevivir y no morir de hambre. Sepan además, que el único dueño de la fábrica y de los medios de producción, soy yo, el patrón. Y si no les gusta mi propuesta, vayan a otra fábrica". Allí serán nuevamente chantajeados. Este es el fundamento del robo capitalista, que hace de la empresa su propiedad individual, cuando debería ser una organización necesariamente comunitaria. Esta desnaturalización patológica, no se produce solo en el régimen capitalista liberal individualista, sino también en el capitalismo estatal marxista, pues ambos, que proceden de una misma fuente, "no son ideologías antinómicas sino etapas de un mismo proceso". En el capitalismo de Estado, los obreros de una empresa, no tienen acceso ni a la propiedad ni a la dirección de la misma, pues todo le pertenece al Estado, único patrón. Por esto, el trabajador, dentro de este régimen, sigue siendo un proletario, un asalariado del estado, y el estado, sigue siendo burgués capitalista. Como podemos observar, no hay nada más antisocialista, que el tan publicitado "socialismo marxista".
5. En efecto, la usura, condenada con la pena máxima durante toda la Edad Media, y legalizada por la subversión burguesa de 1789 a través del primer Decreto del Ministerio de Hacienda, volvió a ser objeto de la misma pena después de 1933 en Alemania, con la Revolución Nacionalsocialista. Fue nuevamente legaliza tras la victoria demoplutocratica del 45.
LA ECONOMIA EN LA DOCTRINA Y COSMOVION NACIONALSOCIALISTA.
"La decadencia y el renacimiento de un pueblo no dependen de un programa económico malo o bueno, sino de la debilidad o consistencia de la cosmovisión que ese pueblo sostiene" (Hitler).
A. LA ESENCIA DE LA ECONOMIA Y DE LA POLITICA ECONOMICA
I. La economía es, para el nacionalsocialismo, un objetivo querido y procurado en función de fines más elevados, un sistema de medios dirigidos a un fin. Esta definición se explica así:
1) La economía es un medio para lograr un fin, nunca un fin en sí mismo.
Al individuo se le pregunta: ¿para qué está bien alimentado? ¿para qué posee buena situación?. Nuestra respuesta es: para el cumplimiento de una misión política, para la constitución y estructuración del estado.
2) La vida económica está jovenlandesalmente ligada y es expresión de la vida anímica.
Con la metodología de la investigación científica económica del presente, no se puede aprender el nuevo concepto de la economía, pues lo económico no es una cuestión de causas puramente racionales, ni de efectos de la naturaleza puramente económica, muy por el contrario, a la economía pertenecen también todos los valores de la nacionalidad. A la actividad económica concierne también el desarrollo de todas las fuerzas jovenlandesales y anímicas de la nación. Lo económico está, por otra parte, determinado por lo irracional. Lo económico no es una actividad ajena a la vida espiritual y anímica del pueblo, sino que este campo de la actividad humana está indisolublemente unido a la total e indivisible vida del pueblo.
3) La economía es servicio a la comunidad.
La economía es la voluntad y la acción creadora de los miembros de una comunidad forjada en una unidad en libre subordinación, bajo el pensamiento rector de servicio a la totalidad del pueblo, con el fin de conformar y estructurar el Estado (Schilitter). La vida económica, como toda la vida humana, solamente es posible en comunidad. Toda comunidad puede solamente vivir y desarrollarse, si dentro de la comunidad cada miembro está consustanciado con el espíritu y sacrificio, es decir, si cada compatriota se incorpora a la comunidad para los otros y no se allega desde el comienzo con el espíritu de reivindicación.
II. La política económica representa una doctrina del servicio, del valor y de la energía, que saca sus fuerzas de la conciencia de la íntima unión de la sangre, del común destino del pueblo y de la forma política de estructurarse el Estado (Buchnr). La Política económica es correctamente conducida, por lo tanto, si las medidas estatales coinciden, sostienen y fortalecen los valores de la nacionalidad. No se trata, entonces, de que la economía procure ventajas a los individuos, no se trata, en ningún caso, de colocar en primer lugar, la mejor y más barata provisión de bienes materiales, sino que están decididamente en la primer línea, los valores del pueblo y la salvaguardia de la independencia y del valor nacional.
La nueva política económica, en consecuencia, nunca debe considerar la rentabilidad inmediata (así, por ejemplo en una medida destinada a crear trabajo), sino que debe ocuparse a largo plazo, por el bienestar del pueblo por generaciones. Debe custodiar, como lo ha expresado Federico Lizt, "el desarrollo de las fuerzas productivas".
