rafabogado
Será en Octubre
ACTUALIZACIÓN:
Santo Rosario. 22:00 horas, horario en España peninsular.
EMPEZAMOS A REZAR A LAS 22:00 HORAS.
Desde Lourdes (hoy en castellano):
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Letanías (no son obligatorias, pero agradan a nuestra progenitora del Cielo):
+
Salve
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Ave María (cantado)
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¿Cómo se reza el Rosario? Con viñetas explicativas.
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Promesas del Rosario (apariciones marianas):
Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.
Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.
El Rosario es un arma poderosa para no ir al infierno, destruirá los vicios, disminuirá los pecados, y defendernos de las herejías.
Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su deseo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.
El alma que se encomiende a mí en el Rosario no perecerá.
Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una fin violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.
Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.
Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su fin encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la fin participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.
Libraré del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente.
Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.
Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.
Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.
Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mí al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la fin.
Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesucristo.
La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.
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Prosiguiendo con la iniciativa que comenzamos para subir diariamente la Palabra -siempre necesaria, pero especialmente en los tiempos bélicos y de desesperación que vivimos-, en primer lugar os recuerdo los beneficios que relaciona el Salmo 119 (en Spoiler porque es reiteración).
A continuación, el Evangelio de hoy lunes y las lecturas:
“ Alegraos y regocijaos ”
En aquellos días, Elías, el tesbita, de Tisbé de Galaad, dijo a Ajab:
«Vive el Señor, Dios de Israel, ante quien sirvo, que no habrá en estos años rocío ni lluvia si no es por la palabra de mi boca».
La palabra del Señor llegó a Elías diciendo:
«Sal de aquí, dirígete hacia oriente y escóndete en el torrente de Querit, frente al Jordán. Habrás de beber sus aguas y he ordenado a los cuervos que allí te suministren alimento».
Fue a establecerse en el torrente de Querit, frente al Jordán, procediendo según la palabra del Señor.
Los cuervos le llevaban pan y carne por la mañana y lo mismo al atardecer; y bebía del torrente.
Levanto mis ojos a los montes:
¿de dónde me vendrá el auxilio?
El auxilio me viene del Señor.
que hizo el cielo y la tierra.
Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra
No permitirá que resbale tu pie,
tu guardián no duerme;
no duerme ni reposa
el guardián de Israel.
Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra
El Señor te guarda a su sombra,
está a tu derecha;
de día el sol no te hará daño,
ni la luna de noche.
Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra
El Señor te guarda de todo mal,
él guarda tu alma;
el Señor guarda tus entradas y salidas,
ahora y por siempre.
Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra
En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió al monte, se sentó y se acercaron sus discípulos; y, abriendo su boca, les enseñaba diciendo:
«Bienaventurados los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados los mansos,
porque ellos heredarán la tierra.
Bienaventurados los que lloran,
porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia,
porque ellos quedarán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón,
porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los que trabajan por la paz,
porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia,
porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo, que de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros».
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Bonus: Añado los comentarios de los dominicos con el Evangelio anterior, así como los del padre Pedro Brassesco, en YT. Para quien prefiera las reflexiones por escrito, las dejo a continuación, hoy a cargo de Fray Ángel Romo Fraile, de La Virgen del Camino (León).
En efecto, en una consideración realista y no ingenua (dejándonos arrastrar por pura emotividad) de este pasaje, convendría partir de este hecho y plantearnos el cumplimiento o, por mejor decir, las posibilidades de cumplimiento del proyecto que propone. A tal respecto, las bienaventuranzas pueden entenderse en dos sentidos (con otras tantas funciones): como consuelo o como acicate. Como consuelo, las bienaventuranzas reflejan una visión pesimista sobre el mundo: esta vida es un valle de lágrimas en el que la justicia (sea lo que sea esta) no es posible; sólo nos queda, pues, remitir nuestras expectativas a un más allá ignoto y, desde esa ciega esperanza, obtener el ánimo para lidiar con la condición de un mundo irremediablemente malo. En esta perspectiva, las bienaventuranzas constituyen un proyecto trascendente, orientan hacia una vida trascendente, donde encontrarían su cumplimiento. Esta visión, claro está, tiene validez en una cosmovisión religiosa.
