¿Por qué el siglo XVI ha sido cancelado?

Cirujano de hierro

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El Ministerio de Educación español anda últimamente empeñado en borrar al siglo XVI de los estudios de Historia de España en la Escuela. Llegan tarde. Hace mucho que el mundo franco-anglosajón lo había conseguido sin hacer tanto ruido. Costanza Rizzacasa (2023) ha escrito un libro sobre la “cultura de la cancelación en los Estados Unidos” y la doctrina “pogre”. La lista de obras y autores cancelados mueve al escándalo: Philip Roth, Blake Bailey, Mark Twain, Harper Lee, Hemingway, Norman Mailer, Homero, Mary Poppins, Scott Fitzgerald, Ovidio, Falkner, Platón, Dostoyevski… Pero también llega tarde.

Desde hace mucho tiempo se viene aplicando una estrategia “pre-pogre” y de cancelación de personajes fundamentales del siglo XVI, no porque fueran machistas (muchas eran mujeres), justificaran la esclavitud o cosas del género, sino por algo más simple: porque sentaron las bases intelectuales de la modernidad y esa tarea sólo les estaba permitido hacerla a otros. Era tan relevante el siglo XVI para entender la evolución de Occidente y el nacimiento de la modernidad que había que ocultarlo a toda costa por haber sido dominado por hispanos.

Una muestra de esa estrategia es el famoso libro A History of Western Philosophy del filósofo británico Bertrand Russell (1872-1970). Repasa los grandes pensadores occidentales, desde los presocráticos a principios del siglo XX, sin citar ni “un solo” pensador español. Alude de pasada a Ignacio de Loyola y a Domingo de Guzmán, pero reduciendo su mérito a ser “meros” fundadores de las órdenes religiosas jesuita y dominica que acogerían grandes intelectuales…, a condición de no ser españoles. ¿Ignorancia o malicia? Una posible pista nos la da Frances Stonor Saunders, quien en su libro La CIA y la Guerra Fría Cultural incluye a Russell entre los académicos que trabajaron para el servicio secreto estadounidense. Si, por ejemplo, Ortega y Gasset hubiera escrito una «historia de la filosofía occidental» sin incluir a ningún filósofo inglés o alemán, ¿sería admirado en posición genuflexa por Inglaterra o Alemania? Pues en el mundo hispano son legión los que idolatran a Russell. ¡Momento de reflexión!

"Los principios teóricos de la economía de mercado y los elementos básicos del liberalismo económico no fueron diseñados por calvinistas y protestantes escoceses, sino por los jesuitas y miembros de la Escuela de Salamanca durante el Siglo de Oro español"

Resulta difícil pensar que Russell no hubiera leído a su compatriota Lord Acton (1834-1902) cuando decía “La mayor parte de las ideas políticas de Milton, Locke y Rousseau se pueden encontrar en las ponderosas obras en Latín de los jesuitas, súbditos de la Corona española como Lesio, Molina, Mariana, y Suárez. O a G.K. Chesterton (1874-1936) cuando señalaba “España ha sido campeona del progreso y de la libertad (…) ha estado a la cabe de todos los demás países como fue a la cabeza de todos en América”. Claro que Acton y Chesterton eran católicos por lo que tal vez, aunque Russell predicara la libertad de pensamiento, su amplitud de miras no llegara a tanto, Más comprensible es que no leyera (o no quisiera leer) a Friedrich A. Hayek (1899-1992) cuando señalaba “Los principios teóricos de la economía de mercado y los elementos básicos del liberalismo económico no fueron diseñados por calvinistas y protestantes escoceses, sino por los jesuitas y miembros de la Escuela de Salamanca durante el Siglo de Oro español”. Claro que Hayek era también católico, aunque acabó siendo agnóstico.

No obstante, lo más lógico es pensar que Russell vivía contaminado, consciente o inconsciente, por dos mitos que presiden el discurso dominante en Occidente: que la modernidad llega con el protestantismo de Lutero y que las «luces» lo hacen con la Ilustración francesa. Semejante sesgo cognitivo ha requerido una doble estrategia de ocultación: la del lado oscuro del protestantismo y de la Ilustración, por un lado, y la de las luces de la filosofía hispana, por otro. De hecho, los que critican el eurocentrismo deberían precisar que lo que se ha impuesto es un enfoque esencialmente franco-anglosajón pues el componente hispano ha sido tan despreciado en Occidente, o más, que el resto de culturas no occidentales.


