Ustedes han visto esa aberracion de la naturaleza donde sirven cereales variados? Locales poblados por jovencitos sin neuronas que parece han olvidado que las juergas acaban en un after no en un local modelo "Satan es mi Señor" y con el ridiculo a la vista de todo el que pasa por alli.
Yo tambien soy hijo de esa cultura de la que hablan: Guitos de aceituna, serrin, poco agradable olor a farias, viejos pegando la ostra cada vez que ponian la ficha del mus y el pesado de turno al que rehuia hasta el mas pintado.
En uno cercano a mi barrio hasta algunas etnianas jovenes (de cuando ivan en zapatillas y toda desarregladas) solian entrar para que algun viejales desesperado les invitara a un copazo o les dejara pasta para el chute ha cambio de trabajo manual en el baño.
A veces solo con mostrar media berza y tocarle la rodilla al viejo se salian con la suya.
Renovarse o morir: Habria apostado por cuidar la higiene (a mi lo de los guitos y el farias me provocaba ascazo) pero hemos pasado de Guatemala a Guatepeor con esas Tabernas Irlandesas de diseño despersonalizadas y fabricadas en serie.
Cada bar tenia su personalidad propia: Aqui en Bilbao era costumbre que muchas tascas serian propiedad de gallegos emigrados que lucian orgullosos el escudo de su club de origen (Un cuadro del Deportivo de la Coruña cuando no eran nadie, el Celta, el Compostela etc)
Pero no olvidemos que estamos hablando de sociedades post-industriales que todavia no han superado el trauma de ese paso paraa depender en exclusiva del sector turistico.
La clientela de esos bares a menudo eran obreros muy explotados que a final de jornada encontraban consuelo entre los habituales y viendo los partidos por la tele (con alguna que otra bronca o amago de pelea y es que no olviden que las ciudades industriales acogian gente de toda España y recuerdo un Celta de Vigo-Extremadura que casi acaba a guantazos..)
Tengo 45 años y admito que muchos somos Cobra Kais en potencia, no asimilamos este mundo de menas, charos y pijismo pero tampoco idealizamos una epoca que no olviden estuvo salpicada de terrorismo, heroina y desindustrializacion.
Pero es nuestro testamento vital. Stephen King se pasa media vida añorando a la juventud de los 50 (Stephen King y muchos mas) en esas peliculas tan ñoñas.
Nosotros no lo necesitamos, era una fruta cosa pero lo que ha llegado despues no es mucho mejor.
Reciban un cordial saludo, excelente post.