En cuanto que acicate, por su parte, las bienaventuranzas plantean la posibilidad de su cumplimiento en este mundo, si bien al menos parcialmente o intencionalmente. Esta orientación intramundana denota una visión más optimista de la humanidad: esta puede ser no perfecta, pero sí perfectible, no está irremediablemente condenada. Por consiguiente, no se niega que la injusticia exista, pero sí que tenga que predominar. No se trataría tampoco de afirmar ingenuamente que vayamos sin más a trocar la injusticia en justicia (pues tampoco tenemos claro lo que esta sea) pero sí que, aún dentro de la injusticia como pan cotidiano, hay diversos grados entre los que hay movilidad; esto es, que se puede pasar de mayor a menor injusticia. Y aquí está el papel de acicate de las bienaventuranzas: estímulo para nuestra acción, pues lo que se “mueve” no es una abstracción como la idea de justicia, sino las personas; lo que es capaz de mover y remover un discurso como el de las bienaventuranzas es a la persona y a los grupos humanos desde su parálisis resignada a que todo tenga que continuar como está porque no hay alternativa o porque no merece la pena.
Es de destacar, que ambos sentidos de lectura de las bienaventuranzas no son incompatibles, y de hecho esta sería la postura hoy de la Iglesia. No obstante, no menos relevante es el hecho de que el segundo sentido (el de estímulo) no se limita a una concepción religiosa de la vida, sino que, por el contrario, ha tenido y tiene amplia aplicación en la construcción de la vida personal y social en contextos no expresamente cristianos; es este segundo sentido, por tanto, el que dota de un carácter y validez universal a las bienaventuranzas, aún cuando debamos advertir que en una interpretación más genérica que la que el evangelista pretendiera darle. En todo caso, no se nos oculta que si percibimos este carácter universal es porque el espíritu de las bienaventuranzas se encuentra ya en el acervo de la humanidad desde muy antiguo, siendo el discurso elaborado por Mateo un ideario ya recogido en la tradición de las sociedades y culturas, las cuales comparten, al fin, una misma condición vital y unos mismos anhelos.
Sin pretender restar valor a la fuerza de este tipo de discursos (sean las bienaventuranzas de Mateo u otros discursos semejantes dispersos en la literatura mundial o las memorias colectivas de la humanidad), conviene no dejar de advertir dos riesgos ya anunciados: por una parte, dejarnos arrastrar por el poder emotivo de las palabras sin añadir a las mismas la necesaria dosis de raciocinio crítico que tras*forma el sentimiento en esa capacidad operativa que necesita la puesta en marcha de planes realistas y efectivos; y por otra parte, y directamente relacionado con lo anterior, el riesgo de manipulación demagógica que dirige a las masas sin llevarles a ningún sitio.
Fuente: Alegraos y regocijaos
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Y porque has resucitado, te damos las gracias. Contigo seremos invencibles. Contigo, llamados a la Vida.
Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío.
Dios mío, confío en ti.» (Salmo 90)
Santo Rosario. 22:00 horas, horario en España peninsular.
EMPEZAMOS A REZAR A LAS 22:00 HORAS.
Desde Lourdes (hoy en castellano):
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Letanías (no son obligatorias, pero agradan a nuestra progenitora del Cielo):
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Salve
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Ave María (cantado)
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¿Cómo se reza el Rosario? Con viñetas explicativas.
¿Cómo rezar el rosario? Guía visual, paso por paso
Aquí te contamos cómo rezar el rosario. Si eres principiante puedes empezar por rezar un misterio al día hasta que logres completarlo todo.
catholic-link.com
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Promesas del Rosario (apariciones marianas):
Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.
Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.
El Rosario es un arma poderosa para no ir al infierno, destruirá los vicios, disminuirá los pecados, y defendernos de las herejías.
Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su deseo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.
El alma que se encomiende a mí en el Rosario no perecerá.
Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una fin violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.
Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.
Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su fin encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la fin participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.
Libraré del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente.
Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.
Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.
Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.
Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mí al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la fin.
Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesucristo.
La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.
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Prosiguiendo con la iniciativa que comenzamos para subir diariamente la Palabra -siempre necesaria, pero especialmente en los tiempos bélicos y de desesperación que vivimos-, en primer lugar os recuerdo los beneficios que relaciona el Salmo 119 (en Spoiler porque es reiteración).
Beneficios de la Palabra
1) Nutre tu alma sedienta.
«Abatida hasta el polvo está mi alma; Vivifícame según tu palabra.» (Salmo 119: 25).
2) Fortalece tus huesos cansados.
«Afligido estoy en gran manera; Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.» (Salmo 119: 107).
3) Redirige tu mirada a lo que es justo.
«Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino.» (Salmo 119:37).
4) Calma tu corazón desanimado.
«Me anticipé al alba, y clamé; Esperé en tu palabra.» (Salmo 119:147).
5) Concede Completa Paz.
«Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo.» (Salmo 119:165).
6) Llena De Esperanza.
«Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, En la cual me has hecho esperar.» (Salmo 119:49).
7) Alimenta Tu Espíritu Hambriento.
«¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.» (Salmo 119:103).
8) Da Profunda Sabiduría.
«Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos;» (Salmo 119:100).
9) Tranquilidad Durante El Dolor.
«Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, Y que conforme a tu fidelidad me afligiste.» (Salmo 119:75)
10) Te Llena De Sus Alabanzas.
«A medianoche me levanto para alabarte Por tus justos juicios.» (Salmo 119:62).
11) Guarda De Caer En La Tentación.
«Apartaos de mí, malignos, Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.» (Salmo 119:115).
12) Señala Tus Creencias y Acciones Equivocadas.
«Aparta de mí el camino de la mentira, Y en tu misericordia concédeme tu ley.» (Salmo 119:29).
13) Nos Da Seguridad De Nuestra Herencia Eterna.
«Mis ojos desfallecieron por tu salvación, Y por la palabra de tu justicia.» (Salmo 119:123).
14) Consuela En Tiempo De Angustia.
«Ella es mi consuelo en mi aflicción, Porque tu dicho me ha vivificado.» (Salmo 119:50).
15) En todo momento, puedes ir y dejar que la palabra de Dios te guie, Jesucristo.
«Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, Porque no me he olvidado de tus mandamientos.»(Salmo 119:176).
1) Nutre tu alma sedienta.
«Abatida hasta el polvo está mi alma; Vivifícame según tu palabra.» (Salmo 119: 25).
2) Fortalece tus huesos cansados.
«Afligido estoy en gran manera; Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.» (Salmo 119: 107).
3) Redirige tu mirada a lo que es justo.
«Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino.» (Salmo 119:37).
4) Calma tu corazón desanimado.
«Me anticipé al alba, y clamé; Esperé en tu palabra.» (Salmo 119:147).
5) Concede Completa Paz.
«Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo.» (Salmo 119:165).
6) Llena De Esperanza.
«Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, En la cual me has hecho esperar.» (Salmo 119:49).
7) Alimenta Tu Espíritu Hambriento.
«¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.» (Salmo 119:103).
8) Da Profunda Sabiduría.
«Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos;» (Salmo 119:100).
9) Tranquilidad Durante El Dolor.
«Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, Y que conforme a tu fidelidad me afligiste.» (Salmo 119:75)
10) Te Llena De Sus Alabanzas.
«A medianoche me levanto para alabarte Por tus justos juicios.» (Salmo 119:62).
