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Será en Octubre
¿Qué se juega RTVE con el fichaje de Broncano? Un riesgo "absurdo" ante la superioridad de El Hormiguero y la incertidumbre de La Resistencia
Este jueves es el día. Después de tres semanas de culebrón el Consejo de Administración de RTVE decidirá si finalmente David Broncano y su Resistencia se convierten en las nuevas estrellas de La 1. El ente público está intentando negociar con El Terrat un contrato de un año para desbloquear el fichaje en el Consejo
Casi 20 años llevan las televisiones generalistas intentando luchar contra el inamovible éxito de El Hormiguero y de Pablo Motos. 18 temporadas en las que el programa de Antena 3, producido por 7yAcción, se ha convertido en la bestia negra del access time. El Hormiguero no solo es el programa más visto de la televisión sino que ha cambiado hasta la forma de programar la televisión. Antes de el éxito del programa de las hormigas el prime time empezaba según terminaban los informativos, con la llegada de El Hormiguero y sus audiencias inalcanzables para el resto, todas las televisiones tomaron una decisión: hasta que no acabe Pablo Motos no habrá prime time. Por eso desde hace años y, salvo algún que otro intento fallido, ninguna televisión generalista osa arriesgarse a competir contra El Hormiguero. ¿Por qué terminan los programas a las dos de la madrugada? Porque son largos y porque empiezan a las once de la noche. La culpa: batirse contra Pablo Motos es una batalla perdida.
Hasta hace un mes cuando saltó la noticia de que RTVE quería fichar a David Broncano y su Resistencia para que La 1 compitiera contra El Hormiguero. En un principio pareció una estrategia más de la cadena pública para seguir la senda de una televisión pública competitiva. Sin embargo, debajo del que iba a ser el fichaje de la temporada 2024-2025 había mucho más: el desmedido interés de Moncloa por fichar a un presentador y a un programa que hiciera mella en el impacto político y social de El Hormiguero "costase lo que costase". Y ese "costase lo que costase", la presión "por tierra, mar y aire" para que Broncano acabase en el access time de La 1 evidenció una guerra interna que se llevaba batallando desde hacía meses entre la entonces presidenta interina de RTVE, Elena Sánchez, y el ahora ex director de Contenidos Generales, José Pablo López. La guerra terminó la semana pasada, primero con la destitución de López y, minutos después con la de Sánchez.
A estas horas la Corporación Pública está intentando negociar con El Terrat, Encofrados Encofrasa, productoras de La Resistencia, y David Broncano un contrato de un año revisable a los 12 meses, según los datos de audiencia obtenidos, para así lograr la luz del verde del Consejo de Administración. Tanto ElenaSánchez como José Manuel Martín Medem, consejero a propuesta del PCE, solo votarían a favor si el contrato es de un año. Sin sus votos no se lograría su aprobación, pues solo Concepción Cascajosa, presidenta provisional, Roberto Lakidain, consejero a propuesta de Unidas Podemos, Juan José Baños, consejero a propuesta del PNV, y Ramón Colom, a propuesta del PSOE, aprueban el contrato de dos años. Para que salga adelante el fichaje se necesitan cinco votos mínimo.
Sin embargo, el fichaje de Broncano no solo se ha llevado por delante a Sánchez y a López sino que ha dejado una RTVE ingobernable. "¿Realmente alguien ve normal todo lo que está ocurriendo por el empeño de fichar a Broncano cuando ni siquiera tenemos la seguridad que en la cadena pública vaya a funcionar? Es absurdo todo lo que está ocurriendo", aseguran fuentes de RTVE, molestas por la imagen que se está dando de la televisión pública y por un "draconiano contrato" que, como aseguraban este martes varias fuentes a EL MUNDO, "nunca se había hecho algo así en ninguna televisión".
Televisión
Polémica. El "draconiano contrato" de RTVE para fichar a Broncano: "Nunca antes se había hecho algo así"
La ex presidenta de RTVE, Elena Sánchez, la clave para que salga adelante el fichaje de Broncano
El contrato original incluye dos temporadas con un blindaje durante 18 meses mediante el cual haga las audiencias que haga La Resistencia no podría ser cancelado ni trasladado a otra franja. Además, según este acuerdo, el Telediario 2 vería reducido su tiempo de emisión, siendo el coste total por las dos temporadas de un máximo de 28 millones de euros. Y todo esto, en una incertidumbre absoluta sobre si con la llegada de David Broncano, el objetivo de Moncloa de mermar el éxito de El Hormiguero se logrará, y si La Resistencia conseguirá aumentar las audiencias de una franja maldita para La 1 y para el resto de cadenas por culpa de la manifiesta superioridad de El Hormiguero.
