Vlad_Empalador
Será en Octubre
¿Los 50 son los nuevos 40 para las mujeres? Rotundamente sí
Para las mujeres de 50, esta década son los nuevos 40. Shutterstock
En la cima de su carrera profesional algunas, muchas de ellas con las expectativas personales y familiares conseguidas, viven un momento dulce en el que tienen mucho que decir y que aportar, pues forman, según la socióloga Elisa Chuliá, "un grupo muy poderoso desde el punto de vista económico y político".
Todas las preguntadas, con los vaqueros y las sneakers como 'uniforme' de su día a día, afirman que el cambio de década, de los 40 a los 50, no trajo consigo una gran tras*formación de su vestuario ni de su forma de maquillarse o peinarse. Solo una cosa, varias de ellas sí están pensando en hacerse algún retoque estético.
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Y es que si alguien se está acordando de sus abuelas, que cuando tenían cincuenta y tantos años eran eso, abuelas, tanto en su forma de vivir como de arreglarse, que vaya cambiando el chip, porque ahora las mujeres de 50 siguen siendo extraordinariamente activas.
NADA QUE VER CON NUESTRAS ABUELAS
Así lo asegura Chuliá, que argumenta que "todo depende de las funciones que se adopten": En primer lugar, afirma, "ahora tardamos mucho más que antes en ser abuelas" ya que tenemos hijos más tarde, y estos a su vez también tardan en tenerlos.
En segundo lugar, dice la socióloga, "la mayor parte de las mujeres que ahora tienen 80 años -o sea, las madres de las que tienen 50- no trabajaban fuera de casa, lo que configura tu agenda de forma muy distinta: te arreglas menos, no interaccionas tanto con los demás. Si sales de casa, te reúnes, hablas..., haces un esfuerzo por tener el aspecto que se corresponde con eso".
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Y muy importante, Chuliá hace hincapié en los avances médicos, que hacen que ahora las mujeres de 50 se encuentren mucho mejor que antes: "En general nos hemos incorporado más tarde al mercado laboral, después de estudiar. Hay un abismo entre nuestra vida y la que llevaron nuestras abuelas".
EL ASPECTO FÍSICO
Un punto destacable este de encontrarnos bien en nuestra piel una vez cumplido el medio siglo de vida. Lo saben bien Virtudes Ruiz y María Vicente, cirujanas y médico estéticas, que confirman que "hoy en día, la edad cronológica (fecha de nacimiento) no se corresponde, en múltiples ocasiones, con la biológica (el estado interno de nuestro organismo)".
"Teniendo esto en cuenta y también el aumento de la esperanza de vida, efectivamente podemos decir que los 50 de ahora son los nuevos 40", indican, y señalan que "tenemos acceso a múltiples tratamientos médico estéticos para mejorar nuestro aspecto externo, que junto con el ejercicio y los hábitos dietéticos pueden conseguir que nos veamos con un aspecto externo acorde a cómo nos sentimos realmente".
De hecho, es frecuente que a los 50 se comience a visitar las clínicas de este tipo no para convertirse en jovencitas como hizo, por ejemplo, la cantante Cher, sino para "realizarse tratamientos minímamente invasivos con resultados naturales", el mantra de nuestro tiempo. Uno de los más demandados, y que implica el paso por el quirófano, es la blefaroplastia superior, para eliminar el exceso de piel en el párpado superior, confirman Ruiz y Vicente.
Es el rostro lo que más preocupa a las cincuentañeras, afirman las especialistas, pues lo más demandado en su consulta a esta edad son "tratamientos de la cara para reposicionar tejidos por la flacidez y eliminar arrugas de expresión, o de la piel fotoenvejecida".
NO ES UNA OBSESIÓN
¿Llega a convertirse esta posible mejora de nuestro aspecto en una obsesión? "No", aseguran las doctoras, "es simplemente coherencia, porque cuando te sientes fuerte y joven internamente quieres que eso se corresponda con tu aspecto externo".