III. La economía no es una creación de existencia independiente, que pueda ser considerada y regida en forma aislada, sino que está económicamente ligada a la concepción del Estado y del mundo del nacionalsocialismo. Para entender la doctrina económica del nacionalsocialismo (concepción orgánica de la economía) por lo tanto, es necesario en principio, explicar las ideas fundamentales de la cosmovisión del nacionalsocialismo.
B. LA cosmovisión DEL LIBERALISMO Y DEL MARXISMO.
Dado que la cosmovisión del nacionalsocialismo está en abierta oposición con la del liberalismo y la del marxismo, cabe bosquejar brevemente la esencia de ambas corrientes, para que se conozca por qué razones son rechazados el liberalismo y el marxismo.
1 - LIBERALISMO E INDIVIDUALISMO.
El individualismo pospone totalmente el Estado, la comunidad y la economía al individuo; y ve en él la medida de todas las cosas. En el campo de la vida económica aparece el individualismo como liberalismo y afirma que el ser individual necesita la total libertad para su desarrollo.
l. El punto histórico de partida está en las corrientes intelectuales de los Siglos XVII y XVIII.
Estas corrientes se caracterizan por los descubrimientos, el progreso de experimentación en las ciencias naturales; por el relegamiento de la metafísica; el aflojamiento de los lazos religiosos; disolución de los vínculos profesionales que en la edad media ligaban a los hombres; por el espíritu de las luces y por el derecho natural. Las doctrinas de aquellos tiempos se llaman:
1) Filosofía de las luces: en oposición al oscurantismo medieval.
2) Racionalismo: porque están fundadas en la razón. Se quiso llegar al dominio de la naturaleza y del mundo, el Estado y la Sociedad, por el pensamiento puro.
3) Derecho natural: en cuanto sostiene que el hombre está investido de derechos inalienables, desde su nacimiento.
4) Individualismo: porque el hombre es el punto de partida de toda consideración.
5) Liberalismo: en cuanto sostiene que, la libertad del individuo despojado de toda ligadura, conduce al mejor desarrollo de la vida social y económica.
El consecuente desarrollo del individualismo debió conducir a la falsa democracia, en oposición a la soberanía popular nacionalsocialista.
II. El liberalismo y el individualismo encontraron su desarrollo socialfilosófico y socioeconómico en las teorías de la fisiocracia y en las teorías de la escuela inglesa clásica de la economía política (Adam Smith, David Ricardo).
De acuerdo con estas teorías, la exaltación del bien privado como norma, debía conducir, supuestamente, al mejor y más armónico desarrollo de la sociedad. Se quiso liberar la economía de todas las ataduras y tutelas mercantilistas, y se aceptó que, de la libre actividad del hombre, habría de nacer un nuevo mundo organizado, capaz de hacer feliz a todos los hombres. Esta concepción podría haber sido válida y hubiese tenido tal vez sentido ético en épocas pasadas, en la que solamente existía la pequeña industria y en la cual una libre y total concurrencia de artesanos de igual poder económico y social, podría haber conducido, a la selección de los mejores. Los representantes originarios del liberalismo no pudieron prever de ningún modo, lo que las siguientes generaciones extraerían de sus teorías y el desarrollo de la técnica en los siglos venideros. De la libertad se llegó al libertinaje. La técnica y el desarrollo del capitalismo han conducido a la desigualdad social y a la desnaturalización del poderío social.
"La economía capitalista se originó en un espíritu que subordina todo medio, técnica y economía, capital y trabajo, al servicio de los objetivos del dinero" (F. Lawaczek). El derrumbamiento económico desmesurado, la crisis económica mundial, es en gran parte, sólo una consecuencia de una economía totalmente libre, que carece de toda técnica, de todo pensamiento, de toda conducción.
III. La culpa del individualismo reside en que sus teorías, que tenían originariamente sentido ético -pero sólo originariamente- influyen nocivamente en la vida social, del tiempo presente y pasado.
Los oponentes al individualismo, sobre todo el profesor vienés Spann han señalado reiteradamente los perjuicios culturales, económicos, así como los concernientes a la concepción jurídica y política del Estado.
