"Abolir la prespitación", por Juan Manuel de Prada

Abolir la prespitación
JUAN MANUEL DE PRADA

Sábado, 18 de Junio de 2022

Se ha puesto sobre el tapete de las utopías políticas la ‘abolición’ de la prespitación, que provoca un nuevo rifirrafe ideológico con quienes pretenden que se impida el proxenetismo pero se garantice el ‘libre’ ejercicio de la prespitación.
Vemos, tanto en la solución ‘abolicionista’ como en la solución ‘liberal’, los graves errores jovenlandesales y teológicos sobre los que se asientan las ideologías modernas. Afirmaba Donoso Cortés que toda gran cuestión política supone y desarrolla una gran cuestión teológica, una observación que tampoco le pasó inadvertida a Proudhon. Y esta cuestión que ahora abordamos lo prueba plenamente; también prueba, por cierto, que las ideologías son falsificaciones religiosas que terminarán conduciéndonos a un barranco sin fondo. Pues, cuando se parte de premisas erróneas (como cuando, en una expedición, se parte de coordenadas equivocadas), siempre se acaba en un barranco.
No se puede considerar la prespitación como un oficio cualquiera, con la única condición de que sea ejercida libremente, sin coacción ni chantaje. El hombre se distingue del resto de los animales –nos enseña Aristóteles– por su capacidad para discernir la naturaleza de sus actos, determinando si son buenos o malos. Desde luego, que la prespitación sea ejercida mediante coacción o chantaje añade aspectos sombríos a su práctica. Pero la prespitación, en sí misma, es un acto indigno, que daña de forma muy grave, tanto jovenlandesal como afectivamente, a quien la ejerce y a quienes a ella recurren. Y si lo hacen ‘libremente’ es porque su libertad se halla viciada (u ofuscada por pasiones torpes) y es incapaz de ponderar las consecuencias funestas de esa práctica. Siempre la «sexualidad elemental, divorciada del amor» tiene –nos recuerda Aldous Huxley– un efecto degradante en la naturaleza humana; pero una sexualidad ofrecida o buscada a cambio de dinero atenta contra nuestra dignidad y lastima muy gravemente los vínculos humanos, que exigen donación, además de incapacitarnos para los afectos verdaderos (porque todo afecto fingido acaba siendo un callo que nos insensibiliza).
Cuando se niega el juicio aristotélico sobre la naturaleza de los actos, los resultados serán siempre catastróficos. Pero frente al error de la ‘legalización’, que se niega a determinar la naturaleza de la prespitación, se halla el error de la ‘abolición’, que se niega a reconocer la naturaleza humana. Al escribir sobre los utopistas obsesionados con la creación de un hombre nuevo, Lewis Mumford señalaba: «Al pretender que Falstaff sea como Cristo, estos fanáticos impiden que los bribones de nacimiento sean capaces de alcanzar al menos el nivel de un Robin Hood». Hasta donde yo sé, Mumford era ateo; pero no hace falta ser creyente para intuir ciertas verdades teológicas, sobre todo las que atañen a la naturaleza humana. Que, en contra de lo que pretenden los utopistas, no es una naturaleza angélica, sino una naturaleza caída, aunque bendecida por las gracias de la redención. Una comprensión cabal de la naturaleza humana propiciará que los seres humanos mejoren, pero sin pretender absurdamente que se conviertan en ángeles. Se puede conseguir que un ladrón desvergonzado como Falstaff se convierta en un ladrón solidario como Robin Hood (sobre todo si Falstaff se mira en Cristo y trata de imitarlo); pero si pretendemos forzar a Falstaff para que se convierta en Cristo de la noche a la mañana, sólo lograremos enfurecerlo. Y esto es lo que conseguirán estos utopistas que pretenden la ‘abolición’ de la prespitación: generar frustración y violencia entre quienes recurren a esta forma degradante de sexualidad, que de este modo acabarán degradando toda expresión de su sexualidad (y de la ajena). La ‘abolición’ de la prespitación incrementará las violencias y abusos sensuales y, en fin, la prespitación generalizada de los afectos y de la sexualidad.
La lacra de la prespitación sólo se podrá combatir (además de persiguiendo el proxenetismo, claro está) trabajando con la caída naturaleza humana, recuperando los frenos jovenlandesales que la encauzan, apagando los reclamos que la encienden, formando suavemente las conciencias, templando la libertad humana, de tal modo que se vigorice y pueda vencer sus flaquezas y debilidades. Así se logrará poco a poco que cada vez menos personas recurran a la prespitación para aliviar sus ansiedades sensuales y existenciales; y también que menos personas se prostituyan ‘libremente’. Toda solución que confunda la naturaleza humana con la naturaleza angélica no hará sino acrecentar fatalmente el problema, como siempre ocurre cuando se pretende crear un ‘hombre nuevo’ en lugar de mejorar al viejo.

