John Smmith
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Este año el día de la liberación fiscal en España será el 29 de julio sin ánimo de ser exhaustivos, los hechos son los siguientes.
1 - Se conoce como día de la liberación fiscal aquel en que el ciudadano deja ya de pagar impuestos y puede disfrutar del fruto de su trabajo.
2 - El día de la liberación fiscal permite saber de qué parte del fruto de nuestro trabajo se apodera el estado.
3- En 2012 el día de la liberación fiscal en España era el 3 de mayo, es decir, el estado se quedaba con 124 días de trabajo de cada contribuyente.
4 - En 2018 el día de la liberación fiscal implicaba ya que el ciudadano medio en España destinaba 177 días de trabajo al pago de tributos, es decir, la liberación fiscal tenía lugar ya no a inicios de mayo sino el 24 de junio.
5 - Como sucede todos los años, la fecha de la liberación fiscal fue retrasándose en España en los años siguientes hasta el punto de que en 2022 el día de la liberación fiscal fue ya el 13 de julio. En otras palabras, ya más de la mitad del obtenido con el esfuerzo personal era espoliado por los buscabonos de la agencia tributaria.
6 - Este año 2023 la fecha de la liberación fiscal en España ha vuelto a retrasarse y será el día 29 de julio.
7 - En otras palabras, los españoles trabajarán en este año de 2023 hasta el 29 de julio y solo para pagar impuestos.
8 - Por lo tanto, este año los trabajadores necesitarán 16 días más para pagar impuestos ya que la presión fiscal ha aumentado.
9 - Por supuesto esa cantidad es por término medio ya que algunos españoles pagan menos y otros pagan mucho más. Por ejemplo, quien ahora se dirige a ustedes era privado de todo lo que ganaba hasta el 31 de octubre y solo a partir del 1 de noviembre comenzaba a ganar dinero para sí y para mantener a su familia.
10 - De la misma manera no todas las comunidades autónomas llegan a la liberación fiscal el mismo día. Así los gastos salvajes del nacionalismo catalán provocan que Cataluña sea la comunidad que más tarde llega a su liberación fiscal ya bien entrado el mes de agosto.
11 - También llegarán a la liberación fiscal este año en el mes de agosto, Cantabria, Castilla la Mancha, Valencia, Navarra, Baleares y Asturias.
12 - Ese peso asfixiante de los impuestos sobre los españoles no ha dejado de crecer desde la tras*ición debido al diseño del estado de las autonomías y a los diversos niveles de la administración que han disparado el gasto público.
13 - A pesar de todo la llegada al poder de Rodríguez Zapatero en 2004 y la presidencia de Rajoy desde 2011 han implicado un aumento descontrolado de los impuestos que ha resultado especialmente evidente en los últimos años.
14 - Así puede contemplarse como en el curso de una década el estado ha despojado a los españoles de dos meses y medio adicionales del fruto de su trabajo.
15 - Con estos datos el gobierno central reconoce en Bruselas que va a recaudar más de 20.000 millones de euros adicionales.
16 - Esta acumulación de impuestos no incluye, por ejemplo, los seguros sociales y mucho menos las inspecciones creativas perpetradas por los buscabonos de la agencia tributaria y que más del 51 por ciento de los casos se realizan fuera de la ley como dictaminan los tribunales.
17 - Este fenómeno de subida de impuestos contrasta gravemente con el que muestra la OCD donde ningún país supera a España en la porción de los ingresos que percibe un contribuyente y que se lleva el estado.
18 - Así, mientras que la cuña fiscal media de la OCD lleva ocho años descendiendo, en el caso de España no ha dejado un solo año de subir.
19 - Igualmente, la presión fiscal directa sobre las familias españolas ha crecido de forma imparable en los últimos años y la indirecta no ha dejado de aumentar desde los años noventa. Todo ello, a pesar de la reducción del consumo que tuvo lugar en los hogares españoles después de la crisis del cobi19.
20 - De manera bien reveladora, a cambio de ser privados de más de la mitad del fruto de su trabajo o de sus pensiones, los españoles no perciben prácticamente nada a cambio, ya que en los últimos años la calidad de los servicios públicos no solo no ha mejorado, sino que se ha deteriorado de manera creciente.
Como hemos señalado en diversas ocasiones, el sistema político español representa el ropaje de una monarquía parlamentaria, pero en realidad es un sistema del antiguo régimen, el anterior a la revolución francesa, cuyo aniversario se celebra este mes.