La concepción del Estado del individualismo se apoya en los partidos. En los partidos, las personas, que el individualismo ha atomizado, son sumadas a la mayoría y comienza la patológica realidad del número y del azar. La responsabilidad es relegada, y el Gobierno se convierte rápidamente en una masa de funcionarios autómatas. Los gobernantes no se sienten más como verdaderos conductores, sino como exponentes de un grupo de poder (Grimme) que, como lo expresó en su tiempo el líder socialista Wells, "prefieren errar con la masa antes que sostener el derecho contra ellas". La oposición de todas las fuerzas en la representación popular, tiene por consecuencia, de múltiples maneras, la nulidad total de la capacidad de acción, como lo hemos experimentado en los años tras*curridos. La persona que por obra del liberalismo había sido sacada de su estamento social, no se sintió más como miembro de una totalidad mayor.
El liberalismo condujo a una sobrevaloración de la economía. Los valores económicos son considerados como los mas altos, y dignos del mayor esfuerzo. El éxito económico llega a ser determinante para la apreciación del hombre. El "homo economicus" de la escuela clásica, que los clásicos mismos habían concebido inicialmente sólo como una abstracción, como un medio de pensamiento y de conocimiento, de pensamientos y sentimientos universales, y nunca como el hombre ligado al suelo y a la sangre, llegó a ser realidad, y se consideró principalmente a la economía, como el campo mas importante del ser humano. Se acuñó la siniestra frase: "la economía es nuestro destino".
La consecuencia de esta posición espiritual y económica fue una concepción del mundo, de la cual surgió, que la suprema finalidad en la vida del hombre, es la mas completa como posible satisfacción de las necesidades. Contra tal ideología ha emprendido el nacionalsocialismo la más dura lucha.
La presente, es una de las obras editadas por el N.S.D.A.P. (1) en el curso del año 1934 por A. Hermann y A. Ritsch, destinadas a explicar, en sus líneas esenciales, la política económica del III Reich durante la primera etapa revolucionaria. Rampa de lanzamiento de la gran Revolución Nacionalsocialista, este proceso habría de culminar con la propiedad comunitaria de los medios de producción, lo cual implicaba, la extirpación definitiva del parasitismo burgués capitalista, y la consecuente desaparición del proletariado como clase económica. De esta manera, el proletario, mero asalariado, subesclavo de la empresa capitalista del régimen burgués, ascendía al rango de productor de la empresa comunitaria del Orden Social Natural (2).
Para aquellos que, por desconocimiento o por mala fe o por ambas cosas a la vez, le niegan al Nacionalsocialismo su esencia y carácter revolucionario, que una revolución no consiste simplemente en un cambio de estructuras ni en un golpe de estado. Se trata, pues, del restablecimiento del Orden Social Natural mediante la restauración del Estado en sus funciones comunitarias.
En conformidad con los principios rectores de la ciencia política, el nacionalsocialismo restauró al Estado en sus funciones específicas al convertirlo en órgano unitario de mando y de síntesis de todas las fuerzas operantes del cuerpo social, y restableció, el Orden Natural, al estructurar orgánicamente a la comunidad, conforme a sus exigencias históricas y funcionales.
En lo económico social, razones de orden táctico, también exigían proceder por etapas. En efecto, Alemania en vías de reconstrucción y ante la amenaza latente de guerra por parte de sus enemigos tradicionales y eventuales, debía mantener no sólo un alto nivel de producción, sino también, la unidad del frente interno, lo cual hubiese sido imposible de lograr, con los conflictos sociales que los cambios radicales producen. Como podemos observar, se trató de evitar los peligros de una revolución brutal en la estructura económica, en tanto las circunstancias políticas no lo permitiesen.
No obstante, el régimen: a) concretó la creación y federación de empresas comunitarias (3) b) eliminó el chantaje (4) capitalista que el patronato ejercía; c) exigió de las corporaciones constituidas por la conjunción de la asociación patronal y del sindicato obrero de una misma rama de la producción el respeto del plan económico comunitario y el mantenimiento de la paz social; d) retuvo en forma de impuestos la plusvalía, hasta entonces acaparada por los capitalistas, y la utiliza con miras al bien común, particularmente en favor de los trabajadores menos favorecidos con relación a los demás estamentos de la población. Los detentadores del capital pierden su poderío, y ven sus utilidades reducidas al legítimo interés de su dinero; e) los jefes de empresa en lugar de seguir siendo los apoderados de los dueños de los instrumentos de la producción, recuperan su autoridad natural, al mismo tiempo que su papel de productores; f) los trabajadores participan en las decisiones que les incumben y fiscalizan las condiciones de trabajo; g) la plusvalía va a la comunidad y no a los bolsillos del burgués; h) la producción es regulada en función de las necesidades reales del consumo y no del lucro, o sea, de la renta del capital. A los pocos meses de asumir el poder, la política económica Nacionalsocialista comienza a tras*formar el panorama sombrío que ofrecía Alemania, sometida por el tratado de Versalles. El número de desocupados se reduce en menos de un año, en un 54% aumenta el índice general de la producción; se eleva notoriamente el nivel de vida; se reducen las importaciones, se desarrolla la industria...
