Acabado de ver el capítulo 4, conclusiones por el momento:
No hay leyenda de color es bastante objetiva y refleja fielmente las crónicas de Bernal Díaz del Castillo, incluso en uno de los capítulos más oscuros, la matanza de Cholula, pone a los españoles como dolidos y arrepentidos por haberlo hecho, nada de ponerlos como sanguinarios que disfrutaron masacrando el pueblo.
No los pone como forzadores, las indias encantadísimas con ellos.
No retrata a Cortés como un sanguinario sediento de oro, sino como un hombre piadoso y justo que intenta no derramar sangre y para el que el oro no es su fin, sino un medio para servir al rey Carlos y obtener su reconocimiento.
La serie es huevonUDA.