A los españoles, se les priva de más de medio año de lo que ganan, única y exclusivamente para mantener en pie un edificio construido en beneficio de las castas privilegiadas que se apoderan de semejante caudal a través de los presupuestos públicos. De hecho, basta contemplar la vida en España para percatarse de hasta qué punto semejante esquema resulta absolutamente innegable.
Por ejemplo, la sanidad española es pésima y así quedó de manifiesto después de décadas de propaganda durante la crisis del cobi19. Muchos de los profesionales dejan que desear. La atención es mala y sobre todo las listas de espera provocan que centenares de miles de personas tengan que esperar para ser intervenidas de urgencia durante meses e incluso años. Algo semejante sucede con pruebas más indispensables, cuya realización se difiere por meses teniendo no pocas veces efectos letales. Si a los españoles les devolvieran el dinero que les quitan con la excusa de la sanidad podrían pagarse un servicio privado mucho mejor, eficaz y rápido.
El caso de la educación es el mismo. De casi nula calidad llega a extremos vergonzosos en el bachillerato y en la universidad donde no existe una sola, que se encuentra entre las primeras 150 del mundo, 150 nada menos. De nuevo, si a los españoles les dejaran quedarse con la parte de sus impuestos dedicados a la educación podrían pagarse una educación mucho mejor que la que reciben sus hijos.
Un caso semejante es el planteado por las fuerzas de seguridad. Los españoles saben de manera trágica que esperar que aparezcan cuando son necesarias o que defiendan realmente su integridad, subida o su propiedad, choca trágicamente con una realidad distinta. La vivienda generalmente modesta de cualquier español no será defendida por la policía si esos delincuentes denominados ocupas se apoderan de ella. De hecho, posiblemente un servicio de seguridad como los que hay en determinadas urbanizaciones resultaría más barato y más eficaz para los españoles.
Lo mismo puede decirse de las fuerzas armadas. En estos momentos no están sirviendo para defender nuestras fronteras, especialmente de las invasiones africanas, aunque sí son enviados algunos contingentes a lugares tan separados de los intereses nacionales como el Báltico o el Mar neցro.
Finalmente, el sistema de pensiones no solo es perversos muchas de sus aportaciones, sino que además resulta deficitario e incluso sus magras percepciones pueden ser embargadas por los sicarios de la agencia tributaria, esbirros buscabonos esenciales para el mantenimiento de un régimen de saqueo y expolio de los ciudadanos como es el español.
La situación de las castas privilegiadas resulta, sin embargo, muy diferente. En el caso de los políticos no solo la inmunidad de la acción de la ley se extiende a decenas de miles de personas, sino que además sus pensiones son mucho mayores y con una cotización muchísimo menor que la de los ciudadanos. Todo ello sin hablar de sus salarios fijados por ellos mismos de manera arbitraria y de otros beneficios adicionales. Tanto los partidos como los sindicatos se han convertido además en gigantescas maquinarias de percepción de dinero público y de colocación de militantes y simpatizantes en el seno de la administración, hasta el punto de que a día de hoy podríamos prescindir perfectamente de 2 millones de trabajadores públicos totalmente inútiles. A eso se ha sumado en los últimos años la aparición de otras organizaciones parasitarias que viven del presupuesto apelando al feminismo, a la gaysidad o a la inmi gración ilegal.
Por añadidura, el sistema fiscal español beneficia unas regiones a costa de otras. Navarra y las vascongadas pagan mucho menos de lo que deberían gracias a la existencia de unos conciertos de origen medieval. Cataluña recibe una cantidad desproporcionada de dinero, la región que más percibe de toda España a pesar de que ni por mucho es la que más contribuye, que es una cantidad muy superior a la que aporta. Y por el contrario, Madrid aporta muchísimo más de lo que percibe, siendo prácticamente junto a la Rioja la única región que da mucho más de lo que se le entrega en un ejemplo clamoroso de injusticia.
Más descarada incluso es la situación de los denominados por Lorenzo Ramírez Empresaurios, es decir, aquellas empresas que marcan la legislación y la política económica y que desvalijan los presupuestos públicos en beneficio propio con la ayuda de los políticos. La banca, las empresas energéticas y las grandes constructoras llevan décadas saqueando los presupuestos de la manera más descarada y creciente a costa de los contribuyentes y con el respaldo indecente de las furcias mediáticas. Esas furcias mediáticas se llevan también una parte del presupuesto en forma de subvenciones o de publicidad institucional, de tal manera que se han convertido totalmente en instrumentos para ocultar o mentir la realidad y vomitar propaganda falaz sobre los ciudadanos.
