Bujix
Madmaxista
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Pues sigo pensando exactamente lo mismo que pensaba sobre la tumba de Cervantes. Y además, echo de menos o creo que en esas palabras de Pérez-Reverte se echa de menos al periodista antes que al defensor a ultranza del españolismo cervantino.
Él dice y dice muy bien, que los restos de Cervantes se perdieron entre 1630 y 1730, época en que se llevó a cabo la restauración de las Trinitarias. Así que como lo más normal del mundo, levantaban las tumbas y las cambiaban de sitio. No sé si con aviesas intenciones además de por necesidades de "organización" del espacio.
El caso es que Miguel de Cervantes dispuso en su testamento ser enterrado en ese convento y allí sigue.
Bien.
Pasan unos cuantos siglos y de repente, aparece un señor, este señor
llamado Fernando Prado y Pardo-Manuel de Villena, que se dice historiador pero del que no hay apenas estudios históricos salvo investigaciones sobre sus ancestros y algún libro sobre los nobles y la política.
Total, que empieza a viajar a Madrid, contacta con el dueño de una empresa de Georradar, (Condor Geo-radar) con este,
Luis Avial, el mismo que fue contratado para investigar los restos de la finca de Las Quemadillas.
Y entre los dos empiezan a pensar que no sería complicado encontrar los restos de Cervantes, empiezan a pensar en una Casa-Museo Cervantes, que sería muy interesante de cara al turismo, de cara a la economía, a la historia, etc. Piden primero ayuda financiera a una empresa americana, que finalmente no les presta colaboración porque piensan que es un timo, y siguen contactando con gente hasta que dan con Pedro Corral, concejal de Las Artes del Ayuntamiento de Madrid, a quien convence para llevar a cabo el proyecto y poner de acuerdo al Ayuntamiento y al Obispado.
¿Y quién es este historiador con vocación de salvador de la historia, la fama y los huesos de Cervantes? Sobrino de Prado y Colón de Carvajal, pero seguramente de la rama sin un euro de la familia. Sí, de esa familia unida a JC-I.
Finalmente se añade al equipo Etxeberría, que es el que ha dirigido la última fase del proyecto, que es un experto en reconocimiento de restos óseos.
A día de hoy, después de gastado el dinero por iniciativa de un hombre del que no pongo en duda la bondad de sus intenciones, del dueño de una empresa de geo-radar, de un concejal y de un científico, la realidad es que nadie puede asegurar que los huesos encontrados son o no de Cervantes. Solo ha servido para que Botella se haya hecho una fotito hablando de Cervantes.
Pero es que además, y esto es lo fundamental, aunque los huesos pertenecieran a Cervantes, se le tendría que volver a inhumar en el mismo convento donde están esparcidos sus huesos. Porque él así lo dispuso en su testamento.
¿Y a quién pertenece la Iglesia? ah, vaya. Que no es público el lugar. Y que no se pueden contravenir las últimas voluntades de un difunto, ni siquiera en aras de diseñar visitas culturales a su tumba. Qué faena.
Creo que la difusión de Cervantes es responsabilidad de la RAE, entre otros. Así que no sé si es muy elegante echar balones fuera, estando como está P.Reverte dentro de la RAE.
No me venga ahora diciendo que no tenemos narices de organizar algo como en Inglaterra, que no somos más que unos acomplejados, que etc, etc, etc. A ver qué están haciendo ellos.
Él dice y dice muy bien, que los restos de Cervantes se perdieron entre 1630 y 1730, época en que se llevó a cabo la restauración de las Trinitarias. Así que como lo más normal del mundo, levantaban las tumbas y las cambiaban de sitio. No sé si con aviesas intenciones además de por necesidades de "organización" del espacio.
El caso es que Miguel de Cervantes dispuso en su testamento ser enterrado en ese convento y allí sigue.
Bien.
Pasan unos cuantos siglos y de repente, aparece un señor, este señor
llamado Fernando Prado y Pardo-Manuel de Villena, que se dice historiador pero del que no hay apenas estudios históricos salvo investigaciones sobre sus ancestros y algún libro sobre los nobles y la política.
Total, que empieza a viajar a Madrid, contacta con el dueño de una empresa de Georradar, (Condor Geo-radar) con este,
Luis Avial, el mismo que fue contratado para investigar los restos de la finca de Las Quemadillas.
Y entre los dos empiezan a pensar que no sería complicado encontrar los restos de Cervantes, empiezan a pensar en una Casa-Museo Cervantes, que sería muy interesante de cara al turismo, de cara a la economía, a la historia, etc. Piden primero ayuda financiera a una empresa americana, que finalmente no les presta colaboración porque piensan que es un timo, y siguen contactando con gente hasta que dan con Pedro Corral, concejal de Las Artes del Ayuntamiento de Madrid, a quien convence para llevar a cabo el proyecto y poner de acuerdo al Ayuntamiento y al Obispado.
¿Y quién es este historiador con vocación de salvador de la historia, la fama y los huesos de Cervantes? Sobrino de Prado y Colón de Carvajal, pero seguramente de la rama sin un euro de la familia. Sí, de esa familia unida a JC-I.
Finalmente se añade al equipo Etxeberría, que es el que ha dirigido la última fase del proyecto, que es un experto en reconocimiento de restos óseos.
A día de hoy, después de gastado el dinero por iniciativa de un hombre del que no pongo en duda la bondad de sus intenciones, del dueño de una empresa de geo-radar, de un concejal y de un científico, la realidad es que nadie puede asegurar que los huesos encontrados son o no de Cervantes. Solo ha servido para que Botella se haya hecho una fotito hablando de Cervantes.
Pero es que además, y esto es lo fundamental, aunque los huesos pertenecieran a Cervantes, se le tendría que volver a inhumar en el mismo convento donde están esparcidos sus huesos. Porque él así lo dispuso en su testamento.
¿Y a quién pertenece la Iglesia? ah, vaya. Que no es público el lugar. Y que no se pueden contravenir las últimas voluntades de un difunto, ni siquiera en aras de diseñar visitas culturales a su tumba. Qué faena.
Creo que la difusión de Cervantes es responsabilidad de la RAE, entre otros. Así que no sé si es muy elegante echar balones fuera, estando como está P.Reverte dentro de la RAE.
No me venga ahora diciendo que no tenemos narices de organizar algo como en Inglaterra, que no somos más que unos acomplejados, que etc, etc, etc. A ver qué están haciendo ellos.
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