¿Qué le pasó realmente a Camilo Cienfuegos?

cruel e inhumano

Madmaxista
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Camilo Cienfuegos fué sin duda el más popular y carismático de todos los barbudos que participaron en la revolución, probablemente el más conocido por el pueblo cubano y el más querido en aquellos momentos, por encima de Castro, y por encima del Che.

Su biografía en la wiki cubana se puede ver aquí:
Camilo Cienfuegos - EcuRed

Todos saben que pasó de ser un tipo sin ningún conocimiento militar ni de armas a destacar increíblemente en la guerra. Debido a su valentía (a veces temeridad) y a su determinación, pasó de ser soldadito carne de cañón a experto comandante barbudo. Era muy querido y respetado por sus soldados debido a que peleaba siempre en primera línea con ellos. Esto por lo visto fué así, sea cual sea la biografía que se lea.

Sin embargo, las diferencias comienzan a aflorar más tarde en las biografías no hechas por el régimen cubano, estas son las divergencias que se encuentran:

1. Camilo Cienfuegos no era comunista, era anti-Batista, y si se unió a los revolucionarios fué por que coincidía con sus ideales de acabar con la dictadura, pero no estaba de acuerdo con los postulados comunista. Tanto Camilo como otros destacados barbudos no querían que el nuevo gobierno derivara al comunismo, frente a la posición de Guevara que estaba totalmente convencido de lo contrario. Castro todavía no estaba decidido, pero finalmente se decantó hacia el comunismo, marginando a Camilo y a otros como él. A pesar de eso, Camilo Cienfuegos siempre se declaró Fidelista, y siempre confió en Fidel, pese a que en los últimos tiempos nunca tenía en cuenta sus opiniones.

2. Camilo Cienfuegos era increíblemente popular, el barbudo más conocido y querido por el pueblo cubano, por encima del Ché y por encima de Castro. Tanto es así que en su primer discurso triunfante en La Habana, el público coreaba "Camilo.. Camilo" en cuanto lo veían asomarse en el balcón. Es conocido que mientras hablaba Castro, asomó su peluda cabeza, y el público empezó a aplaudirlo y a reclamarlo, interrumpiendo el discurso de Castro, ante lo cual Fidel dijo "¿Voy bien Camilo?" y éste respondió "Vas bien Fidel".
Parece ser que esta enorme popularidad y simpatía entre el pueblo no gustaba nada particularmente a dos personas: Raúl Castro y al Che Guevara. Estos dos le demostraron mucho afecto durante la guerra, y muy poco o nada, tras el triunfo revolucionario.

3. Tanto Raúl Castro como el Ché, eran partidarios de ejecutar y acabar a muchos de los que habían sido conocidos por soportar a Batista, sin embargo Camilo no era de esa opinión, lo cual provocaba roces y discusiones continuas entre ellos. Por ejemplo Camilo Cienfuegos quería que a los miembros del ejército de Batista se les integrara en el nuevo régimen ofreciéndoles empleos en obras públicas. Raúl Castro, sin embargo era partidario de utilizar la mano dura con ellos desde el principio (ejecuciones) y el Ché se decantaba por marginarlos para que no tuvieran más opción que conspirar, y así poder ejecutarlos justificadamente.

4. Camilo Cienfuegos, tras el triunfo de la revolución fue designado como Jefe del Estado Mayor. En la práctica sus opiniones NO se tenían en cuenta por Castro. En la práctica tanto el Che como Raúl Castro mandaban más y tenían más influencia en la cúpula del ejército revolucionario que el propio Jefe del Estado Mayor. De hecho tanto Raúl como Guevara, hicieron lo que les dió la real gana pasándose por ahí las ideas de Camilo (no era partidario de ejecuciones).

5. Sobre el asunto de Huber Matos. Las versiones de las webs cubanas dicen que él propio Camilo, al conocer la traición de su amigo Huber, con 20 hombres fuertemente armados partieron en tres aviones a las 4 de la madrugada (sin conocimiento de Fidel, porque temía su reacción contra Huber) para tomar el Cuartel de Agramonte sin disparar un solo tiro y para detener a Huber Matos por alta traición.

