PanzerMikel_borrado
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"Dirigió" el intento de golpe de Estado
Madrid.- 25 años después de la fin del dictador Francisco Franco, el
rey Juan Carlos es considerado por la sociedad española como el garante de
las instituciones y el defensor de la democracia. Por ello, se ha vuelto
casi intocable.Su prestigio como un monarca demócrata creció
considerablemente después del 23 de febrero de 1981, cuando el teniente
coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero y los generales Milans del
Bosch y Alfonso Armada intentaron dar un golpe de Estado, que en parte
fracasó cuando Juan Carlos manifestó su rechazo a la intentona.
Sin embargo, justo 20 años después de dicho intento de golpe de Estado,
han surgido dudas sobre quién en verdad estaba detrás de los golpistas. El
coronel Amadeo Martínez Inglés, autor del libro 23-F. El golpe que nunca
existió (Editorial Foca), sostiene ahora la siguiente tesis: Se trató de
una operación político-militar-borbónica, dirigida por el rey Juan Carlos,
quien estaba enterado de que un grupo de militares ultraderechistas
preparaban un movimiento para derrocarlo.
El rey es también el protagonista de otro libro que revela sus negocios,
sus relaciones sospechosas con los medios de comunicación y hasta posibles
líos de faldas. Se titula El negocio de la libertad, y fue escrito por el
periodista Jesús Cacho, publicado por la misma editorial, dirigida por
Ramón Akal, un hombre sometido durante la dictadura a 11 sumarios del
Tribunal de Orden Público.
Pacto de silencio
El coronel Martínez Inglés fue profesor de Historia Militar y Estrategia
en la Escuela del Estado Mayor y testigo directo de los entresijos del
Ejército durante el período de la tras*ición como jefe de Movilización del
Estado Mayor y jefe de la Brigada de Infantería de Zaragoza. Desde hace 17
años, empezó sus investigaciones sobre la intentona golpista.
Hace unos seis años, publicó el libro La tras*ición vigilada, pero fue
retirado del mercado a los 15 días. En 1990 fue arrestado durante cinco
meses en la prisión militar de Alcalá de Henares por defender la idea de
crear unas fuerzas armadas profesionales, y se le apartó del servicio
activo justo cuando iba a ser ascendido a general.
En entrevista, explica que hace 20 años no se registró un golpe militar:
"Los golpes militares se dirigen desde el primer momento contra la cúpula
del Estado, en este caso contra el rey; sin embargo, el 23 de febrero de
1981 al monarca no lo molestaron".
Afirma: "Los guardias civiles que entraron en el Congreso de los Diputados
bajo las órdenes del teniente coronel Tejero no iban en contra del rey,
iban precisamente en su nombre, incluso dando vivas al monarca, como se
observó en la televisión".
Prosigue: "Ese golpe, entre comillas, tampoco iba contra el sistema
político. El general Armada, la cabeza visible en Madrid, llevaba en su
bolsillo una hoja con un futuro gobierno presidido por él e integrado por
demócratas de los principales partidos políticos".
Entonces, llega a la siguiente conclusión: "Fue una maniobra
político-militar-institucional, puesta en marcha por el propio sistema,
desde la Corona, para desactivar un golpe militar que se estaba fraguando
para el 2 de mayo en los ambientes más radicales de la extrema derecha
española, era un golpe contra el rey, preparado por militares que deseaban
que España volviera al totalitarismo."
Enfatiza: "El rey, al ver lo que se venía, optó por tomar una decisión de
dar un golpe, o pseudo golpe, o una maniobra para salvar su corona. El rey
se salió del marco constitucional, y el fin nunca puede justificar los
medios".
—Sin embargo, el rey aparece como el hombre que salvó a España del golpe
de Estado y como el garante de la democracia...
—La Corona española ha rentabilizado durante todos estos años aquel evento
y el rey se ha convertido en un mito democrático. Eso es mentira, pues fue
el rey Juan Carlos quien autorizó al general Armada a montar el 23-F.
—Entonces, ¿el rey jugó dos papeles, porque mientras Tejero estaba en el
Congreso él salió en la televisión rechazando la sublevación?
—Así es. Se dice que la reina encontró al rey llorando porque el general
Armada —su preceptor cuando era niño y hombre de confianza desde que era
príncipe— lo había traicionado. Yo creo que no es así. La operación
fracasó por la actitud de Tejero al entrar en el Congreso de la forma como
lo hizo, pistola en mano, disparando al techo. El rey no pudo asumir esa
actuación.
"El rey fue alertado por sus ayudantes y le recomendaron que se quedara
fuera de la maniobra. Entonces el general Armada intentó ir al palacio de
la Zarzuela a explicarle al rey lo que había sucedido y prometerle que lo
solucionaría todo, pero el rey le dijo que se quedara en la sede del
Estado Mayor a las órdenes del general Gabeiras. Y después lo arrestaron."
Comenta que como militar, ha estado relacionado con muchos militares que
actuaron ese día en el Estado Mayor de Valencia, en el Estado Mayor del
Ejército y en la cúpula militar:
"He hablado con unos y otros y resulta que la versión oficial no es real.
El general Armada despachó con el rey 11 veces en un mes y pico antes del
golpe."
Recuerda que se destacó el hecho de que el general Milans del Bosch
hubiera sacado los tanques en Valencia, "pero los tanques salieron en plan
de desfile, sin munición, respetando los semáforos. Un golpe de Estado no
se monta así. En un verdadero golpe hubieran salido en Madrid y hubieran
ido al palacio del rey, no en Valencia".
El coronel Martínez Inglés coincidió durante los seis meses que estuvo en
la prisión de Alcalá de Henares con el general Milans del Bosch que en ese
entonces tenía 75 años y llevaba ya nueve años en la guandoca.
Conversaron en varias ocasiones y Martínez Inglés incluye en su libro las
únicas declaraciones de Milans del Bosch sobre esos acontecimientos. El
coronel le prometió no divulgarlas hasta después de su fin y ha
cumplido haciéndolo ahora a los cuatro años de su fallecimiento.
