Este hilo es una especie de contraversión al que abrí sobre "el punto de no retorno a la libertad personal", una adaptación personal de algo que escribió otra persona. Aclaro el concepto.
En este mundo de los papeles y las relaciones blindados todos mediante sus consiguientes dispositivos, la emancipación no se plantea como un programa, un proyecto alternativo, sino como una perspectiva, una línea...de "fuga".
Se distinguen en nuestra vida tres tipos de líneas: la línea dura, la línea flexible y la línea de fuga o vuelo.
Las líneas duras son las de los dispositivos en potencia. Mientras nos mantenemos bajo control simplemente pasamos de un segmento duro a otro, de la escuela a la universidad, entonces al trabajo/salario y por último el retiro. Líneas duras que nos prometen un futuro, una carrera, una familia, un destino que cumplir, una vocación que lograr.
Las líneas flexibles son diferentes pero navegan alrededor de las líneas duras. Historias familiares, deseos ocultos, sueños diurnos, discusiones, matices, secretos alrededor de una taza de café. Estos enlaces interfieren en el corazón de un mundo de relaciones, son también esas pequeñas negativas a cumplir con la ley o las reglas de la carretera, esas huelgas puntuales. Al pasar a través de una línea flexible a una línea dura rápidamente todo está en orden.
Si finalmente hay vuelo nunca vas a volver al mismo lugar. La verdadera fuga es algo en lo que no podemos ir hacia atrás, que es imperdonable, porque el pasado ha dejado de existir.
No es definir un futuro, pero es un futuro. No hay ningún programa, ningún plan es posible cuando estamos en una línea de vuelo. Nos convertimos en auto-imperceptibles y clandestinos en un viaje inmóvil. Nada puede ocurrir o ha ocurrido. Nadie puede hacer nada por mí o contra mí. Mis territorios se desacoplan y no porque son imaginarios, por el contrario, porque estoy tratando de rastrearlos. Tenemos que inventar nuestras líneas de vuelo si somos capaces, y podemos inventar el dibujo en la realidad, en la vida.
El destino es desconocido, impredecible. Es un "convirtiendo en" un proceso incontrolable. Esta es la línea de la emancipación, de la liberación, es lo contrario de destino o carrera y es en esta línea que por fin podemos sentirnos vivos. Sin embargo casi todos nosotros tenemos que mantener el dualismo, no hay líneas duras desagradables y otras buenas de fuga. El dualismo es más bien de los dispositivos de la jovenlandesal y de poder. Tomar una línea de fuga no significa "tomar la pista" sino "experimentar". Las líneas duras a veces son vitales (la alimentación y tener un lugar para dormir) pero aunque nuestros cuerpos estén "de acto" cortamos nuestras percepciones.
Trabajar para socavar estas líneas es difícil porque es contra el orden, el estado, contra los dispositivos, luego de la fuga te conviertes en alguien más peligroso porque eres alguien real y no imaginario (los que están en las líneas flexibles son los imaginarios).
Antes de seguir una fuga debemos ser capaces de rastrearla, de lo contrario nos puede llevar al desastre: paranoia, suicidio, psiquiatra, soledad, alcoholismo, depresión. El vuelo puede llevar directamente a un agujero neցro incluso a convertirte en un newager, un problanco o algo peor. En este caso sería escapar de las líneas duras para caer en otras peores.
La deserción es un experimento peligroso porque no se enmarca: cada uno busca sus propias líneas de fuga. Finalmente, en nuestra vida, todas las líneas se entrecruzan, una multitud de líneas duras en las que se retuerce otra multitud de líneas flexibles.
Una pluralidad de deserciones son posibles.
Sobre una línea, dos, las tres...o lo que queráis, desertores opinen.
En este mundo de los papeles y las relaciones blindados todos mediante sus consiguientes dispositivos, la emancipación no se plantea como un programa, un proyecto alternativo, sino como una perspectiva, una línea...de "fuga".
Se distinguen en nuestra vida tres tipos de líneas: la línea dura, la línea flexible y la línea de fuga o vuelo.
Las líneas duras son las de los dispositivos en potencia. Mientras nos mantenemos bajo control simplemente pasamos de un segmento duro a otro, de la escuela a la universidad, entonces al trabajo/salario y por último el retiro. Líneas duras que nos prometen un futuro, una carrera, una familia, un destino que cumplir, una vocación que lograr.
Las líneas flexibles son diferentes pero navegan alrededor de las líneas duras. Historias familiares, deseos ocultos, sueños diurnos, discusiones, matices, secretos alrededor de una taza de café. Estos enlaces interfieren en el corazón de un mundo de relaciones, son también esas pequeñas negativas a cumplir con la ley o las reglas de la carretera, esas huelgas puntuales. Al pasar a través de una línea flexible a una línea dura rápidamente todo está en orden.
Si finalmente hay vuelo nunca vas a volver al mismo lugar. La verdadera fuga es algo en lo que no podemos ir hacia atrás, que es imperdonable, porque el pasado ha dejado de existir.
No es definir un futuro, pero es un futuro. No hay ningún programa, ningún plan es posible cuando estamos en una línea de vuelo. Nos convertimos en auto-imperceptibles y clandestinos en un viaje inmóvil. Nada puede ocurrir o ha ocurrido. Nadie puede hacer nada por mí o contra mí. Mis territorios se desacoplan y no porque son imaginarios, por el contrario, porque estoy tratando de rastrearlos. Tenemos que inventar nuestras líneas de vuelo si somos capaces, y podemos inventar el dibujo en la realidad, en la vida.
El destino es desconocido, impredecible. Es un "convirtiendo en" un proceso incontrolable. Esta es la línea de la emancipación, de la liberación, es lo contrario de destino o carrera y es en esta línea que por fin podemos sentirnos vivos. Sin embargo casi todos nosotros tenemos que mantener el dualismo, no hay líneas duras desagradables y otras buenas de fuga. El dualismo es más bien de los dispositivos de la jovenlandesal y de poder. Tomar una línea de fuga no significa "tomar la pista" sino "experimentar". Las líneas duras a veces son vitales (la alimentación y tener un lugar para dormir) pero aunque nuestros cuerpos estén "de acto" cortamos nuestras percepciones.
Trabajar para socavar estas líneas es difícil porque es contra el orden, el estado, contra los dispositivos, luego de la fuga te conviertes en alguien más peligroso porque eres alguien real y no imaginario (los que están en las líneas flexibles son los imaginarios).
Antes de seguir una fuga debemos ser capaces de rastrearla, de lo contrario nos puede llevar al desastre: paranoia, suicidio, psiquiatra, soledad, alcoholismo, depresión. El vuelo puede llevar directamente a un agujero neցro incluso a convertirte en un newager, un problanco o algo peor. En este caso sería escapar de las líneas duras para caer en otras peores.
La deserción es un experimento peligroso porque no se enmarca: cada uno busca sus propias líneas de fuga. Finalmente, en nuestra vida, todas las líneas se entrecruzan, una multitud de líneas duras en las que se retuerce otra multitud de líneas flexibles.
Una pluralidad de deserciones son posibles.
Sobre una línea, dos, las tres...o lo que queráis, desertores opinen.