Sin embargo la versión del propio Huber Matos es la siguiente. Él, como otros tantos jefes, y como el propio Camilo, no estaba de acuerdo con el rumbo que estaba tomando el gobierno cubano hacia el comunismo, así que envió una carta a Fidel comunicándole su dimisión por este motivo. Fidel entonces envió a Camilo para tomar el cuartel y detenerle. Según Huber Matos, esto no hubiera sido posible si él no hubiera ordenado a todos sus soldados dejar entrar a Camilo en el cuartel sin defenderse y así se lo dijo a Camilo. Camilo habló con él como aborchonado por la misión que le habían ordenado. Huber le dijo que abriera los ojos, que si Fidel le había encargado esa misión no era más que para que ellos lo mataran, es decir, para deshacerse de los dos. Según Huber, Camilo parece que se turbó bastante al pensar en ello. Camilo siguió aborchonado y le dijo que tenía que arrestarlo y llevarlo a La Habana para ser juzgado, cosa que se hizo, siempre con gran respeto y consideración. Parece ser que Cienfuegos en lugar de retornar a la Habana, como era el plan original, se quedó en Camagüey. Esto pasó el 21 de octubre de 1959. Matos fué encarcelado en La Habana, y según él, recibió en esos días dos mensajes de Cienfuegos donde le informaba de que iba a ser probablemente ejecutado y ofreciéndole la posibilidad de huir del país. Matos asegura que se negó y que quería un juicio público.

6. Sobre su fin. 7 días después del arresto de Huber Matos, Camilo Cienfuegos despegó en un avión Cessna 310 desde Camagüey con destino a La Habana. Este avión supuestamente "desapareció" sin dejar rastro alguno, probablemente accidentado en las aguas del Atlántico según la versión oficial. Nunca más se supo de Camilo Cienfuegos. El gobierno cubano "supuestamente" inició una intensa búsqueda durante 15 días, y tras ella lo dieron por muerto y desaparecido. Ahí acabó la historia de Camilo Cienfuegos.

Las versiones de que Camilo Cienfuegos fué asesinado pueden ver resumidas en por ejemplo este blog:
Camilo Cienfuegos, una fin enigmática y prematura

las cuales copio y pego aquí:

Por otra parte, estudiosos de la desaparición de Cienfuegos y defensores de la hipótesis de que fue asesinado afirman que los agentes de la Seguridad del Estado que dirigía Osvaldo Sánchez, tenebroso dirigente de las fuerzas de choque del Partido Socialista Popular, primer jefe G-2, y que curiosamente también pereció en un accidente aéreo, vigilaban estrechamente a Cienfuegos.

Según ellos, la Seguridad del Estado llegó al convencimiento de que Cienfuegos no creyó la trama urdida alrededor de Matos, y que por temor a que descubriera el complot los hermanos Castro ordenaron su fin.
Otra información que corrobora la hipótesis del crimen político, es que un oficial de la Fuerza Aérea encontró una cinta grabada en la que estaban registrados los datos del despegue de la avioneta Cessna, modelo 310, en la que viajaba Cienfuegos. La cinta refería que cuatro minutos después de despegar el Cessna número 53 lo hizo un caza británico tipo Sea Fury, al mando del piloto personal de Raúl Castro con su cañón de 20mm. desenfundado.

Publicaciones de la época señalan que el comandante Camilo Cienfuegos partió del aeropuerto de Camagüey aproximadamente a las 6 p.m. del 28 de octubre de 1959 en compañía del soldado Félix Rodríguez y, como aviador, el teniente Luciano Fariñas Rodríguez, tenía más de 2,000 horas de vuelo y vasta experiencia como piloto en el modelo de avión que los transportaba. Según los archivos oficiales, Fariñas nunca informó la ruta por la que volaría y sólo en una ocasión se comunicó con la base para que Cienfuegos le impartiera instrucciones al capitán Méndez, quien quedó al frente de la provincia de Camagüey.

