KUTRONIO
Será en Octubre
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El lunes Pedro Sánchez podría dimitir o no dimitir, pero supongamos que dimite lo que a fin de cuentas sería la gran noticia, ¿podemos sin embargo empezar a descorchar el champán?
La Constitución prevé que el gobierno “cese” al dimitir el presidente del gobierno. O sea, que nos encontraríamos con un gobierno en funciones presidido provisionalmente por la vicepresidenta, María Jesús Montero. Pero la cosa todavía puede ir a peor, a mucho peor.
Que el gobierno cese no implica que, por ejemplo, vayamos a unas nuevas elecciones. Por el contrario, ese escenario parece bastante improbable es esta situación. Para empezar, el que puede convocar nuevas elecciones es el presidente del gobierno, así que si dimite Sánchez el que podría convocar elecciones sería el nuevo presidente que sucediera a Sánchez. Sánchez tampoco podría convocar elecciones antes de dimitir porque la Constitución establece que ha de pasar un año para poder convocar elecciones después de la anterior convocatoria electoral. O sea, que antes del 23J, aunque no falte tanto, no se pueden convocar nuevas elecciones. Como poco la convocatoria electoral no sería un proceso inmediato ni automático que siguiera a un hipotético anunció de dimisión el lunes.
Si, por el contrario, nos vamos a un cese de gobierno con un gobierno en funciones, el siguiente paso si no hay elecciones sería proceder a la investidura de un nuevo presidente. Este tendría que proclamarse a partir de la composición del parlamento actual. Si se mantienen las costuras del sanchismo pese a la dimisión de Sánchez, todo se reduciría a que la actual mayoría apoyara a un nuevo candidato socialista, ¿y quién podría ser ese candidato?
Aquí llegamos al punto de que en realidad cualquiera podría ser investido presidente. En la moción de censura de VOX el candidato fue un extraparlamentario como Ramón Tamames. El propio Pedro Sánchez fue nombrado presidente tras una moción de censura cuando ni siquiera era tampoco diputado. Aquí es cuando llegamos a Zapatero.
Zapatero lleva varios meses protagonizando una presencia muy activa en los medios y en los mítines del PSOE. Por increíble que parezca, tras dejar el estado español en la ruina, la izquierda reivindica últimamente la figura de Zapatero. Si hubiera que designar un sucesor de Sánchez, Zapatero podría ser nombrado sin ningún impedimento. ¿Y por qué Zapatero? Porque el sanchismo siempre toma las peores decisiones posibles para España y pocos como Zapatero podrían ser ahora mismo un peor presidente para España. Hay que tener en cuenta además que, al menos si el PSOE aspirara a reeditar la actual mayoría con otro candidato, tendría que ser un candidato con un perfil que aprobaran Junts, ERC o Bildu. O sea, nadie mejor para eso que Zapatero. Alguien como García-Page requeriría un cambio de apoyos y un giro absoluto en la estrategia socialista, siquiera para poder contemplar ese escenario.
Naturalmente todo esto es hipotético en lo que se refiere a Zapatero, pero real en lo que se refiere a la descripción del procedimiento, caso de que realmente se produjera el lunes la dimisión de Pedro Sánchez. Naturalmente lo más democrático sería convocar elecciones en cuanto se pudiera, ¿pero quién dice que el sanchismo con 3 años de legislatura por delante estaría por lo más democrático? Está la situación de España, al menos de momento, para poco champán y mucho susto. De momento tenemos a Pedro Sánchez como mínimo hasta el lunes. Podría ser peor. Podría ser usted un inversor extranjero que hubiera metido ya varios cientos de millones en un negocio español.