Para no dejar el siglo XVI como un agujero neցro hubo que encumbrar a Descartes y Spinoza como los primeros filósofos modernos y a Francis Bacon como el introductor del pensamiento empírico-científico. Sin embargo, la obra de Descartes es tributaria de las Disputaciones metafísicas de Suárez y bebe de la influencia de Gómez Pereira, quien ya adelantara el célebre «Cogito ergo sum» en De inmortalitate animae. Algo semejante pasaría con Spinoza, por cierto de origen sefardita, quien reconoció que debía mucho a Francisco de Suárez. En cuanto a F. Bacon le habría precedido García de Céspedes con su Regimiento de navegación de quien Bacon incluso llega a copiar la portada.


En realidad, toda la modernidad tiene fuentes hispanas. Domingo de Soto, en su obra Quaestiones de 1551, expuso varios estudios sobre mecánica que influirían en el trabajo de Galileo, siendo el primero en establecer que un cuerpo en caída libre sufría una aceleración constante, fundamental para comprender el funcionamiento de la gravedad atribuida en solitario a Newton. En la Universidad de Salamanca trabajaron científicos de la talla de Juan de Aguilera, Alonso de Santa Cruz (el primero en describir la variación magnética) o Juan López Velasco, que describió los eclipses lunares ya en 1577. Por cierto, seguían los escritos de Copérnico, a diferencia de Calvino, que criticaba la teoría heliocéntrica por situarse por encima del Espíritu Santo. Pero Calvino es la modernidad por no ser hispano.

Y fue Jerónimo de Ayanz (el Leonardo español) el verdadero inventor de la máquina de vapor y no los británicos James Watt y Thomas Savery. Hay muchos otros ejemplos
Tampoco Hugo Grotius (1583- 1645) hizo más que difundir lo que ya habían diseñado los escolásticos españoles Vitoria, Soto, Molina y Suárez a los que cita en su De iure belli ac pacis. Sin embargo, por arte de birlibirloque metodológico, la escuela nórdica del derecho natural ha pasado por ser la que difundió los derechos subjetivos, olvidándose sus verdaderos orígenes. Y fue Jerónimo de Ayanz (el Leonardo español) el verdadero inventor de la máquina de vapor y no los británicos James Watt y Thomas Savery. Hay muchos otros ejemplos.

Pero por si fuera poco, el siglo XVI es también el siglo de las mujeres hispanas. Por eso también había que cancelarlo porque el resto de países no puede mostrar a una Isabel I fundadora de un Imperio hispánico en el que no se ponía el sol y defensora de la igualdad de los indígenas. A ella se unen doña Juana, Isabel de Portugal, gobernante de España y las Indias cuando Carlos I guerreaba por Europa; Juana de Austria, regente de España; María de Austria, gobernadora de Flandes durante 24 años donde se conoció un gran periodo de progreso. Pero también: Doña Marina, Isabel de Moctezuma, Luisa de Medrano, Catalina de Bustamante, Beatriz Galindo, María Pita, Isabel Barreto, Teresa de Jesús, Ana Caro, y tantas otras mujeres canceladas que ningún Ministerio de Igualdad ha rescatado.

Con todos estos datos, es comprensible que nuestros competidores se empeñen en borrar o menospreciar nuestro siglo XVI, pero resulta increíble que lo pretenda hacer “nuestro” Ministerio de Educación. Cui Prodest? Lo que procede es comenzar a valorar ese periodo mucho más porque ¿y si la Ilustración hubiera nacido en los debates serenos de la Universidad de Salamanca y no en la sangre de la guillotina que corría por las aceras de París? Nuestro marco cognitivo sería otro y el peso del mundo hispano (los 500 millones) también. ¡Momento de reflexión!



¿Por qué el siglo XVI ha sido cancelado?
 
Hombre, es que Ejjpañita aparte de amar indias marronsitas de 1,40 mts e ir detrás del cura sosteniendo la vela, tampoco ha hecho muxho más.
¿A quien tenemos, A Santo Tomás de Aquinio? El que su pensamiento se reduce en "pues si lo dice la biblia, será verdad".
Santa Teresa de Jesus, la orgasmos de Cristo..., mucho santo y mucha santa, pero poco coco.
 
