Unas buenas kenklas de anfeta. El café es para ratas de oficina y el ginseng para octogenarios nipones que quieren mantener el jardín de 30m2 a tono.
Las anfetaminas bien utilizadas son t3ta de novicia. Atención al 200%, motivación muy alta, fatiga inexistente. Toda una panacea. Gran parte del éxito militar del eje alemán en la segunda guerra mundial puede atribuirse a este fármaco.
Hay que usarlo con cabeza, pero el café y el ginseng también.