Milans del Bosch dijo: "El rey quiso dar un golpe de timón institucional,
enderezar el proceso que se le escapaba de las manos y, en esta ocasión,
con el peligro que se cernía sobre su corona y con el temor de que todo
saltara por los aires, me autorizó a actuar de acuerdo con las instrucciones
que recibiera de Armada".
Afirma que después el general Armada siguió teniendo mucha amistad con el
rey, con quien hizo un pacto de silencio: "No acusó a su señor, se calló y
estuvo solamente cinco años en la guandoca, después lo indultaron. Sin
embargo, el general Milans, un hombre completamente distinto de Armada, no
es un hombre de Palacio sino un militar más puro, fue engañado y
abandonado, siguió en la guandoca durante nueve años".
Como un dios
A pesar de las responsabilidades del monarca, el coronel Martínez Inglés
no cree que pase nada: "En España el rey es intocable, se le ha
beatificado, es como un dios, no es humano. La Constitución, hecha por él,
lo pone en un altar, no tiene responsabilidad de ninguna clase, haga lo
que haga no se le pueden pedir responsabilidades penales. Está por encima
de las leyes, y eso en un Estado de derecho no puede suceder.
"Se ha pretendido preservar la figura del jefe de Estado después de los 40
años de dictadura de Franco, para evitar, según ellos, otra guerra civil.
Es un disparate. Él es el sucesor de Franco, juró los principios del
franquismo y luego cambió a la democracia porque le convenía."
Considera que actualmente la poca gente que se atreve a cuestionar la
figura del rey está "marginada, ninguneada o políticamente destrozada.
Aunque ahora siento cierto cambio. Me han entrevistado para la televisión
oficial y la privada. Estoy asombrado. Será porque está gobernando la
derecha, y ellos no son muy favorables al rey, no digamos la extrema
derecha".
Para el coronel Martínez Inglés ya es tiempo de cambiar la configuración
del Estado y hacerlo más moderno: "La Constitución habrá que cambiarla,
nació después de una dictadura de 40 años; antes, quizá fue una solución".
Concluye: "El último régimen legal de verdad fue la República, destruida
por el golpe militar de Franco. El dictador nombró un heredero antes de
morir y ahora resulta que todos somos monárquicos. Habría que haber vuelto
a la República, que era la legalidad, o por lo menos dejar a los
ciudadanos que se pronunciaran. Estamos en una situación de interinidad
política y ya es hora de ir a un régimen totalmente democrático".
Fortuna real
El otro libro que se atreve a cuestionar al rey Juan Carlos es El negocio
de la libertad, de Jesús Cacho. El autor lo había entregado a la editorial
Plaza y Janés del grupo Berstelsmann, pero le dijeron que lo publicarían
si mutilaba 50%. "No queremos problemas", le comentaron.
Lo llevó entonces a la editorial Foca, y el libro ya va en la undécima
edición, con 90 mil ejemplares vendidos.
En entrevista, Cacho explica: "La columna vertebral del libro es que la
democracia española ha sido ocupada por un núcleo de poder surgido después
de la fin de Franco, donde están Juan Carlos I, como garante
institucional; Felipe González, en el poder político, y Jesús Polanco, en
el poder mediático, el control de la ideología y la factoría de las ideas;
y entre González y Polanco, el control de la judicatura".
También considera que el rey participó en el 23-F, y menciona en el libro
un informe escrito y firmado de puño y letra por el general Armada, que
confirma lo anterior, así como la carta que escribió antes del juicio, en
la cual el general le pide permiso al rey "por el honor de mis hijos y de
mi familia, para utilizar, durante el consejo de guerra, parte del
contenido de nuestra conversación, de la cual tengo nota puntual,
mantenida días antes del golpe, a la vuelta de los reyes del entierro de
la reina Federica de Grecia".
Cacho se explaya más sobre los negocios del rey: "El asunto más espinoso
de la historia de la monarquía española es el dinero del rey. La culpa de
esos comportamientos censurables del rey es precisamente de ese tabú, esa
especie de gran pacto de silencio que envuelve las actividades de la Casa
Real española".
En su libro de 650 páginas, Cacho relata los "negocios" del rey con las
potencias petroleras árabes: mediante el abogado Manuel Prado y Colón de
Carvajal, Juan Carlos cobra una comisión por el petróleo adquirido por
España o pide préstamos que nunca paga.
"Siempre se ha dicho que la Casa Real es pobre... Juan Carlos llegó al
trono de España literalmente con lo puesto... pero aquel monarca pobre que
en 1975 se hizo cargo de la Corona de España jurando la Constitución, es
hoy un hombre rico.
"Una de las primeras formas conocidas fue el petróleo, las comisiones del
crudo que importaba España para cubrir sus necesidades de energía. Todo
parecía normal... Nada más ocupar Juan Carlos I el trono a la fin del
dictador, Manuel Prado se dedicó a remitir varias misivas reales a otros
tantos monarcas reinantes, especialmente del mundo árabe, para pedirles
dinero en nombre del rey de España."
Según Cacho, la monarquía saudí respondió favorablemente con la concesión
de un crédito por 100 millones de dólares. Y la misma cantidad la dio la
empresa kuwaití KIO, mediante el empresario Javier de la Rosa, hoy
enjuiciado por una cuestión diferente.
"Los pagos se justificaron en Kuwait por la necesidad de que, durante la
llamada 'Tormenta del Desierto', la aviación estadounidense pudiera
disponer a su antojo de las bases aéreas españolas de Rota y Torrejón,
para lo que era preciso 'untar' a los políticos."
Según el autor del libro, el ex presidente Felipe González sabe mucho sobre
las finanzas del rey y "los escandalosos negocios" de Manuel Prado y Colón
de Carvajal.
Cacho narra lo que dijo González en una ocasión que fue a ver al monarca:
—¡Y dile a Manolo Prado que se conforme con 2%, porque eso de cobrar 20%
es una barbaridad!
—Oye, oye, presidente —replicó el interlocutor—, ni le puedo decir nada a
Manolo Prado ni sé de qué me estás hablando.
Señala que el periódico monárquico ABC y El País silencian todo lo malo
del monarca: "Esos dos periódicos son parte fundamental del sistema, y
sobre todo están las grandes fortunas empeñadas en su mantenimiento. En mi
libro se explica que Jesús Polanco —dueño de El País— es el primer garante
de la institución monárquica, pero al mismo tiempo el mayor peligro
potencial".
