Por mi perfecto, pero que no proyecte su cosa de vida sobre los demás. Ni mi mujer ni yo perdíamos tren alguno, estabamos en nuestro prime cuando nos casamos. Algunos somos felices aunque haya quien tiene vidas de cosa.
Será que erais jóvenes y que los intereses particulares casaban bien desde el corto hasta el muy largo plazo, pero no deja de haber una tras*acción.
Si uno basa sus relaciones en el interés luego pasa lo que pasa... por ambas partes. La generosidad es básica en una relación. Si no los dos desde el principio estáis intentando engañar al otro. Ninguno de los dos está satisfecho con lo obtenido. Tarde o temprano uno de los dos se la pegará al otro.
Pero ni siquiera la gente feliz está a salvo de esto. Con la proliferación de las redes sociales la tentación de curiosear y volver a establecer contacto con aquella ex que nos jodió pero amaba de miedo la tenemos todos, incluso a los que nos va bien. A eso me refería en mi primer post.