A lo anterior hay que sumar la penosa disfuncionalidad de un estado de las autonomías que permiten multiplicar los gastos siempre en favor de las castas privilegiadas y siempre en contra de los intereses de los ciudadanos.
Y finalmente está la Iglesia Católica que se lleva no menos del 1% del producto interior bruto, un expolio escandaloso que intenta justificar hablando de su obra social, una obra que no se mantiene sobre la base de los presupuestos de la Iglesia Católica, sino del dinero que recibe de los presupuestos públicos y que todos los años además ve cómo se recibe una cantidad a cuenta de lo que le entrega el estado que siempre es superior al cálculo final y cuya diferencia la Iglesia Católica no ha devuelto ni un solo año. A la hora de saquear los presupuestos, la Iglesia Católica sigue exactamente el mismo sistema de expolio que siguen las organizaciones feministas y gayses y forma parte de algunos bloques como los relacionados con la inmi gración ilegal o la denominada obra social. Por supuesto también la Iglesia Católica cuenta con sus propias furcias mediáticas que esconden su realidad colosalmente parasitaria que jamás dan noticias relativas por ejemplo a la corrupción económica de sus instituciones o a los abusos sensuales del clero y que se empeñan en presentar una imagen benéfica para la sociedad que ni de lejos se corresponde con la realidad.
Esta es la verdad de España que cuesta a los contribuyentes más de la mitad de sus días de trabajo y que es ocultada mediante la propaganda y mediante la desinformación procedente de las furcias mediáticas.
Se trata de una realidad del antiguo régimen donde las castas privilegiadas se quedan con la mayoría de lo que producen las clases medias, donde incluso determinados sectores de la población, convertidos en clientelas electorales se aprovechan también del expolio de las clases medias de tal manera que un mena recibe más dinero que muchos pensionistas que han trabajado toda su vida o que un viajero ilegal reciba mucha más atención y ayuda económica que muchos, muchísimos contribuyentes. Es una sociedad donde al fin y a la postre y a cambio de poco y de mala calidad, la media de los contribuyentes se ven privados de mucho más de la mitad de lo que percibe al cabo del año. Circunstancia está por cierto que ni siquiera es garantía de no ser molestado posteriormente por los buscabonos de la agencia tributaria.
De hecho es sabido como estos sicarios vuelven una y otra vez de manera masivamente ilegal a acosar a los contribuyentes que han cumplido con sus obligaciones en la esperanza de poder exprimirlos todavía más. Que el 51 por ciento de las causas que llegan a los tribunales las pierda la agencia tributaria deja de manifiesto como la prevaricación y el fraude de ley constituyen características más que obvias de las actuaciones de sus buscabonus.
Esto es España y todo indica que la situación seguirá empeorando no sólo por la mala gestión de los políticos y la codicia desmedida de sus castas privilegiadas sino también porque ocasionalmente los gobiernos de turno por ejemplo deciden prestar ayuda a personajes odiosos como Zelensky que a pesar de arremeter en el Congreso español contra empresas españolas fue aplaudido por todos los parlamentarios como si se tratara de un grupo de focas amastradas.
La cuestión pues está en plantearse si los ciudadanos españoles reaccionarán alguna vez contra este robo sistemático del que son objeto o si seguirán confiando en que, no ellos si no, un partido político cualquiera arreglará todo. Entonces, si es así, tendrán que esperar más de cuatro siglos para ver el final del antiguo régimen y de su sistema impositivo criminal como sucedió con los franceses que se alzaron en la jaquerie pero que no vivieron su liberación hasta que un día 14 de julio comenzó la revolución francesa, una tercera alternativa, para ser sinceros no existe.
Pero no se dejen llevar por el desánimo la frustración y es que a pesar de que los poderosos muchas veces parecen gigantes es solo porque se les contempla de rodillas y ya va siendo hora de ponerse en pie.
Mientras tanto en el tiempo que han necesitado ustedes para escuchar este editorial la deuda pública española ha aumentado en cerca de 7 millones de euros y eso que este año van a tener ustedes que trabajar casi un mes más para liberarse fiscalmente pero es que los parásitos son innumerables.
