Artículo interesante sobre Miguel Ricart y su trayectoria al salir de la guandoca

Es una verguenza que haya salido de la guandoca.

La libertad ha sido peor para él y para la gente que tenga que convivir con este elemento cerca. Como sentencia el artículo:

Ricart habría estado mejor en prisión que de nuevo en la calle. “No tiene para comer, no tiene para dormir, no tiene teléfono... Es una irresponsabilidad”, resume la monja, señalando también la nueva alarma social que puede crearse. “Entiendo la rabia y el repruebo contra él, me hago cargo, pero es un enfermo mental vagando por la calle”, añade. “Ahora es muy difícil encontrarle acogida. Nos piden que lo saquemos de España, pero es muy complicado”, se queja otro religioso. “Quienes han creado el problema que lo solucionen”, concluye.
 
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