nosomosnada
100% purasangre: ni coca ni speed ni jaco ni el bichito
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Pero vamos a ver, siempre con la misma historia de cosa del wokismo.
El problema no es el puñetero elfo neցro ni la galadriel retaca con ascendientes vallisoletanos, el problema de los Anillos de Poder es el mismo que tiene toda la producción audiovisual desde hace más de 2 décadas.
¿Qué ha hecho Hollywood en estos últimos 20 puñeteros años?
Nada. Exceptuando la trilogía de El Señor de los Anillos. Pero nada de nada.
Porque para dirigir buenas historias necesitas sobre todo una buena Historia. Un buen guión. Sea original o no.
Y precisamente fue el Señor de los Anillos el detonante del Mundo Franquicia que estamos viviendo con los puñeteros superhéroes y las pilinguis adaptaciones, revisiones, reescrituras, reboots, retroclones, reboots blandos, reencarnaciones, regeneraciones, resuputamadre, desde hace 20 años. Me da igual el Hobbit, que las diferentes encarnaciones de la fruta cosa poco buena de Star Wars, que la sarama superheroica. Todo es fruta cosa construida a base de efectos especiales pero sin un mínimo de coherencia en los guiones.
Un desprecio a los guionistas que viene desde los 90, cuando los estudios tradicionales fueron completamente absorbidos por las multinacionales y a los productores tradicionales, interesados de una forma u otra en otorgar al cine cierta cualdidad de "arte", se les reemplazó de forma definitiva por encorbatados cocainómanos con MBAs más preocupados por los reportes en las acciones que por la calidad de las películas y que no dejan hacer su puñetero trabajo a nadie tocando los huevones hasta al apuntador. Máxime desde el advenimiento de las redes sociales, cuando tenemos que aguantar un subproducto serie Z como los Últimos Jedi, reconvertido en Obra Maestra del Séptimo Arte porque hay un tiro que tira un sable láser y resulta que como eso joroba a los fanáticos el espantapájaros del director sobrepasa el concepto de Arte y trasciende al más allá de la creatividad humana. Ahora resulta que hacer vomitar cosa a los narcisitas trisómicos copitos de nieve metidos a youtubers evangelistas de la única y verdadera Fe Jedi, te convierte automáticamente en el nuevo John Ford.
Y es que el cine sin guión no puede existir. Un mal director y unos malos actores con un buen guión, que no tiene por qué ser artístico, sino funcional, pueden producir una buena obra (ahí esta la primigenia Guerra de las Galaxias), pero un mal guión no lo arregla ni Dios. Y ahí tenemos todo el universo este de cosa que ha creado DC y sobre todo el puñetero demorado del Zack Snyder.
Los guiones y las historias hay que desarrollarlas adecuadamente para conseguir que funcionen en pantalla. Igual que los personajes, los diálogos y los tiempos.
Pero llevamos 20 años comiendo cosa que no soporta un segundo visionado como si cada nueva producción fuera la obra definitiva y a la media hora de verlo ya se te ha olvidado. Fast food versión película con una inmensa cantidad de azúcar que te genere la insatisfacción suficiente a la media hora como para que tengas que volver la próxima semana a por tu dosis. Algo que funciona espectacularmente bien con las producciones televisivas y el formato de capítulos que como normalmente no te dan nada, siempre te dejan con ganas de más (Perdidos es el más claro ejemplo de esta fruta cosa de funcionar desde el plano artístico pero con un enorme éxito comercial).
Efecto de trampantojo que ha trasladado el interés desde las salas a la televisión por la única razón de que es más barato y que las productoras, en la era de las plataformas, no dependen de la distribución y exhibidores y el beneficio es neto.
Pero si echamos un vistazo a estos 20 años de la Edad de Oro de las Series (¿puede haber existido un concepto más menso en la historia de la Humanidad?) en particular o de la producción audiovisual "pop" (es decir: desde el cine a la música, pasando por la literatura, el cómic, los juegos, etc.) la mediocridad es más que absoluta.
Está claro que podemos disfrutar de las primeras temporadas de Juego de Tronos, por su fidelidad a la obra original, escrita precisamente con técnicas de telenovela, y el manejar conceptos rara vez vistos anteriormente en este tipo de producciones, que no dejan de ser culebrones venezolanos revestidos de espadas y brujería con dragones, pero nadie en su sano jucio se sentará en el futuro a tragarse este tipo de producciones seriadas con incontables periodos de relleno infumables.
