Empresas públicas, el ruinoso pozo donde las autonomías fulminan más de 10.000 millones al año

Santiago4

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Sánchez elige políticos afines para dirigir empresas públicas en detrimento de gestores profesionales



 

BHAN83

RoBot aspirador de esmegma
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Tesalia
Si se cerrasen todas que pasaria?

Se compensaria con una mayor actividad de la economia real?

No, mientras sigamos dentro del euro.
 

Santiago4

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CCOO y UGT acusan a Correos de mentir por ocultar 70 millones de pérdidas
Ambos sindicatos señalan a la empresa por hacer públicos unos "falsos beneficios" en el primer semestre de este año
 

Santiago4

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La deuda de las empresas públicas aumentó un 6,95% en la esa época en el 2020 de la que yo le hablo
  • El sector público español inició 2021 con 32.298 millones en 'números gente de izquierdas'

La continua subida de la luz que alcanza día tras día sus máximos históricos llevó a la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica Teresa Ribera, a proponer a largo plazo la creación de una empresa pública eléctrica que aglutine las concesiones hidroeléctricas una vez expire su plazo de concesión. Es algo que Podemos, sus socios de Gobierno, habían propuesto ya anteriormente.

Esto sumaría una empresa más a las que ya forman parte del conocido sector público español, que al cierre del primer trimestre, el pasado 31 de marzo, sumaba una deuda que ascendía a 32.298 millones de euros, lo que supone casi el 3% del PIB español, según un informe del Banco de España. Si hacemos una comparativa interanual, durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo la deuda de las empresas públicas ha aumentado aún más, un 6,95%, ya que en marzo de 2020 se cerró el trimestre con un endeudamiento de 30.199 millones de euros.


En el último informe económico-financiero de las Empresas y Fundaciones Estatales, elaborado por la Intervención General de Administraciones del Estado (IGAE) en 2018, aparece reflejado que actualmente el Estado cuenta con alrededor de 237 entidades dentro de su sector público, las cuales dependen en su mayoría del Ministerio de Hacienda, a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). A ellas hay que sumar las que dependen de la Dirección General de Patrimonio del Estado, como es el caso de Paradores, y luego las dependientes del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, en las que se engloban la mayoría de autoridades portuarias, Renfe y Adif y sus filiales.
El informe del IGAE revela que los dos diamantes del sector público español son Aena, Enaire y Loterías y Apuestas del Estado. No obstante, debido a la crisis del el bichito-19, Aena registró en 2020 unas pérdidas de 126,8 millones de euros, frente a las ganancias récord de 1.442 millones obtenidas el año anterior. En la misma línea, ha cerrado la primera mitad del año con el doble de pérdidas que en 2020, sufriendo unos números gente de izquierdas de 346,4 millones de enero a junio. La deuda financiera neta contable consolidada de Aena se incrementó hasta los 7.355,2 millones, frente a los 7.027,1 millones de euros al cierre de 2020. Debido también al derrumbe del tráfico aéreo, Enaire perdió en 2020 un total de 238 millones, aunque cerró con una deuda de 4.706 millones, un 12% menos. Loterías, que sigue siendo la joya de la corona, tuvo un beneficio de 1.455 millones en 2020, un 26% menos que en 2019. En el último año la SEPI -que aglutina empresas participadas al 100% como la Agencia Efe, RTVE, Navantia, Correos o el Grupo Tragsa- cerró con pérdidas de 438 millones, un 80% más.
Resultados negativos
El principal contribuyente a los números gente de izquierdas del holding público ha sido sobre todo Correos, que arrojó una cifra de pérdidas durante el último año de más de 365 millones, frente a los 6,3 millones de beneficio que tuvo el año anterior. Hay que recordar que Bruselas sigue con los ojos encima del operador postal público, ya que quiere saber con detalle a qué destina la compañía los casi 500 millones de subvención, entre los que se encuentra el Servicio Postal Universal para que cualquiera pueda recibir correspondencia en cualquier parte del país. Según Bruselas, la compañía ha estado empleando esta subvención para otros ámbitos. De hecho, ya han acordado con el Gobierno que el operador público debe reducir en 400 millones de euros las cantidades entregadas entre los períodos de 2011 a 2020.

