Guerrero_termonuclear
Madmaxista
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Buenas tardes a todos, Burbumoris.
He venido aquí hoy para hablaros de un tema recurrente en Burbuja.info
Seguramente por el título del hilo ya lo habéis adivinado: os voy a hablar de las carruseleras, esas mujeres de sexualidad fogosa y diversa que según la tesis comúnmente aceptada aquí, acaban rodeadas de gatos y consumiendo ansiolíticos hasta el fin de sus días.
Yo creo que cuando las criticáis no sois capaces de poneros en su pellejo. Imaginaos después de una ruptura, nosotros nos quedamos dos meses comiéndonos los mocos (por poner un lapso de tiempo); y ella mientras tanto, puede irse con otro a los cinco minutos. ¿Por qué demonios iba a elegir sufrir?
No solamente estoy haciendo una defensa apasionada de las carruseleras, sino diciéndoos que la otra opción, la de la castidad o la monogamia absoluta, suele ser la que toman chicas infinitamente más aburridas, menos curiosas e intelectualmente carentes de interés. Por supuesto no es el caso de todas: ¿pero cuáles son los motivos que empujan a ese estilo de vida si no son la religión y el miedo al qué dirán?
La carruselera, en su juventud, experimenta la vida con una intensidad que muchos envidian. Disfruta de su libertad, explora su sexualidad y vive cada momento con pasión. Conoce gente, todos la solicitan, decide que prefiere no tener una pareja estable o rechaza a algunos candidatos... ¿No será por eso por lo que estas experiencias pueden generar resentimiento en aquellos que no han tenido las mismas oportunidades?
La realidad es que la carruselera simplemente aprovecha una etapa de su vida en la que las sensaciones son más intensas y las experiencias más vívidas. La adolescencia y la primera juventud son períodos de descubrimiento y crecimiento personal, y ella ha elegido vivirlos plenamente.
Es importante recordar que el valor de una mujer no se mide por su historial romántico o sensual. Su valor es intrínseco, inherente a su condición de ser humano. La sociedad a menudo juzga duramente a las mujeres por sus elecciones personales, pero debemos superar estos prejuicios y reconocer que cada individuo tiene derecho a vivir su vida como mejor le parezca.
En lugar de criticar o desear un futuro sombrío para las carruseleras, deberíamos reflexionar sobre por qué nos afecta tanto su estilo de vida. ¿Es envidia? ¿Inseguridad? ¿Prejuicios arraigados? Quizás, si lográramos superar estos sentimientos negativos, podríamos aprender a apreciar la diversidad de experiencias humanas y a respetar las decisiones de los demás.
Además, es un error asumir que la mayoría de las mujeres que han disfrutado de una vida sensual activa en su juventud están destinadas a una vejez solitaria. Muchas de ellas forman relaciones estables, tienen familias y viven vidas plenas y satisfactorias. Otras pueden elegir permanecer solteras, pero eso no significa necesariamente que sean infelices o estén arrepentidas.
En conclusión, desde mi punto de vista la carruselera no merece repruebo ni venganza. He estado con unas cuantas y son las que más me gustan.
Si tanto mola comer platanos a cientos porque se suicidan las actrices prono?