Pero con decir que Infinity War y su querida progenitora es una obra maestra defintitiva del Cine, con mayúsculas, y repetirlo hasta la saciedad pagando a cada youtuber de turno medio demorado mental para que predique la palabra a la infinidad de demorados mentales que le siguen cada día como si de su gurú de pensamiento se tratase, a uno no le queda más remedio que pensar que la creatividad humana ha muerto.
¿Y a qué se puede recurrir cuando uno no quiere gastarse dinero en un buen guión, un buen director con criterio y unos actores con carisma para estar en boca de todos?
A LA fruta POLÉMICA.
Cogemos una serie vacía, cuyo argumento se resume en 2 párrafos de un libro de Apéndices: el malo engaña a los elfos engreidos para forjar los anillos que someterán a todos y los buenos se unen para acabar con el malo y eliminar su forma corpórea, hasta se lo cepille un aborto feo nosecuantosmil años después en la Trilogía Buena, y la llenamos de elfos neցros, mujeres repulsivamente odiosas, hombres blancos heterosexuales malvados, actores feos y malos en general, pero muy concienciados con la liberación de las etnias oprimidas capaces de hacer subir el pan cada vez que les ponen un micrófono en la boca.... y después nos gastamos la pasta que deberíamos haber puesto en el guión en llevar a los youtubers de turno de pilinguis y coca a las Bahamas para que repitan el mantra de que es la Obra Maestra que Va a Cambiar la Televisión, y aunque la serie sea una serie de cosa como la de La Rueda del Tiempo, cosa poco buena infumable e incomprensiblemente cutre donde las alla, que nos hace añorar con saña los tiempos de la Cannon, hasta en el último rincón perdido del planeta Tierra la pesadilla de tener que estar escuchando una y otra vez lo puñetero mala que es la serie, lo puñetero falta de respeto con el canon que ha sido la serie, la fruta afrenta a la memoria de Tolkien que ha sido la fruta serie, lo puñetero desagradablemente marysue que es la fruta War-ladriel , lo puñetero mal hechas que están las pilinguis armaduras 100% polyester de la fruta reina de color de Númenor hija de padre y prima de primo blancos los dos, lo puñetero absurdo que es ir a conquista el mundo con una flota de 3 puñeteros barcos como el bolsillo de Doraemon donde se pueden esconder 500 guerreros con sus 500 caballos, y asi hasta la fruta saciedad... terminará por obligar a cualquiera a tener que ver la fruta serie para salir de duras.
Y efectivamente, la serie es terriblemente mala y está desastrosamente mal guionizada hasta el punto de no saber si lo que estás viendo es una superproducción o un obra de teatro de fin de curso 8º de EGB, en la que un demorado mental vuela por los aires el 40% de la flota de guerra numenoreana, y cuando el puñetero demorado y el hijo del protagonista salen del agua del mismo puerto justo tras la explosión, a nadie le importa una cosa ni qué huevones hacían allí esos ni quién cojónes ha volado los barcos por el aire, independientemente de que haya una fruta acondroplásica de color y su puñetero marido calzonazos con un puñetero Balrog escondido en el sótano cuyo único fin es el de ponerlo en los trailers de cosa con que los demorados mentales se pasan el día haciéndose caricias y saciando el mono de que como aficionados a esa obra marginal y clandestina que es el Señor de Los Anillos por fin la sociedad les permita salir del armario y reivindicar su labor de apoyar otra vez una obra con 1000 millones de dólares de presupuesto. Pero friki y marginal, ¿eh?, que a mi me pegaban en el instituto por leer el Silmarillón y tal.
Pero si hay algo que da más miedo que esta fruta serie y que todos los simples que entran al trapo del wokismo y el neցrolas y su querida progenitora, y se pasan el día haciendo publicidad gratuita como buenos orates útiles que son, es el hecho de que existan "seres humanos", por decir algo, como el protagonista de este vídeo, capaces de grabar y editar un vídeo que dura ¡55 puñeteroS MINUTOS! para intentar convencer a la humanidad de que si esta serie de cosa les parece una serie de cosa, es porque no han dedicado su vida a investigar, comprender y aprehender de la forma correcta la verdadera esencia de la obra de Tolkien, como obviamente, sí ha hecho ello/ella/elle:
me acuerdo de mi vida. Holocausto y fuego purificador va a ser insuficiente para erradicar del Universo la desgracia poco equilibrada en que se ha convertido la especie humana.