Es importante destacar que las altas esferas del gobierno se percataron de la desaparición de Cienfuegos 24 horas después de su partida de Camagüey. Es difícil comprender cómo una dirigencia política que se ha caracterizado por la paranoia, que percibía conspiraciones por doquier, ignorara por tanto tiempo la situación de uno de los hombres más importantes de la Revolución que, por otra parte, venía de sofocar un supuesto complot militar.

El Gobierno Revolucionario, en un comunicado oficial, señaló que la desaparición de la avioneta fue consecuencia del mal tiempo existente entre las provincias de Camagüey y Matanzas. Sin embargo, investigaciones meteorológicas sobre ese día, indican que las condiciones climáticas eran razonablemente buenas. No obstante, es junto referir, que varios reportes indican que por lo menos la tripulación de dos aviones comerciales reportaron fuertes turbonadas.

La desaparición de Cienfuegos generó una gran cantidad de rumores. Se comentó que en Aguada de Pasajeros, Las Villas, se había producido un accidente aéreo; que sobre el central Adelaida había volado una avioneta haciendo señales de luces hasta que desapareció rumbo norte en dirección al mar.

Un periodista de apellido Vázquez afirmó que durante la noche del miércoles había presenciado un encarnizado duelo aéreo. Estas versiones fueron investigadas y, según la versión oficial, fueron descartadas. También un pescador hizo declaraciones similares.

Un avión C-46 en el que viajaba el comandante Ernesto Guevara avistó en Cayo Anguila, frente a las costas de Caibarién, los restos semidestruidos de dos aparatos, uno de los cuales parecían tener la línea del Cessna, pero más tarde se comprobó que era un error.

Juan Orta, un ex secretario de Castro, le manifestó al poeta Iván Portela, cuando ambos estaban exiliados en la embajada de México: "Yo estoy plenamente convencido de que el avión de Camilo fue derribado por órdenes de Fidel Castro''. Orta, que estuvo tres años asilado en la embajada de México, continuó diciéndole a Portela: "Yo estaba reunido con Fidel cuando Raúl Castro y Ernesto Guevara le plantearon: 'Camilo se opone a cambios estructurales en el ejército rebelde'. A lo que Fidel respondió: 'El plan será llevado a cabo cueste lo que cueste; ni cien Camilos podrán oponérsele' ''.
En las conversaciones que sostuvo con Portela y en artículos que escribió en el exilio, Orta afirmaba que las personas que en alguna medida estuvieron relacionadas con la misteriosa desaparición de Cienfuegos sufrieron una suerte similar.

En síntesis, Orta afirmó que el piloto del Sea Fury que supuestamente despegó poco después que lo hiciera la avioneta de Cienfuegos, desapareció; que el mecánico de aviación que reportó que el caza británico traía una ametralladora completamente descargada murió ese mismo día atropellado por un automóvil; que el pescador que declaró que había visto un avión caza atacando a una avioneta, fue conducido a La Habana para ampliar las investigaciones y no se supo más de él.

Otro hecho relevante asociado a la fin de Cienfuegos fue la fin del también comandante Cristino Naranjo, su amigo personal. Naranjo, que había iniciado su propia investigación sobre la fin de Cienfuegos, fue baleado por el capitán Manuel Beatón a la entrada del Campamento Libertad (antigua Columbia) supuestamente por no haberse identificado.

Varios meses después, Beatón se alzó en armas contra el gobierno, siendo capturado y ejecutado sumariamente. Orta refiere que un miembro del tribunal, el teniente Agustín Onidio Rumbaut, logró entrevistarse con el detenido y que éste le confesó que Fidel Castro, Raúl Castro, Ernesto Guevara, el también comandante Félix Torres y el capitán Jorge Enrique Mendoza, habían sido los responsables de la fin de Cienfuegos. Agregó Orta que unos días después del proceso y después de haber preparado un informe confidencial, el teniente Agustín Onidio Rumbaut murió en un "accidente de cacería''.