Como podemos observar, la revolución Nacionalsocialista, no fue la "reacción del capitalismo en crisis" sino la causa de la crisis del capitalismo. Esta es la razón por la que los dos tentáculos de éste, el capitalismo liberal individualista, y el capitalismo marxista, dirigidos por la Internacional Dorada, demostrando una vez más sus comunes orígenes, se coaligaron para aniquilar un régimen cuyas estructuras socioeconómicas, no permitían el ejercicio del poder político del dinero. La abolición de la esclavitud del interés, uno de los conceptos medulares de la doctrina Nacionalsocialista, se convierte en el antídoto del veneno judío. La usura, fuente de vida del capitalismo, razón de ser del hebreo, asistía a su propio funeral (5): las estructuras patológicas de la plutocracia, eran arrasadas. La onda expansiva del Nuevo Orden Revolucionario, surgido de la síntesis entre el Nacionalismo y el Socialismo, se propagaba por los pueblos de Europa, en tanto que las demoplutocracias reaccionarias veían peligrar su reinado.
N O T A S:
1. Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores.
2. Cuando el orden, armonía dinámica de un conjunto social, surge de la adecuación de las estructuras a las exigencias naturales e históricas de su afirmación, estamos entonces, ante una comunidad orgánicamente estructurada. Esto es: Orden Social Natural.
3. Es decir, la empresa considerada como una comunidad jerarquizada de Productores diversamente especializados, liberados del yugo burgués que somete a los productores, reduciéndolos a la condición de asalariados. Integrada orgánicamente dentro de la estructura económica comunitaria cumple con su específica función de servir a la comunidad y no a los intereses espurios ni de las sociedades anónimas, ni de usurpador alguno.
4. El advenimiento al poder del capitalismo liberal individualista en 1789, arrasa con el concepto de la propiedad individual y familiar sustentado en el taller artesanal sustituyéndolo por el nuevo concepto individualista de la propiedad, fundada en el chantaje capitalista, que puede expresarse de esta forma: "yo tengo la máquina por mi capacidad económica; Uds., los trabajadores, aportan su inteligencia, esfuerzo físico, conocimiento, técnica, todo lo inherente al trabajo. Sin ustedes no hay producción posible, por esto, yo les pago un salario para que puedan sobrevivir y no morir de hambre. Sepan además, que el único dueño de la fábrica y de los medios de producción, soy yo, el patrón. Y si no les gusta mi propuesta, vayan a otra fábrica". Allí serán nuevamente chantajeados. Este es el fundamento del robo capitalista, que hace de la empresa su propiedad individual, cuando debería ser una organización necesariamente comunitaria. Esta desnaturalización patológica, no se produce solo en el régimen capitalista liberal individualista, sino también en el capitalismo estatal marxista, pues ambos, que proceden de una misma fuente, "no son ideologías antinómicas sino etapas de un mismo proceso". En el capitalismo de Estado, los obreros de una empresa, no tienen acceso ni a la propiedad ni a la dirección de la misma, pues todo le pertenece al Estado, único patrón. Por esto, el trabajador, dentro de este régimen, sigue siendo un proletario, un asalariado del estado, y el estado, sigue siendo burgués capitalista. Como podemos observar, no hay nada más antisocialista, que el tan publicitado "socialismo marxista".
5. En efecto, la usura, condenada con la pena máxima durante toda la Edad Media, y legalizada por la subversión burguesa de 1789 a través del primer Decreto del Ministerio de Hacienda, volvió a ser objeto de la misma pena después de 1933 en Alemania, con la Revolución Nacionalsocialista. Fue nuevamente legaliza tras la victoria demoplutocratica del 45.
LA ECONOMIA EN LA DOCTRINA Y COSMOVION NACIONALSOCIALISTA.