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El Ministerio de Educación español anda últimamente empeñado en borrar al siglo XVI de los estudios de Historia de España en la Escuela. Llegan tarde. Hace mucho que el mundo franco-anglosajón lo había conseguido sin hacer tanto ruido. Costanza Rizzacasa (2023) ha escrito un libro sobre la “cultura de la cancelación en los Estados Unidos” y la doctrina “pogre”. La lista de obras y autores cancelados mueve al escándalo: Philip Roth, Blake Bailey, Mark Twain, Harper Lee, Hemingway, Norman Mailer, Homero, Mary Poppins, Scott Fitzgerald, Ovidio, Falkner, Platón, Dostoyevski… Pero también llega tarde.

Desde hace mucho tiempo se viene aplicando una estrategia “pre-pogre” y de cancelación de personajes fundamentales del siglo XVI, no porque fueran machistas (muchas eran mujeres), justificaran la esclavitud o cosas del género, sino por algo más simple: porque sentaron las bases intelectuales de la modernidad y esa tarea sólo les estaba permitido hacerla a otros. Era tan relevante el siglo XVI para entender la evolución de Occidente y el nacimiento de la modernidad que había que ocultarlo a toda costa por haber sido dominado por hispanos.

Una muestra de esa estrategia es el famoso libro A History of Western Philosophy del filósofo británico Bertrand Russell (1872-1970). Repasa los grandes pensadores occidentales, desde los presocráticos a principios del siglo XX, sin citar ni “un solo” pensador español. Alude de pasada a Ignacio de Loyola y a Domingo de Guzmán, pero reduciendo su mérito a ser “meros” fundadores de las órdenes religiosas jesuita y dominica que acogerían grandes intelectuales…, a condición de no ser españoles. ¿Ignorancia o malicia? Una posible pista nos la da Frances Stonor Saunders, quien en su libro La CIA y la Guerra Fría Cultural incluye a Russell entre los académicos que trabajaron para el servicio secreto estadounidense. Si, por ejemplo, Ortega y Gasset hubiera escrito una «historia de la filosofía occidental» sin incluir a ningún filósofo inglés o alemán, ¿sería admirado en posición genuflexa por Inglaterra o Alemania? Pues en el mundo hispano son legión los que idolatran a Russell. ¡Momento de reflexión!



Resulta difícil pensar que Russell no hubiera leído a su compatriota Lord Acton (1834-1902) cuando decía “La mayor parte de las ideas políticas de Milton, Locke y Rousseau se pueden encontrar en las ponderosas obras en Latín de los jesuitas, súbditos de la Corona española como Lesio, Molina, Mariana, y Suárez. O a G.K. Chesterton (1874-1936) cuando señalaba “España ha sido campeona del progreso y de la libertad (…) ha estado a la cabe de todos los demás países como fue a la cabeza de todos en América”. Claro que Acton y Chesterton eran católicos por lo que tal vez, aunque Russell predicara la libertad de pensamiento, su amplitud de miras no llegara a tanto, Más comprensible es que no leyera (o no quisiera leer) a Friedrich A. Hayek (1899-1992) cuando señalaba “Los principios teóricos de la economía de mercado y los elementos básicos del liberalismo económico no fueron diseñados por calvinistas y protestantes escoceses, sino por los jesuitas y miembros de la Escuela de Salamanca durante el Siglo de Oro español”. Claro que Hayek era también católico, aunque acabó siendo agnóstico.

No obstante, lo más lógico es pensar que Russell vivía contaminado, consciente o inconsciente, por dos mitos que presiden el discurso dominante en Occidente: que la modernidad llega con el protestantismo de Lutero y que las «luces» lo hacen con la Ilustración francesa. Semejante sesgo cognitivo ha requerido una doble estrategia de ocultación: la del lado oscuro del protestantismo y de la Ilustración, por un lado, y la de las luces de la filosofía hispana, por otro. De hecho, los que critican el eurocentrismo deberían precisar que lo que se ha impuesto es un enfoque esencialmente franco-anglosajón pues el componente hispano ha sido tan despreciado en Occidente, o más, que el resto de culturas no occidentales.