Por su parte, el comandante Huber Matos indicó que Cienfuegos también estaba descontento con la penetración comunista, pero que a su vez se confesaba un hombre totalmente fiel al líder de la Revolución. Apunta Matos que en una ocasión le entregó a Cienfuegos un escrito pro marxista que había sido incluido en la publicación Verde Olivo y que el jefe del ejército se molestó y responsabilizó a Ernesto Guevara y a Raúl Castro de la publicación.

Matos refirió que, tras su arresto, Cienfuegos no dejó nunca de tratarle con respeto y consideración, actitud que le era informada a Castro por Mendoza. Matos opina que estas informaciones precipitaron las acciones punitivas contra el carismático comandante. Después de la fin de Cienfuegos y la prisión de Matos, la influencia y el poder de Mendoza se incrementó considerablemente.

Refiere Matos que Raúl Castro sentía una gran aversión hacia Cienfuegos por la popularidad que éste disfrutaba, y que Fidel Castro temía que Cienfuegos pudiera provocar una crisis de grandes proporciones, no sólo dentro de la estructura del poder revolucionario sino también en la población. Cuenta Matos que Cienfuegos criticó la manera en que Castro dirigió su caso, lo que tal vez puso en alerta al gobernante sobre posibles problemas con un individuo que le había sido hasta ese momento incondicional.

Agregó Matos que Castro envió a Cienfuegos para que lo arrestase en su despacho en el regimiento Ignacio Agramonte con la intención de que se originase un tiroteo en el que éste muriera y así salir de los dos de una vez por todas. Pero que Cienfuegos tuvo la precaución de ordenarles a sus oficiales que las tropas no dispararan cuando le fueron a detener, lo cual frustró el supuesto plan.

Sobre la avioneta Cessna 310, desaparecida con tres hombres a bordo, dice Matos que no tiene la más mínima duda de que fue abatida por orden de Fidel Castro. Apunta que Fariñas, el piloto, era un hombre muy disciplinado, que no se habría desviado de la ruta sin haber pedido autorización. Este aspecto es también comentado por Orta, quien afirma ''que desde la torre de control aéreo de Camagüey le indicaron a Cienfuegos que el comandante Félix Torres estaba perdido sobre el mar al sur de la ciudad de Trinidad, Las Villas, y que era necesario se sumara a su búsqueda''. Según el declarante esto propició que un avión Sea Fury derribase el Cessna de Cienfuegos.

También dijo Matos que estando en la prisión del Castillo del Morro, La Habana, recibió dos mensajes de Camilo en el que este le advertía que tendría que declarar en su contra ya que su situación personal --la de Cienfuegos-- era muy difícil. Le decía que de ir a juicio sería fusilado y que estaba dispuesto a ayudarle para que se fugara de la prisión, a lo que el prisionero se negó aduciendo que quería un proceso judicial para denunciar públicamente lo que estaba pasando en el país.

Agustín Alles Soberón, el primer periodista cubano en subir a la Sierra Maestra y entrevistar a los insurgentes del Movimiento 26 de Julio, fue amigo de Cienfuegos. Alles Soberón recuerda que en los días del caso Matos, Cienfuegos, en ruta hacia Camagüey, hizo escala en la ciudad de Santa Clara. Dice que conversó varios asuntos con Cienfuegos, entre ellos la situación de Matos, y que Cienfuegos le dijo que Matos debía ser ejecutado si había traicionado a la Revolución. Opina Alles Soberón que Cienfuegos era un incondicional de Fidel Castro y que habría hecho lo que éste determinara sin importar dónde estaba el bien o el mal, pero que no había dudas de que Cienfuegos tenía serias diferencias con Raúl Castro y Guevara.