En el capítulo "Los amigos de la desmesura", Cacho revela detalles de los
líos de faldas del monarca, asuntos que han circulado de boca en boca,
pero nunca revelados gracias al pacto de silencio de la prensa española.
"La falta de habilidad de Manuel Prado ha estado detrás de un asunto de
faldas que ocupó las conversaciones del 'tout Madrid' durante meses, un
tema en el que la liberalidad del pueblo español alcanza cotas
desconocidas en otras latitudes, pero que pudo convertirse en algo más que
una simple aventura amorosa.
"Parece que la relación de amistad con una famosa vedete del espectáculo y
de la televisión comenzó a finales de los setenta y siguió viva hasta un
buen día, mes de junio de 1994, cuando la bella supo, con frases amables,
que la historia había terminado."
Cuenta que la artista empezó a presionar "con el soporte de cierto
material que ella misma había hecho grabar con motivo de la última visita
recibida en su chalet... La preocupación esencial residía en ciertas
frases, contenidas en la grabación en poder de la bella, relativas a los
sucesos del golpe de Estado del 23-F".
Entonces se encargó el asunto a Manuel Prado y Colón de Carvajal. "La
solución consistió, de nuevo vía Prado, en instalar en casa de la bella
una caja fuerte en la cual se acordó guardar un maletín con todo el
material, fotografías y grabaciones de audio y video. Una vez al mes, se
abría la caja fuerte, se comprobaba que el material seguía en el maletín,
se volvía a cerrar, y Prado hacía entrega a la señora de un sobre cerrado
con el estipendio mensual; unas fuentes dicen que 1 millón de pesetas,
otras, que bastante más. Y así, a lo largo de 1995 y parte de 1996..."
Hasta que llegó a la Presidencia José María Aznar, quien "pidió la
relación de gastos reservados de Presidencia y ordenó cerrar el grifo, lo
que provocó el enfado de la beneficiaria, que exigió entonces un aumento
de la asignación hasta los 2 millones mensuales para seguir siendo
discreta, promesa que sólo cumplió en parte, puesto que una noche acudió a
una comisaría de Policía para presentar una denuncia por supuestas
amenazas de fin".
Nuevo yate
Cacho investigó la compra, por 3 mil millones de pesetas, del nuevo yate
del rey, el Fortuna II. Relata que con motivo de la estancia del
matrimonio Clinton en Palma de Mallorca, los reyes los invitaron a dar un
paseo en el Fortuna por la bahía, y por mala suerte, se descompuso.
Después, "ante un grupo de empresarios isleños de renombre, el monarca se
manifestó quejoso: 'parece mentira, yo que soy el que traigo el turismo
aquí, toda mi familia viene en agosto desde hace no sé cuánto tiempo y
consentís que dé el espectáculo ante el presidente de Estados Unidos con
un barco que es una antigualla, que tiene más años que la tarara y se
estropea cada dos por tres'..."
Los empresarios pusieron en marcha una "curiosa fundación" que recolectó
los 3 mil millones de pesetas (alrededor de 17 millones y medio de
dólares).
Pero ahora se construye el Fortuna III en los astilleros de Bazán en
Cádiz. Se trata de un barco cuyo precio, por su espectacularidad y
dimensiones, no podrá bajar nunca de los 7 mil millones de pesetas de
acuerdo con las fuentes consultadas, y es posible que supere esa cifra.
Finalmente, Cacho tiene la certeza de que el rey también estuvo enterado
del terrorismo de Estado de los GAL: "Mucho se ha especulado con la
eventualidad de que el monarca estuviera al corriente de las acciones de
los GAL... A tenor de las declaraciones de Serra en el juicio por el
secuestro de Segundo Marey, es la Jujem (Junta de Jefes del Estado Mayor)
la que, al hilo del asesinato del capitán Martín Barrios, pide intervenir
directamente contra ETA. Y esa cadena debe necesariamente informar al rey
de la situación, porque el rey es el jefe de la Jujem, la máxima
autoridad, el último escalón de la línea de mando."
EL BORBON EN ARGENTINA APOYANDO LA EXPLOTACION. EL REY JUAN CARLOS NO VIAJO A ARGENTINA SOLO
Como es sabido, el Rey Juan Carlos I viene a la Argentina como viajante
de comercio a hacer lobby para las poderosas y soberbias empresas y
bancos de su reino, lo cual no sería tan criticable desde el punto de
vista español, pero si delicado para nuestro país en momentos de grave
crisis.
Es público que el áspero Néstor Kirchner advirtió al monarca que no
integrara su comitiva, como es su costumbre, con la cúpula del CEOE, que
en lo internacional maneja el agresivo José María Lacasa, nucleando a lo
más granado del empresariado español. El Presidente no desea hacer una
asamblea con esos hombres de negocios, sino que, en su momento,
discutirá caso por caso. De todos modos, ya están en Buenos Aires y
otros por llegar, las principales cabezas o sus primeras espadas, de
empresas privatizadas que fueron argentinas y de bancos que vaciaron sus
arcas de dólares llevándose todo y ahora pretendiendo indemnizaciones a
costa de nuestro pueblo.
Entonces, Madrid hizo saber que el avión real traerá a un solo
acompañante de Juan Carlos I, su amigo personal Francisco Luzón, hábil
brazo derecho de otro amigo, Emilio Botín. Botín es el mandamás del
Santander Central Hispano (SCH), el banco más poderoso de España. con
ramificaciones mundiales. Pero Botín, por algunos motivos no puede venir
a Buenos Aires. Tampoco viajará su hija Patricia Botín, presidenta de la
División Internacional del Banco Santander, pues tiene captura
recomendada en Argentina. Pero Francisco Luzón, en su carácter de
Consejero-Director General y como amigo del Rey, bien puede representar
al Grupo Botín.
El costoso señor Solchaga
El nada sutil lobbysta Felipe González, en esta batalla ha avanzado a su
camarada en materia de negocios, Carlos Solchaga, quien fuera su
Ministro de Industria y Comercio y también ocupó la cartera de Economía.