11) Guarda De Caer En La Tentación.
«Apartaos de mí, malignos, Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.» (Salmo 119:115).
12) Señala Tus Creencias y Acciones Equivocadas.
«Aparta de mí el camino de la mentira, Y en tu misericordia concédeme tu ley.» (Salmo 119:29).
13) Nos Da Seguridad De Nuestra Herencia Eterna.
«Mis ojos desfallecieron por tu salvación, Y por la palabra de tu justicia.» (Salmo 119:123).
14) Consuela En Tiempo De Angustia.
«Ella es mi consuelo en mi aflicción, Porque tu dicho me ha vivificado.» (Salmo 119:50).
15) En todo momento, puedes ir y dejar que la palabra de Dios te guie, Jesucristo.
«Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, Porque no me he olvidado de tus mandamientos.»(Salmo 119:176).
A continuación, el Evangelio de hoy lunes y las lecturas:
“ Alegraos y regocijaos ”
Primera lectura
Lectura del primer libro de los Reyes 17, 1-6
En aquellos días, Elías, el tesbita, de Tisbé de Galaad, dijo a Ajab:
«Vive el Señor, Dios de Israel, ante quien sirvo, que no habrá en estos años rocío ni lluvia si no es por la palabra de mi boca».
La palabra del Señor llegó a Elías diciendo:
«Sal de aquí, dirígete hacia oriente y escóndete en el torrente de Querit, frente al Jordán. Habrás de beber sus aguas y he ordenado a los cuervos que allí te suministren alimento».
Fue a establecerse en el torrente de Querit, frente al Jordán, procediendo según la palabra del Señor.
Los cuervos le llevaban pan y carne por la mañana y lo mismo al atardecer; y bebía del torrente.
Salmo de hoy
Salmo 120, 1bc-2. 3-4. 5-6. 7-8 R/. Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra.
Levanto mis ojos a los montes:
¿de dónde me vendrá el auxilio?
El auxilio me viene del Señor.
que hizo el cielo y la tierra.
Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra
No permitirá que resbale tu pie,
tu guardián no duerme;
no duerme ni reposa
el guardián de Israel.
Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra
El Señor te guarda a su sombra,
está a tu derecha;
de día el sol no te hará daño,
ni la luna de noche.
Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra
El Señor te guarda de todo mal,
él guarda tu alma;
el Señor guarda tus entradas y salidas,
ahora y por siempre.
Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra
Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 1-12
En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió al monte, se sentó y se acercaron sus discípulos; y, abriendo su boca, les enseñaba diciendo:
«Bienaventurados los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados los mansos,
porque ellos heredarán la tierra.
Bienaventurados los que lloran,
porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia,
porque ellos quedarán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón,
porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los que trabajan por la paz,
porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia,
porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo, que de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros».
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Bonus: Añado los comentarios de los dominicos con el Evangelio anterior, así como los del padre Pedro Brassesco, en YT. Para quien prefiera las reflexiones por escrito, las dejo a continuación, hoy a cargo de Fray Ángel Romo Fraile, de La Virgen del Camino (León).