Sin embargo, el ya fallecido comandante del Segundo Frente Nacional del Escambray, Lázaro Asencio, afirma en un artículo y en entrevista que concedió al autor, que Cienfuegos era comunista y que sus diferencias con Raúl Castro no fueron consecuencias de su defensa de Matos, sino porque Castro protegía a oficiales como el general Dermidio Escalona.

Continúa Asencio su relato planteando que un matrimonio que vivía en la Punta de la Bahía de Masio, cerca de Casilda, Trinidad, escuchó en horas de la tarde del 28 de octubre de 1959 una fuerte explosión y que vio que del cielo caía una bola de fuego a la vez que se oía el ruido de un avión. Apunta que cuando se conoció la declaración, el entonces capitán Osmany Cienfuegos viajó personalmente a Casilda para conducir a La Habana al matrimonio, del que no se volvió a saber. Afirma Asencio que conoció esta historia porque la pareja antes de ser trasladada, se lo comunicó a un funcionario de la Cruz Roja, quien a su vez se lo hizo conocer a él.

Asencio también comparte la idea de que el avión de Cienfuegos fue derribado por un Sea Fury y que la orden la impartió el comandante Félix Torres, quien la había recibido de los hermanos Castro. Agrega que el oficial José Paz, que conoció del informe de que un Sea Fury había descargado sus ametralladoras, murió en un accidente en la Vía Blanca, cuatro días después de desaparecer Camilo Cienfuegos.

Concluyó Asencio su relato recordando que, dos días después, se encontraba en la lancha de un pescador de nombre Juan, en la zona de Casilda, cuando avistaron una mancha de aceite y una almohada que presumiblemente pertenecían a la avioneta que buscaban. La información fue trasmitida de inmediato por radio. Una hora después se dijo que Cienfuegos había sido hallado vivo, lo cual determinó la suspensión de la búsqueda en toda la isla por varias horas, decisión que, en su opinión, "permitió borrar las pruebas de la caída en el Masio de la avioneta de Camilo Cienfuegos''.

Igualmente, Jaime Costa, comandante del Ejército Rebelde, atacante del cuartel Moncada y expedicionario del Granma, afirma que Camilo Cienfuegos fue asesinado en un lugar de la Ciénaga de Zapata por decisión de Fidel Castro y por instigación de Guevara, Raúl Castro y el presidente Osvaldo Dorticós Torrado. Costa se encontraba en un avión que buscaba a Cienfuegos en compañía del comandante Juan Almeida, a la sazón jefe de la Fuerza Aérea de Cuba, cuando por orden de Fidel Castro se les ordenó aterrizar en Varadero, de donde fueron conducidos en automóvil hasta un punto de la Ciénaga de Zapata donde les esperaba Fidel Castro en compañía de otros altos dirigentes del gobierno.

Cuenta Costa que vio sobre la pista una avioneta igual a la que estaban buscando y era que Cienfuegos había aterrizado en ese lugar porque a su regreso a La Habana le informaron vía radio que Fidel Castro le esperaba en ese sitio. Según Costa, tanto él como Almeida, escucharon las discusiones en las que se destacaban las voces de Fidel y Cienfuegos, quien se defendía firmemente de las acusaciones de que había traicionado a la Revolución.

La discusión duró toda la noche, pero ya avanzada la madrugada escuchó disparos y vio cómo arrastraban los cuerpos de varias personas hacia la avioneta que millares de personas estaban buscando todavía.

Costa concluyó su relato reconociendo que aunque fue amigo personal de Cienfuegos, no pudo actuar en su defensa, decisión que aún hoy le afecta a pesar de los años transcurridos.

Curioso, los dos personajes más populares de la Revolución cubana (Cienfuegos y Guevara), los dos palmaron.
 
Me acuerdo que me contaron la historia de joven, un señor cubano que vivía en Granada, tenía una tienda de recuerdos, según contaba este señor, el estuvo luchando contra las fuerzas de Batista y conoció bien a Cienfuegos, del que hablaba muy bien, fue de Fidel y sobre todo del "Che" cuando se le torcía el gesto.
No me contó nada de la conspiración.
 