Un aspecto físico del que también tiene mucho que decir la esteticista Carmen Navarro. Las mujeres de 50 acuden a sus centros principalmente para tratar la acumulación de grasa en la zona abdominal y para recibir masajes drenantes, que combaten el estrés.
Eso en cuanto al cuerpo, porque en el rostro ellas quieren recuperar la firmeza de la piel y redefinir los ángulos, lo que se consigue, afirma Navarro, "con radiofrecuencia, electroestimulación y ultrasonidos".
En cualquier caso, la experta recuerda que hay "chivatos" que delatan nuestra edad real: "Las manos, el cuello y el balcón. Son como el DNI de nuestra piel". "La edad está ahí, eso no debemos olvidarlo y también debemos presumir de lo maravillosa que es esta etapa, con la madurez y la experiencia adquiridas", concluye.
LA EXPERIENCIA ES UN GRADO
Una experiencia que es, para muchas, uno de los grandes valores de la edad. Como dice con humor C.M., de 55 años, que afirma sentirse en el mejor año de su vida y con una destacada labor profesional a sus espaldas, "los hombres de nuestra edad todavía nos miran, ¿no? Tenemos un punto de experiencia y de falta de vergüenza (que no desvergüenza) que compensa las arrugas".
Aunque no es su caso, muchas mujeres a los 50 se topan con la llamada 'invisibilidad'. Entran a un sitio y nadie las mira, les es difícil continuar en el mercado laboral y se sienten excluidas en general. Algo, que sin embargo, cada vez sucede menos, según la socióloga Elisa Chuliá, quien opina que "la sociedad actual está muy estructurada por el trabajo: si dejas de hacerlo pierdes visibilidad".
Como conclusión, la propia C.M.; A.A., de 56 años; A.L., de 53, y E.G., de 53, no se apuntarán este otoño a la tendencia de la minifalda, tienen claro que eso se queda para las más jovencitas, pero están contentas en su piel, en su cuerpo y con su vida. Lo que no es poco..., aunque de vez en cuando recuerden con cierta nostalgia cuando tenían 40 o incluso 30.
- CRISTINA ALDAZ
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Para las mujeres de 50, esta década son los nuevos 40. Shutterstock
En la cima de su carrera profesional algunas, muchas de ellas con las expectativas personales y familiares conseguidas, viven un momento dulce en el que tienen mucho que decir y que aportar, pues forman, según la socióloga Elisa Chuliá, "un grupo muy poderoso desde el punto de vista económico y político".
Todas las preguntadas, con los vaqueros y las sneakers como 'uniforme' de su día a día, afirman que el cambio de década, de los 40 a los 50, no trajo consigo una gran tras*formación de su vestuario ni de su forma de maquillarse o peinarse. Solo una cosa, varias de ellas sí están pensando en hacerse algún retoque estético.
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Y es que si alguien se está acordando de sus abuelas, que cuando tenían cincuenta y tantos años eran eso, abuelas, tanto en su forma de vivir como de arreglarse, que vaya cambiando el chip, porque ahora las mujeres de 50 siguen siendo extraordinariamente activas.
NADA QUE VER CON NUESTRAS ABUELAS
Así lo asegura Chuliá, que argumenta que "todo depende de las funciones que se adopten": En primer lugar, afirma, "ahora tardamos mucho más que antes en ser abuelas" ya que tenemos hijos más tarde, y estos a su vez también tardan en tenerlos.
En segundo lugar, dice la socióloga, "la mayor parte de las mujeres que ahora tienen 80 años -o sea, las madres de las que tienen 50- no trabajaban fuera de casa, lo que configura tu agenda de forma muy distinta: te arreglas menos, no interaccionas tanto con los demás. Si sales de casa, te reúnes, hablas..., haces un esfuerzo por tener el aspecto que se corresponde con eso".
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Y muy importante, Chuliá hace hincapié en los avances médicos, que hacen que ahora las mujeres de 50 se encuentren mucho mejor que antes: "En general nos hemos incorporado más tarde al mercado laboral, después de estudiar. Hay un abismo entre nuestra vida y la que llevaron nuestras abuelas".