NOS HA SALIDO ABOLICIONISTA. El no lo sabe pero cada linea es abolicionista.


Pon el link. Porque lo que el ha intentado explicar es la base del abolicionismo.

Si entendeis el texto entendeis que es ser abolicionista. Lo de aumentar las agresiones es como admitir que el cliente es un enfermo y un forzador.

Lo he repetido mil veces, abolir no es prohibir, porque abolir es dejar de ver como una opcion aceptable vender tus agujeros y pagar por usarlos. No se pretende que sea ya la abolición, pasaran siglos quizas, ni que sea ahora, no se pretende que sea el unico paso, pero hay que dar uno. Este es el primero de una larga batalla Pero hay que trabajar en las escuelas, quitar lo del empleo mas antiguo, cambiar ese chip

Se ha demostrado que regular, regula a la mafia, regula la trata. Eso ha pasado en Holanda y Alemania. Es decir el estado coge impuestos de la esclavitud, a los abusos, a las violaciones de mujeres para crear escuelas. Porque si la trata se regula y además la prespitación crece por verlo como un trabajo mas y legal. Mas clientes, mas trata infiltrada, mas violacion, mas abusos por necesidad económica

No es una cuestion jovenlandesal como muchos quieren ver, no esta relacionado con el sesso en realidad, tampoco con la libertad. Sino con la explotacion, con el paro, con la pobreza que afecta a las mujeres.

El paro en la mujer es siempre mayor, son los sectores que mas sufren con las crisis y los sectores que deben aceptar vender su cuerpo y digo aceptar porque si la prostitucion aumenta con el paro es que esas mujeres si estuvieran trabajando como ya hicieron antes no lo harian. Es decir, no les queda otra. Si no les queda otra no hay libertad, no hay opcion.

Aqui lo decis de broma: ¿Se quedan en el paro? ¡Que se vayan a ejercer! Jajaja

Por otro lado la mayoria son pagapensiones que vienen de paises donde es dificil vivir. Rara vez veras a una Europea (salvo cuando hay crisis) porque la mayoria de las mujeres que son pilinguis es porque no les queda otra. No se si nos enteramos. Sus circunstancias de pobreza o necesidad vital, situacional, les hacen tener que elegir: fin o plomo. fin o fruta.

Con independencia de eso la prostitucion es lo mas patriatcal y capitalista que existe a primeros de siglo la izquierda obrera estaba en contra porque eran sus hijas o mujeres quienes se vendían al rico, ahora es que el rico es europeo, ya parece importar menos a la izquierda. Y menos a los hombres europeos.

Pero el mismo origen de la práctica es una desigualdad patriarcal. Es decir, la mujer por físico y sociedad no podia trabajar y ser remunerada, así que los hombres compraban a las mujeres porque ellos SI PODIAN. Es decir, creas una sociedad con unas leyes y sesgos, h luego pagas para usar a quien libremente no podia competir contigo.

Las mujeres lo normalizaron por eso lo practican y los homvres tambien, es programable por tanto desprogramable, pero en ningún momento ni es ni sera normal y así debe ser. El sesso es libre o no es, todo condicionamiento en el sesso le quita libertad a la elección, pues no hay elección en la necesidad, es por tanto que si el sesso es condicionado a las circunstancias, ya pongas 60 o 700 no cambia el hecho de que es la circunstancia la que obliga al sesso. El cliente quiere romper la realidad poniendo 60 euros en la mesa, creyendo que así existe consentimiento no coaccionado, pero se miente.

Si a esa mujer le dices: Toma tu dinero y lo hacemos o no lo hacemos segun tu quieras, ella podrá acceptar porque cree que ese dinero te cuesta o porque se ve obligada por esa buena voluntad pero la realidad es que si fuera libre de mente sin esas dos ideas y pensando en ella, cogería ese dinero y se iría, motivo por el que saber que no quiere estar alli y que al penetrarla traseril, vaginal o bucal, correrte en ella, empujar su cuerpo, la estas abusando. Si, la estas violando.