Los datos de La Resistencia en Movistar Plus+, que han sido más que analizados por los nueve consejeros que tendrán que decidir hoy si aprueba el fichaje, no dan ninguna seguridad de que esto vaya a funcionar. Según estos datos, La Resistencia apenas logra un 0,15% de cuota de pantalla en el momento que se emite el programa en la plataforma. Cierto es que comparar audiencias entre una plataforma y la televisión lineal es complicado y tampoco es comparable, pero el dato da una idea del funcionamiento en audiencias de La Resistencia y de lo que podría alcanzar en RTVE. Eso sí, en diferido los visionados del programa de Broncano aumentan, aunque tras siete temporadas -desde febrero de 2018 a junio de 2024, primero en #0 de M+ y después en Movistar Plus+- estos han ido disminuyendo año tras año. Es lo que se conoce como una apuesta a ciegas.
"A una televisión generalista lo que le interesa en sus mediciones es su audiencia y, aunque RTVE no tiene publicidad, la cuota de pantalla es clave", explican desde la cadena pública. "Por eso, no es comprensible que se quiera convencer de este fichaje con el alegato de que 'el único que puede hacer competencia a Pablo Motos es David Broncano'", añaden.
La pregunta que ronda en la cabeza de buena parte de RTVE es si La Resistencia hará más audiencia que 4 Estrellas, la serie que ahora mismo se emite en el access time de La 1 y que llegó a la cadena pública no para competir con El Hormiguero, sino para dar identidad al access de RTVE. En la primera temporada la serie hizo un 8,4% de media de cuota de pantalla. En esta segunda, aún sin cerrar, la media está en un 7,5%, la misma cuota de pantalla que RTVE ha establecido en el contrato con Broncano como mínimo de share a partir del decimosexto mes de emisión y que desde dentro ven demasiado bajo teniendo en cuenta todo lo que está suponiendo la contratación del presentador y su programa.
La preocupación no solo pasa por si La Resistencia hace competencia a Pablo Motos, aumenta o baja la audiencia del access de La 1, sino que también hay mucha incertidumbre en la franja de antes y después. Si la audiencia de Broncano no acompaña, "estaríamos perdiendo público en parte de nuestro informativo, la parte además que más engancha que es el final con los reportajes especiales, El Tiempo y los Deportes y también después en el prime time". En cuota de pantalla "seguramente no se note", afirman, "pero en número de espectadores si no funciona va a bajar seguro".
La realidad es que el interés de Moncloa por David Broncano no está en las audiencias, sino más bien en el impacto social que puede generar el programa y que ha quedado acreditado durante todos estos años. La Resistencia es un programa dirigido a un público joven, algo que tampoco encaja con La 1, cuyo target objetivo está en los mayores de 65 años. "¿Cree alguien que un abuelo de 70 años va a poner La 1 para ver a Broncano?", se preguntan dentro de la Corporación.
Sin embargo, esta es a la vez una desventaja, pero también una de las claves de las ansias del Gobierno por fichar a Broncano: llegar al público joven. Y en esto no importa si lo hacen a través del televisor, de las redes sociales o de los visionados del programa en diferido. Moncloa quiere llegar a este público y quiere hacer con un programa cuyo sesgo político es favorable a Moncloa como ha quedado demostrado en estas últimas temporadas de La Resistencia en Movistar Plus+.
De hecho, aunque Movistar Plus+ ha puesto encima de la mesa una oferta por mantener La Resistencia -tres temporadas por 10 millones cada una-, en la plataforma le comunicaron a finales de diciembre que su última temporada sería en junio de 2024. Fue entonces cuando El Terrat, Encofrados Encofrasa -las productoras de La Resistencia- y David Broncano empezaron a llamar a diferentes puertas. Primero, en Mediaset, donde mejor hubiera encajado. Sin embargo, la línea roja de firmar por tres temporadas era inaceptable para Mediaset, pues suponía hipotecar una franja clave durante tres años. ¿Y si no funcionaba? Fue entonces cuando entró en escena RTVE, a través de su ex director de Contenidos, y Moncloa. Las tres temporadas no eran un problema, sí una anomalía, pues nunca se había acordado un contrato así, pero no un problema que no se pudiera solventar.
Sin embargo, en el camino se cruzó Elena Sánchez. Pese a las presiones de Moncloa en el Consejo Extraordinario del 11 de marzo convocado únicamente para aprobar el fichaje de Broncano, la entonces presidenta interina decidió que se iba a abstener y no salió adelante la votación, retrasando la decisión al Consejo Ordinario de la semana pasada que acabó con su cese y el de su número dos a petición de ella misma. Para Elena Sánchez el riesgo que estaba corriendo RTVE pesaba más que todas las presiones a las que se la sometió. Se consideró una "traición" y como en Alicia en el país de las maravillas le cortaron la cabeza.