EL ASPECTO FÍSICO
Un punto destacable este de encontrarnos bien en nuestra piel una vez cumplido el medio siglo de vida. Lo saben bien Virtudes Ruiz y María Vicente, cirujanas y médico estéticas, que confirman que "hoy en día, la edad cronológica (fecha de nacimiento) no se corresponde, en múltiples ocasiones, con la biológica (el estado interno de nuestro organismo)".
"Teniendo esto en cuenta y también el aumento de la esperanza de vida, efectivamente podemos decir que los 50 de ahora son los nuevos 40", indican, y señalan que "tenemos acceso a múltiples tratamientos médico estéticos para mejorar nuestro aspecto externo, que junto con el ejercicio y los hábitos dietéticos pueden conseguir que nos veamos con un aspecto externo acorde a cómo nos sentimos realmente".
De hecho, es frecuente que a los 50 se comience a visitar las clínicas de este tipo no para convertirse en jovencitas como hizo, por ejemplo, la cantante Cher, sino para "realizarse tratamientos minímamente invasivos con resultados naturales", el mantra de nuestro tiempo. Uno de los más demandados, y que implica el paso por el quirófano, es la blefaroplastia superior, para eliminar el exceso de piel en el párpado superior, confirman Ruiz y Vicente.
Es el rostro lo que más preocupa a las cincuentañeras, afirman las especialistas, pues lo más demandado en su consulta a esta edad son "tratamientos de la cara para reposicionar tejidos por la flacidez y eliminar arrugas de expresión, o de la piel fotoenvejecida".
NO ES UNA OBSESIÓN
¿Llega a convertirse esta posible mejora de nuestro aspecto en una obsesión? "No", aseguran las doctoras, "es simplemente coherencia, porque cuando te sientes fuerte y joven internamente quieres que eso se corresponda con tu aspecto externo".
Un aspecto físico del que también tiene mucho que decir la esteticista Carmen Navarro. Las mujeres de 50 acuden a sus centros principalmente para tratar la acumulación de grasa en la zona abdominal y para recibir masajes drenantes, que combaten el estrés.
Eso en cuanto al cuerpo, porque en el rostro ellas quieren recuperar la firmeza de la piel y redefinir los ángulos, lo que se consigue, afirma Navarro, "con radiofrecuencia, electroestimulación y ultrasonidos".
En cualquier caso, la experta recuerda que hay "chivatos" que delatan nuestra edad real: "Las manos, el cuello y el balcón. Son como el DNI de nuestra piel". "La edad está ahí, eso no debemos olvidarlo y también debemos presumir de lo maravillosa que es esta etapa, con la madurez y la experiencia adquiridas", concluye.
LA EXPERIENCIA ES UN GRADO
Una experiencia que es, para muchas, uno de los grandes valores de la edad. Como dice con humor C.M., de 55 años, que afirma sentirse en el mejor año de su vida y con una destacada labor profesional a sus espaldas, "los hombres de nuestra edad todavía nos miran, ¿no? Tenemos un punto de experiencia y de falta de vergüenza (que no desvergüenza) que compensa las arrugas".
Aunque no es su caso, muchas mujeres a los 50 se topan con la llamada 'invisibilidad'. Entran a un sitio y nadie las mira, les es difícil continuar en el mercado laboral y se sienten excluidas en general. Algo, que sin embargo, cada vez sucede menos, según la socióloga Elisa Chuliá, quien opina que "la sociedad actual está muy estructurada por el trabajo: si dejas de hacerlo pierdes visibilidad".
Como conclusión, la propia C.M.; A.A., de 56 años; A.L., de 53, y E.G., de 53, no se apuntarán este otoño a la tendencia de la minifalda, tienen claro que eso se queda para las más jovencitas, pero están contentas en su piel, en su cuerpo y con su vida. Lo que no es poco..., aunque de vez en cuando recuerden con cierta nostalgia cuando tenían 40 o incluso 30.