Año 2044: Así será la vida de un español que nace en 2023.

ROBOTECH dijo:

Wilson Washington Pérez nace en 2023, español.
En 2041 alcanza la mayoría de edad, a los 21 años, y por fin se le permite trabajar.
Wilson es ciudadano clase E, peón supervisor administrativo.
Estamos en abril y tiene permiso para salir del hogar al trabajo en su patinete eléctrico.
El patinete eléctrico es uno de los pocos lujos que se dan. Aunque consume puntos de crédito social ya que podría realizar el mismo trayecto con un patinete de propulsión humana, pero ése es el único vicio que se permite. Siempre le gustó fardar de vehículo privado, y su flamante Xiaomi deja con la boca abierta a las chavalas con platano tras*exuales mulatas menores de edad (de 20 años), a las que Wilson ronea.
Realmente Wilson siempre ha querido una novia rubia, pero ya no quedan. Son como el 1% de la población, y hace semanas que no ve a ninguna.

Wilson atravesará calles vacías sin apenas bares para cumplir con su jornada laboral extensiva de peón (35 horas).
Disfruta de las últimas semanas de vida en la calle antes de que empiece el confinamiento climático.
Wilson vive en una Ciudad de 15 minutos en los alrededores de Madrid, antaño conocidas como Ciudad Dormitorio. En su ciudad el 80% de la gente de su edad y el 90% de los nuevos nacimientos tiene orígenes no nativos españoles.
Los pocos españoles nativos tienen muy mala fama en la ciudad, antaño se les llamaba etnianos.

Gobierna Vox con mayoría absoluta, un partido que siempre se ha enfocado en el voto latino.
No obstante, los votos no llegan al 50% en España y en su ciudad dormitorio el porcentaje de población que vota apenas supera el 30%. La sociedad está totalmente aborregada.
Wilson es ferviente votante de Vox, afiliado, ya que los 339.000 pagapensiones (casi todos jovenlandeses) que llegan a España obtienen la residencia en 3 meses y bonificaciones sociales a la Seguridad Social para las empresas que los contratan. Teme por su trabajo.

Apenas hay crimen ya. Está prohibido portar cuchillos y hay cámaras en cada esquina.
El toque de queda nocturno es fijo, a partir de las 22 horas solo se puede salir para emergencias.

Después de una jornada intensiva de trabajo Wilson vuelve a casa.
Abre el buzón, donde encuentra un paquete de Amazon con suministros alimenticios y se dirige a la cocina comunitaria del bloque para prepararlos.
Cenará comida mexicana, tortilla con harina de soja, grillos y guacamole sintética. Para beber una cerveza sin alcohol, pues el alcohol estará prohibido.

Verá Netflix, donde sus sueños se hacen realidad, y Wilsons y Mamadous taladran blancas a diario mientras se ríen del hombre blanco. Ése es el único alivio para Wilson.

La gente como él serán la mayor parte de la sociedad española.

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