El nazismo estaría muerto sin el impulso DIARIO que le da el sionismo. Se necesitan mutuamente (de hecho ambos tenían la misma intención en la expulsión de los judíos de Europa; unos con la excusa biologicista-racial y otros para crear el ESTADO de Israel).
Por lo demás:
Toda opción política o ideológica que se base en el ESTADO, necesita construir su contraparte, su enemigo dentro del ESTADO (para impedir que emerjan las opciones anti-estado).
Lo esencial para el PODER es el ESTADO, es decir, el monopolio de la violencia, las leyes y la justicia; todo ello financiando con el sistema FISCAL (expolio al PUEBLO).
El CAPITALISMO (dentro del cual está la
INDUSTRIA DEL CINE) es una creación del ESTADO.
https://web.archive.org/web/20211022030120/https://alencuentrodequienbusca.wordpress.com/2019/11/13/3833/ https://web.archive.org/web/20211022025947/https://alencuentrodequienbusca.wordpress.com/2019/11/13/estados-unidos-mas-estado-y-mas-capitalismo-ii/...
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El CINE por mucho arte que incluya, al ser ARTE PROFESIONAL, es arte mercenario, por tanto al servicio del mejor postor (que suele ser el ESTADO). La gente que paga por ver cine, son gente, a su vez, ADOCTRINADA por el sistema educativo de los ESTADOS, por eso es casi imposible que haya películas que critiquen la existencia del ESTADO... o que critiquen la existencia de cualquier PODER CONCENTRADO.
Por eso el cine de Hollywood en concreto tiene como máximo taquillero la figura del HÉROE. Es puro mesianismo, ese ALGUIEN o ALGO que "nos SALVA" (a todos, o al menos a los considerados u autoconsiderados "víctimas").
El problema es el ESTADO que, no casualmente, TODOS defienden: de derechass, progres, nazis, fascistas, liberales (sí, también los liberales), etc.
Es el ESTADO (
y su hijo, el CAPITALISMO) el que crea todas esas ideologías con las que dividir y enfrentar, por tanto debilitar al PUEBLO.
Todos ellos se creen muy diferentes, hasta el punto de que se niegan entre sí la condición de humanos (unos a otros se ven como monstruos a exterminar). Salvo los liberales (que también tienen lo suyo, porque se dedican a ganar dinero dentro de un sistema con ESTADO mientras verbosean contra el Estado), todos ellos son idénticos, son totalitarios... y como lo son, todos entienden que tiene que haber JEFES SUPREMOS (caudillos, führer, mesías) que dirijan la totalidad de la existencia del PUEBLO.
Algunos, en sus sueños húmedos, se visualizan como esos JEFES SUPREMOS, y algunos llegan a conseguirlo, siquiera parcialmente (Pablo Iglesias, Abascal, etc. por nombrar sólo a los aspirantes). Otros (la inmensa mayoría) por contra (y para completar la otra cara de la misma moneda) se sienten ESCLAVOS, de ahí que no se les pase por la cabeza llegar al PODER, y se limiten a
ESPERAR que llegue su JEFE SUPREMO concreto que derrote al "mal" y les dirija la totalidad de su existencia de la cuna a la tumba.
Texto de 2011:
Mesianismo moderno: La mentalidad mesiánica se saca de quicio en desesperadas búsquedas profanas de un agente futuro proyectado en la política, la ciencia, la historia, creencias neo-espiritualistas, etc. Porque poco importa cómo se llamen y se definan, los inconscientes mesiánicos modernos comparten algo: creer en alguien o algo exterior que llegará en un futuro más o menos próximo. Entre ellos discuten, se critican y se combaten con dureza. Todos esperan.
Los neo-nazis esperan el regreso de su amado Führer y su batalla final. ¿Qué hacen mientras esperan? Ven partidos de fútbol y pegan palizas a mendigos e indigentes.
Los comunistas esperan el fin del capitalismo y la abolición de las clases sociales. ¿Qué hacen mientras esperan? Consumen, se disfrazan de pordioseros, y nos aburren en las tertulias de bar.
Los tras*humanistas esperan “la superación de la condición humana” a través de la tecnología. ¿Qué hacen mientras esperan? Leen revistas de divulgación científica, manosean su e-phone, y se atiborran a pastillas para aplacar su miedo a la fin.
Los ecologistas esperan que la ciencia ambientalista arroje un modelo de producción “sustentable”. ¿Qué hacen mientras esperan? Se jactan de su santidad ciudadana por ir al trabajo en bicicleta eléctrica, darse duchas de dos minutos y pagar el impuesto revolucionario de lo “ecológicamente correcto”.
Los raeliano-ufológicos esperan que llegue un comandante interestelar y les lleve en su nave espacial. ¿Qué hacen mientras esperan? Ven películas de Hollywood sobre marcianitos, se ponen gorritos estrafalarios, y visten camisetas con el mensaje “I want to believe”.
Los miembros de los partidos políticos esperan que su partido llegue al gobierno con su mesías neցro, su mesías mujer o su mesías lgtb. ¿Qué hacen mientras esperan? Ven la tele, leen sus periódicos ideológicos, y opinan sobre nimiedades en sus blogs y redes sociales.
Los new-age esperan la era astrológica de Acuario, la llegada de un meteorito, o el año 2012. ¿Qué hacen mientras esperan? Hablar grandilocuentemente sobre “consciencia” y “evolución” mientras dan la tabarra con las dietas macrobióticas, los cristales de cuarzo y los cuencos tibetanos.
Todos esperan. Todos esperan. Todos esperan.
¿Qué tienen de peculiar estos mesiánicos modernos? Pues que a éstos, además de esperar, les da por hacer el canelo.