La teoria popular del cubano de a pie es asesinato.

Lo mismo paso con Mola y Franco.
 
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Fidel Castro es un agente de la CIA.

numero 141.

Objetivo; infiltración en la Guerrilla y exterminio del Che Guevara.
 
Yo soy el agente 142.

Si observas ese hilo verás que ya hay una respuesta mía :roto2: :roto2: :roto2:.

El numero 1.4.1 esta cifrado. !!! jorobar,hay que explicaros todo !!!

!!! Cada numero suelto tiene un significado !!! y juntos,tiene otro.

!!! Si pones los dos primeros da la ubicación del departamento !!!

Criptografia básica.
 
Última edición:
hola comapñeros, realmente no lo se puede ser que lo liquidaran los enemigos, puede ser que fuera eliminado como una purga revolucionaria, y tambien puede ser que fuera un accidente.

Dudo que Camilo fuera un potencial peligro para la Revolucion, y creo lo que escribio el Che:

Camilo fue el compañero de cien batallas, el hombre de confianza de Fidel en los momentos difíciles de la guerra y el luchador abnegado que hizo siempre del sacrificio un instrumento para templar su carácter y forjar el de la tropa.

Podríamos mejor preguntarnos: ¿quién liquidó su ser físico? porque la vida de los hombres como él tiene su más allá en el pueblo; no acaba mientras éste no lo ordene.
Lo mató el enemigo, lo mató porque quería su fin, lo mató porque no hay aviones seguros, porque los pilotos no pueden adquirir toda la experiencia necesaria, porque, sobrecargado de trabajo, quería estar en pocas horas en La Habana... y lo mató su carácter. Camilo, no medía el peligro, lo utilizaba como una diversión, jugaba con él, lo toreaba, lo atraía y lo manejaba; en su mentalidad de guerrillero no podía una nube detener o torcer una línea trazada.
Fue allí, cuando todo un pueblo lo conocía, lo admiraba y lo quería; pudo haber sido antes y su historia sería la simple de un capitán guerrillero. Habrá muchos Camilos, dijo Fidel; y hubo Camilos, puedo agregar, Camilos que acabaron su vida antes de completar el ciclo magnífico que él ha cerrado para entrar en la Historia, Camilo y los otros Camilos (los que no llegaron y los que vendrán), son el índice de las fuerzas del pueblo, son la expresión más alta de lo que puede llegar a dar una nación, en pie de guerra para la defensa de sus ideales más puros y con la fe puesta en la consecución de sus metas más nobles.

Revolucionario cabal, hombre del pueblo, artífice de esta revolución que hizo la nación cubana para sí, no podía pasar por su cabeza la más leve sombra del cansancio o de la decepción. Camilo, el guerrillero, es objeto permanente de evocación cotidiana, es el que hizo esto o aquello, «una cosa de Camilo», el que puso su señal precisa e indeleble a la Revolución cubana, el que está presente en los otros que no llegaron y en aquellos que están por venir. En su renuevo continuo e inmortal, Camilo es la imagen del pueblo.

hasta la victoria siempre camaradas

prologo del libro la Guerra de Guerrillas de Ernesto Guevara, el Che.
 