Reflexión del Evangelio de hoy
La exégesis típica del pasaje de las bienaventuranzas de Mateo nos presenta este como el código de la nueva alianza promulgado por el nuevo Moisés, esto es, Jesús, representado aquí como líder que, elevado sobre su público, dirige su mensaje al mismo. Leído este texto anacrónicamente desde nuestro momento histórico, no faltará quien vea a Jesús cual político en campaña arengado a los votantes con promesas que bien denostaría alguno incluso como demagogia. Por mal que nos suene esta lectura, habría que conceder a su autor que, si este discurso se hubiera realizado tal cual lo refiere Mateo, sin duda habría producido una buena dosis de decepción sobre los expectantes oyentes, habida cuenta de su incumplimiento en vida del emisor.En efecto, en una consideración realista y no ingenua (dejándonos arrastrar por pura emotividad) de este pasaje, convendría partir de este hecho y plantearnos el cumplimiento o, por mejor decir, las posibilidades de cumplimiento del proyecto que propone. A tal respecto, las bienaventuranzas pueden entenderse en dos sentidos (con otras tantas funciones): como consuelo o como acicate. Como consuelo, las bienaventuranzas reflejan una visión pesimista sobre el mundo: esta vida es un valle de lágrimas en el que la justicia (sea lo que sea esta) no es posible; sólo nos queda, pues, remitir nuestras expectativas a un más allá ignoto y, desde esa ciega esperanza, obtener el ánimo para lidiar con la condición de un mundo irremediablemente malo. En esta perspectiva, las bienaventuranzas constituyen un proyecto trascendente, orientan hacia una vida trascendente, donde encontrarían su cumplimiento. Esta visión, claro está, tiene validez en una cosmovisión religiosa.
En cuanto que acicate, por su parte, las bienaventuranzas plantean la posibilidad de su cumplimiento en este mundo, si bien al menos parcialmente o intencionalmente. Esta orientación intramundana denota una visión más optimista de la humanidad: esta puede ser no perfecta, pero sí perfectible, no está irremediablemente condenada. Por consiguiente, no se niega que la injusticia exista, pero sí que tenga que predominar. No se trataría tampoco de afirmar ingenuamente que vayamos sin más a trocar la injusticia en justicia (pues tampoco tenemos claro lo que esta sea) pero sí que, aún dentro de la injusticia como pan cotidiano, hay diversos grados entre los que hay movilidad; esto es, que se puede pasar de mayor a menor injusticia. Y aquí está el papel de acicate de las bienaventuranzas: estímulo para nuestra acción, pues lo que se “mueve” no es una abstracción como la idea de justicia, sino las personas; lo que es capaz de mover y remover un discurso como el de las bienaventuranzas es a la persona y a los grupos humanos desde su parálisis resignada a que todo tenga que continuar como está porque no hay alternativa o porque no merece la pena.
Es de destacar, que ambos sentidos de lectura de las bienaventuranzas no son incompatibles, y de hecho esta sería la postura hoy de la Iglesia. No obstante, no menos relevante es el hecho de que el segundo sentido (el de estímulo) no se limita a una concepción religiosa de la vida, sino que, por el contrario, ha tenido y tiene amplia aplicación en la construcción de la vida personal y social en contextos no expresamente cristianos; es este segundo sentido, por tanto, el que dota de un carácter y validez universal a las bienaventuranzas, aún cuando debamos advertir que en una interpretación más genérica que la que el evangelista pretendiera darle. En todo caso, no se nos oculta que si percibimos este carácter universal es porque el espíritu de las bienaventuranzas se encuentra ya en el acervo de la humanidad desde muy antiguo, siendo el discurso elaborado por Mateo un ideario ya recogido en la tradición de las sociedades y culturas, las cuales comparten, al fin, una misma condición vital y unos mismos anhelos.
Sin pretender restar valor a la fuerza de este tipo de discursos (sean las bienaventuranzas de Mateo u otros discursos semejantes dispersos en la literatura mundial o las memorias colectivas de la humanidad), conviene no dejar de advertir dos riesgos ya anunciados: por una parte, dejarnos arrastrar por el poder emotivo de las palabras sin añadir a las mismas la necesaria dosis de raciocinio crítico que tras*forma el sentimiento en esa capacidad operativa que necesita la puesta en marcha de planes realistas y efectivos; y por otra parte, y directamente relacionado con lo anterior, el riesgo de manipulación demagógica que dirige a las masas sin llevarles a ningún sitio.
Fuente: Alegraos y regocijaos
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Y porque has resucitado, te damos las gracias. Contigo seremos invencibles. Contigo, llamados a la Vida.
Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío.
Dios mío, confío en ti.» (Salmo 90)
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