Este personaje, fue recomendado por su jefe socialista al ex presidente
Fernando De la Rúa como asesor externo, cobrando solamente 25.000
dólares mensuales, más pasajes en primera clase (ninguno costaba menos
de 6.000 dólares) porque la mayor parte de su tiempo la pasaba en
España, donde siguió, y sigue, trabajando para PRISA. PRISA es el más
grande holding de comunicaciones y editoriales de España y propietaria o
copropietaria en Argentina de canales de televisión, diarios y algunas
de las principales editoriales, manejado todo desde Madrid, por el
polémico grupo de Raúl Polanco, otro halcón. Los consejos de Solchaga,
por supuesto, favorecieron a empresas españolas y sus frutos en la
Argentina terminaron en el conocido caos de las cacerolas, los
sangrientos choques sociales y la renuncia de Don Fernando. Pero
Solchaga no perdió su conchabo, pues lo siguió utilizando Eduardo
Duhalde con los mismos honorarios.
Es de suponer que el presidente Kirchner se haya desprendido de
Solchaga, pero anda suelto por Buenos Aires, donde tiene múltiples
relaciones políticas, periodísticas y económicas. Seguramente, no ha
venido en viaje de turismo ni chocará con los otros lobbystas hispanos,
pues presionan juntos. Además, Solchaga ha arribado con otro de la
pesada lobbysta, José Aureliano Recio, ex consejero de la Junta de
Andalucia y del BBVA.
Otros adelantados
Alfonso Cortina, número uno de Repsol-YPF junto a la petrolera francesa
Total, anunciaron que, asociados con Techín y el estado criollo, acaban
de firmar un convenio para la construcción de un gasoducto que unirá al
NO argentino con Bolivia. La inversión es de 1.000 millones de dólares,
de los cuales aportará nuestro tesoro nacional 250 millones. Es de
esperar que comiencen a poner su parte los particulares y no el estado.
El periódico electrónico Hispanidad del 7 de noviembre dice: -Todas las
patadas que la administración Kirchner está dando a las empresas
españolas presentes en la Argentina tienen una excepción: Repsol-YPF.
Nadie sabe, y son muchos los que desean saberlo, cómo Alfonso Cortina ha
logrado mantener unas relaciones fluidas con el populista Néstor
Kirchner. Ni Telefónica, ni Endesa, ni SCH, ni BBVA han logrado algo
parecido a ello. ¿Será porque Repsol-YPF ha anunciado que invertirá en
Argentina 4.800 millones de euros hasta el año 2007?. Dicha inversión se
centrará en especial en la explotación del petróleo en Yancanello
(Mendoza), considerado el mejor yacimiento de toda la Argentina.
Cortina, en este caso como en otros, deberá vencer la obstinada ofensiva
de Greenpeace en defensa del ecosistema.
También anda en el país, moviéndose muy discretamente, Luís Rivera,
director de Endesa Internacional. Como varios otros hombres de negocios,
viene a destrabar algunos enredos de sus concesiones objetadas.
César Alierta, otro viajero, habría prometido al ministro Julio De Vido
una inversión de 700 millones de dólares en 4 años. No es mucho para el
monto de las operaciones y ganancias de la empresa.
El caso Aerolíneas Argentinas estaba días atrás muy espinoso. Los
gremios argentinos acusan a sus directivos de un nuevo vaciamiento (cada
día tienen menos aviones, más hipotecados y algunos embargados).
Asimismo, exigen los sindicalistas la renuncia del presidente de la
firma, el señor Antonio Mata, quien tiene una condena criminal en
España, proceso hoy en apelación.
Sin embargo, Hispanidad, el periódico electrónico más importante editado
en España y de progresiva gran difusión en competencia con la prensa
escrita, publica en su edición de hoy 11 de noviembre una nota titulada
-Aerolíneas Argentinas: fructífera entrevista de Antonio Mata con
Kirchner. Su primer párrafo dice:: -Si hay una empresa con la que el
gobierno Kirchner ha tenido malas relaciones es con Aerolíneas
Argentinas, presidida por Antonio Mata y propiedad de Viajes Marsans, a
quien se la adjudicó la Sociedad Estatal de Participaciones, la SEPI.
Pues bien, parece que las aguas, por decir algo, vuelven a su cauce.
Kirchner recibió a Antoinio Mata en compañía del poderoso ministro jefe
del Gabinete Presidencial, Alberto Fernández y del fututo gobernador de
Santa Cruz Sergio Acevedo, así como de uno de los más fieles
colaboradores, el ministro de Planificación Julio De Vido. Más de dos
horas departiendo...
Esta reunión del Presidente con Antonio Mata (Aerolíneas Argentinas),
como la realizada con Alfonso Cortina (Repsol-YPF), al igual que la
mantenida por el ministro De Vido con César Alieta (Telefónica),
muestran que Néstor Kirchner está imponiendo su plan de tratar con los
empresarios españoles uno por uno y no en patota, pues los casos son muy
distintos. Además, el jefe del estado los ha recibido sin la presencia
de economistas argentinos televisivos, quienes a partir de ahora pierden
influencia. De modo que el Rey, se encontrará con varios hechos
consumados sin su participación.
Mientras el viernes el rey Juan Carlos parta a Bolivia a presidir en
Santa Cruz de la Sierra un congreso iberoamericano, la mayoría de los
empresarios españoles viajarán a Santiago de Chile, donde se unirán con
el presidente José María Aznar (que en mayo deja el poder) y les abrirá
puertas para negociar con el presidente Lagos.
Nota del autor
El autor de esta segunda nota sobre la visita de los reyes de España,
las empresas privatizadas, los bancos y la deuda externa, ha recibido
muchas adhesiones de simpatía que agradece. No obstante, un personaje
anónimo, que no leyó bien, le ha acusado de sabotear la visita real.
Nada más contrario a sus propósitos. El autor intenta solo hacer conocer
a la ciudadanía las calidades y maniobras extranjeras de capitales
usurarios, presionando para sacar ventajas y privilegios, sin asumir sus
partes de culpas ni tampoco importarles la gravedad de nuestra crisis y
los padecimientos del pueblo argentino. Recuérdese que el propio
presidente ha apelado al patriotismo pidiendo comprensión sobre la
situación (-estamos hundidos cien metros bajo el nivel del piso) y ser
acompañado para salir de la crisis.