Editorial: 29 de julio: día de la liberación fiscal en España - 12/07/23 - La Voz de César Vidal
1 - Se conoce como día de la liberación fiscal aquel en que el ciudadano deja ya de pagar impuestos y puede disfrutar del fruto de su trabajo.
2 - El día de la liberación fiscal permite saber de qué parte del fruto de nuestro trabajo se apodera el estado.
3- En 2012 el día de la liberación fiscal en España era el 3 de mayo, es decir, el estado se quedaba con 124 días de trabajo de cada contribuyente.
4 - En 2018 el día de la liberación fiscal implicaba ya que el ciudadano medio en España destinaba 177 días de trabajo al pago de tributos, es decir, la liberación fiscal tenía lugar ya no a inicios de mayo sino el 24 de junio.
5 - Como sucede todos los años, la fecha de la liberación fiscal fue retrasándose en España en los años siguientes hasta el punto de que en 2022 el día de la liberación fiscal fue ya el 13 de julio. En otras palabras, ya más de la mitad del obtenido con el esfuerzo personal era espoliado por los buscabonos de la agencia tributaria.
6 - Este año 2023 la fecha de la liberación fiscal en España ha vuelto a retrasarse y será el día 29 de julio.
7 - En otras palabras, los españoles trabajarán en este año de 2023 hasta el 29 de julio y solo para pagar impuestos.
8 - Por lo tanto, este año los trabajadores necesitarán 16 días más para pagar impuestos ya que la presión fiscal ha aumentado.
9 - Por supuesto esa cantidad es por término medio ya que algunos españoles pagan menos y otros pagan mucho más. Por ejemplo, quien ahora se dirige a ustedes era privado de todo lo que ganaba hasta el 31 de octubre y solo a partir del 1 de noviembre comenzaba a ganar dinero para sí y para mantener a su familia.
10 - De la misma manera no todas las comunidades autónomas llegan a la liberación fiscal el mismo día. Así los gastos salvajes del nacionalismo catalán provocan que Cataluña sea la comunidad que más tarde llega a su liberación fiscal ya bien entrado el mes de agosto.
11 - También llegarán a la liberación fiscal este año en el mes de agosto, Cantabria, Castilla la Mancha, Valencia, Navarra, Baleares y Asturias.
12 - Ese peso asfixiante de los impuestos sobre los españoles no ha dejado de crecer desde la tras*ición debido al diseño del estado de las autonomías y a los diversos niveles de la administración que han disparado el gasto público.
13 - A pesar de todo la llegada al poder de Rodríguez Zapatero en 2004 y la presidencia de Rajoy desde 2011 han implicado un aumento descontrolado de los impuestos que ha resultado especialmente evidente en los últimos años.
14 - Así puede contemplarse como en el curso de una década el estado ha despojado a los españoles de dos meses y medio adicionales del fruto de su trabajo.
15 - Con estos datos el gobierno central reconoce en Bruselas que va a recaudar más de 20.000 millones de euros adicionales.
16 - Esta acumulación de impuestos no incluye, por ejemplo, los seguros sociales y mucho menos las inspecciones creativas perpetradas por los buscabonos de la agencia tributaria y que más del 51 por ciento de los casos se realizan fuera de la ley como dictaminan los tribunales.
17 - Este fenómeno de subida de impuestos contrasta gravemente con el que muestra la OCD donde ningún país supera a España en la porción de los ingresos que percibe un contribuyente y que se lleva el estado.
18 - Así, mientras que la cuña fiscal media de la OCD lleva ocho años descendiendo, en el caso de España no ha dejado un solo año de subir.
19 - Igualmente, la presión fiscal directa sobre las familias españolas ha crecido de forma imparable en los últimos años y la indirecta no ha dejado de aumentar desde los años noventa. Todo ello, a pesar de la reducción del consumo que tuvo lugar en los hogares españoles después de la crisis del cobi19.
20 - De manera bien reveladora, a cambio de ser privados de más de la mitad del fruto de su trabajo o de sus pensiones, los españoles no perciben prácticamente nada a cambio, ya que en los últimos años la calidad de los servicios públicos no solo no ha mejorado, sino que se ha deteriorado de manera creciente.
Como hemos señalado en diversas ocasiones, el sistema político español representa el ropaje de una monarquía parlamentaria, pero en realidad es un sistema del antiguo régimen, el anterior a la revolución francesa, cuyo aniversario se celebra este mes.