"No hay nada que avale esta locura de fichaje más que la relevancia de un presentador y el impacto en redes sociales, pero eso no es suficiente para una televisión que se sostiene con el dinero de todos", afirman fuentes del ente público.
La decisión, por tanto, de jugárselo todo a la carta de Broncano está ahora en el tejado de un Consejo de Administración completamente dividido. De momento, todo depende de Elena Sánchez, que mantiene su cargo de consejera y por tanto su voto. Si se abstiene o vota en contra del fichaje, la responsabilidad recae sobre el consejero proveniente del PCE -por tanto de Sumar- José Manuel Martín Medem, que siempre vota por libre y que ya se mostró contrario al polémico fichaje. Por ello, las presiones a Elena Sánchez se han intensificado esta semana. La nueva presidenta provisional, Concepción Cascajosa, está intermediando para convencer a Sánchez, pues para que salga adelante la contratación se necesitan cinco votos a favor. Ahora mismo parece que solo hay cuatro y muchas dudas de que este fichaje favorezca a RTVE.
Este jueves es el día. Después de tres semanas de culebrón el Consejo de Administración de RTVE decidirá si finalmente David Broncano y su Resistencia se convierten en las nuevas estrellas de La 1. El ente público está intentando negociar con El Terrat un contrato de un año para desbloquear el fichaje en el Consejo
- La ex presidenta de RTVE, Elena Sánchez, la clave para que salga adelante el fichaje de Broncano
- El "draconiano contrato" de RTVE para fichar a Broncano: "Nunca antes se había hecho algo así"
- Esther Mucientes | Madrid
Casi 20 años llevan las televisiones generalistas intentando luchar contra el inamovible éxito de El Hormiguero y de Pablo Motos. 18 temporadas en las que el programa de Antena 3, producido por 7yAcción, se ha convertido en la bestia negra del access time. El Hormiguero no solo es el programa más visto de la televisión sino que ha cambiado hasta la forma de programar la televisión. Antes de el éxito del programa de las hormigas el prime time empezaba según terminaban los informativos, con la llegada de El Hormiguero y sus audiencias inalcanzables para el resto, todas las televisiones tomaron una decisión: hasta que no acabe Pablo Motos no habrá prime time. Por eso desde hace años y, salvo algún que otro intento fallido, ninguna televisión generalista osa arriesgarse a competir contra El Hormiguero. ¿Por qué terminan los programas a las dos de la madrugada? Porque son largos y porque empiezan a las once de la noche. La culpa: batirse contra Pablo Motos es una batalla perdida.
Hasta hace un mes cuando saltó la noticia de que RTVE quería fichar a David Broncano y su Resistencia para que La 1 compitiera contra El Hormiguero. En un principio pareció una estrategia más de la cadena pública para seguir la senda de una televisión pública competitiva. Sin embargo, debajo del que iba a ser el fichaje de la temporada 2024-2025 había mucho más: el desmedido interés de Moncloa por fichar a un presentador y a un programa que hiciera mella en el impacto político y social de El Hormiguero "costase lo que costase". Y ese "costase lo que costase", la presión "por tierra, mar y aire" para que Broncano acabase en el access time de La 1 evidenció una guerra interna que se llevaba batallando desde hacía meses entre la entonces presidenta interina de RTVE, Elena Sánchez, y el ahora ex director de Contenidos Generales, José Pablo López. La guerra terminó la semana pasada, primero con la destitución de López y, minutos después con la de Sánchez.
A estas horas la Corporación Pública está intentando negociar con El Terrat, Encofrados Encofrasa, productoras de La Resistencia, y David Broncano un contrato de un año revisable a los 12 meses, según los datos de audiencia obtenidos, para así lograr la luz del verde del Consejo de Administración. Tanto ElenaSánchez como José Manuel Martín Medem, consejero a propuesta del PCE, solo votarían a favor si el contrato es de un año. Sin sus votos no se lograría su aprobación, pues solo Concepción Cascajosa, presidenta provisional, Roberto Lakidain, consejero a propuesta de Unidas Podemos, Juan José Baños, consejero a propuesta del PNV, y Ramón Colom, a propuesta del PSOE, aprueban el contrato de dos años. Para que salga adelante el fichaje se necesitan cinco votos mínimo.