FUENTE
Madrid.- 25 años después de la fin del dictador Francisco Franco, el
rey Juan Carlos es considerado por la sociedad española como el garante de
las instituciones y el defensor de la democracia. Por ello, se ha vuelto
casi intocable.Su prestigio como un monarca demócrata creció
considerablemente después del 23 de febrero de 1981, cuando el teniente
coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero y los generales Milans del
Bosch y Alfonso Armada intentaron dar un golpe de Estado, que en parte
fracasó cuando Juan Carlos manifestó su rechazo a la intentona.
Sin embargo, justo 20 años después de dicho intento de golpe de Estado,
han surgido dudas sobre quién en verdad estaba detrás de los golpistas. El
coronel Amadeo Martínez Inglés, autor del libro 23-F. El golpe que nunca
existió (Editorial Foca), sostiene ahora la siguiente tesis: Se trató de
una operación político-militar-borbónica, dirigida por el rey Juan Carlos,
quien estaba enterado de que un grupo de militares ultraderechistas
preparaban un movimiento para derrocarlo.
El rey es también el protagonista de otro libro que revela sus negocios,
sus relaciones sospechosas con los medios de comunicación y hasta posibles
líos de faldas. Se titula El negocio de la libertad, y fue escrito por el
periodista Jesús Cacho, publicado por la misma editorial, dirigida por
Ramón Akal, un hombre sometido durante la dictadura a 11 sumarios del
Tribunal de Orden Público.
Pacto de silencio
El coronel Martínez Inglés fue profesor de Historia Militar y Estrategia
en la Escuela del Estado Mayor y testigo directo de los entresijos del
Ejército durante el período de la tras*ición como jefe de Movilización del
Estado Mayor y jefe de la Brigada de Infantería de Zaragoza. Desde hace 17
años, empezó sus investigaciones sobre la intentona golpista.
Hace unos seis años, publicó el libro La tras*ición vigilada, pero fue
retirado del mercado a los 15 días. En 1990 fue arrestado durante cinco
meses en la prisión militar de Alcalá de Henares por defender la idea de
crear unas fuerzas armadas profesionales, y se le apartó del servicio
activo justo cuando iba a ser ascendido a general.
En entrevista, explica que hace 20 años no se registró un golpe militar:
"Los golpes militares se dirigen desde el primer momento contra la cúpula
del Estado, en este caso contra el rey; sin embargo, el 23 de febrero de
1981 al monarca no lo molestaron".
Afirma: "Los guardias civiles que entraron en el Congreso de los Diputados
bajo las órdenes del teniente coronel Tejero no iban en contra del rey,
iban precisamente en su nombre, incluso dando vivas al monarca, como se
observó en la televisión".
Prosigue: "Ese golpe, entre comillas, tampoco iba contra el sistema
político. El general Armada, la cabeza visible en Madrid, llevaba en su
bolsillo una hoja con un futuro gobierno presidido por él e integrado por
demócratas de los principales partidos políticos".
Entonces, llega a la siguiente conclusión: "Fue una maniobra
político-militar-institucional, puesta en marcha por el propio sistema,
desde la Corona, para desactivar un golpe militar que se estaba fraguando
para el 2 de mayo en los ambientes más radicales de la extrema derecha
española, era un golpe contra el rey, preparado por militares que deseaban
que España volviera al totalitarismo."
Enfatiza: "El rey, al ver lo que se venía, optó por tomar una decisión de
dar un golpe, o pseudo golpe, o una maniobra para salvar su corona. El rey
se salió del marco constitucional, y el fin nunca puede justificar los
medios".
—Sin embargo, el rey aparece como el hombre que salvó a España del golpe
de Estado y como el garante de la democracia...
—La Corona española ha rentabilizado durante todos estos años aquel evento
y el rey se ha convertido en un mito democrático. Eso es mentira, pues fue
el rey Juan Carlos quien autorizó al general Armada a montar el 23-F.
—Entonces, ¿el rey jugó dos papeles, porque mientras Tejero estaba en el
Congreso él salió en la televisión rechazando la sublevación?
—Así es. Se dice que la reina encontró al rey llorando porque el general
Armada —su preceptor cuando era niño y hombre de confianza desde que era
príncipe— lo había traicionado. Yo creo que no es así. La operación
fracasó por la actitud de Tejero al entrar en el Congreso de la forma como
lo hizo, pistola en mano, disparando al techo. El rey no pudo asumir esa
actuación.
"El rey fue alertado por sus ayudantes y le recomendaron que se quedara
fuera de la maniobra. Entonces el general Armada intentó ir al palacio de
la Zarzuela a explicarle al rey lo que había sucedido y prometerle que lo
solucionaría todo, pero el rey le dijo que se quedara en la sede del
Estado Mayor a las órdenes del general Gabeiras. Y después lo arrestaron."
Comenta que como militar, ha estado relacionado con muchos militares que
actuaron ese día en el Estado Mayor de Valencia, en el Estado Mayor del
Ejército y en la cúpula militar:
"He hablado con unos y otros y resulta que la versión oficial no es real.
El general Armada despachó con el rey 11 veces en un mes y pico antes del
golpe."
Recuerda que se destacó el hecho de que el general Milans del Bosch
hubiera sacado los tanques en Valencia, "pero los tanques salieron en plan
de desfile, sin munición, respetando los semáforos. Un golpe de Estado no
se monta así. En un verdadero golpe hubieran salido en Madrid y hubieran
ido al palacio del rey, no en Valencia".
El coronel Martínez Inglés coincidió durante los seis meses que estuvo en
la prisión de Alcalá de Henares con el general Milans del Bosch que en ese
entonces tenía 75 años y llevaba ya nueve años en la guandoca.
Conversaron en varias ocasiones y Martínez Inglés incluye en su libro las
únicas declaraciones de Milans del Bosch sobre esos acontecimientos. El
coronel le prometió no divulgarlas hasta después de su fin y ha
cumplido haciéndolo ahora a los cuatro años de su fallecimiento.
Milans del Bosch dijo: "El rey quiso dar un golpe de timón institucional,
enderezar el proceso que se le escapaba de las manos y, en esta ocasión,
con el peligro que se cernía sobre su corona y con el temor de que todo
saltara por los aires, me autorizó a actuar de acuerdo con las instrucciones
que recibiera de Armada".