Para no dejar el siglo XVI como un agujero neցro hubo que encumbrar a Descartes y Spinoza como los primeros filósofos modernos y a Francis Bacon como el introductor del pensamiento empírico-científico. Sin embargo, la obra de Descartes es tributaria de las Disputaciones metafísicas de Suárez y bebe de la influencia de Gómez Pereira, quien ya adelantara el célebre «Cogito ergo sum» en De inmortalitate animae. Algo semejante pasaría con Spinoza, por cierto de origen sefardita, quien reconoció que debía mucho a Francisco de Suárez. En cuanto a F. Bacon le habría precedido García de Céspedes con su Regimiento de navegación de quien Bacon incluso llega a copiar la portada.


En realidad, toda la modernidad tiene fuentes hispanas. Domingo de Soto, en su obra Quaestiones de 1551, expuso varios estudios sobre mecánica que influirían en el trabajo de Galileo, siendo el primero en establecer que un cuerpo en caída libre sufría una aceleración constante, fundamental para comprender el funcionamiento de la gravedad atribuida en solitario a Newton. En la Universidad de Salamanca trabajaron científicos de la talla de Juan de Aguilera, Alonso de Santa Cruz (el primero en describir la variación magnética) o Juan López Velasco, que describió los eclipses lunares ya en 1577. Por cierto, seguían los escritos de Copérnico, a diferencia de Calvino, que criticaba la teoría heliocéntrica por situarse por encima del Espíritu Santo. Pero Calvino es la modernidad por no ser hispano.


Tampoco Hugo Grotius (1583- 1645) hizo más que difundir lo que ya habían diseñado los escolásticos españoles Vitoria, Soto, Molina y Suárez a los que cita en su De iure belli ac pacis. Sin embargo, por arte de birlibirloque metodológico, la escuela nórdica del derecho natural ha pasado por ser la que difundió los derechos subjetivos, olvidándose sus verdaderos orígenes. Y fue Jerónimo de Ayanz (el Leonardo español) el verdadero inventor de la máquina de vapor y no los británicos James Watt y Thomas Savery. Hay muchos otros ejemplos.

Pero por si fuera poco, el siglo XVI es también el siglo de las mujeres hispanas. Por eso también había que cancelarlo porque el resto de países no puede mostrar a una Isabel I fundadora de un Imperio hispánico en el que no se ponía el sol y defensora de la igualdad de los indígenas. A ella se unen doña Juana, Isabel de Portugal, gobernante de España y las Indias cuando Carlos I guerreaba por Europa; Juana de Austria, regente de España; María de Austria, gobernadora de Flandes durante 24 años donde se conoció un gran periodo de progreso. Pero también: Doña Marina, Isabel de Moctezuma, Luisa de Medrano, Catalina de Bustamante, Beatriz Galindo, María Pita, Isabel Barreto, Teresa de Jesús, Ana Caro, y tantas otras mujeres canceladas que ningún Ministerio de Igualdad ha rescatado.

Con todos estos datos, es comprensible que nuestros competidores se empeñen en borrar o menospreciar nuestro siglo XVI, pero resulta increíble que lo pretenda hacer “nuestro” Ministerio de Educación. Cui Prodest? Lo que procede es comenzar a valorar ese periodo mucho más porque ¿y si la Ilustración hubiera nacido en los debates serenos de la Universidad de Salamanca y no en la sangre de la guillotina que corría por las aceras de París? Nuestro marco cognitivo sería otro y el peso del mundo hispano (los 500 millones) también. ¡Momento de reflexión!



¿Por qué el siglo XVI ha sido cancelado?
Si en todo lo que existe bajo el sol, un español siempre ha estado primero, t'ons q'paso?... ¿por que os quedaste atrás (y de paso nos jodisteis a nos también), ¡que os pasó!.. ¿Por que tanto talento tirado al caño? Será que finalmente es la naturaleza del español lo que se resistió a todo esfuerzo salmantino
 
Porque el siglo XVI = enrique VIII + nacimiento del anglicanismo, o lo que es lo mismo, los cimientos de la cultura y potencia anglo.

Cualquier cosa que pueda opacar ese hecho, se "borra" de la historia mundial.

Es lo que tiene la hegemonía anglo actual y que no infravaloren materias como la historia a diferencia del resto de Europa.
 
Hombre, es que Ejjpañita aparte de amar indias marronsitas de 1,40 mts e ir detrás del cura sosteniendo la vela, tampoco ha hecho muxho más.
¿A quien tenemos, A Santo Tomás de Aquinio? El que su pensamiento se reduce en "pues si lo dice la biblia, será verdad".
Santa Teresa de Jesus, la orgasmos de Cristo..., mucho santo y mucha santa, pero poco coco.