El problema no es el puñetero elfo neցro ni la galadriel retaca con ascendientes vallisoletanos, el problema de los Anillos de Poder es el mismo que tiene toda la producción audiovisual desde hace más de 2 décadas.
¿Qué ha hecho Hollywood en estos últimos 20 puñeteros años?
Nada. Exceptuando la trilogía de El Señor de los Anillos. Pero nada de nada.
Porque para dirigir buenas historias necesitas sobre todo una buena Historia. Un buen guión. Sea original o no.
Y precisamente fue el Señor de los Anillos el detonante del Mundo Franquicia que estamos viviendo con los puñeteros superhéroes y las pilinguis adaptaciones, revisiones, reescrituras, reboots, retroclones, reboots blandos, reencarnaciones, regeneraciones, resuputamadre, desde hace 20 años. Me da igual el Hobbit, que las diferentes encarnaciones de la fruta cosa poco buena de Star Wars, que la sarama superheroica. Todo es fruta cosa construida a base de efectos especiales pero sin un mínimo de coherencia en los guiones.
Un desprecio a los guionistas que viene desde los 90, cuando los estudios tradicionales fueron completamente absorbidos por las multinacionales y a los productores tradicionales, interesados de una forma u otra en otorgar al cine cierta cualdidad de "arte", se les reemplazó de forma definitiva por encorbatados cocainómanos con MBAs más preocupados por los reportes en las acciones que por la calidad de las películas y que no dejan hacer su puñetero trabajo a nadie tocando los huevones hasta al apuntador. Máxime desde el advenimiento de las redes sociales, cuando tenemos que aguantar un subproducto serie Z como los Últimos Jedi, reconvertido en Obra Maestra del Séptimo Arte porque hay un tiro que tira un sable láser y resulta que como eso joroba a los fanáticos el espantapájaros del director sobrepasa el concepto de Arte y trasciende al más allá de la creatividad humana. Ahora resulta que hacer vomitar cosa a los narcisitas trisómicos copitos de nieve metidos a youtubers evangelistas de la única y verdadera Fe Jedi, te convierte automáticamente en el nuevo John Ford.
Y es que el cine sin guión no puede existir. Un mal director y unos malos actores con un buen guión, que no tiene por qué ser artístico, sino funcional, pueden producir una buena obra (ahí esta la primigenia Guerra de las Galaxias), pero un mal guión no lo arregla ni Dios. Y ahí tenemos todo el universo este de cosa que ha creado DC y sobre todo el puñetero demorado del Zack Snyder.
Los guiones y las historias hay que desarrollarlas adecuadamente para conseguir que funcionen en pantalla. Igual que los personajes, los diálogos y los tiempos.
Pero llevamos 20 años comiendo cosa que no soporta un segundo visionado como si cada nueva producción fuera la obra definitiva y a la media hora de verlo ya se te ha olvidado. Fast food versión película con una inmensa cantidad de azúcar que te genere la insatisfacción suficiente a la media hora como para que tengas que volver la próxima semana a por tu dosis. Algo que funciona espectacularmente bien con las producciones televisivas y el formato de capítulos que como normalmente no te dan nada, siempre te dejan con ganas de más (Perdidos es el más claro ejemplo de esta fruta cosa de funcionar desde el plano artístico pero con un enorme éxito comercial).
Efecto de trampantojo que ha trasladado el interés desde las salas a la televisión por la única razón de que es más barato y que las productoras, en la era de las plataformas, no dependen de la distribución y exhibidores y el beneficio es neto.
Pero si echamos un vistazo a estos 20 años de la Edad de Oro de las Series (¿puede haber existido un concepto más menso en la historia de la Humanidad?) en particular o de la producción audiovisual "pop" (es decir: desde el cine a la música, pasando por la literatura, el cómic, los juegos, etc.) la mediocridad es más que absoluta.
Está claro que podemos disfrutar de las primeras temporadas de Juego de Tronos, por su fidelidad a la obra original, escrita precisamente con técnicas de telenovela, y el manejar conceptos rara vez vistos anteriormente en este tipo de producciones, que no dejan de ser culebrones venezolanos revestidos de espadas y brujería con dragones, pero nadie en su sano jucio se sentará en el futuro a tragarse este tipo de producciones seriadas con incontables periodos de relleno infumables.