Afirma que después el general Armada siguió teniendo mucha amistad con el
rey, con quien hizo un pacto de silencio: "No acusó a su señor, se calló y
estuvo solamente cinco años en la guandoca, después lo indultaron. Sin
embargo, el general Milans, un hombre completamente distinto de Armada, no
es un hombre de Palacio sino un militar más puro, fue engañado y
abandonado, siguió en la guandoca durante nueve años".
Como un dios
A pesar de las responsabilidades del monarca, el coronel Martínez Inglés
no cree que pase nada: "En España el rey es intocable, se le ha
beatificado, es como un dios, no es humano. La Constitución, hecha por él,
lo pone en un altar, no tiene responsabilidad de ninguna clase, haga lo
que haga no se le pueden pedir responsabilidades penales. Está por encima
de las leyes, y eso en un Estado de derecho no puede suceder.
"Se ha pretendido preservar la figura del jefe de Estado después de los 40
años de dictadura de Franco, para evitar, según ellos, otra guerra civil.
Es un disparate. Él es el sucesor de Franco, juró los principios del
franquismo y luego cambió a la democracia porque le convenía."
Considera que actualmente la poca gente que se atreve a cuestionar la
figura del rey está "marginada, ninguneada o políticamente destrozada.
Aunque ahora siento cierto cambio. Me han entrevistado para la televisión
oficial y la privada. Estoy asombrado. Será porque está gobernando la
derecha, y ellos no son muy favorables al rey, no digamos la extrema
derecha".
Para el coronel Martínez Inglés ya es tiempo de cambiar la configuración
del Estado y hacerlo más moderno: "La Constitución habrá que cambiarla,
nació después de una dictadura de 40 años; antes, quizá fue una solución".
Concluye: "El último régimen legal de verdad fue la República, destruida
por el golpe militar de Franco. El dictador nombró un heredero antes de
morir y ahora resulta que todos somos monárquicos. Habría que haber vuelto
a la República, que era la legalidad, o por lo menos dejar a los
ciudadanos que se pronunciaran. Estamos en una situación de interinidad
política y ya es hora de ir a un régimen totalmente democrático".
Fortuna real
El otro libro que se atreve a cuestionar al rey Juan Carlos es El negocio
de la libertad, de Jesús Cacho. El autor lo había entregado a la editorial
Plaza y Janés del grupo Berstelsmann, pero le dijeron que lo publicarían
si mutilaba 50%. "No queremos problemas", le comentaron.
Lo llevó entonces a la editorial Foca, y el libro ya va en la undécima
edición, con 90 mil ejemplares vendidos.
En entrevista, Cacho explica: "La columna vertebral del libro es que la
democracia española ha sido ocupada por un núcleo de poder surgido después
de la fin de Franco, donde están Juan Carlos I, como garante
institucional; Felipe González, en el poder político, y Jesús Polanco, en
el poder mediático, el control de la ideología y la factoría de las ideas;
y entre González y Polanco, el control de la judicatura".
También considera que el rey participó en el 23-F, y menciona en el libro
un informe escrito y firmado de puño y letra por el general Armada, que
confirma lo anterior, así como la carta que escribió antes del juicio, en
la cual el general le pide permiso al rey "por el honor de mis hijos y de
mi familia, para utilizar, durante el consejo de guerra, parte del
contenido de nuestra conversación, de la cual tengo nota puntual,
mantenida días antes del golpe, a la vuelta de los reyes del entierro de
la reina Federica de Grecia".
Cacho se explaya más sobre los negocios del rey: "El asunto más espinoso
de la historia de la monarquía española es el dinero del rey. La culpa de
esos comportamientos censurables del rey es precisamente de ese tabú, esa
especie de gran pacto de silencio que envuelve las actividades de la Casa
Real española".
En su libro de 650 páginas, Cacho relata los "negocios" del rey con las
potencias petroleras árabes: mediante el abogado Manuel Prado y Colón de
Carvajal, Juan Carlos cobra una comisión por el petróleo adquirido por
España o pide préstamos que nunca paga.
"Siempre se ha dicho que la Casa Real es pobre... Juan Carlos llegó al
trono de España literalmente con lo puesto... pero aquel monarca pobre que
en 1975 se hizo cargo de la Corona de España jurando la Constitución, es
hoy un hombre rico.
"Una de las primeras formas conocidas fue el petróleo, las comisiones del
crudo que importaba España para cubrir sus necesidades de energía. Todo
parecía normal... Nada más ocupar Juan Carlos I el trono a la fin del
dictador, Manuel Prado se dedicó a remitir varias misivas reales a otros
tantos monarcas reinantes, especialmente del mundo árabe, para pedirles
dinero en nombre del rey de España."
Según Cacho, la monarquía saudí respondió favorablemente con la concesión
de un crédito por 100 millones de dólares. Y la misma cantidad la dio la
empresa kuwaití KIO, mediante el empresario Javier de la Rosa, hoy
enjuiciado por una cuestión diferente.
"Los pagos se justificaron en Kuwait por la necesidad de que, durante la
llamada 'Tormenta del Desierto', la aviación estadounidense pudiera
disponer a su antojo de las bases aéreas españolas de Rota y Torrejón,
para lo que era preciso 'untar' a los políticos."
Según el autor del libro, el ex presidente Felipe González sabe mucho sobre
las finanzas del rey y "los escandalosos negocios" de Manuel Prado y Colón
de Carvajal.
Cacho narra lo que dijo González en una ocasión que fue a ver al monarca:
—¡Y dile a Manolo Prado que se conforme con 2%, porque eso de cobrar 20%
es una barbaridad!
—Oye, oye, presidente —replicó el interlocutor—, ni le puedo decir nada a
Manolo Prado ni sé de qué me estás hablando.
Señala que el periódico monárquico ABC y El País silencian todo lo malo
del monarca: "Esos dos periódicos son parte fundamental del sistema, y
sobre todo están las grandes fortunas empeñadas en su mantenimiento. En mi
libro se explica que Jesús Polanco —dueño de El País— es el primer garante
de la institución monárquica, pero al mismo tiempo el mayor peligro
potencial".