A los españoles, se les priva de más de medio año de lo que ganan, única y exclusivamente para mantener en pie un edificio construido en beneficio de las castas privilegiadas que se apoderan de semejante caudal a través de los presupuestos públicos. De hecho, basta contemplar la vida en España para percatarse de hasta qué punto semejante esquema resulta absolutamente innegable.
Por ejemplo, la sanidad española es pésima y así quedó de manifiesto después de décadas de propaganda durante la crisis del cobi19. Muchos de los profesionales dejan que desear. La atención es mala y sobre todo las listas de espera provocan que centenares de miles de personas tengan que esperar para ser intervenidas de urgencia durante meses e incluso años. Algo semejante sucede con pruebas más indispensables, cuya realización se difiere por meses teniendo no pocas veces efectos letales. Si a los españoles les devolvieran el dinero que les quitan con la excusa de la sanidad podrían pagarse un servicio privado mucho mejor, eficaz y rápido.
El caso de la educación es el mismo. De casi nula calidad llega a extremos vergonzosos en el bachillerato y en la universidad donde no existe una sola, que se encuentra entre las primeras 150 del mundo, 150 nada menos. De nuevo, si a los españoles les dejaran quedarse con la parte de sus impuestos dedicados a la educación podrían pagarse una educación mucho mejor que la que reciben sus hijos.
Un caso semejante es el planteado por las fuerzas de seguridad. Los españoles saben de manera trágica que esperar que aparezcan cuando son necesarias o que defiendan realmente su integridad, subida o su propiedad, choca trágicamente con una realidad distinta. La vivienda generalmente modesta de cualquier español no será defendida por la policía si esos delincuentes denominados ocupas se apoderan de ella. De hecho, posiblemente un servicio de seguridad como los que hay en determinadas urbanizaciones resultaría más barato y más eficaz para los españoles.
Lo mismo puede decirse de las fuerzas armadas. En estos momentos no están sirviendo para defender nuestras fronteras, especialmente de las invasiones africanas, aunque sí son enviados algunos contingentes a lugares tan separados de los intereses nacionales como el Báltico o el Mar neցro.
Finalmente, el sistema de pensiones no solo es perversos muchas de sus aportaciones, sino que además resulta deficitario e incluso sus magras percepciones pueden ser embargadas por los sicarios de la agencia tributaria, esbirros buscabonos esenciales para el mantenimiento de un régimen de saqueo y expolio de los ciudadanos como es el español.
La situación de las castas privilegiadas resulta, sin embargo, muy diferente. En el caso de los políticos no solo la inmunidad de la acción de la ley se extiende a decenas de miles de personas, sino que además sus pensiones son mucho mayores y con una cotización muchísimo menor que la de los ciudadanos. Todo ello sin hablar de sus salarios fijados por ellos mismos de manera arbitraria y de otros beneficios adicionales. Tanto los partidos como los sindicatos se han convertido además en gigantescas maquinarias de percepción de dinero público y de colocación de militantes y simpatizantes en el seno de la administración, hasta el punto de que a día de hoy podríamos prescindir perfectamente de 2 millones de trabajadores públicos totalmente inútiles. A eso se ha sumado en los últimos años la aparición de otras organizaciones parasitarias que viven del presupuesto apelando al feminismo, a la gaysidad o a la inmi gración ilegal.
Por añadidura, el sistema fiscal español beneficia unas regiones a costa de otras. Navarra y las vascongadas pagan mucho menos de lo que deberían gracias a la existencia de unos conciertos de origen medieval. Cataluña recibe una cantidad desproporcionada de dinero, la región que más percibe de toda España a pesar de que ni por mucho es la que más contribuye, que es una cantidad muy superior a la que aporta. Y por el contrario, Madrid aporta muchísimo más de lo que percibe, siendo prácticamente junto a la Rioja la única región que da mucho más de lo que se le entrega en un ejemplo clamoroso de injusticia.
Más descarada incluso es la situación de los denominados por Lorenzo Ramírez Empresaurios, es decir, aquellas empresas que marcan la legislación y la política económica y que desvalijan los presupuestos públicos en beneficio propio con la ayuda de los políticos. La banca, las empresas energéticas y las grandes constructoras llevan décadas saqueando los presupuestos de la manera más descarada y creciente a costa de los contribuyentes y con el respaldo indecente de las furcias mediáticas. Esas furcias mediáticas se llevan también una parte del presupuesto en forma de subvenciones o de publicidad institucional, de tal manera que se han convertido totalmente en instrumentos para ocultar o mentir la realidad y vomitar propaganda falaz sobre los ciudadanos.