"La decadencia y el renacimiento de un pueblo no dependen de un programa económico malo o bueno, sino de la debilidad o consistencia de la cosmovisión que ese pueblo sostiene" (Hitler).
A. LA ESENCIA DE LA ECONOMIA Y DE LA POLITICA ECONOMICA
I. La economía es, para el nacionalsocialismo, un objetivo querido y procurado en función de fines más elevados, un sistema de medios dirigidos a un fin. Esta definición se explica así:
1) La economía es un medio para lograr un fin, nunca un fin en sí mismo.
Al individuo se le pregunta: ¿para qué está bien alimentado? ¿para qué posee buena situación?. Nuestra respuesta es: para el cumplimiento de una misión política, para la constitución y estructuración del estado.
2) La vida económica está jovenlandesalmente ligada y es expresión de la vida anímica.
Con la metodología de la investigación científica económica del presente, no se puede aprender el nuevo concepto de la economía, pues lo económico no es una cuestión de causas puramente racionales, ni de efectos de la naturaleza puramente económica, muy por el contrario, a la economía pertenecen también todos los valores de la nacionalidad. A la actividad económica concierne también el desarrollo de todas las fuerzas jovenlandesales y anímicas de la nación. Lo económico está, por otra parte, determinado por lo irracional. Lo económico no es una actividad ajena a la vida espiritual y anímica del pueblo, sino que este campo de la actividad humana está indisolublemente unido a la total e indivisible vida del pueblo.
3) La economía es servicio a la comunidad.
La economía es la voluntad y la acción creadora de los miembros de una comunidad forjada en una unidad en libre subordinación, bajo el pensamiento rector de servicio a la totalidad del pueblo, con el fin de conformar y estructurar el Estado (Schilitter). La vida económica, como toda la vida humana, solamente es posible en comunidad. Toda comunidad puede solamente vivir y desarrollarse, si dentro de la comunidad cada miembro está consustanciado con el espíritu y sacrificio, es decir, si cada compatriota se incorpora a la comunidad para los otros y no se allega desde el comienzo con el espíritu de reivindicación.
II. La política económica representa una doctrina del servicio, del valor y de la energía, que saca sus fuerzas de la conciencia de la íntima unión de la sangre, del común destino del pueblo y de la forma política de estructurarse el Estado (Buchnr). La Política económica es correctamente conducida, por lo tanto, si las medidas estatales coinciden, sostienen y fortalecen los valores de la nacionalidad. No se trata, entonces, de que la economía procure ventajas a los individuos, no se trata, en ningún caso, de colocar en primer lugar, la mejor y más barata provisión de bienes materiales, sino que están decididamente en la primer línea, los valores del pueblo y la salvaguardia de la independencia y del valor nacional.
La nueva política económica, en consecuencia, nunca debe considerar la rentabilidad inmediata (así, por ejemplo en una medida destinada a crear trabajo), sino que debe ocuparse a largo plazo, por el bienestar del pueblo por generaciones. Debe custodiar, como lo ha expresado Federico Lizt, "el desarrollo de las fuerzas productivas".
III. La economía no es una creación de existencia independiente, que pueda ser considerada y regida en forma aislada, sino que está económicamente ligada a la concepción del Estado y del mundo del nacionalsocialismo. Para entender la doctrina económica del nacionalsocialismo (concepción orgánica de la economía) por lo tanto, es necesario en principio, explicar las ideas fundamentales de la cosmovisión del nacionalsocialismo.
B. LA cosmovisión DEL LIBERALISMO Y DEL MARXISMO.
Dado que la cosmovisión del nacionalsocialismo está en abierta oposición con la del liberalismo y la del marxismo, cabe bosquejar brevemente la esencia de ambas corrientes, para que se conozca por qué razones son rechazados el liberalismo y el marxismo.
1 - LIBERALISMO E INDIVIDUALISMO.
El individualismo pospone totalmente el Estado, la comunidad y la economía al individuo; y ve en él la medida de todas las cosas. En el campo de la vida económica aparece el individualismo como liberalismo y afirma que el ser individual necesita la total libertad para su desarrollo.
l. El punto histórico de partida está en las corrientes intelectuales de los Siglos XVII y XVIII.
Estas corrientes se caracterizan por los descubrimientos, el progreso de experimentación en las ciencias naturales; por el relegamiento de la metafísica; el aflojamiento de los lazos religiosos; disolución de los vínculos profesionales que en la edad media ligaban a los hombres; por el espíritu de las luces y por el derecho natural. Las doctrinas de aquellos tiempos se llaman:
1) Filosofía de las luces: en oposición al oscurantismo medieval.
