Vlad_Empalador
Será en Octubre
Tiendas, restaurantes y hoteles se ven contra las cuerdas
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El sector denuncia la incoherencia: locales abiertos pero recomendación de no salir de casa
cobi19 España hoy | Noticias y última hora de los casos, rebrotes y la nueva normalidad, en directo
Vacío.Aspecto de la terraza de una cervecería de la plaza Reial de Barcelona, ayer, sin clientes (Llibert Teixidó)
ANTONI LÓPEZ TOVAR, BARCELONA
21/07/2020 01:53 | Actualizado a 21/07/2020 09:59
Los primeros efectos de las nuevas medidas contra la el bichito-19 implantadas en Barcelona y el área metropolitana comenzaron a sentirse antes de que entraran en vigor, el sábado. El viernes por la noche un restaurante del Port Olímpic registraba siete anulaciones de reservas para el día siguiente. Comercio y hostelería, sectores estratégicos de la economía barcelonesa, se consideran mal tratados por la Generalitat y subrayan la incoherencia que supone recomendar a la población que no salga de casa salvo por actividades esenciales a la vez que se mantiene la apertura, con restricciones, de bares, restaurantes o terrazas. Mientras las playas rebosan de bañistas y la juventud se reúne en botellones y fiestas ilegales, el sector del ocio nocturno –clausurado– se siente injustamente señalado como origen de rebrotes. “La solución no pasa por cerrar Barcelona y hundir sectores estratégicos como la restauración”, denuncia el director del Gremi de Restauració, Roger Pallerols.
Los principales sectores económicos de la ciudad consideran que no pueden salvar su actividad si está condicionada por los vaivenes de la evolución epidemiológica y exigen un control más eficaz de la infección para evitar las regresiones. Entienden que están pagando las consecuencias porque Salut no ha hecho los deberes. “Antes de tomar estas últimas medidas se tenían que
haber realizado actuaciones de control que no se han hecho.
Debe haber muchos más rastreadores, equipos de protección y tests de contagio, porque si no vamos a estar constantemente entrando y saliendo hasta que alguien encuentre una banderilla”, razona Nuria Paricio, directora de Barce-lona Oberta, entidad que agrupa a 12 ejes comerciales de la ciudad.
Alarmismo
Las nuevas medidas restrictivas han causado un alud de anulaciones de reservas
La situación es precaria. Los turistas no vienen –lógicamente, la recomendación de no salir a la calle también es para ellos– y los locales se han marchado. El 36,3% de los 416.000 vehículos que salieron de Barcelona el pasado fin de semana –a pesar de la recomendación de evitar los desplazamientos– no ha regresado, según el Servei Català del Trànsit. Su director, Juli Gendrau, considera insuficiente el nivel de responsabilidad y cumplimiento de la ciudadanía.
Según Roger Pallerols, las nuevas medidas han colocado a los restaurantes en el peor de los escenarios: “Mantener los gastos de apertura y a la vez se recomienda a la gente que no vaya”. “Es como si se estuviera decretando el cierre por la puerta de atrás, pero sin que se establezcan mecanismos para contribuir a la viabilidad de las empresas”, argumenta. El gremio denuncia que el anuncio de las restricciones, el viernes, provocó un alud de anulaciones de reservas y “una enorme y unánime reprobación del sector”. En opinión de Pallerols, la hostelería no podría soportar un nuevo confinamiento producto de la ineficacia de las autoridades sanitarias. “No se puede entender, con la información que tenemos y la certeza de que iban a producirse rebrotes, la falta de capacidad de la Administración autonómica para disponer de los recursos para prevenir los brotes que todo el mundo indicaba que iban a producirse. ¿Qué se ha estado haciendo en estas últimas semanas para no tener mecanismos de control a la altura?”.
Brotes anunciados
Las organizaciones empresariales se quejan de la falta de medidas de prevención
También los hoteles han experimentado numerosas cancelaciones, y no se descarta que determinados establecimientos que habían abierto con motivo de la desescalada vuelvan a cerrar. El Gremi d’Hotels de Barcelona pide que las medidas sean proporcionadas y que la Generalitat no cree alarmismo en la opinión pública nacional e internacional. El clima de incertidumbre y alarma, afirma, “tiene graves afectaciones sobre la actividad económica de todos los sectores, pero especialmente para la industria turística, poniendo en riesgo la tímida recuperación que está viviendo el sector en su marco laboral”.
Las actividades de ocio nocturno han quedado suspendidas, sin medias tintas, y la patronal, Fecalon, considera que el sector está estigmatizado. “Estamos muy quejosos de que se nos diga que los brotes principales se originan en el ocio nocturno. Hay que distinguir entre el ocio reglado y el de fiestas ilegales y botellones en aparcamientos. Esta es nuestra lucha en estos momentos”, explica su asesor jurídico, Fernando Martínez. Sostiene que dentro de dos semanas, cuando se comprueben los efectos de la clausura, el sector podrá tener un argumento palmario: “Si la gente sigue contagiándose no podrán acusar al ocio nocturno, que habrá estado cerrado”. Fernández destaca que las discotecas y bares musicales han estado vendiendo mascaras a precio de coste y que la paralización de su actividad puede originar un cambio de hábitos, con la proliferación de fiestas ilegales en las que “no está controlado el alcohol, las drojas ni las medidas de seguridad contra la el bichito”.