A lo anterior hay que sumar la penosa disfuncionalidad de un estado de las autonomías que permiten multiplicar los gastos siempre en favor de las castas privilegiadas y siempre en contra de los intereses de los ciudadanos.
Y finalmente está la Iglesia Católica que se lleva no menos del 1% del producto interior bruto, un expolio escandaloso que intenta justificar hablando de su obra social, una obra que no se mantiene sobre la base de los presupuestos de la Iglesia Católica, sino del dinero que recibe de los presupuestos públicos y que todos los años además ve cómo se recibe una cantidad a cuenta de lo que le entrega el estado que siempre es superior al cálculo final y cuya diferencia la Iglesia Católica no ha devuelto ni un solo año. A la hora de saquear los presupuestos, la Iglesia Católica sigue exactamente el mismo sistema de expolio que siguen las organizaciones feministas y gayses y forma parte de algunos bloques como los relacionados con la inmi gración ilegal o la denominada obra social. Por supuesto también la Iglesia Católica cuenta con sus propias furcias mediáticas que esconden su realidad colosalmente parasitaria que jamás dan noticias relativas por ejemplo a la corrupción económica de sus instituciones o a los abusos sensuales del clero y que se empeñan en presentar una imagen benéfica para la sociedad que ni de lejos se corresponde con la realidad.
Esta es la verdad de España que cuesta a los contribuyentes más de la mitad de sus días de trabajo y que es ocultada mediante la propaganda y mediante la desinformación procedente de las furcias mediáticas.
Se trata de una realidad del antiguo régimen donde las castas privilegiadas se quedan con la mayoría de lo que producen las clases medias, donde incluso determinados sectores de la población, convertidos en clientelas electorales se aprovechan también del expolio de las clases medias de tal manera que un mena recibe más dinero que muchos pensionistas que han trabajado toda su vida o que un viajero ilegal reciba mucha más atención y ayuda económica que muchos, muchísimos contribuyentes. Es una sociedad donde al fin y a la postre y a cambio de poco y de mala calidad, la media de los contribuyentes se ven privados de mucho más de la mitad de lo que percibe al cabo del año. Circunstancia está por cierto que ni siquiera es garantía de no ser molestado posteriormente por los buscabonos de la agencia tributaria.
De hecho es sabido como estos sicarios vuelven una y otra vez de manera masivamente ilegal a acosar a los contribuyentes que han cumplido con sus obligaciones en la esperanza de poder exprimirlos todavía más. Que el 51 por ciento de las causas que llegan a los tribunales las pierda la agencia tributaria deja de manifiesto como la prevaricación y el fraude de ley constituyen características más que obvias de las actuaciones de sus buscabonus.
Esto es España y todo indica que la situación seguirá empeorando no sólo por la mala gestión de los políticos y la codicia desmedida de sus castas privilegiadas sino también porque ocasionalmente los gobiernos de turno por ejemplo deciden prestar ayuda a personajes odiosos como Zelensky que a pesar de arremeter en el Congreso español contra empresas españolas fue aplaudido por todos los parlamentarios como si se tratara de un grupo de focas amastradas.
La cuestión pues está en plantearse si los ciudadanos españoles reaccionarán alguna vez contra este robo sistemático del que son objeto o si seguirán confiando en que, no ellos si no, un partido político cualquiera arreglará todo. Entonces, si es así, tendrán que esperar más de cuatro siglos para ver el final del antiguo régimen y de su sistema impositivo criminal como sucedió con los franceses que se alzaron en la jaquerie pero que no vivieron su liberación hasta que un día 14 de julio comenzó la revolución francesa, una tercera alternativa, para ser sinceros no existe.
Pero no se dejen llevar por el desánimo la frustración y es que a pesar de que los poderosos muchas veces parecen gigantes es solo porque se les contempla de rodillas y ya va siendo hora de ponerse en pie.
Mientras tanto en el tiempo que han necesitado ustedes para escuchar este editorial la deuda pública española ha aumentado en cerca de 7 millones de euros y eso que este año van a tener ustedes que trabajar casi un mes más para liberarse fiscalmente pero es que los parásitos son innumerables.
Editorial: 29 de julio: día de la liberación fiscal en España - 12/07/23 - La Voz de César Vidal