En el capítulo "Los amigos de la desmesura", Cacho revela detalles de los
líos de faldas del monarca, asuntos que han circulado de boca en boca,
pero nunca revelados gracias al pacto de silencio de la prensa española.
"La falta de habilidad de Manuel Prado ha estado detrás de un asunto de
faldas que ocupó las conversaciones del 'tout Madrid' durante meses, un
tema en el que la liberalidad del pueblo español alcanza cotas
desconocidas en otras latitudes, pero que pudo convertirse en algo más que
una simple aventura amorosa.
"Parece que la relación de amistad con una famosa vedete del espectáculo y
de la televisión comenzó a finales de los setenta y siguió viva hasta un
buen día, mes de junio de 1994, cuando la bella supo, con frases amables,
que la historia había terminado."
Cuenta que la artista empezó a presionar "con el soporte de cierto
material que ella misma había hecho grabar con motivo de la última visita
recibida en su chalet... La preocupación esencial residía en ciertas
frases, contenidas en la grabación en poder de la bella, relativas a los
sucesos del golpe de Estado del 23-F".
Entonces se encargó el asunto a Manuel Prado y Colón de Carvajal. "La
solución consistió, de nuevo vía Prado, en instalar en casa de la bella
una caja fuerte en la cual se acordó guardar un maletín con todo el
material, fotografías y grabaciones de audio y video. Una vez al mes, se
abría la caja fuerte, se comprobaba que el material seguía en el maletín,
se volvía a cerrar, y Prado hacía entrega a la señora de un sobre cerrado
con el estipendio mensual; unas fuentes dicen que 1 millón de pesetas,
otras, que bastante más. Y así, a lo largo de 1995 y parte de 1996..."
Hasta que llegó a la Presidencia José María Aznar, quien "pidió la
relación de gastos reservados de Presidencia y ordenó cerrar el grifo, lo
que provocó el enfado de la beneficiaria, que exigió entonces un aumento
de la asignación hasta los 2 millones mensuales para seguir siendo
discreta, promesa que sólo cumplió en parte, puesto que una noche acudió a
una comisaría de Policía para presentar una denuncia por supuestas
amenazas de fin".
Nuevo yate
Cacho investigó la compra, por 3 mil millones de pesetas, del nuevo yate
del rey, el Fortuna II. Relata que con motivo de la estancia del
matrimonio Clinton en Palma de Mallorca, los reyes los invitaron a dar un
paseo en el Fortuna por la bahía, y por mala suerte, se descompuso.
Después, "ante un grupo de empresarios isleños de renombre, el monarca se
manifestó quejoso: 'parece mentira, yo que soy el que traigo el turismo
aquí, toda mi familia viene en agosto desde hace no sé cuánto tiempo y
consentís que dé el espectáculo ante el presidente de Estados Unidos con
un barco que es una antigualla, que tiene más años que la tarara y se
estropea cada dos por tres'..."
Los empresarios pusieron en marcha una "curiosa fundación" que recolectó
los 3 mil millones de pesetas (alrededor de 17 millones y medio de
dólares).
Pero ahora se construye el Fortuna III en los astilleros de Bazán en
Cádiz. Se trata de un barco cuyo precio, por su espectacularidad y
dimensiones, no podrá bajar nunca de los 7 mil millones de pesetas de
acuerdo con las fuentes consultadas, y es posible que supere esa cifra.
Finalmente, Cacho tiene la certeza de que el rey también estuvo enterado
del terrorismo de Estado de los GAL: "Mucho se ha especulado con la
eventualidad de que el monarca estuviera al corriente de las acciones de
los GAL... A tenor de las declaraciones de Serra en el juicio por el
secuestro de Segundo Marey, es la Jujem (Junta de Jefes del Estado Mayor)
la que, al hilo del asesinato del capitán Martín Barrios, pide intervenir
directamente contra ETA. Y esa cadena debe necesariamente informar al rey
de la situación, porque el rey es el jefe de la Jujem, la máxima
autoridad, el último escalón de la línea de mando."
EL BORBON EN ARGENTINA APOYANDO LA EXPLOTACION. EL REY JUAN CARLOS NO VIAJO A ARGENTINA SOLO
Como es sabido, el Rey Juan Carlos I viene a la Argentina como viajante
de comercio a hacer lobby para las poderosas y soberbias empresas y
bancos de su reino, lo cual no sería tan criticable desde el punto de
vista español, pero si delicado para nuestro país en momentos de grave
crisis.
Es público que el áspero Néstor Kirchner advirtió al monarca que no
integrara su comitiva, como es su costumbre, con la cúpula del CEOE, que
en lo internacional maneja el agresivo José María Lacasa, nucleando a lo
más granado del empresariado español. El Presidente no desea hacer una
asamblea con esos hombres de negocios, sino que, en su momento,
discutirá caso por caso. De todos modos, ya están en Buenos Aires y
otros por llegar, las principales cabezas o sus primeras espadas, de
empresas privatizadas que fueron argentinas y de bancos que vaciaron sus
arcas de dólares llevándose todo y ahora pretendiendo indemnizaciones a
costa de nuestro pueblo.
Entonces, Madrid hizo saber que el avión real traerá a un solo
acompañante de Juan Carlos I, su amigo personal Francisco Luzón, hábil
brazo derecho de otro amigo, Emilio Botín. Botín es el mandamás del
Santander Central Hispano (SCH), el banco más poderoso de España. con
ramificaciones mundiales. Pero Botín, por algunos motivos no puede venir
a Buenos Aires. Tampoco viajará su hija Patricia Botín, presidenta de la
División Internacional del Banco Santander, pues tiene captura
recomendada en Argentina. Pero Francisco Luzón, en su carácter de
Consejero-Director General y como amigo del Rey, bien puede representar
al Grupo Botín.
El costoso señor Solchaga
El nada sutil lobbysta Felipe González, en esta batalla ha avanzado a su
camarada en materia de negocios, Carlos Solchaga, quien fuera su
Ministro de Industria y Comercio y también ocupó la cartera de Economía.
