Normalmente, para dichos primeros planos se usan
cartuchos inertes, sin pólvora ni fulminante. No obstante, por falta de presupuesto, se adquirieron cartuchos reales. Los expertos en armas de fuego que trabajaron en la producción de la película decidieron, por estas razones económicas, desmontar ellos mismos las balas para causar un efecto de explosión ante las cámaras sin que el proyectil disparado cause daño. Lograron quitar la pólvora, pero no el fulminante.
18 Tras algunos días de probar y desarmar algunos de los cartuchos, el equipo especializado en esta materia mezcló por descuido los cartuchos manipulados con los cartuchos intactos,
19 al igual que los cartuchos inertes con los
cartuchos de fogueo, que son como cartuchos comunes y corrientes, teniendo todos los elementos naturales: la pólvora y el fulminante, pero no el proyectil, permitiendo así que el arma disparada no cause un riesgo real.
Al grabar la fatídica escena, Lee estaba entrando por una puerta y recibió el disparo accidental de cartuchos
.44 Magnum por parte del personaje de Michael Massee a una distancia de entre 3,6 y 4,5 metros (12-15 pies). Aquí, se disparó un cartucho de fogueo y los gases del disparo hicieron que la bala disparada anteriormente (que se había quedado atrapada en el cañón) saliera con la misma fuerza que un arma cargada por un cartucho de verdad, impactando fuertemente en el abdomen de Lee. Éste cayó al suelo, herido mortalmente.
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