Pues discrepo. La ambición de la serie ha sido tremenda a mi juicio. Es cierto que tiene fallos, como que por un momento Marina hablase como una voz de Mordor... y como dices, una sana crítica a las interpretaciones mayormente por parte española. Salvo Hernán, el resto en general bastante plano y poco convincente. Se ve que a nuestra escuela artística (sic) la encorsetan muchos prejuicios y ello limita el alcance de su expresividad. Como soldados dejan todos que desear aunque no hecho de menos un esfuerzo por su parte... Por la parte hermana muy bien. Todos creíbles y sueltos, como si los actores fueran conscientes de estar haciendo un juicio a la historia. En este punto, Hernán tiene momentos de brillantez: el duelo de personalidades, culturas, futuro, ambición, expectativas... lo gana siempre ante opuestos cuya capacidad es evidente pero que sus limitaciones ante el nuevo reto lo son también. A sabiendas del resultado de ese encuentro, todo intento por soslayarlo convirtiendo la serie en un reclamo histórico habría resultado ahora un más de lo mismo cuyo peso propagandísitico hubiera sido toda su intención, y éste no es el caso. Si me animé a verla, fue por lo que dijo Jaenada en la rueda de prensa. Algo así: ...es que ellos y nosotros lo vemos de formas muy distintas...
Me dije, bueno, esa frase puedo interpretarla como que la serie es el resultado de acuerdos y no tanto de un victimismo interiorizado por los "antes" perversos españoles. Y lo que me encontré me pareció lo mejor que he visto consciente de algunos desaciertos ("un año antes de después.... o una año después de antes.."). Comprendo la intención pero si no se conoce el ritmo de los acontecimientos, es fácil perderse y que deje de interesarle a uno el rigor temporal de la historia.
Lo más importante a mi juicio es que enfrentando casi a tumba abierta dos "razones" que no logran sustraerse del todo de leyendanegrismos, resulta en una especie de diálogo intercultural frente a frente, con reivindicaciones particulares bien trazadas y comprensibles, como dejando un foro abierto donde es posible que lleguemos a respetarnos y en lo compartido, a querernos.
Intenté recordar un choque semejante entre pueblos en Eurasia y no me sale nada a ese nivel, y el reto de hacer hincapie en este aspecto, que iguala en su importancia a ambos bandos, me parece que se atiene a la realidad de los hechos y que salvo matices, como afirmas, narra una historia verdadera y no el mito partidario que quiera hacerse uno a conveniencia.
Frente a frente una historia y dos memorias, parece que se estuvieran tendiendo puentes sin renunciar del todo a la disuasión y la desconfianza... Las negociaciones y retos de Hernán ante sus opuestos, su seguridad y determinación apoyadas en un visión distinta y superior a la indígena, en el sentido de su alcance respecto a la realidad del mundo que los españoles ya conocían pero no así los mexicas y vecinos en su microcosmos, nos ofrecen una dimensión de aquello en la que el sentido común, el sentido de trascendencia ante su mundo y ante la historia, son dignas de considerar para aquellos críticos que la ponen a parir porque Herman Corts.... no echara mano de la famosa determinación angloamericana de resolver un agravio...
Buena serie. Si ésto es todo o va peor, pues una pena. Si se ponen en marcha otros proyectos que tomen de éste lo que me parece esencial, es posible que desde ambos lados del charco encontremos un historia común fascinante y sin que tal fascinación deba depender de sesgos particulares que al final concluyen todos en el enfrentamiento.
P.D. He leído su siguiente post y me ha gustado mucho con bastantes discrepancias por mi parte, no por el dato en sí sino por el contexto complicadísimo al que se somete la serie.