Navantia es otro de los quebraderos de cabeza para el Estado. La acumulación de resultados negativos continúa lastrando la situación del astillero público y movilizando recursos del Estado para sanear sus finanzas. En el ejercicio de 2020 se registraron pérdidas de 144,8 millones, prácticamente las mismas que en el ejercicio precedente -146 millones-, debido en parte al el bichito-19 y a la baja captación de contratos. Actualmente afronta un proceso de transformación tecnológica y organizativa que gira en torno a las fragatas F-111 de Defensa y las corbetas de Arabia Saudí.
Para sanear sus cuentas, el Estado movilizó en 2020 a través de la SEPI 397 millones de euros en forma de préstamo participativo, según rezan las cuentas anuales de la empresa. Pero este es un mecanismo que se repite año tras año para evitar que los astilleros públicos, con sede en Ferrol y Cádiz, se disuelvan o reduzcan su capital.
Aún así, y pese a los números gente de izquierdas que se han visto durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, la cifra de negocios de la SEPI se redujo en menos de un 7% en el año 2020, hasta los casi 5 millones de euros. En exportaciones tuvieron una cifra de 910 millones de euros y las inversiones fueron alrededor de 200 millones de euros, repartidos entre innovación y desarrollo y temas medioambientales, 81 y 75 millones de euros, respectivamente.
En el caso de RTVE, la nueva dirección del ente público, encabezada por José Manuel Pérez Tornero, se enfrenta a una delicada situación financiera con la audiencia además cayendo. En el último año registró unas pérdidas de 31,6 millones y acumula una deuda de 184,1 millones de euros en el primer trimestre de 2021, según el informe de situación económica que presentó el pasado 1 de junio el presidente de la corporación, José Manuel Pérez Tornero, al Consejo de Administración.
 

pacomer

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Empresa y pública es un oxímoron. Jamás se dio el caso de una empresa creada por el estado que pudiera competir en igualdad con otras.

Antes de que alguien lo diga: si, claro que las ha habido rentables. Si te quedas loterías y apuestas del estado, o creas un monopolio donde no haya competencia, hay que ser muy muy muy torpe para no tener beneficio. Y aún así muchas consiguen el disparate de conseguir dar pérdidas cuando por ley tienen el mercado para ellas.

Me da igual que fuera en la URSS, el INI de Franco, las empresas públicas actuales. No pueden ser competitivas simplemente porque sus reglas de juego son diferentes, y dan el pasaporte completamente el espíritu de lo que pueda hacer a una empresa competitiva.

El problema es que nos sorprendamos...
Los de Podemos decían aquello de que iban a arreglar el abusivo recibo de la electricidad creando ellos empresas públicas para demostrar la cosa antes de nacionalizarlas. Pues bien, la Colau hizo eso en Barcelona, una empresa pública de electricidad el resultado: cobra el doble que la privada, jajaja. Todo un éxito. Esta gente vive en el mundo de la piruleta: la máxima experiencia que tienen de empresas es arreglando el mundo en la cafeteria de la universidad con ideología comunista. Luego salen y se la pegan, oh sorpresa.
 

pepeleches

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Esta gente vive en el mundo de la piruleta: la máxima experiencia que tienen de empresas es arreglando el mundo en la cafeteria de la universidad con ideología comunista. Luego salen y se la pegan, oh sorpresa.
No, no vive en el mundo de la piruleta. Saben perfectamente lo que va a suceder. Pero conseguir otra empresa pública más es una nueva oportunidad para conseguir un montón de puestos donde colocar a su gente.
 