Suárez es un gigante de la filosofía; de hecho, todos los filósofos modernos (los repetidos filósofos europeos que tanto se estudian en nuestros programas coloniales de estudios, se entiende) estudiaron con su obra como referente. Y si un español lanza la Modernidad, otro español encabeza su cierre: en nuestro tiempo, Gustavo Bueno, es una auténtica bestia capaz de derrumbar toda la producción post-suareciana.

Los dos eran tomistas. Venimos de un país construido sobre el tomismo; desconocerlo raya el analfabetismo. El tomismo es la interpretación práctica del catolicismo, un punto probado, maduro y estable; alejarse de él no es alejarse de la religión, sino volver a sus formas más primarias; una vuelta al mesianismo primitivo y salvaje que exhiben prácticamente todas las escuelas modernas.
 
Suárez es un gigante de la filosofía; de hecho, todos los filósofos modernos (los repetidos filósofos europeos que tanto se estudian en nuestros programas coloniales de estudios, se entiende) estudiaron con su obra como referente. Y si un español lanza la Modernidad, otro español encabeza su cierre: en nuestro tiempo, Gustavo Bueno, es una auténtica bestia capaz de derrumbar toda la producción post-suareciana.

Los dos eran tomistas. Venimos de un país construido sobre el tomismo; desconocerlo raya el analfabetismo. El tomismo es la interpretación práctica del catolicismo, un punto probado, maduro y estable; alejarse de él no es alejarse de la religión, sino volver a sus formas mas primarias; una vuelta al mesianismo primitivo y salvaje que exhiben prácticamente todas las escuelas modernas.
No se a quien te refieres por Suárez, pero
Gustabo Bueno, un intelectual meparto: meparto:
Te ha faltado Savater para ser el perfecto cuñado.
 
No se a quien te refieres por Suárez, pero
Gustabo Bueno, un intelectual meparto: meparto:
Te ha faltado Savater para ser el perfecto cuñado.

Desconoces los dos, y no me sorprende que conozcas más a Savater, porque "salió en la tele". Pero eres el perfecto ejemplo del español analfabeto que no sabe ni el tesoro que tiene bajo los pies.
 
Desconoces los dos, y no me sorprende que conozcas más a Savater, porque "salió en la tele". Pero eres el perfecto ejemplo del español analfabeto que no sabe ni el tesoro que tiene bajo los pies.
¿Quién es Suarez? A Gustabo Bueno se le encendió la bombilla apagada con lo el mito de las izquierdas, lo de izquierdas indefinidas.
Luego, intentó repetir el ONE HIT WONDER con lo de el mito de las derechas, pero pasó bastante desaparecido, para acabar siendo el cuñado de cabecera de Santiago Armesilla.
 
¿Quién es Suarez? A Gustabo Bueno se le encendió la bombilla apagada con lo el mito de las izquierdas, lo de izquierdas indefinidas.
Luego, intentó repetir el ONE HIT WONDER con lo de el mito de las derechas, pero pasó bastante desaparecido, para acabar siendo el cuñado de cabecera de Santiago Armesilla.

Francisco Suárez es el filósofo más importante de la Escuela de Salamanca; el Cervantes de la materia gris. Media Europa (incluyendo Descartes y los pensadores alemanes, de los que deriva el "marxismo" que profesas) estudió con sus "Disputaciones metafísicas", una importante obra de más de cinco mil folios de escolástica pura y de carácter equilibrado, pues concilia una y otra vez importantes aspectos del fideísmo y el racionalismo. Esta obra nace ya con las propuestas protestantes encima de la mesa, por lo que se responde a ellas.

Huelga decir que toda la filosofía europea (nuevamente, incluyendo al marxismo) es sólo una anotación al margen de las Disputaciones de Suárez, que como obra escolástica y católica, no propone recetas mágicas en simples píldoras, sino un menú de cientos de platos que puede ser difícil de digerir.

No puedes trabajar en términos interneteros tan burdos, desconociendo la jerarquía real de todos los nombres que están saliendo. Ni siquiera aunque seas un CM. Armesilla es el último de la fila de la Escuela de Oviedo, que ya de por sí es marginal, incluso dentro de la corriente ya marginada del tomismo dentro del nuevamente marginado catolicismo en las sociedades modernas.

