El Pionero
Alcalde y presidente de Fútbol Paco premium
El 39,3 por ciento del salario de los trabajadores españoles se destinó al pago de impuestos y cotizaciones a la Seguridad Social en 2021, frente al 34,6 por ciento de la media de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), según el informe ‘Taxing Wages’ publicado por esta organización.
Mientras que en la OCDE la carga fiscal sobre los salarios se redujo 0,06 puntos porcentuales respecto a 2020, en España se observó un aumento de 28 puntos básicos.
En concreto, el IRPF pesó un 11,3 por ciento sobre el salario en España, frente al 13 por ciento de la media de la OCDE. Por su parte, las cotizaciones sociales pagadas por las empresas supusieron el 23 por ciento y las abonadas por los trabajadores, un 4,9 por ciento, cuando el promedio de los miembros del ‘think tank’ de los países desarrollados se situó en el 13,5 por ciento y el 8,2 por ciento, respectivamente.
Así, España se mantuvo en el decimosexto puesto de los países con mayor cuña fiscal de la OCDE, en un ranking encabezado por Bélgica, donde a los trabajadores se les retiene el 52,6 por ciento de su salario. Los belgas son los únicos que deben tras*ferir a la Administración y la Seguridad Social una suma mayor de su salario de la que ellos reciben en neto.
Por detrás de Bélgica, los países con mayor diferencia entre salario bruto y neto son Alemania, donde se retiene el 48,1 por ciento, Austria (47,8 por ciento), Francia (47 por ciento), Italia (46,5 por ciento), Eslovenia (43,6 por ciento), Hungría (43,2 por ciento), Finlandia (42,7 por ciento), Suecia (42,6 por ciento), Portugal (41,8 por ciento), Eslovaquia (41,3 por ciento), Letonia (40,5 por ciento) y Luxemburgo (40,2 por ciento).
Por contra, los países de la OCDE con cuñas fiscales más bajas en 2021 eran Colombia (0 por ciento), Chile (7 por ciento), Nueva Zelanda (19,4 por ciento), México (19,6 por ciento), Suiza (22,8 por ciento), Corea del Sur (23,6 por ciento), Israel (24,2 por ciento), Australia (27,1 por ciento), Estados Unidos (28,4 por ciento) y Costa Rica (29,2 por ciento).
«La cuña fiscal aumentó en 24 de los 38 países de la OCDE, disminuyó en 12 y se mantuvo sin cambios en dos», explicó la organización, añadiendo que se observaron aumentos superiores al punto porcentual en Israel (1,02), Estados Unidos (1,2) y Finlandia (1,33).
«En casi todos los países donde aumentó la cuña fiscal para el trabajador soltero, el incremento fue impulsado por un IRPF más alto», añadió la OCDE, lo que, en algunos países, fue el resultado de salarios promedio más altos que interactúan con sistemas progresivos de impuestos sobre la renta, mientras que en otros casos fue impulsado por una mayor proporción de ganancias sujetas a impuestos a medida que el valor de las desgravaciones fiscales y los créditos fiscales cayeron en relación con el salario promedio.
Las paguitas,menas, chiringuitos, estudios y ministerios que no valen ni para tomar por ojo ciego no se pagan solos.
Mientras que en la OCDE la carga fiscal sobre los salarios se redujo 0,06 puntos porcentuales respecto a 2020, en España se observó un aumento de 28 puntos básicos.
En concreto, el IRPF pesó un 11,3 por ciento sobre el salario en España, frente al 13 por ciento de la media de la OCDE. Por su parte, las cotizaciones sociales pagadas por las empresas supusieron el 23 por ciento y las abonadas por los trabajadores, un 4,9 por ciento, cuando el promedio de los miembros del ‘think tank’ de los países desarrollados se situó en el 13,5 por ciento y el 8,2 por ciento, respectivamente.
Así, España se mantuvo en el decimosexto puesto de los países con mayor cuña fiscal de la OCDE, en un ranking encabezado por Bélgica, donde a los trabajadores se les retiene el 52,6 por ciento de su salario. Los belgas son los únicos que deben tras*ferir a la Administración y la Seguridad Social una suma mayor de su salario de la que ellos reciben en neto.
Por detrás de Bélgica, los países con mayor diferencia entre salario bruto y neto son Alemania, donde se retiene el 48,1 por ciento, Austria (47,8 por ciento), Francia (47 por ciento), Italia (46,5 por ciento), Eslovenia (43,6 por ciento), Hungría (43,2 por ciento), Finlandia (42,7 por ciento), Suecia (42,6 por ciento), Portugal (41,8 por ciento), Eslovaquia (41,3 por ciento), Letonia (40,5 por ciento) y Luxemburgo (40,2 por ciento).
Por contra, los países de la OCDE con cuñas fiscales más bajas en 2021 eran Colombia (0 por ciento), Chile (7 por ciento), Nueva Zelanda (19,4 por ciento), México (19,6 por ciento), Suiza (22,8 por ciento), Corea del Sur (23,6 por ciento), Israel (24,2 por ciento), Australia (27,1 por ciento), Estados Unidos (28,4 por ciento) y Costa Rica (29,2 por ciento).
«La cuña fiscal aumentó en 24 de los 38 países de la OCDE, disminuyó en 12 y se mantuvo sin cambios en dos», explicó la organización, añadiendo que se observaron aumentos superiores al punto porcentual en Israel (1,02), Estados Unidos (1,2) y Finlandia (1,33).
«En casi todos los países donde aumentó la cuña fiscal para el trabajador soltero, el incremento fue impulsado por un IRPF más alto», añadió la OCDE, lo que, en algunos países, fue el resultado de salarios promedio más altos que interactúan con sistemas progresivos de impuestos sobre la renta, mientras que en otros casos fue impulsado por una mayor proporción de ganancias sujetas a impuestos a medida que el valor de las desgravaciones fiscales y los créditos fiscales cayeron en relación con el salario promedio.
Las paguitas,menas, chiringuitos, estudios y ministerios que no valen ni para tomar por ojo ciego no se pagan solos.