Los conversos deben poner a prueba su fe siendo los más extremos entre los extremos, wxagerados en sus demostraciones de religiosidad para ser verosímiles y manifestándose como radicales hacia su nueva fe.
Las convicciones no tienen el porque ir en consonancia con la fe del converso. Pueden ser moderados e incluso hasta de usos paganos integrales y paletos pero lo que importa es la postura externa que se adopta (que siempre es la más exagerada por conveniencia social)