Este personaje, fue recomendado por su jefe socialista al ex presidente
Fernando De la Rúa como asesor externo, cobrando solamente 25.000
dólares mensuales, más pasajes en primera clase (ninguno costaba menos
de 6.000 dólares) porque la mayor parte de su tiempo la pasaba en
España, donde siguió, y sigue, trabajando para PRISA. PRISA es el más
grande holding de comunicaciones y editoriales de España y propietaria o
copropietaria en Argentina de canales de televisión, diarios y algunas
de las principales editoriales, manejado todo desde Madrid, por el
polémico grupo de Raúl Polanco, otro halcón. Los consejos de Solchaga,
por supuesto, favorecieron a empresas españolas y sus frutos en la
Argentina terminaron en el conocido caos de las cacerolas, los
sangrientos choques sociales y la renuncia de Don Fernando. Pero
Solchaga no perdió su conchabo, pues lo siguió utilizando Eduardo
Duhalde con los mismos honorarios.
Es de suponer que el presidente Kirchner se haya desprendido de
Solchaga, pero anda suelto por Buenos Aires, donde tiene múltiples
relaciones políticas, periodísticas y económicas. Seguramente, no ha
venido en viaje de turismo ni chocará con los otros lobbystas hispanos,
pues presionan juntos. Además, Solchaga ha arribado con otro de la
pesada lobbysta, José Aureliano Recio, ex consejero de la Junta de
Andalucia y del BBVA.
Otros adelantados
Alfonso Cortina, número uno de Repsol-YPF junto a la petrolera francesa
Total, anunciaron que, asociados con Techín y el estado criollo, acaban
de firmar un convenio para la construcción de un gasoducto que unirá al
NO argentino con Bolivia. La inversión es de 1.000 millones de dólares,
de los cuales aportará nuestro tesoro nacional 250 millones. Es de
esperar que comiencen a poner su parte los particulares y no el estado.
El periódico electrónico Hispanidad del 7 de noviembre dice: -Todas las
patadas que la administración Kirchner está dando a las empresas
españolas presentes en la Argentina tienen una excepción: Repsol-YPF.
Nadie sabe, y son muchos los que desean saberlo, cómo Alfonso Cortina ha
logrado mantener unas relaciones fluidas con el populista Néstor
Kirchner. Ni Telefónica, ni Endesa, ni SCH, ni BBVA han logrado algo
parecido a ello. ¿Será porque Repsol-YPF ha anunciado que invertirá en
Argentina 4.800 millones de euros hasta el año 2007?. Dicha inversión se
centrará en especial en la explotación del petróleo en Yancanello
(Mendoza), considerado el mejor yacimiento de toda la Argentina.
Cortina, en este caso como en otros, deberá vencer la obstinada ofensiva
de Greenpeace en defensa del ecosistema.
También anda en el país, moviéndose muy discretamente, Luís Rivera,
director de Endesa Internacional. Como varios otros hombres de negocios,
viene a destrabar algunos enredos de sus concesiones objetadas.
César Alierta, otro viajero, habría prometido al ministro Julio De Vido
una inversión de 700 millones de dólares en 4 años. No es mucho para el
monto de las operaciones y ganancias de la empresa.
El caso Aerolíneas Argentinas estaba días atrás muy espinoso. Los
gremios argentinos acusan a sus directivos de un nuevo vaciamiento (cada
día tienen menos aviones, más hipotecados y algunos embargados).
Asimismo, exigen los sindicalistas la renuncia del presidente de la
firma, el señor Antonio Mata, quien tiene una condena criminal en
España, proceso hoy en apelación.
Sin embargo, Hispanidad, el periódico electrónico más importante editado
en España y de progresiva gran difusión en competencia con la prensa
escrita, publica en su edición de hoy 11 de noviembre una nota titulada
-Aerolíneas Argentinas: fructífera entrevista de Antonio Mata con
Kirchner. Su primer párrafo dice:: -Si hay una empresa con la que el
gobierno Kirchner ha tenido malas relaciones es con Aerolíneas
Argentinas, presidida por Antonio Mata y propiedad de Viajes Marsans, a
quien se la adjudicó la Sociedad Estatal de Participaciones, la SEPI.
Pues bien, parece que las aguas, por decir algo, vuelven a su cauce.
Kirchner recibió a Antoinio Mata en compañía del poderoso ministro jefe
del Gabinete Presidencial, Alberto Fernández y del fututo gobernador de
Santa Cruz Sergio Acevedo, así como de uno de los más fieles
colaboradores, el ministro de Planificación Julio De Vido. Más de dos
horas departiendo...
Esta reunión del Presidente con Antonio Mata (Aerolíneas Argentinas),
como la realizada con Alfonso Cortina (Repsol-YPF), al igual que la
mantenida por el ministro De Vido con César Alieta (Telefónica),
muestran que Néstor Kirchner está imponiendo su plan de tratar con los
empresarios españoles uno por uno y no en patota, pues los casos son muy
distintos. Además, el jefe del estado los ha recibido sin la presencia
de economistas argentinos televisivos, quienes a partir de ahora pierden
influencia. De modo que el Rey, se encontrará con varios hechos
consumados sin su participación.
Mientras el viernes el rey Juan Carlos parta a Bolivia a presidir en
Santa Cruz de la Sierra un congreso iberoamericano, la mayoría de los
empresarios españoles viajarán a Santiago de Chile, donde se unirán con
el presidente José María Aznar (que en mayo deja el poder) y les abrirá
puertas para negociar con el presidente Lagos.
Nota del autor
El autor de esta segunda nota sobre la visita de los reyes de España,
las empresas privatizadas, los bancos y la deuda externa, ha recibido
muchas adhesiones de simpatía que agradece. No obstante, un personaje
anónimo, que no leyó bien, le ha acusado de sabotear la visita real.
Nada más contrario a sus propósitos. El autor intenta solo hacer conocer
a la ciudadanía las calidades y maniobras extranjeras de capitales
usurarios, presionando para sacar ventajas y privilegios, sin asumir sus
partes de culpas ni tampoco importarles la gravedad de nuestra crisis y
los padecimientos del pueblo argentino. Recuérdese que el propio
presidente ha apelado al patriotismo pidiendo comprensión sobre la
situación (-estamos hundidos cien metros bajo el nivel del piso) y ser
acompañado para salir de la crisis.
FUENTE