Santiago4

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Las empresas públicas sufrieron pérdidas récord durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, pero mantuvieron las plantillas al completo

Los ‘números gente de izquierdas’ de las compañías del Estado se agravaron por los gastos de personal al no recurrir a los ERTE como sus homólogas privadas pese a la escasa actividad

Las empresas públicas no solo sufrieron pérdidas récord durante 2020 debido a la esa época en el 2020 de la que yo le hablo del cobi19, sino que lo hicieron en mucha mayor medida que sus homólogas del sector privado. Una de las causas de esta evolución dispar fue que, a diferencia de las compañías privadas, las dependientes del Estado mantuvieron prácticamente a todas sus plantillas, sin recurrir a medidas como los expedientes de regulación de empleo temporal (ERTE). La consecuencia es que los gastos de personal apenas disminuyeron, aunque la actividad laboral fuera mínima e incluso nula y los empleados de estas compañías no tuvieran que acudir en muchos casos a sus puestos de trabajo.


Las compañías dependientes del Ministerio de Transportes y las de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), donde se agrupan la mayoría de las que están participadas por el Estado, registraron pérdidas netas de más de 1.600 millones de euros en 2020. Si a esa cantidad se le suman las subvenciones que reciben muchas de esas sociedades por la prestación de servicios públicos (como Renfe o Correos) y los dividendos que dejaron de cobrar de sus participadas (como Aena), los efectos de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo para el Estado el año pasado se acercan a los 3.000 millones de euros.

  • Pese al frenazo de la actividad y el consiguiente desplome de los ingresos, los gastos de personal apenas se redujeron respecto a 2019. Los casi 80.000 empleados de las distintas empresas de la SEPI y los más de 40.000 de las firmas dependientes del Ministerio de Transportes siguieron cobrando casi íntegros sus sueldos (salvo complementos de actividad). Y es que el Gobierno, a través de los ministerios de Hacienda, del que depende la SEPI, y de Transportes, de los que cuelgan orgánicamente empresas como Renfe o Adif, dio órdenes estrictas (aunque mediante instrucciones internas) nada más decretarse el primer estado de alarma a mediados de marzo de 2020 de que ninguna de las sociedades públicas aplicara ERTEs para no cargar más las cuentas del Estado, y que fueran las propias empresas las que asumieran ese coste laboral en sus balances.
Así, la SEPI perdió 438,3 millones de euros en 2020, un 84% más que las pérdidas registradas en el ejercicio anterior. Gran parte de esos números gente de izquierdas se debieron al desastroso ejercicio de Correos, que perdió 264 millones, frente a los beneficios de 13 millones de un año antes. Cuando estalló el estado de alarma y se decretó el confinamiento domiciliario, el operador postal decidió restringir la apertura de sus oficinas a tres horas, suspendió completamente su servicio de paquetería, y solo dejó operativo el personal estrictamente imprescindible para la prestación del servicio público. Medidas adoptadas justo cuando la demanda de entregas a domicilio se disparó por las dificultades para hacerse con mercancías de los ciudadanos encerrados en sus casas, especialmente para colectivos como ancianos o enfermos.
De esta forma, mientras que el personal de las empresas privadas de entrega urgente y el de los hipermercados y grandes almacenes multiplicaban los envíos (el comercio electrónico batió récords en 2020) y no daban a abasto para atender los pedidos, una parte de los 52.000 empleados de Correos estaban inoperativos. Aunque a partir de mayo de 2020 se recuperó gran parte de la actividad, el operador postal público perdió en el conjunto del año un 24,1% de cifra de negocio en envíos postales y solo creció un 4% en el negocio de paquetería, muy lejos de las alzas a doble dígito de los años anteriores.