Con demasiada frecuencia ocurre que la existencia de un enemigo común (en el caso cubano, el dictador Fulgencia Batista) crea todo tipo de afinidades entre personalidades muy fuertes que luchan por lo que creen con todas sus fuerzas (Fidel y Raúl Castro, el Che, Huber Matos o Camilo Cienfuegos) y en beneficio del pueblo.
Una vez caído y desaparecido el enemigo común, llega la díficil tarea de darle al pueblo todos los ideales por los que se ha luchado durante tanto tiempo y es ahí, donde comienzan las desavenencias entre personalidades muy marcadas y tan diferentes.
Parece evidente que en este caso, a Huber Matos, su disidencia le costó nada menos que 20 años de guandoca tras llevarse a efecto una pantomima de juicio y a Camilo Cienfuegos, por otros motivos más o menos inconfesables para sus asesinos, le acarreó la fin.
En el caso del comandante Huber Matos presentó su renuncia por su oposición a la deriva totalitaria de los Castro y de Guevara que querían implantar una dictadura comunista en Cuba. Ello le costó todos esos años de guandoca, el repudio, las torturas, y el ser tratado como el peor de los criminales cuando lo que demandaba era que se devolviesen las libertades a los cubanos y la lucha por la democracia que era por lo que habían luchado muchos de aquellos jóvenes idealistas que se adhirieron al Movimiento 26 de julio. Huber Matos no peleó en Sierra Maestra para cambiar la dictadura de Batista por la de Fidel Castro. Pudiendo vivir muy bien como uno de los principales comandantes de la Revolución se mantuvo como un tipo íntegro y consecuente con sus ideas hasta el final.
Curiosamente, fue afortunado al poder contarlo, otros opositores menos relevantes que él no corrieron su misma suerte.
Cuando Huber Matos 'traicionó' la causa de la Revolución, fue la tibieza con la que se manifestó Camilo Cienfuegos, lo que pudo estar detrás del misterioso accidente del Cessna-310. Con la orden de Castro de ordenar a Cienfuegos la detención de Matos prentendía apiolar 2 pájaros de un tiro en un enfrentamiento armado entre los hombres acuartelados de Matos y los de Cienfuegos.
Parece plausible las tesis que apuntan sobre todo a Raúl Castro, como uno de los que más deseaban acabar con el carismático y muy querido por el pueblo cubano, comandante Cienfuegos.

De los 3 comandantes que entraron triunfales en La Habana en enero de 1959, sólo quedó Fidel.

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Foto de Cienfuegos junto a Raúl Castro.

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He encontrado un video en youtube donde se explica todo lo posteado en el origen del hilo.

[YOUTUBE]nGiGofskx4M[/YOUTUBE]
 
Cienfuegos tenía el mismo pensamiento de Matos, pero también era demasiado fiel a Fidel.

Al enviar a Cienfuegos a detener a Matos, probablemente Fidel pretendía que pasara lo que Matos afirma: Que mataran al comandante más querido por el pueblo, para luego ejecutar a Matos o que el propio pueblo histérico por la fin de Cienfuegos se encargara de él.

Otra posibilidad era que Fidel quisiera probar la verdadera fidelidad de Cienfuegos.

Otra posibilidad era que el accidente estuviera planeado para hacer caer el avión en el que viajara Camilo y el propio Matos preso hacia la Habana. Pero esto no se produjo porque Camilo no quiso volar hacia la Habana

Sea lo que sea, lo cierto es que lo más conveniente para los Castro era que Cienfuegos muriera ¿Pero cómo asesinar a este comandante tan popular? Acusarlo de traidor como se hizo con Matos, sería bastante increíble para muchos cubanos, que seguramente se unirían a él y se enfrentarían a los Castro sin dudarlo. Así que simular un accidente era la mejor opción, actuar mostrándose preocupados durante 15 días, y luego ponerle monumentos y estatuas, y asunto solucionado. ¿Cómo simular el accidente? Dos posibilidades:
A. Tras el despegue del cessna, obligarle a cambiar de ruta y cuando se situara en una zona adecuada, abatirlo desde un caza.
B. Tras el despegue del cessna, por orden directa de Castro, obligarle a aterrizar en un lugar apartado y solitario y matarlos sin contemplaciones, quemando todo bien quemado.

Esas son las dos versiones que circulan, no se cree mucha gente el accidente.

Lo que resulta curioso es que a Matos no lo ejecutaran (Raúl quería su ejecución a toda costa) y sin embargo Fidel no. ¿Por qué?
 
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