Y la mayor aportación de Gustavo Bueno no es la categorización de las izquierdas; de hecho, es casi de sus aportaciones más pobres, puesto que es un error como español considerar algo como la "izquierda" o el pensamiento revolucionario-reformista en general como algo que nace de un país tan dañino para nosotros como Francia. No se le puede conceder tal trono (ni mucho menos situarnos en una corriente naciente de ella). El pensamiento revolucionario-reformista es consustancial al hombre y existe desde siempre; también en el seno del catolicismo (el propio tomismo es un tipo de reformismo sobre el milenarismo agustinista anterior). No siempre la Revolución o la Reforma trae estructuras más simples, ni más complejas, ni más espirituales, ni más materialistas; hay múltiples ejemplos.

Si te preguntas cuál fue su mejor aportación, se trata de la Teoría del Cierre Categorial, que responde al nacimiento de todas las ciencias modernas y trata de estructurarlas; esto es necesario puesto que sí tienen un carácter fundante y vinculante en nuestra civilización antropotécnica, al contrario que las filosofías modernas, que son puro desecho primitivista uno detrás de otro.
 
Hombre, es que Ejjpañita aparte de amar indias marronsitas de 1,40 mts e ir detrás del cura sosteniendo la vela, tampoco ha hecho muxho más.
¿A quien tenemos, A Santo Tomás de Aquinio? El que su pensamiento se reduce en "pues si lo dice la biblia, será verdad".
Santa Teresa de Jesus, la orgasmos de Cristo..., mucho santo y mucha santa, pero poco coco.

Qué hermoso es ser un analfabeto y estar orgulloso de ello.

Si lo dice la Biblia es verdad. Claro, no sé entonces por qué Tomás de Aquino tiene un corpus de miles de páginas repartidas en varias obras donde intenta dar una explicación a la existencia de Dios desde la lógica y la filosofía, resumidas en sus cinco vías.

Vaya tontería escribir tanto ¿no? si, total, un "si lo dice la Biblia, será verdad" hubiera sido suficiente...

Eso sin contar que Tomás de Aquino era italiano.

Analfabeto y estulto, buena combinación xD
 
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Desconoces los dos, y no me sorprende que conozcas más a Savater, porque "salió en la tele". Pero eres el perfecto ejemplo del español analfabeto que no sabe ni el tesoro que tiene bajo los pies.

Pero hombre que haces educando a semejante excrecencia.

Lo único "valioso" de semejante tarado es que representa el vivo ejemplo del rojelio medio español. Lo que resulta sumamente útil para explicar toda la historia española reciente.
 
Pero hombre que haces educando a semejante excrecencia.

Lo único "valioso" de semejante tarado es que representa el vivo ejemplo del rojelio medio español. Lo que resulta sumamente útil para explicar toda la historia española reciente.

El caso promedio es desesperante: entrado en años, cuarentón, cincuentón o sesentón, unido a la estructura de poder, cobrando bastante más de lo que merece, biológicamente limitado y con un bagaje cultural igual de pobre.

Son gentes que desafían la idea tan nuestra de que todo el mundo tiene algún tipo de salvación, pues para semejantes estómagos del satanismo no hay tiempo, ni incentivos, ni medios humanos ni materiales capaces de cambiar sus revenidas molleras lo más mínimo. Aquí habría que sacar a Belén Esteban con las Disputaciones, o mejor, dejarle el trabajo a Dios tras su fin.

Por sacar algo bueno, este más bien es un pobre diablo que cuenta con cierta juventud, una mínima rebeldía y... al menos ha preguntado. Pero la chispa no le dura a muchos, y la mayoría acaba entrando sin rechistar en el primer grupo, que es donde los quiere el Enemigo.
 
Qué hermoso es ser un analfabeto y estar orgulloso de ello.

Si lo dice la Biblia es verdad. Claro, no sé entonces por qué Tomás de Aquino tiene un corpus de miles de páginas repartidas en varias obras donde intenta dar una explicación a la existencia de Dios desde la lógica y la filosofía, resumidas en sus cinco vías.

Vaya tontería escribir tanto ¿no? si, total, un "si lo dice la Biblia, será verdad" hubiera sido suficiente...

Eso sin contar que Tomás de Aquino era italiano.

Analfabeto y estulto, buena combinación xD
Su argumento final ez :" y si esto no te vale, es verdad por que lo dice el libro rellenito de Diosito"
 
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