César Borgia
Será en Octubre
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“Quería saber por qué soy así, poder expresarme, poder sentir y llorar”. Eduard Alegre no se sabía a sí mismo, siempre había sido así, pero precisamente por eso era un problema. “En situaciones críticas tenía una reacción defensiva de quedarme como si fuera de hielo. Era impactante… raro”, recuerda. Y eso afectaba a su vida personal. Hasta el punto de que su pareja dijo basta y le pidió que se dejara ayudar. Fue entonces cuando decidió ir al Plural, el centro de masculinidades del Ayuntamiento de Barcelona por el que en un año han pasado 2.800 hombres. Hombres que, como Alegre, querían revisar su masculinidad para ser mejores personas.
En pocos días Gerard Moreno será padre y lo quiere hacer bien. Por eso se apuntó a una formación en su centro de atención primaria (CAP) de Barcelona. De ahí dio con el Plural. “Este curso ha sido vital”, asegura. “Lo más curioso es que éramos 17 hombres que íbamos a ser padres y todos éramos primerizos, fue una experiencia muy buena”. Ahí le enseñaron cosas tan primordiales, pero a la vez tan poco contadas, como saber cómo ayudar a su mujer en el momento del parto, como cuidarla y “darle un respiro” cuando lo necesite, como cuenta Moreno.
El Centro de Masculinidades Plural del Ayuntamiento de Barcelona ha servido de punto de encuentro para que los hombres encuentren un “modelo de masculinidad más respetuoso en la prevención de violencias machistas”, explica el consistorio en un comunicado. Aún así, también ha sido un espacio abierto a las mujeres, que han participado en algunas sesiones.
El 60% de los participantes eran neófitos, ya que acudían por primera vez a una de las 280 actividades que se han realizado de forma gratuita. Allí se han trabajado de forma individual, pero también grupal, en sesiones sobre prevención y sensibilización de las violencias machistas, fomento de la crianza en la equidad, modelos de masculinidad, así como el impacto que tiene la implicación de los hombres en la justicia de género. La edad media de los participantes son los 37 años.
“El Plural demuestra la importancia de ofrecer espacios que también involucren explícitamente a los hombres en la consecución de una sociedad feminista”, en palabras de la teniente de Derechos Sociales, Justicia Global, Feminismos y LGTBI, Laura Pérez.
Con ayuda profesional, todo empezó a mejorar: “Se me abrió el mundo”
Con ayuda de un profesional, además del Plural, Alegre fue poco a poco encontrándose. “Se me abrió el mundo”, afirma. A partir de entonces empezó a descifrarse a sí mismo, a saber qué sentía y por qué y, sobre todo, lograr explicarlo a los demás. Lo que le llevó hasta aquí: haber crecido con unos patrones muy delimitados. “Haber socializado como un hombre, en un entorno exigente, de tratar de perseguir siempre el éxito, buscar una posición de poder y siempre mostrarte en una posición privilegiada”, argumenta.
“Mi padre es una persona emocionalmente muy poco comunicativa, mi entorno… siempre he jugado en un equipo de fútbol, en el que te tras*miten que siempre tienes que estar fuerte, tienes que luchar y tienes que estar dispuesto a competir, no decaer nunca y no mostrar debilidad”, explica. Hay más: “Yo trabajo en un banco, donde también se fomenta mucho la competencia y hay que tener un perfil muy sólido y nunca vulnerable… al final son inputs por todos lados”. En el pasado, más de lo mismo: “En la adolescencia, para sobrevivir tienes que ser un tío fuerte, porque si no van a por ti”, recuerda.
Barrar el paso al machismo en todos los espacios
Los grupos de WhatsApp pueden ser una fuente de machismo y toxicidad. Bien lo sabe Alegre, que cuenta cómo en su círculo de amigos se ha compartido pronografía en la que se denigra a la mujer, además de comentarios y memes fuera de lugar. Llegó al punto de avisar a todos los amigos que iba a marcharse del chat si seguían con esos mensajes. Desde entonces la situación mejoró sustancialmente. “Me sentí bien porque fue una forma de comunicar asertivamente”, afirma.
Con este proyecto el Ayuntamiento trata de responsabilizar a los hombres en la consecución de una sociedad más igualitaria. Que no pase al contrario, como hizo la Xunta de Galicia el pasado 25 de noviembre, en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que hizo una campaña pidiendo a las mujeres que dejaran de hacer según qué acciones para evitar sufrir agresiones sensuales, en vez de interpelar a los hombres para que dejaran de agredir.