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El sector denuncia la incoherencia: locales abiertos pero recomendación de no salir de casa
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ANTONI LÓPEZ TOVAR, BARCELONA
21/07/2020 01:53 | Actualizado a 21/07/2020 09:59
Los primeros efectos de las nuevas medidas contra la el bichito-19 implantadas en Barcelona y el área metropolitana comenzaron a sentirse antes de que entraran en vigor, el sábado. El viernes por la noche un restaurante del Port Olímpic registraba siete anulaciones de reservas para el día siguiente. Comercio y hostelería, sectores estratégicos de la economía barcelonesa, se consideran mal tratados por la Generalitat y subrayan la incoherencia que supone recomendar a la población que no salga de casa salvo por actividades esenciales a la vez que se mantiene la apertura, con restricciones, de bares, restaurantes o terrazas. Mientras las playas rebosan de bañistas y la juventud se reúne en botellones y fiestas ilegales, el sector del ocio nocturno –clausurado– se siente injustamente señalado como origen de rebrotes. “La solución no pasa por cerrar Barcelona y hundir sectores estratégicos como la restauración”, denuncia el director del Gremi de Restauració, Roger Pallerols.
Los principales sectores económicos de la ciudad consideran que no pueden salvar su actividad si está condicionada por los vaivenes de la evolución epidemiológica y exigen un control más eficaz de la infección para evitar las regresiones. Entienden que están pagando las consecuencias porque Salut no ha hecho los deberes. “Antes de tomar estas últimas medidas se tenían que
haber realizado actuaciones de control que no se han hecho.
Debe haber muchos más rastreadores, equipos de protección y tests de contagio, porque si no vamos a estar constantemente entrando y saliendo hasta que alguien encuentre una banderilla”, razona Nuria Paricio, directora de Barce-lona Oberta, entidad que agrupa a 12 ejes comerciales de la ciudad.
Alarmismo
Las nuevas medidas restrictivas han causado un alud de anulaciones de reservas
La situación es precaria. Los turistas no vienen –lógicamente, la recomendación de no salir a la calle también es para ellos– y los locales se han marchado. El 36,3% de los 416.000 vehículos que salieron de Barcelona el pasado fin de semana –a pesar de la recomendación de evitar los desplazamientos– no ha regresado, según el Servei Català del Trànsit. Su director, Juli Gendrau, considera insuficiente el nivel de responsabilidad y cumplimiento de la ciudadanía.
Según Roger Pallerols, las nuevas medidas han colocado a los restaurantes en el peor de los escenarios: “Mantener los gastos de apertura y a la vez se recomienda a la gente que no vaya”. “Es como si se estuviera decretando el cierre por la puerta de atrás, pero sin que se establezcan mecanismos para contribuir a la viabilidad de las empresas”, argumenta. El gremio denuncia que el anuncio de las restricciones, el viernes, provocó un alud de anulaciones de reservas y “una enorme y unánime reprobación del sector”. En opinión de Pallerols, la hostelería no podría soportar un nuevo confinamiento producto de la ineficacia de las autoridades sanitarias. “No se puede entender, con la información que tenemos y la certeza de que iban a producirse rebrotes, la falta de capacidad de la Administración autonómica para disponer de los recursos para prevenir los brotes que todo el mundo indicaba que iban a producirse. ¿Qué se ha estado haciendo en estas últimas semanas para no tener mecanismos de control a la altura?”.
Brotes anunciados
Las organizaciones empresariales se quejan de la falta de medidas de prevención
También los hoteles han experimentado numerosas cancelaciones, y no se descarta que determinados establecimientos que habían abierto con motivo de la desescalada vuelvan a cerrar. El Gremi d’Hotels de Barcelona pide que las medidas sean proporcionadas y que la Generalitat no cree alarmismo en la opinión pública nacional e internacional. El clima de incertidumbre y alarma, afirma, “tiene graves afectaciones sobre la actividad económica de todos los sectores, pero especialmente para la industria turística, poniendo en riesgo la tímida recuperación que está viviendo el sector en su marco laboral”.
Las actividades de ocio nocturno han quedado suspendidas, sin medias tintas, y la patronal, Fecalon, considera que el sector está estigmatizado. “Estamos muy quejosos de que se nos diga que los brotes principales se originan en el ocio nocturno. Hay que distinguir entre el ocio reglado y el de fiestas ilegales y botellones en aparcamientos. Esta es nuestra lucha en estos momentos”, explica su asesor jurídico, Fernando Martínez. Sostiene que dentro de dos semanas, cuando se comprueben los efectos de la clausura, el sector podrá tener un argumento palmario: “Si la gente sigue contagiándose no podrán acusar al ocio nocturno, que habrá estado cerrado”. Fernández destaca que las discotecas y bares musicales han estado vendiendo mascaras a precio de coste y que la paralización de su actividad puede originar un cambio de hábitos, con la proliferación de fiestas ilegales en las que “no está controlado el alcohol, las drojas ni las medidas de seguridad contra la el bichito”.