Sin embargo, el fichaje de Broncano no solo se ha llevado por delante a Sánchez y a López sino que ha dejado una RTVE ingobernable. "¿Realmente alguien ve normal todo lo que está ocurriendo por el empeño de fichar a Broncano cuando ni siquiera tenemos la seguridad que en la cadena pública vaya a funcionar? Es absurdo todo lo que está ocurriendo", aseguran fuentes de RTVE, molestas por la imagen que se está dando de la televisión pública y por un "draconiano contrato" que, como aseguraban este martes varias fuentes a EL MUNDO, "nunca se había hecho algo así en ninguna televisión".
Televisión
Polémica. El "draconiano contrato" de RTVE para fichar a Broncano: "Nunca antes se había hecho algo así"
- Redacción: ESTHER MUCIENTES Madrid
La ex presidenta de RTVE, Elena Sánchez, la clave para que salga adelante el fichaje de Broncano
- Redacción: ESTHER MUCIENTES
- Redacción: JOSETXU L. PIÑEIRO Madrid
El contrato original incluye dos temporadas con un blindaje durante 18 meses mediante el cual haga las audiencias que haga La Resistencia no podría ser cancelado ni trasladado a otra franja. Además, según este acuerdo, el Telediario 2 vería reducido su tiempo de emisión, siendo el coste total por las dos temporadas de un máximo de 28 millones de euros. Y todo esto, en una incertidumbre absoluta sobre si con la llegada de David Broncano, el objetivo de Moncloa de mermar el éxito de El Hormiguero se logrará, y si La Resistencia conseguirá aumentar las audiencias de una franja maldita para La 1 y para el resto de cadenas por culpa de la manifiesta superioridad de El Hormiguero.
Los datos de La Resistencia en Movistar Plus+, que han sido más que analizados por los nueve consejeros que tendrán que decidir hoy si aprueba el fichaje, no dan ninguna seguridad de que esto vaya a funcionar. Según estos datos, La Resistencia apenas logra un 0,15% de cuota de pantalla en el momento que se emite el programa en la plataforma. Cierto es que comparar audiencias entre una plataforma y la televisión lineal es complicado y tampoco es comparable, pero el dato da una idea del funcionamiento en audiencias de La Resistencia y de lo que podría alcanzar en RTVE. Eso sí, en diferido los visionados del programa de Broncano aumentan, aunque tras siete temporadas -desde febrero de 2018 a junio de 2024, primero en #0 de M+ y después en Movistar Plus+- estos han ido disminuyendo año tras año. Es lo que se conoce como una apuesta a ciegas.
"A una televisión generalista lo que le interesa en sus mediciones es su audiencia y, aunque RTVE no tiene publicidad, la cuota de pantalla es clave", explican desde la cadena pública. "Por eso, no es comprensible que se quiera convencer de este fichaje con el alegato de que 'el único que puede hacer competencia a Pablo Motos es David Broncano'", añaden.
La pregunta que ronda en la cabeza de buena parte de RTVE es si La Resistencia hará más audiencia que 4 Estrellas, la serie que ahora mismo se emite en el access time de La 1 y que llegó a la cadena pública no para competir con El Hormiguero, sino para dar identidad al access de RTVE. En la primera temporada la serie hizo un 8,4% de media de cuota de pantalla. En esta segunda, aún sin cerrar, la media está en un 7,5%, la misma cuota de pantalla que RTVE ha establecido en el contrato con Broncano como mínimo de share a partir del decimosexto mes de emisión y que desde dentro ven demasiado bajo teniendo en cuenta todo lo que está suponiendo la contratación del presentador y su programa.
La preocupación no solo pasa por si La Resistencia hace competencia a Pablo Motos, aumenta o baja la audiencia del access de La 1, sino que también hay mucha incertidumbre en la franja de antes y después. Si la audiencia de Broncano no acompaña, "estaríamos perdiendo público en parte de nuestro informativo, la parte además que más engancha que es el final con los reportajes especiales, El Tiempo y los Deportes y también después en el prime time". En cuota de pantalla "seguramente no se note", afirman, "pero en número de espectadores si no funciona va a bajar seguro".
No es un secreto lo que se conoce como audiencia de arrastre y que no es otra cosa que el número de espectadores que se enganchan a un programa porque el anterior o posterior es lo que quieren ver. Si La Resistencia genera buena audiencia atraerá público al final del Telediario 2 y al programa que vaya después en prime time. Pero si La Resistencia marca malos índices de audiencia, como ahora creen muchos en la televisión pública, el efecto es el contrario, se perderá audiencia. "No podemos dejar tres franjas en manos de un programa y más con las audiencias que tenemos ahora mismo, que no son las mejores", aseguran desde la Corporación. De hecho, esta preocupación también se ha trasladado a la producción de programas que podrían ir en el prime time de La 1 la próxima temporada: "Es verdad que 4 Estrellas no ayuda mucho en ese arrastre de público, pero si Broncano baja el dato de la serie, sería un palo".