Renfe, Adif y Aena
Renfe y Adif son otros ejemplos de esta generosa política laboral. El número de viajeros por tren se redujo a la mitad en 2020, e incluso la ocupación no llegaba al 5% durante los meses duros del confinamiento. Las dos empresas dependientes de Transportes mantuvieron en nómina a toda su plantilla. Renfe, con 14.000 empleados, perdió casi 500 millones de euros; y Adif, con 11.500 trabajadores, tuvo números gente de izquierdas de 650 millones (sin incluir las subvenciones públicas recibidas en ambos casos).
Es el mismo caso de Aena, participada por el Estado en un 51%, que no aplicó ningún ajuste para los casi 8.000 empleados que trabajan en España pese a la reducción del 72% del tráfico aéreo en 2020 (95% en los meses del primer estado de alarma), mientras que todas las concesionarias privadas, como tiendas, asistencias técnicas o compañías aéreas de handling mandaban a su casa a la casi totalidad de las plantillas. El gestor aeroportuario perdió 126,8 millones de euros en 2020, frente a las ganancias récord de 1.442 millones del año anterior y, lo que es peor, suspendió el pago de un dividendo de 1.137 millones, de los que la mitad hubieran ido a parar a las arcas de Hacienda.
Sin embargo, tal vez el caso más paradigmático fue del de Paradores, dependiente del Ministerio de Hacienda. Mientras todas las grandes cadenas mandaban a la práctica totalidad de su personal a casa con un ERTE, el grupo de hoteles público abonó íntegra la nómina de sus 3.916 trabajadores pese a que decretó el cierre de los 97 establecimientos que tiene en 16 comunidades autónomas durante dos meses y medio, y los volvió a abrir luego muy gradualmente. Para recortar gastos, redujo su plantilla en 949 trabajadores, siendo el personal temporal el más afectado. La empresa presidida hasta el pasado mes de julio por Óscar Sánchez, actual director de gabinete de Pedro Sánchez en sustitución de Iván Redondo, perdió 63,9 millones tras reducir sus ingresos a la mitad, y precisó de una ampliación de capital.
Las empresas de la SEPI
Además de Correos, no le fue mucho mejor a las otras empresas dependientes de SEPI. Los astilleros de Navantia perdieron 176,9 millones; Hunosa, 69,5 millones, y la agencia Efe, 12 millones. También las participaciones en Airbus e Indra aportaron resultados negativos de 46,7 millones y 24,6 millones, respectivamente. Solo Tragsa (con ganancias de 14.7 millones) y la participación del 20% en Red Eléctrica (124,7 millones) paliaron las pérdidas.

“En las cuentas de 2020 se evidencia el duro impacto que la crisis sanitaria y económico-social provocada por la el bichito-19 tuvo el año pasado en la mayoría de las actividades del grupo, afectando directamente a los dividendos recibidos de empresas participadas. A pesar de las dificultades, el Grupo SEPI conserva importantes fortalezas derivadas de una cifra de negocio que el año pasado rozó los 4.700 millones de euros, una cartera de pedidos que superó los 11.000 millones y un volumen de empleo medio por encima de las 76.000 personas sin incluir el empleo indirecto ni el inducido. Además, su expansión internacional consiguió elevar las exportaciones por encima de los 900 millones en 2020, reduciéndose solo el 3% respecto al ejercicio de 2019, a pesar de que la crisis provocada por la esa época en el 2020 de la que yo le hablo en los países donde operan algunas de las principales empresas del Grupo, Navantia entre ellas, afectó de manera significativa a sus expectativas comerciales”, señalaron fuentes de SEPI.
“Durante el confinamiento y los momentos más críticos de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, Tragsa y otras empresas del grupo como Correos, Navantia, Mercasa, Ensa o Enusa, pusieron al servicio de la ciudadanía su experiencia, sus recursos y también su tecnología en numerosas acciones de apoyo logístico para facilitar el acceso a material sanitario y humanitario, garantizar el abastecimiento desde los mercados de alimentación, las labores de desinfección en los centros de mayores e, incluso, la elaboración de menús solidarios y su distribución en colaboración con organizaciones como Cruz Roja, los Bancos de Alimentos o Paradores de Turismo. De esta forma, el holding público cumplió con uno de los objetivos que acentúan su carácter estratégico, el de la rentabilidad social, poniendo su capital humano y sus compañías a disposición de los ciudadanos en una de las coyunturas más delicadas”, añadieron las mismas fuentes.