Pero con decir que Infinity War y su querida progenitora es una obra maestra defintitiva del Cine, con mayúsculas, y repetirlo hasta la saciedad pagando a cada youtuber de turno medio demorado mental para que predique la palabra a la infinidad de demorados mentales que le siguen cada día como si de su gurú de pensamiento se tratase, a uno no le queda más remedio que pensar que la creatividad humana ha muerto.
¿Y a qué se puede recurrir cuando uno no quiere gastarse dinero en un buen guión, un buen director con criterio y unos actores con carisma para estar en boca de todos?
A LA fruta POLÉMICA.
Cogemos una serie vacía, cuyo argumento se resume en 2 párrafos de un libro de Apéndices: el malo engaña a los elfos engreidos para forjar los anillos que someterán a todos y los buenos se unen para acabar con el malo y eliminar su forma corpórea, hasta se lo cepille un aborto feo nosecuantosmil años después en la Trilogía Buena, y la llenamos de elfos neցros, mujeres repulsivamente odiosas, hombres blancos heterosexuales malvados, actores feos y malos en general, pero muy concienciados con la liberación de las etnias oprimidas capaces de hacer subir el pan cada vez que les ponen un micrófono en la boca.... y después nos gastamos la pasta que deberíamos haber puesto en el guión en llevar a los youtubers de turno de pilinguis y coca a las Bahamas para que repitan el mantra de que es la Obra Maestra que Va a Cambiar la Televisión, y aunque la serie sea una serie de cosa como la de La Rueda del Tiempo, cosa poco buena infumable e incomprensiblemente cutre donde las alla, que nos hace añorar con saña los tiempos de la Cannon, hasta en el último rincón perdido del planeta Tierra la pesadilla de tener que estar escuchando una y otra vez lo puñetero mala que es la serie, lo puñetero falta de respeto con el canon que ha sido la serie, la fruta afrenta a la memoria de Tolkien que ha sido la fruta serie, lo puñetero desagradablemente marysue que es la fruta War-ladriel , lo puñetero mal hechas que están las pilinguis armaduras 100% polyester de la fruta reina de color de Númenor hija de padre y prima de primo blancos los dos, lo puñetero absurdo que es ir a conquista el mundo con una flota de 3 puñeteros barcos como el bolsillo de Doraemon donde se pueden esconder 500 guerreros con sus 500 caballos, y asi hasta la fruta saciedad... terminará por obligar a cualquiera a tener que ver la fruta serie para salir de duras.
Y efectivamente, la serie es terriblemente mala y está desastrosamente mal guionizada hasta el punto de no saber si lo que estás viendo es una superproducción o un obra de teatro de fin de curso 8º de EGB, en la que un demorado mental vuela por los aires el 40% de la flota de guerra numenoreana, y cuando el puñetero demorado y el hijo del protagonista salen del agua del mismo puerto justo tras la explosión, a nadie le importa una cosa ni qué huevones hacían allí esos ni quién cojónes ha volado los barcos por el aire, independientemente de que haya una fruta acondroplásica de color y su puñetero marido calzonazos con un puñetero Balrog escondido en el sótano cuyo único fin es el de ponerlo en los trailers de cosa con que los demorados mentales se pasan el día haciéndose caricias y saciando el mono de que como aficionados a esa obra marginal y clandestina que es el Señor de Los Anillos por fin la sociedad les permita salir del armario y reivindicar su labor de apoyar otra vez una obra con 1000 millones de dólares de presupuesto. Pero friki y marginal, ¿eh?, que a mi me pegaban en el instituto por leer el Silmarillón y tal.
Pero si hay algo que da más miedo que esta fruta serie y que todos los simples que entran al trapo del wokismo y el neցrolas y su querida progenitora, y se pasan el día haciendo publicidad gratuita como buenos orates útiles que son, es el hecho de que existan "seres humanos", por decir algo, como el protagonista de este vídeo, capaces de grabar y editar un vídeo que dura ¡55 puñeteroS MINUTOS! para intentar convencer a la humanidad de que si esta serie de cosa les parece una serie de cosa, es porque no han dedicado su vida a investigar, comprender y aprehender de la forma correcta la verdadera esencia de la obra de Tolkien, como obviamente, sí ha hecho ello/ella/elle:
me acuerdo de mi vida. Holocausto y fuego purificador va a ser insuficiente para erradicar del Universo la desgracia poco equilibrada en que se ha convertido la especie humana.
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