La realidad es que el interés de Moncloa por David Broncano no está en las audiencias, sino más bien en el impacto social que puede generar el programa y que ha quedado acreditado durante todos estos años. La Resistencia es un programa dirigido a un público joven, algo que tampoco encaja con La 1, cuyo target objetivo está en los mayores de 65 años. "¿Cree alguien que un abuelo de 70 años va a poner La 1 para ver a Broncano?", se preguntan dentro de la Corporación.
Sin embargo, esta es a la vez una desventaja, pero también una de las claves de las ansias del Gobierno por fichar a Broncano: llegar al público joven. Y en esto no importa si lo hacen a través del televisor, de las redes sociales o de los visionados del programa en diferido. Moncloa quiere llegar a este público y quiere hacer con un programa cuyo sesgo político es favorable a Moncloa como ha quedado demostrado en estas últimas temporadas de La Resistencia en Movistar Plus+.
De hecho, aunque Movistar Plus+ ha puesto encima de la mesa una oferta por mantener La Resistencia -tres temporadas por 10 millones cada una-, en la plataforma le comunicaron a finales de diciembre que su última temporada sería en junio de 2024. Fue entonces cuando El Terrat, Encofrados Encofrasa -las productoras de La Resistencia- y David Broncano empezaron a llamar a diferentes puertas. Primero, en Mediaset, donde mejor hubiera encajado. Sin embargo, la línea roja de firmar por tres temporadas era inaceptable para Mediaset, pues suponía hipotecar una franja clave durante tres años. ¿Y si no funcionaba? Fue entonces cuando entró en escena RTVE, a través de su ex director de Contenidos, y Moncloa. Las tres temporadas no eran un problema, sí una anomalía, pues nunca se había acordado un contrato así, pero no un problema que no se pudiera solventar.
Sin embargo, en el camino se cruzó Elena Sánchez. Pese a las presiones de Moncloa en el Consejo Extraordinario del 11 de marzo convocado únicamente para aprobar el fichaje de Broncano, la entonces presidenta interina decidió que se iba a abstener y no salió adelante la votación, retrasando la decisión al Consejo Ordinario de la semana pasada que acabó con su cese y el de su número dos a petición de ella misma. Para Elena Sánchez el riesgo que estaba corriendo RTVE pesaba más que todas las presiones a las que se la sometió. Se consideró una "traición" y como en Alicia en el país de las maravillas le cortaron la cabeza.
Aún así, las dudas entorno al fichaje de Broncano siguen encima de la mesa. Las audiencias no avalan tanto riesgo, la superioridad de El Hormiguero por mucha Resistencia que sea deja más dudas entre los consejeros y, por último, pero no menos importante, el cariz político que ha adquirido lo que en un principio era una jugada televisiva más. Además, la desprotección en la que deja el contrato a RTVE, pues El Terrat tiene absoluta libertad creativa y de contenidos respecto al programa, mientras la Corporación Pública es responsable subsidiaria, y la imposibilidad "de maniobra empresarial por parte de RTVE ni de su Consejo", pues la firma de este contrato impide cualquier cambio de programación y "compromete la capacidad de gestión" es un riesgo que nunca antes había corrido la televisión pública y que si falla y termina por no ser el éxito que algunos creen que va a ser "hundimos la audiencia y, además, pagándolo RTVE".
"No hay nada que avale esta locura de fichaje más que la relevancia de un presentador y el impacto en redes sociales, pero eso no es suficiente para una televisión que se sostiene con el dinero de todos", afirman fuentes del ente público.
La decisión, por tanto, de jugárselo todo a la carta de Broncano está ahora en el tejado de un Consejo de Administración completamente dividido. De momento, todo depende de Elena Sánchez, que mantiene su cargo de consejera y por tanto su voto. Si se abstiene o vota en contra del fichaje, la responsabilidad recae sobre el consejero proveniente del PCE -por tanto de Sumar- José Manuel Martín Medem, que siempre vota por libre y que ya se mostró contrario al polémico fichaje. Por ello, las presiones a Elena Sánchez se han intensificado esta semana. La nueva presidenta provisional, Concepción Cascajosa, está intermediando para convencer a Sánchez, pues para que salga adelante la contratación se necesitan cinco votos a favor. Ahora mismo parece que solo hay cuatro y muchas dudas de que este fichaje favorezca a RTVE.