2) Racionalismo: porque están fundadas en la razón. Se quiso llegar al dominio de la naturaleza y del mundo, el Estado y la Sociedad, por el pensamiento puro.
3) Derecho natural: en cuanto sostiene que el hombre está investido de derechos inalienables, desde su nacimiento.
4) Individualismo: porque el hombre es el punto de partida de toda consideración.
5) Liberalismo: en cuanto sostiene que, la libertad del individuo despojado de toda ligadura, conduce al mejor desarrollo de la vida social y económica.
El consecuente desarrollo del individualismo debió conducir a la falsa democracia, en oposición a la soberanía popular nacionalsocialista.
II. El liberalismo y el individualismo encontraron su desarrollo socialfilosófico y socioeconómico en las teorías de la fisiocracia y en las teorías de la escuela inglesa clásica de la economía política (Adam Smith, David Ricardo).
De acuerdo con estas teorías, la exaltación del bien privado como norma, debía conducir, supuestamente, al mejor y más armónico desarrollo de la sociedad. Se quiso liberar la economía de todas las ataduras y tutelas mercantilistas, y se aceptó que, de la libre actividad del hombre, habría de nacer un nuevo mundo organizado, capaz de hacer feliz a todos los hombres. Esta concepción podría haber sido válida y hubiese tenido tal vez sentido ético en épocas pasadas, en la que solamente existía la pequeña industria y en la cual una libre y total concurrencia de artesanos de igual poder económico y social, podría haber conducido, a la selección de los mejores. Los representantes originarios del liberalismo no pudieron prever de ningún modo, lo que las siguientes generaciones extraerían de sus teorías y el desarrollo de la técnica en los siglos venideros. De la libertad se llegó al libertinaje. La técnica y el desarrollo del capitalismo han conducido a la desigualdad social y a la desnaturalización del poderío social.
"La economía capitalista se originó en un espíritu que subordina todo medio, técnica y economía, capital y trabajo, al servicio de los objetivos del dinero" (F. Lawaczek). El derrumbamiento económico desmesurado, la crisis económica mundial, es en gran parte, sólo una consecuencia de una economía totalmente libre, que carece de toda técnica, de todo pensamiento, de toda conducción.
III. La culpa del individualismo reside en que sus teorías, que tenían originariamente sentido ético -pero sólo originariamente- influyen nocivamente en la vida social, del tiempo presente y pasado.
Los oponentes al individualismo, sobre todo el profesor vienés Spann han señalado reiteradamente los perjuicios culturales, económicos, así como los concernientes a la concepción jurídica y política del Estado.
La concepción del Estado del individualismo se apoya en los partidos. En los partidos, las personas, que el individualismo ha atomizado, son sumadas a la mayoría y comienza la patológica realidad del número y del azar. La responsabilidad es relegada, y el Gobierno se convierte rápidamente en una masa de funcionarios autómatas. Los gobernantes no se sienten más como verdaderos conductores, sino como exponentes de un grupo de poder (Grimme) que, como lo expresó en su tiempo el líder socialista Wells, "prefieren errar con la masa antes que sostener el derecho contra ellas". La oposición de todas las fuerzas en la representación popular, tiene por consecuencia, de múltiples maneras, la nulidad total de la capacidad de acción, como lo hemos experimentado en los años tras*curridos. La persona que por obra del liberalismo había sido sacada de su estamento social, no se sintió más como miembro de una totalidad mayor.
El liberalismo condujo a una sobrevaloración de la economía. Los valores económicos son considerados como los mas altos, y dignos del mayor esfuerzo. El éxito económico llega a ser determinante para la apreciación del hombre. El "homo economicus" de la escuela clásica, que los clásicos mismos habían concebido inicialmente sólo como una abstracción, como un medio de pensamiento y de conocimiento, de pensamientos y sentimientos universales, y nunca como el hombre ligado al suelo y a la sangre, llegó a ser realidad, y se consideró principalmente a la economía, como el campo mas importante del ser humano. Se acuñó la siniestra frase: "la economía es nuestro destino".
La consecuencia de esta posición espiritual y económica fue una concepción del mundo, de la cual surgió, que la suprema finalidad en la vida del hombre, es la mas completa como posible satisfacción de las necesidades. Contra tal ideología ha emprendido el nacionalsocialismo la más dura lucha.